ࡱ > M =p bjbj== W W Fj - m \ l h h h | 7 7 7 8 $8 $ H8 | S 9 9 ( H9 H9 ^9 > 0 ? 3? ]S _S _S _S _S _S _S $ T V p S h ?? 7> > ?? ?? S P H9 ^9 S P P P ?? r H9 h ^9 ]S P ?? ]S P P ]S 2 6 h ]S ^9 9 `\B,| p4 7 O ]S ]S S 0 S ]S $W O $W ]S P | | Distr.GENERAL CRC/C/28/Add.2021 de julio de 2003 ESPAOLOriginal: INGLS COMIT DE LOS DERECHOS DEL NIO EXAMEN DE LOS INFORMES PRESENTADOS POR LOS ESTADOSPARTES CON ARREGLO AL ARTCULO 44 DE LA CONVENCIN Informes iniciales que los Estados Partes deban presentar en 2000 PAPUA NUEVA GUINEA* [23 de abril de 2002] NDICE Prrafos Pgina I. MEDIDAS GENERALES DE APLICACIN 1 - 73 7 A. Medidas adoptadas para armonizar el derecho y la poltica nacionales con las disposiciones de la Convencin 1 - 3 7 B. Mecanismos existentes o previstos en los planos nacional o local para coordinar las polticas relativas a los nios y vigilar la aplicacin de la Convencin 4 - 16 8 C. Voluntad poltica de aplicar la Convencin 17 - 21 11 D. Proporcin de los recursos presupuestarios destinada a la infancia 22 - 32 12 E. Evaluacin de la incidencia sobre los nios del presupuesto, las polticas y leyes del pas 33 - 36 15 F. Medidas activas y apropiadas para que los adultos y los nios conozcan ampliamente la Convencin 37 - 49 16 G. Capacitacin sobre los derechos humanos y la Convencin sobre los Derechos del Nio destinada a personas que trabajan con nios 50 - 58 19 H. El proceso de elaboracin del informe inicial 59 - 61 21 I. Traduccin, publicacin y difusin del informe inicial 62 - 64 22 J. Reforma legislativa y referencia a la Convencin en los tribunales 65 - 66 23 K. Medidas para recopilar datos con el fin de elaborar programas para los nios 67 - 71 23 L. Necesidad de asistencia tcnica 72 - 73 24 II. DEFINICIN DEL NIO (ARTCULO 1) 74 - 105 25 III. PRINCIPIOS GENERALES 106 - 139 31 A. No discriminacin (artculo 2) 106 - 121 31 B. El inters superior del nio (artculo 3) 122 - 128 35 NDICE (continuacin) Prrafos Pgina III. (continuacin) C. El derecho a la vida, a la supervivencia y al desarrollo del nio (artculo 6) 129 - 131 37 D. El derecho del nio a expresar sus opiniones y a ser odo en procedimientos judiciales y administrativos (artculo 9) 132 - 139 39 IV. DERECHOS Y LIBERTADES CIVILES 140 - 173 41 A. El derecho a un nombre y a una nacionalidad (artculo 7) 140 - 145 41 B. El derecho a preservar la identidad sin injerencias ilcitas (artculo 8) 146 - 149 43 C. El derecho a la libertad de expresin (artculo 13) 150 - 155 44 D. El derecho de acceso a una informacin apropiada (artculo 17) 156 - 166 45 E. El derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religin (artculo 14) 167 49 F. El derecho a la libertad de asociacin y a la libertad de celebrar reuniones pacficas (artculo 15) 168 - 169 49 G. El derecho a la proteccin de la vida privada (artculo 16) 170 50 H. El derecho a no ser sometido a tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes (apartado a) del artculo 37) 171 - 173 50 V. ENTORNO FAMILIAR Y OTROS TIPOS DE TUTELA 174 - 224 51 A. Orientacin de los padres (artculo 5) 174 - 186 51 B. Responsabilidad de los padres (prrafos 1 y 2 del artculo 18) 187 - 195 54 C. Separacin del nio de los padres (artculo 9) 196 - 204 57 D. Reunin de la familia (artculo 10) 205 - 207 59 E. Pago de la pensin alimenticia (prrafo 4 del artculo 27) 208 - 209 60 F. Nios privados de su medio familiar (artculo 20) 210 - 213 60 G. Adopcin (artculo 21) 214 - 219 61 NDICE (continuacin) Prrafos Pgina V. (continuacin) H. Traslado y retencin ilcitos de nios (artculo 11) 220 62 I. Abuso y descuido de los nios (artculo 19), con inclusin de su recuperacin fsica y psicolgica y reintegracin social (artculo 39) 221 - 222 62 J. Examen peridico de las condiciones de internacin (artculo 25) 223 63 K. Datos desglosados sobre el nmero de menores afectados 224 63 VI. SALUD Y BIENESTAR BSICOS 225 - 270 63 A. Supervivencia y desarrollo (prrafo 2 del artculo 6) 225 - 250 63 B. Nios discapacitados (artculo 23) 251 - 255 72 C. La salud y los servicios de salud (artculo 24) 256 - 265 73 D. Seguridad social y servicios e instalaciones de guarda de nios (artculo 26 y prrafo 3 del artculo 18) 266 77 E. Nivel de vida (prrafos 1 a 3 del artculo 27) 267 - 270 77 VII. EDUCACIN, OCIO Y ACTIVIDADES CULTURALES 271 - 339 78 A. El sistema nacional de educacin, incluida la formacin y la orientacin profesionales (artculo 8) 271 - 329 78 B. Objetivos de la educacin (artculo 29) 330 - 333 92 C. Esparcimiento y actividades recreativas y culturales (artculo 31) 334 - 339 94 VIII. MEDIDAS DE PROTECCIN ESPECIAL 340 - 403 95 A. Nios en situaciones de emergencia 340 - 360 95 1. Servicios de proteccin de menores 340 - 343 95 2. Nios refugiados (artculo 22) 344 - 346 97 NDICE (continuacin) Prrafos Pgina VIII. A. (continuacin) 3. Nios en conflictos armados, recuperacin psicolgica y reintegracin social (artculos 38 y 39) 347 - 355 98 4. Los nios en los desastres naturales 356 - 360 100 B. Nios en conflicto con la ley 361 - 381 102 1. Administracin de justicia de menores (artculo 40) 361 - 373 102 2. Penas impuestas a los menores (apartado a) del artculo 37) 374 - 375 105 3. Nios encarcelados o en prisin preventiva, privados de su libertad (apartados b), c) y d) del artculo 37) 376 - 378 106 4. Recuperacin fsica y psicolgica y reintegracin social (artculo 39) 379 - 381 107 C. Nios en situaciones de explotacin 382 - 403 108 1. Explotacin econmica, incluido el trabajo infantil (artculo 32) 382 - 386 108 2. Uso indebido de drogas (artculo 33) 387 - 391 109 3. Venta, trata y secuestro (artculo 35) 392 - 395 111 4. Explotacin y abusos sexuales (artculo 34) 396 - 403 113 Anexos* Lista de siglas que aparecen en el texto SIDA Sndrome de inmunodeficiencia adquirida BCG Vacuna antituberculosa (bacilo de Calmette-Guerin) VIH Virus de la inmunodeficiencia humana ONG Organizacin no gubernamental UNESCO Organizacin de las Naciones Unidas para la Educacin, la Ciencia y la Cultura FNUAP Fondo de Poblacin de las Naciones Unidas UNICEF Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia OMS Organizacin Mundial de la Salud I. MEDIDAS GENERALES DE APLICACIN A. Medidas adoptadas para armonizar el derecho y la poltica nacionalescon las disposiciones de la Convencin 1. El Gobierno de Papua Nueva Guinea ratific oficialmente la Convencin sobre los Derechos del Nio, sin reservas, con el depsito oficial de los instrumentos correspondientes en marzo de1993. De ese modo, el Gobierno se comprometi a cumplir las disposiciones de la Convencin mediante la legislacin interna. Hasta la fecha el Gobierno no ha invocado el proceso en virtud del cual los artculos de la Convencin podran aplicarse en el plano nacional mediante legislacin habilitante. Esto requerira la aprobacin de nuevas leyes por el Parlamento o la reforma de las leyes vigentes que contengan disposiciones relativas a los derechos del nio. Papua Nueva Guinea todava debe adoptar las medidas bsicas de aplicacin. 2. A continuacin se indican las leyes de Papua Nueva Guinea en que se establecen los derechos del nio, que diversos rganos gubernamentales se encargan de aplicar: - Constitucin; - Ley de asistencia al menor; - Ley de adopcin; - Cdigo Penal; - Ley de reconocimientos de las tradiciones; - Ley de Tribunales de Distrito; - Ley de la prueba; - Ley de delitos menores; - Ley de adopcin de nios; - Ley de proteccin de esposas y nios abandonados; - Ley de la infancia; - Ley de ejecucin del pago de alimentos; - Ley de matrimonio; - Ley de procedimientos judiciales matrimoniales; - Ley de difamacin; - Ley de empleo; - Ley de Tribunales de Menores; - Ley de informacin; y - Ley de cumplimiento comn de rdenes de custodia. 3. Es necesario urgentemente reformar esas leyes para armonizarlas con las normas establecidas por la Convencin. El Departamento del Fiscal General inici en 1997 un amplio proceso de revisin legislativa que est a punto de concluir. B. Mecanismos existentes o previstos en los planos nacional o local paracoordinar las polticas relativas a los nios y vigilar la aplicacinde la Convencin 4. El Gobierno de Papua Nueva Guinea no tiene en la actualidad una funcin clara ni marca una direccin precisa en lo que respecta a la aplicacin de la Convencin sobre los Derechos del Nio. No se ha adoptado ninguna decisin de poltica ni ninguna directriz respecto a qu organismo gubernamental debe adoptar la funcin dirigente al respecto. Tampoco hay poltica alguna que seale el proceso o los plazos de aplicacin de la Convencin. 5. En 1994, un ao despus de haberse ratificado la Convencin, el Presidente del Parlamento Nacional propuso establecer una Comisin Parlamentaria de vigilancia de la situacin de las mujeres y los nios. Esa Comisin se reuni nicamente una o dos veces y luego dej de reunirse. 6. En cumplimiento de la Ley de asistencia al menor se estableci un Consejo Nacional de Asistencia al Menor que depende del Departamento del Interior y de la Juventud y al que se prestaron informes sobre las declaraciones formuladas y los compromisos asumidos en la Cumbre Mundial a favor de la Infancia. En 1995 ese Consejo manifest que se propona reformar la legislacin en virtud de la cual haba sido establecido (la Ley de asistencia al menor de1949) a fin de tener en cuenta las prioridades de la Convencin sobre los Derechos del Nio y la Cumbre Mundial a favor de la Infancia. Sin embargo, el Consejo Nacional de Asistencia al Menor, que preside el Director de Asistencia al Menor, slo ha funcionado espordicamente en los dos ltimos decenios, y durante los ltimos tres aos no ha llevado a cabo actividad alguna. 7. No se ha establecido ningn nuevo rgano, comisin o institucin nacionales para coordinar la aplicacin de la Convencin o para realizar las tareas de supervisin y presentacin de informes. En ausencia de una actividad oficial ha reinado la confusin sobre quin tena la responsabilidad de coordinar, supervisar y presentar informes sobre la aplicacin de la Convencin. Esa tarea ha pasado por tres diferentes rganos gubernamentales: la Seccin de Tratados Internacionales del Departamento de Relaciones Exteriores, la Oficina de Asistencia al Menor y la Oficina Nacional de Planificacin y Ejecucin. 8. Actualmente, la responsabilidad de supervisin y de presentacin de informes respecto de la Convencin recae en un Comit de Trabajo sobre los Derechos del Nio de carcter muy abierto establecido por la Oficina Nacional de Planificacin y Ejecucin e integrado por representantes de departamentos gubernamentales competentes y de ONG. Ese Comit dependa al principio de la Seccin de Tratados Internacionales del Departamento de Relaciones Exteriores y serva de mecanismo para cumplir las obligaciones de presentacin de informes, concretamente la preparacin del informe inicial. Sin embargo, el Comit inicial se reuni nicamente cinco veces y no lleg a completar su tarea. El actual Comit de Trabajo sobre los Derechos del Nio volvi a ser convocado en 1998 por la Oficina Nacional de Planificacin y Ejecucin dependiente del Primer Secretario Adjunto de Planificacin Sectorial a raz de su participacin en la reunin regional de Asia y el Pacfico de organismos de coordinacin de la Convencin. A solicitud de la Oficina Nacional de Planificacin y Ejecucin, la oficina del UNICEF en Papua Nueva Guinea proporcion apoyo tcnico a corto plazo al Comit con el objeto de preparar el informe inicial. Esa asistencia se proporcion peridicamente a lo largo de un perodo de seis meses (de octubre de 1998 a abril de 1999). 9. El Comit de Trabajo no tiene mandato poltico, estatutos ni recursos para desempear una funcin oficial de coordinacin, supervisin y presentacin de informes en relacin con la Convencin. Han transcurrido seis aos y ha habido tres diferentes Gobiernos desde la ratificacin de la Convencin, y el Comit de Trabajo tiene que soportar toda la carga de movilizar a la opinin pblica y promover la voluntad poltica y el compromiso necesarios para que la poblacin y el Gobierno de Papua Nueva Guinea participen activamente en promover, aplicar, vigilar y presentar informes en relacin con la Convencin. En septiembre de1998, la Oficina de Asuntos de la Familia y las Iglesias recibi el encargo de elaborar una propuesta para recibir el apoyo oficial y un mandato del Consejo Ejecutivo Nacional para el Comit de Trabajo. Ese mandato oficial, ms una directriz de poltica clara establecida por el Gobierno en que se delimite qu organismos deben ocuparse de la aplicacin de la Convencin y qu sectores deben recibir prioridad, as como la definicin del alcance de los compromisos presupuestarios nacionales, son medidas que deben adoptarse urgentemente. En el nterin, no hay ningn organismo coordinador ni poltica o programa de aplicacin, ni prioridades o presupuesto concreto. 10. El Comit de Trabajo sobre los Derechos del Nio tiene su sede en la capital, Port Moresby, Distrito de la Capital Nacional. Las reuniones y seminarios del Comit de Trabajo se celebran en la capital y no participan en ellos las personas, organizaciones ni organismos de las19provincias de Papua Nueva Guinea que trabajan en sectores fundamentales para los derechos del nio, a los que tampoco se proporciona informacin al respecto. Por consiguiente, la mayora de ellos an no conoce la existencia del Comit de Trabajo. El Comit de Trabajo realiz recientemente una amplia campaa de publicidad, divulgacin y movilizacin frente a los organismos pertinentes, especialmente para la preparacin de este informe inicial. 11. En las reuniones del Comit de Trabajo qued claro que haba pocos funcionarios de los organismos pertinentes gubernamentales y no gubernamentales que se ocupan de la asistencia al menor en Papua Nueva Guinea que sean conscientes de que su pas ha ratificado la Convencin o del significado que ello tiene. Muchas personas y organismos que diariamente trabajan de modo directo para promover y proteger los derechos de los nios an no han recibido informacin de carcter fundamental sobre la Convencin. Es necesario todava que participen en un programa coordinado de aplicacin de la Convencin mediante la realizacin de actividades promovidas por el Estado y la realizacin de funciones de supervisin y presentacin de informes. Esta falta generalizada de conocimiento de la Convencin se da incluso entre los departamentos y funcionarios gubernamentales que se considera que estn en la mejor situacin estratgica para difundir, promover y aplicar la Convencin: funcionarios de asistencia al menor, maestros, trabajadores sociales, trabajadores de la salud, policas y trabajadores del rgimen tutelar de menores. 12. En la actualidad, los miembros del Comit de Trabajo sobre los Derechos del Nio tienen que vivir y trabajar en la capital, debido principalmente a las limitaciones geogrficas y econmicas con que se enfrenta Papua Nueva Guinea. Mientras el Comit de Trabajo no sea oficialmente apoyado ni reciba fondos pblicos no habr posibilidad de que participen en l personas que trabajan en las organizaciones ms activas de las provincias, que tendran que trasladarse a las reuniones por avin. Esto requerira un presupuesto sustantivo para operaciones del que actualmente se carece, lo cual es una de las razones principales de que el Consejo Nacional de Asistencia al Menor haya dejado de funcionar hace ya algunos aos. 13. Hay muchos funcionarios de asistencia al menor de las provincias que necesitan recibir informacin. Como alternativa a la existencia de un rgano nacional con representacin en las provincias que coordine y supervise la aplicacin de la Convencin sobre los Derechos del Nio, se podran establecer rganos regionales o provinciales. Una poltica oportuna e ideal de coordinacin y aplicacin de la Convencin sera la capacitacin de personal local de formacin, promocin y supervisin en relacin con la Convencin y el establecimiento de rganos vinculados con la infraestructura y las operaciones de distrito del nuevo sistema revitalizado del gobierno local. Las reformas actuales de la estructura del Gobierno y la descentralizacin de la planificacin, la adopcin de polticas y la adopcin de decisiones constituyen una oportunidad nica de que el lema "Los nios ante todo" se haga realidad a nivel local. Esto requerira un esfuerzo masivo de educacin y movilizacin entre los funcionarios gubernamentales locales, los representantes elegidos y los comits comunitarios. Podra lograrse si se lleva a cabo en alianza estratgica con las Iglesias y las ONG que mantienen amplias redes de organizacin, formacin y comunicacin rurales. 14. La Presidenta y la Vicepresidenta del Comit de Trabajo actual son dos funcionarias gubernamentales que trabajan en la Oficina Nacional de Planificacin y Ejecucin y en la Oficina de Asistencia al Menor, respectivamente. Ambas ocupan puestos elevados, estratgicamente bien situados para defender ante el Gobierno la adopcin de las medidas bsicas para aplicar la Convencin; sin embargo esas dos funcionarias no parecen tener mucho poder poltico ni influencia en sus respectivas oficinas gubernamentales. En parte, esto puede deberse a que esas dos personas son mujeres y, de ser as, este problema debera ser planteado. 15. En el momento de preparar el presente informe inicial, el Comit de Trabajo ha establecido contactos positivos con las ONG, en particular las que trabajan en la capital. Entre las ONG que se ocupan directamente de los nios estn las diversas organizaciones de asistencia y beneficencia de la capital, en particular los organismos de las Iglesias que se ocupan de los delincuentes juveniles, los jvenes de la calle y las prostitutas. Por ejemplo, World Vision, que es una organizacin muy centrada en el desarrollo a nivel nacional, ha proporcionado recursos para investigacin y elaboracin de polticas con objeto de satisfacer las necesidades de los jvenes de la calle y de los nios que sufren maltrato, y ha adoptado importantes medidas bsicas para enfrentarse al problema del abuso sexual de los nios. 16. Varias ONG han presentado recientemente documentos al Comit de Trabajo destinados a la preparacin del presente informe, pero lo han hecho por lo general desde una posicin de desconocimiento de la Convencin. Hay un nmero cada vez mayor de ONG que se ocupan de una amplia serie de cuestiones y que realizan actividades en las 20 provincias del pas, en particular en los mbitos de justicia social, desarrollo social y asistencia al menor. De hecho, son los organismos de las Iglesias y las ONG los que proporcionan en la actualidad casi todos los servicios que se prestan a delincuentes juveniles, nios sin hogar y nios con discapacidades. Hay mucho trabajo que hacer para informar de modo adecuado a esas ONG sobre la Convencin, las obligaciones del Gobierno respecto de ella y los modos en que las ONG pueden participar en la aplicacin, supervisin y presentacin de informes respecto de la Convencin. Tambin es necesario realizar actividades anlogas para establecer contacto con las oficinas nacionales y provinciales de coordinacin de las diferentes Iglesias establecidas en Papua Nueva Guinea. De modo conforme con la reforma realizada por el Gobierno en su estructura, es necesario establecer rganos encargados de coordinar las actividades de aplicacin, supervisin y presentacin de informes en relacin con la Convencin en los planos nacional, provincial ylocal. C. Voluntad poltica de aplicar la Convencin 17. Con posterioridad a la ratificacin de la Convencin, la voluntad poltica y el compromiso a favor de los derechos del nio han estado limitados fundamentalmente al establecimiento de nuevas polticas y programas en dos sectores principales. En el sector de la salud ha habido una aprobacin y promocin parlamentarias de las polticas y programas de supervivencia del nio mediante un intento de revitalizar los servicios de atencin primaria de la salud. En el mbito de la educacin se ha registrado un fuerte apoyo poltico a los intentos de lograr la educacin para todos mediante la realizacin de reformas importantes en el sistema de educacin nacional que permitiran un mayor acceso de los nios del pas a la educacin, obtenindose mayores beneficios de ella. El avance a ese respecto ha sido sistemtico, aunque lento, en esos dos sectores, y muchas de las metas fijadas para el ao 2000 se han aplazado hasta el2010. 18. Durante 1993/94, el UNICEF estableci un programa intensivo de fomento destinado a poner de relieve la crisis de los servicios de salud del pas y el grave deterioro de la situacin en materia de salud de las mujeres y los nios. El UNICEF expuso estadsticas, indicadores y tendencias muy negativas en esa esfera y resalt las consecuencias negativas que ello tena para el desarrollo nacional. El UNICEF declar que era urgente establecer un programa acelerado de supervivencia del menor. La respuesta del Gobierno fue positiva. Se demostr un fuerte compromiso poltico en los ms altos niveles con la defensa pblica que hizo de ese programa acelerado el entonces Gobernador General y la participacin activa del entonces Primer Ministro en su ejecucin. Durante los ltimos cinco aos el seguimiento de las iniciativas a favor de la supervivencia del menor se ha visto reducido por la insuficiencia de las consignaciones presupuestarias. 19. En el sector de la educacin se ha registrado un firme compromiso poltico encaminado al logro de la educacin para todos, especialmente mediante la promocin y realizacin de importantes reformas en la estructura y accesibilidad del sistema de enseanza escolar en los niveles elemental, primario y secundario. La reforma de la educacin promete un gran avance en el acceso de los nios de Papua Nueva Guinea a una educacin pertinente a todos los niveles hasta el nivel 12, aunque ese avance se ve gravemente limitado por grandes deficiencias operacionales y logsticas debido a que se lleva a cabo en el contexto de una reforma poltica ms amplia. 20. La voluntad poltica de aplicar los artculos de la Convencin ha quedado limitada sobre todo a esos dos grandes sectores. Por el contrario, los sectores de asistencia al menor y justicia de menores han perdido mucho terreno y capacidad desde la ratificacin de la Convencin. Porlo que se refiere a las esferas de planificacin y de ayuda para la infancia, el Gobierno se ha centrado en satisfacer las necesidades bsicas, en especial el acceso a la atencin de la salud y la educacin en niveles bsicos, ms que en relacin con toda la amplia gama de derechos de los nios. No ha habido una defensa coherente de los derechos de los nios en los rganos principales de planificacin y de presupuesto. 21. El informe inicial de Papua Nueva Guinea sobre la aplicacin de la Convencin deba haberse presentado hace cuatro aos. Ese retraso se debe en parte a que durante los seis aos que siguieron a la ratificacin se han sucedido tres Gobiernos y ha habido numerosos cambios en los ministerios en cada Gobierno sucesivo, as como en los diputados del Parlamento. Ese mismo problema de cambios rpidos de las personas y las instituciones se ha producido en el sector pblico y entre los jefes de los departamentos gubernamentales pertinentes, de igual modo que se han producido numerosos cambios, reestructuraciones y reasignaciones de funciones en los principales departamentos pertinentes desde que se ratific la Convencin en 1993. La memoria del Parlamento y la conciencia del Estado de las obligaciones asumidas en virtud de la Convencin parecen haberse difuminado en el pas. D. Proporcin de los recursos presupuestarios destinada a la infancia 22. Papua Nueva Guinea es un pas de ingresos medios con grandes riquezas en minerales, petrleo y silvicultura. A pesar del auge en el sector de los minerales a principios del decenio de1990, no se han establecido unas polticas claras de uso de los recursos mineros y no se ha podido garantizar una aportacin sostenible al desarrollo social y econmico. Los fuertes emprstitos asumidos desde 1994 han determinado que la deuda externa del pas iguale o supere en crecimiento a los ingresos para las exportaciones. 23. En lo que se refiere a la obligacin de los Estados Partes de aplicar la Convencin "hasta el mximo de los recursos de que dispongan", se considera que Papua Nueva Guinea ha tenido la capacidad econmica de atender adecuadamente a sus nios en los aos posteriores a la ratificacin. Sin embargo, una serie de crisis econmicas, provocadas casi siempre por problemas de gestin financiera pero tambin exacerbadas por la guerra secesionista librada desde hace diez aos y los numerosos desastres naturales sufridos, han hecho que muchos nios de Papua Nueva Guinea carezcan todava de acceso a los servicios estatales ms bsicos, como los de agua, atencin de la salud y educacin. La mayora de los nios de Papua Nueva Guinea no se benefician de ninguno de los servicios sociales proporcionados por el Gobierno, aunque muchos observadores econmicos y polticos del pas consideran que ste es suficientemente rico como para proporcionar asistencia a las madres solteras y pensiones a los discapacitados. Pero la realidad es que las instituciones y servicios que proporcionan asistencia a las personas discapacitadas y desfavorecidas dependen todos ellos de las Iglesias y reciben muy pocos fondos del Gobierno. 24. En el sector de la educacin, las consignaciones presupuestarias para los niveles elemental, primario y secundario se han mantenido estables al 10% aproximadamente del presupuesto nacional total desde 1993. Las reformas actuales del sistema nacional de educacin se basan en el Plan de Accin Nacional de Educacin para Todos y en un programa del Departamento de Educacin establecido a mediados del decenio de 1980 con objeto de dar mayor relevancia a la educacin. En el nuevo sistema reformado los nios podrn acceder progresivamente a los tres primeros aos de enseanza en su primer idioma, a menudo en instituciones promovidas y organizadas por las comunidades. Posteriormente accedern a la escuela primaria hasta el nivel8, en lugar del nivel6, y si continan en el nivel secundario podrn llegar al nivel12, en lugar del nivel10. Esta positiva reforma de la educacin se est llevando a cabo de modo lento y se enfrenta con importantes problemas en las zonas rurales ms remotas. Adems, la reforma de la educacin depende considerablemente de la financiacin de los proyectos por el Gobierno de Australia y de la concesin de prstamos por el Banco Mundial y el Banco Asitico de Desarrollo. 25. El gasto gubernamental en el sector de la salud se ha mantenido al nivel del8% del presupuesto anual total desde que Papua Nueva Guinea obtuvo la independencia en1975. Granparte de las consignaciones presupuestarias (aproximadamente el 43%) se gasta en el Hospital General Nacional, situado en la capital, que es prcticamente inaccesible para la mayora de la poblacin. Se ha producido un deterioro muy grave de la infraestructura rural de la salud durante el perodo 19931998, en particular en lo relativo a los primeros diagnsticos y tratamientos y al sistema de derivacin de casos mediante puestos de asistencia rurales. Laprovisin de servicios bsicos mviles maternoinfantiles, particularmente de inmunizacin, se ha reducido dramticamente con posterioridad a la independencia de Papua Nueva Guinea y se considera que es el primer factor que ha incidido en el aumento de las tasas de mortalidad maternoinfantil. 26. Cuando el UNICEF present, explic y document grficamente ante el Parlamento la crisis nacional en el sistema de la salud y su repercusin gravemente negativa en las mujeres y los nios, se produjo una declaracin y demostracin clara de voluntad poltica para remediar la situacin. Sin embargo, esto sucedi en un momento en que comenzaba un perodo de prolongada crisis financiera para Papua Nueva Guinea. La asistencia para proyectos recibida de los Gobiernos de Australia y Nueva Zelandia y los prstamos del Banco Asitico de Desarrollo han sido necesarios para mantener las iniciativas especiales para la supervivencia de los nios establecidas durante ese perodo. La asistencia del Gobierno de Australia y los prstamos del Banco Internacional de Desarrollo siguen siendo fundamentales para sostener una serie de proyectos en marcha encaminados a mejorar el acceso a los servicios de salud y educacin, as como su calidad (vase el cuadro 12, anexos). 27. Durante el perodo posterior a la ratificacin de la Convencin (19931999), Papua Nueva Guinea tambin ha iniciado una reforma importante de la estructura gubernamental, de conformidad con la Ley orgnica de gobierno provincial. Esa reforma tiene como objeto descentralizar los gobiernos locales y de distrito respecto de la adopcin de las decisiones ms importantes en materia de planificacin y presupuestacin para el desarrollo de los servicios bsicos: agua, salud, educacin, transportes y orden social. En virtud de las nuevas disposiciones, los gobiernos provinciales presentan planes y presupuestos anuales y obtienen consignaciones fijas para la infraestructura, los servicios y los proyectos en el plano de los distritos. Cada una de las 20 provincias de Papua Nueva Guinea establece sus propias prioridades presupuestarias, inclusive las consignaciones destinadas a educacin y salud (con excepcin de las consignaciones destinadas a los hospitales provinciales). Los nios no tienen defensores entre quienes hacen la planificacin y adoptan las decisiones en los niveles de gobierno provincial, de distrito o local, por lo que a menudo se hace caso omiso de sus necesidades y derechos. 28. En el nuevo sistema reformado de gobierno no se hace mencin especfica de ningn plan para proporcionar una asistencia ms eficaz a los nios. Se ha promovido la representacin de las mujeres mediante la asignacin obligatoria de un puesto a una mujer en todos los gobiernos locales y la participacin de las mujeres en los Comits Territoriales de Desarrollo. Sin embargo, la participacin de la mujer en las estructuras y operaciones del gobierno local dominadas por los hombres est muy lejos de permitir que alcance un equilibrio equitativo entre los gneros. Las investigaciones ponen de manifiesto que las mujeres rurales tienen diferentes prioridades que los hombres en cuanto al gasto de los ingresos familiares. Las familias rurales dependen casi exclusivamente de los ingresos de las mujeres para el pago de los servicios escolares y la compra de los bienes y servicios que permiten asegurar la supervivencia, la crianza y la calidad de vida de los nios. Las mujeres que participan en el gobierno local tienden a dar prioridad a las cuestiones de bienestar familiar y derechos bsicos de los nios. Sin embargo, si su representacin es reducida y no tienen suficiente poder ni conocimiento de sus nuevas funciones, sus voces y preocupaciones pueden quedar ahogadas. Los funcionarios pblicos provinciales han manifestado pblicamente su creencia bastante simple e ingenua basada en prejuicios de gnero de que las mujeres que son nombradas representantes de los rganos de adopcin de decisiones locales representarn automticamente los intereses de los nios y que esto es todo lo que es necesario para asegurar que un sistema reformado de gobierno pueda satisfacer las necesidades y hacer efectivos los derechos de los nios. El nuevo papel de las mujeres que se prev en el sistema mejorado de gobierno requiere impartir una formacin especial que les proporcione los medios para enfrentarse a su nuevo papel, potencialmente revolucionario, en la poltica local. 29. Hay diferencias muy considerables entre los 20 gobiernos provinciales respecto a la prioridad dada a la satisfaccin de las necesidades bsicas de los nios y a la provisin de servicios bsicos destinados a los nios. La mayora de las provincias han dado una prioridad en los presupuestos al mantenimiento y la ampliacin de los centros y servicios de salud y educacin. Sin embargo, tambin hay problemas graves de gestin financiera en las administraciones pblicas de algunas provincias, y cuando se produce un exceso de gastos las operaciones diarias pueden verse afectadas por ello. En los ltimos aos ha habido numerosos cierres de centros de salud y educacin de nivel provincial, de distrito y de aldea, debido a la falta de fondos o a los dficit que se producen en los recursos presupuestarios asignados. 30. A pesar de la Ley orgnica del gobierno provincial, sigue habiendo una carencia de procedimientos claros de planificacin y de adopcin de decisiones en los niveles local y provincial. Esas polticas y prcticas sern fundamentales en la asignacin de recursos y la provisin de servicios, y pueden permitir llegar a todos los nios y promover y proteger sus derechos. En la actualidad no hay ninguna poltica gubernamental, tanto a nivel local como en niveles ms altos, que d prioridad a los servicios sociales o a otros programas y servicios destinados a los nios. Hoy en da, numerosas aldeas y nios todava no disponen de un acceso mnimo a estos programas y servicios. Todava es pronto para saber si las nuevas reformas impulsarn la motivacin y la capacidad necesarias para superar los obstculos logsticos y econmicos que se oponen a la provisin de servicios bsicos. 31. Teniendo en cuenta la riqueza relativa de Papua Nueva Guinea, la falta de recursos no puede ser una excusa para la inaccin con respecto a la Convencin. Adems, hay una amplia comunidad de trabajadores de las Iglesias y las ONG dedicados a la defensa de los derechos de los nios que podra ser reconocida oficialmente y participar de modo estratgico en un rgano, plan y estrategia nacionales de aplicacin de la Convencin. La clave en este caso es la voluntad poltica. Es una prioridad urgente establecer planes y programas viables de sensibilizacin y formacin colectiva a nivel nacional sobre la Convencin. 32. Debe promoverse el debate sobre cmo invertir la riqueza nacional para satisfacer las necesidades bsicas y proporcionar los servicios sociales fundamentales para los ciudadanos mediante una mayor sensibilizacin sobre la situacin de las mujeres y los nios. A pesar de los compromisos pblicos asumidos en las Naciones Unidas en favor de la salud para todos, la educacin para todos y la proteccin de los derechos humanos, Papua Nueva Guinea sigue estando lejos de cumplir esas promesas. Tanto en el sector de la salud como en el de la educacin se sigue dependiendo peligrosamente de un monto considerable de ayuda extranjera. La dependencia de la ayuda caracteriza la mayora de las iniciativas de mejora de la polica, la justicia de menores y las instituciones penitenciarias. La dependencia de la ayuda tambin es fundamental en una amplia serie de ONG y de organismos dependientes de las Iglesias que proporcionan actualmente los nicos servicios existentes para nios con discapacidades, nios de la calle, nios sin hogar, nios desamparados, nios con adicciones a drogas y nios en centros preescolares y paraescolares de carcter popular o comunitario. Esos programas se financian fundamentalmente mediante la asistencia de gobiernos y ONG extranjeros. Esos programas deberan, en principio, recibir un apoyo ms directo del Gobierno de Papua Nueva Guinea como reconocimiento de su importante aportacin a los servicios destinados a mujeres y nios. E. Evaluacin de la incidencia sobre los nios del presupuesto,las polticas y leyes del pas 33. No se ha llevado a cabo una evaluacin sistemtica de la incidencia del presupuesto, las polticas y las leyes de Papua Nueva Guinea sobre los nios. No se ha formulado ninguna poltica gubernamental sobre la evaluacin de esa incidencia sobre los nios ni se ha creado ninguna comisin u rgano de investigacin para ocuparse de esa cuestin. 34. Algunos miembros de la comunidad de ONG han investigado la incidencia sobre los nios de polticas econmicas particulares y han expuesto sus opiniones, especialmente en relacin con varios programas de ajuste estructural realizados en Papua Nueva Guinea y sobre sus leyes vigentes sobre la asistencia a la familia y la infancia, el medio ambiente y la ley y el orden pblico. Sus opiniones y recomendaciones se exponen en una publicacin de 1997 del Foro de Defensa de los Derechos Individuales y Comunitarios relativa a la Justicia y la libertad, un programa de las ONG para el siglo XXI en pro de los derechos humanos, la igualdad de los gneros y los derechos a la tierra y los recursos naturales. En ese documento se hace referencia especfica a la incidencia de la poltica gubernamental actual en el desarrollo social y econmico y a la repercusin de la inadecuada legislacin vigente sobre las familias en los derechos de las familias, las mujeres y los nios y las generaciones futuras. Esa publicacin est encaminada a orientar las prioridades de los programas de las ONG y sus actividades de realizacin de presiones y campaas en los planos nacional y local. Es una referencia muy utilizada por lasONG de Papua Nueva Guinea que realizan actividades de desarrollo comunitario y de provisin de servicios bsicos. Tambin sirve de marco de supervisin y evaluacin de las polticas gubernamentales y para realizar actividades de promocin y presin a fin de lograr una mejora de la distribucin de recursos, la justicia social, el respeto a los derechos humanos y la proteccin del medio ambiente. 35. Algunas ONG locales de Papua Nueva Guinea han iniciado una labor preliminar para evaluar y documentar la repercusin sobre los nios de los programas de ajuste estructural. Durante los ltimos siete aos, las ONG han trabajado con otras instituciones interesadas de la comunidad para alzar la voz colectiva de la sociedad civil en relacin con cuestiones fundamentales de buen gobierno y de desarrollo, por ejemplo respecto a la eliminacin de polticas destructivas y poco previsoras de explotacin de recursos; la adopcin por el Estado de medidas draconianas e inconstitucionales en casos de crisis de orden pblico; y la adopcin de presupuestos nacionales que ponen en peligro los derechos bsicos de los nios y asignan a los servicios bsicos una prioridad baja o consignaciones anuales insuficientes. La organizacin Save the Children de Papua Nueva Guinea ha realizado una labor bsica de alertar a sus ONG locales asociadas y a otras ONG de las repercusiones que la reestructuracin econmica puede tener sobre los nios, estimulndolas y proporcionndoles formacin, a fin de que denuncien los casos pertinentes que se produzcan, en particular en las zonas rurales. 36. Hasta ahora, el sector de las ONG en Papua Nueva Guinea no ha llevado a cabo actividades de presin y promocin respecto a las repercusiones de las polticas gubernamentales o las reformas legislativas fundamentales en la promocin y proteccin de los derechos bsicos de los nios. F. Medidas activas y apropiadas para que los adultos y losnios conozcan ampliamente la Convencin 37. Slo se han adoptado medidas muy limitadas para que la Convencin sea ampliamente conocida por los adultos y los nios en Papua Nueva Guinea. En 1996, el Gobierno y el UNICEF elaboraron conjuntamente un anlisis de la situacin de los nios, las mujeres y las familias en Papua Nueva Guinea. La preparacin de ese documento requiri la realizacin de una serie de reuniones y de consultas de equipos multisectoriales con departamentos y rganos gubernamentales competentes y con ONG pertinentes. El anlisis se distribuy ampliamente en Papua Nueva Guinea para recabar comentarios y aportaciones. El anlisis constituye un estudio amplio, elaborado en referencia a la Convencin, que proporciona una gua de planificacin y programacin en los planos nacional y provincial. Se distribuyeron 3.000 ejemplares del anlisis, y a finales de 1998 se public una edicin revisada y actualizada. 38. Se ha publicado un resumen del anlisis en formato popular muy accesible y en ingls sencillo. Se han impreso 5.000 ejemplares de ese resumen que se estn distribuyendo en todo el pas a las bibliotecas pblicas, las bibliotecas escolares, los diputados del Parlamento, los jefes de todos los departamentos gubernamentales y las Iglesias y las ONG. El anlisis es un documento bsico muy til para que los principales dirigentes y las personas que adoptan decisiones y que estn llevando a cabo los trabajos bsicos y experimentales sobre la base de las reformas de los gobiernos locales sean ms conscientes de la situacin de los nios. 39. De modo limitado y con ayuda del UNICEF, el Departamento de Salud ha promovido la Convencin como parte del Programa acelerado de supervivencia del menor. Esta labor se realiz como campaa nacional para revitalizar los servicios esenciales de atencin primaria de la salud destinados a los nios, especialmente la inmunizacin. Ha habido una falta de conocimiento general de la Convencin excepto en el caso del sector de la salud y de las redes de actividad y esferas de influencia de varias ONG nacionales informadas y comprometidas. Antes de la elaboracin de este informe inicial, el Gobierno no haba adoptado medidas concretas ni haba destinado fondos o recursos para dar a conocer de modo amplio y general la Convencin de modo que se pudieran superar las dificultades provocadas por la geografa, la diversidad de idiomas y el bajo nivel de alfabetizacin de Papua Nueva Guinea. 40. El debate pblico sobre los derechos de los nios queda, pues, limitado a una minora de personas que leen ingls y tienen acceso a los peridicos nacionales. El UNICEF ha publicado pequeos artculos ilustrados en los peridicos nacionales, centrndose en cada uno de los artculos de la Convencin. Despus de que Papua Nueva Guinea ratificara la Convencin, en los peridicos nacionales han aparecido con regularidad artculos y cartas al director con comentarios sobre los diversos derechos de los nios. Las cartas de los particulares ponen de manifiesto la preocupacin de la comunidad por la violacin de los derechos ms fundamentales de los nios. En las cartas a menudo se hace referencia a los derechos de los nios en un sentido general. El envo de esas cartas parece estar motivado por la aparicin ocasional de noticias y artculos que recuerdan a los lectores que Papua Nueva Guinea tiene obligaciones y compromisos en virtud de la Convencin. En algunas de ellas se plantean repetidamente cuestiones como la promesa incumplida de la educacin gratuita, la carga representada por los honorarios exigidos por los hospitales provinciales y centros de salud rurales, el desempleo generalizado de los jvenes, la adicin a las drogas, el abuso sexual de los nios y la violencia y la brutalidad que los delincuentes juveniles sufren en el sistema de justicia penal. Los lectores tambin escriben a los peridicos sobre la pervivencia de prcticas culturales controvertibles, en particular las que violan los derechos de las nias, como la compra de esposas y otros arreglos matrimoniales tradicionales o las entregas de nias por un clan a otro como parte de acuerdos de indemnizacin para solucionar disputas entre clanes. En este debate hay muchos apologistas de la situacin de dominio masculino y de la discriminacin de los hombres contra las mujeres y las nias que insisten en defender aspectos de las costumbres y cultura melanesias y de Papua Nueva Guinea que mantienen y refuerzan el dominio masculino. 41. La voz de la opinin pblica podra ser mucho ms eficaz si se hiciera or con respecto a la Convencin y por conducto de rganos locales establecidos especialmente para defender los derechos humanos y la asistencia al menor y supervisar su aplicacin efectiva. Sin esos rganos muchas personas consideran que sus preocupaciones por los derechos de los nios no son escuchadas por nadie en posicin de autoridad. Los maestros de las comunidades rurales informan que en stas se toleran y aceptan cientos de casos de discriminacin, abuso y abandono de los nios debido a que no se tiene un concepto claro de cules son los derechos o las normas defendidos por el Gobierno de Papua Nueva Guinea. Adems no saben cul es el rgano oficial o la persona competente a los que se deban denunciar los casos de explotacin o abuso de nios. Enlas zonas rurales, los maestros, padres y trabajadores comunitarios estn alarmados de que nadie sepa a quin hay que comunicar sus preocupaciones por el deterioro progresivo de los sectores de la salud y la enseanza, tanto cualitativa como cuantitativamente, y por el aumento de los casos de abusos cometidos contra nios. 42. En 1996 un pequeo grupo de altos funcionarios gubernamentales y de representantes de organizaciones comunitarias colaboraron con el UNICEF de Papua Nueva Guinea para establecer el Grupo de Movilizacin Social Intersectorial con objeto de promover la colaboracin sobre cuestiones fundamentales de desarrollo relacionadas con la atencin del menor. El Grupo Intersectorial decidi centrarse en los derechos del nio y establecer un plan de defensa de esos derechos dando a conocer y promoviendo la Convencin. Un funcionario itinerante de Save the Children de las Islas Salomn pronunci una conferencia ante el Grupo Intersectorial, informando detalladamente sobre la labor que realizaba su organizacin en el mbito de la informacin y la sensibilizacin, inclusive el establecimiento de un Comit Asesor Nacional sobre los Nios y la realizacin de programas amplios de sensibilizacin pblica por conducto de los medios de comunicacin populares. Esto empuj al Grupo Intersectorial a formular un plan y una estrategia para promover y llevar a cabo una campaa de sensibilizacin a fin de lograr el compromiso de los niveles polticos ms altos de Papua Nueva Guinea. Esta estrategia incluy planes para realizar una pelcula sobre la situacin de los nios desde el punto de vista de la Convencin para proyectarla en primer lugar ante los ms importantes diputados del Parlamento. Las actividades del Grupo Intersectorial se vieron afectadas por la crisis poltica nacional de marzo de 1997, por lo que esos planes an no se han materializado. 43. Un grupo de personas asociadas con el Grupo Intersectorial organiz la grabacin de una cancin en ingls sobre los elementos bsicos de los derechos de los nios que se transmite de modo regular en la radio nacional. Sin embargo, esto slo puede influir en adultos y nios que entiendan el ingls y tengan acceso a la radio. 44. La organizacin Save the Children de Papua Nueva Guinea ha adoptado medidas para promover la sensibilizacin respecto de la Convencin y fomentar la aplicacin de sta. Impulsada por su participacin en el Grupo Intersectorial y por sus asociados de las IslasSalomn, SavetheChildren logr hacer ms conocida la Convencin y dar ms importancia a la comprensin de los derechos humanos a fin de que diversas organizaciones que realizan programas de desarrollo rurales tengan ms claros sus metas y objetivos. Save the Children asumi el reto articulado por el Grupo Intersectorial de formular una estrategia para dar a conocer gradualmente y de modo culturalmente apropiado el concepto de los derechos del nio. Save the Children ha dado a conocer y ha explicado la Convencin, su historia y su importancia a todas sus organizaciones asociadas en Papua Nueva Guinea mediante tres seminarios de sensibilizacin de asociados y de fomento de la capacidad realizados en1996 y1997. 45. Las ONG asociadas con Save the Children han preparado y difundido una traduccin inicial de la Convencin en tokpisin, la lengua franca de Papua Nueva Guinea. Esa edicin se ha perfeccionado e ilustrado y se puede obtener actualmente por conducto de HELP Resources, una nueva ONG que lleva a cabo programas bsicos de formacin sobre la Declaracin Universal de Derechos Humanos, la Convencin sobre los Derechos del Nio y la Convencin sobre la eliminacin de todas las formas de discriminacin contra la mujer. Se ha alentado a muchos organismos y organizaciones a que difundan esa versin traducida de la Convencin a fin de promover su conocimiento entre la poblacin y los medios de informacin populares. Otras ONG han establecido su propio programa local con estrategias concretas para promover la Convencin y dar a conocer el concepto de los derechos del nio a las comunidades e instituciones de Papua Nueva Guinea. 46. Un grupo de teatro de educacin popular, BauaBaua, ha escrito canciones originales en tok pisin sobre los derechos de los nios, exponiendo los derechos a la supervivencia, la proteccin y el desarrollo, inclusive los derechos de los nios en circunstancias especialmente difciles. Esas canciones han sido cantadas ante miles de personas, la mayora de ellas nios de zonas rurales, pero tambin sus padres y maestros y polticos. Las canciones se han grabado en casetes de las que 500 se han distribuido a instituciones de salud y enseanza rurales, organizaciones comunitarias, Iglesias y grupos femeninos. Las canciones son fciles de aprender y los nios las cantan espontneamente, aumentando su sensibilizacin a este tema. Ese grupo de teatro ha demostrado en una provincia que es posible una campaa de sensibilizacin popular de bajo costo sobre los derechos de los nios que llegue a los adultos y a los nios. Msrecientemente, la seccin de promocin de la salud del Departamento de Salud ha emulado esa iniciativa. 47. El programa de la Cruz Roja de rehabilitacin basada en la comunidad ha integrado la Convencin sobre los Derechos del Nio en sus programas de capacitacin de maestros y de sensibilizacin comunitaria. Losjardines de infancia de aldea (Kindergaten long Ples) han integrado la Convencin en su programa de capacitacin de maestros. Msrecientemente, una pequea ONG, HELP Resources, ha elaborado por primera vez en Papua Nueva Guinea una serie de materiales en tok pisin sobre capacitacin e informacin en derechos humanos. Esosmateriales presentan, explican y vinculan entre s la Declaracin Universal de Derechos Humanos, la Convencin sobre los Derechos del Nio y la Convencin sobre la eliminacin de todas las formas de discriminacin contra la mujer con los derechos fundamentales garantizados por la Constitucin de Papua Nueva Guinea. Esos materiales se distribuirn ampliamente a los organismos gubernamentales y a lasONG y se utilizarn en la capacitacin experimental de funcionarios de la administracin pblica local, funcionarios elegidos y comits en la provincia de Sepik Oriental. 48. El Foro de Defensa de los Derechos Individuales y Comunitarios promueve desde1992 los derechos del nio como parte de un programa amplio de fomento y capacitacin. Hasta ahora el Foro se ha ocupado de los derechos de los nios mediante un grupo femenino y un centro de acogida de mujeres en situacin difcil. El Foro ha establecido un grupo de derechos del nio como iniciativa conjunta con Save the Children y el UNICEF, pero ese programa todava tiene que ponerse en marcha. Se tiene previsto que el Foro, por conducto de su grupo de derechos del nio, desempee un papel fundamental de promocin de la Convencin y de exposicin de las obligaciones de Papua Nueva Guinea respecto de ella, con la colaboracin del Gobierno y lasONG, tanto a nivel nacional como a nivel comunitario. Esta iniciativa de las ONG es importante si se tiene en cuenta que no hay oficina ni rgano gubernamental alguno que asuma un papel dirigente en la promocin y aplicacin de la Convencin. 49. Cada vez, las ONG reconocen a la Convencin como un marco importante de sus operaciones. La organizacin World Vision de Papua NuevaGuinea se ha concentrado tradicionalmente en programas de desarrollo de zonas centradas en la preocupacin y la atencin respecto de la infancia. Sin embargo, ms recientemente ha financiado investigaciones importantes sobre jvenes de la calle y ha celebrado reuniones para apoyar el establecimiento de organizaciones de lucha contra el abuso sexual de los nios. Como resultado de su participacin en el Comit de Trabajo sobre los Derechos del Nio, World Vision ha integrado la Convencin en todas sus polticas, programas y actividades de capacitacin del personal. G. Capacitacin sobre los derechos humanos y la Convencin sobre losDerechos del Nio destinada a personas que trabajan con nios 50. Pocos grupos profesionales, aparte del personal de las ONG mencionadas concretamente en los prrafos anteriores, reciben una capacitacin amplia o sistemtica respecto de la Convencin sobre los Derechos del Nio. El UNICEF, mediante su capacitacin para la movilizacin social en las regiones principales de Papua Nueva Guinea y su labor como asociado de ejecucin de proyectos en algunas provincias y regiones del pas, est realizando una campaa para dar a conocer la Convencin a funcionarios pblicos como trabajadores de la salud, trabajadores comunitarios, planificadores y administradores. El Foro de Defensa de los Derechos Individuales y Comunitarios, mediante su red deONG y de grupos comunitarios, proporciona capacitacin y textos sobre derechos humanos a una serie de trabajadores comunitarios, aunque todava debe elaborar materiales y celebrar seminarios para ensear los derechos de los nios. 51. La Convencin sobre los Derechos del Nio no se incluye especficamente en los cursos impartidos a abogados, trabajadores sociales o profesores de ciencias sociales en la Universidad de Papua Nueva Guinea. Los docentes de esos programas terciarios afirman que necesitan ms informacin, educacin y recursos bsicos con respecto a la Convencin antes de poder incorporarla en sus enseanzas. Aunque los docentes que imparten capacitacin a los maestros y los funcionarios que elaboran los planes de estudio tienen un conocimiento bsico de los derechos de los nios, no parece que se haya incorporado la Convencin de modo concreto en la formacin de los maestros o en los planes de estudio de las escuelas. Quienes elaboran los planes de estudio han expresado gran inters en integrar la Convencin en los cursos actuales, pero todava no tienen fcil acceso a los textos y materiales apropiados. 52. Los trabajadores de la salud que prestaban servicio durante los aos de mxima aplicacin del Programa acelerado de supervivencia del menor poseen un conocimiento superficial de la Convencin, pero sta no ha sido enseada de modo que pueda haber cambiado las actitudes y el comportamiento fundamentales ni haber influido en la poltica y la prctica del lugar de trabajo. 53. En el sistema de justicia de menores y con anterioridad a la preparacin del presente informe inicial, algunos profesionales importantes entre los abogados y fiscales declararon que no tenan mucho conocimiento de la Convencin. Por consiguiente, es muy improbable que la Convencin haya sido invocada en los tribunales de Papua Nueva Guinea o en la prctica jurdica diaria. 54. Hay tres grupos de trabajadores profesionales que estn presionando para que se lleven a cabo cambios legislativos y que estn proporcionando informacin a su personal y llevando a cabo su prctica diaria en el espritu de la Convencin. Entre ellos estn el personal de las Iglesias y las ONG que se encarga de los programas para nios discapacitados, nios vctimas de abusos y explotacin y nios que tienen problemas legales. 55. La promocin de la enseanza especial para los nios discapacitados ha sido defendida por las Iglesias y las ONG. Esto ha influido considerablemente a lo largo del tiempo en la poltica nacional sobre educacin especial. A fin de abordar el problema bsico del rechazo o el no reconocimiento de los derechos de los nios discapacitados, los principales organismos que ofrecen formacin en ese sector se centran en la actualidad en la sensibilizacin bsica respecto a los derechos de los nios. En la formacin de profesores y maestros de educacin especial y en los intentos de obtener a este respecto reconocimiento y apoyo gubernamentales se hacen referencias especiales a la Convencin, en particular al artculo 23 relativo a los derechos de los nios discapacitados. Las ocho instituciones de enseanza nacionales para maestros de PapuaNueva Guinea ya estn utilizando ese material. Para mediados de 1999 todos los maestros de Papua Nueva Guinea habrn completado su formacin sobre la educacin especial, en que se ponen de relieve los derechos de los nios. De modo anlogo, los trabajadores de las Iglesias y las ONG que se ocupan de los nios vctimas de abusos y de los nios de la calle o sin hogar estn empezando a utilizar la Convencin para dar relieve a los derechos de los nios marginados. 56. Los nicos manuales de formacin respecto de la Convencin que se utilizan en Papua Nueva Guinea han sido elaborados por las oficinas internacionales y regionales del UNICEF y de Save the Children. Se ha hecho un uso muy limitado de esos materiales. Save the Children ha considerado que esos materiales son insuficientes para exponer el concepto de derechos de los nios a los trabajadores comunitarios de Papua Nueva Guinea. No se ha elaborado ningn manual de formacin o de informacin sobre los derechos de los nios que se adapte al actual contexto social, poltico, econmico y cultural. Esto es una necesidad importante y urgente que las ONG deben satisfacer. 57. El UNICEF puede desempear un papel valioso dando a conocer muchas de sus excelentes publicaciones de referencia sobre la Convencin y ponindose a disposicin de personas que estn en condiciones de impartir formacin y promover la sensibilizacin con respecto a la Convencin y fomentar el compromiso con ella. Esos materiales deberan ser enviados a las bibliotecas de las instituciones de formacin terciarias y a las oficinas nacionales de Planificacin y de Asistencia al Menor y al Fiscal General, as como a las autoridades policiales y penitenciarias. 58. La falta de estrategias y materiales apropiados sobre los derechos humanos, los derechos del nio y la Convencin destinados a los profesionales que trabajan con los nios ha hecho ms lento el conocimiento y la aplicacin de la Convencin. La distribucin y utilizacin de los textos y materiales disponibles sobre sensibilizacin han estado limitadas a la labor del UNICEF y de varias ONG. Sin embargo, sin una poltica o un rgano gubernamentales que coordinen la aplicacin de los derechos del nio, la formacin de los profesionales que trabajan con los nios seguir siendo limitada y carente de coordinacin. H. El proceso de elaboracin del informe inicial 59. El presente informe se ha elaborado en un contexto de niveles reducidos de conocimiento pblico y poltico de la Convencin, en ausencia de un plan nacional de accin o del establecimiento de uno o ms rganos oficiales para coordinar la vigilancia de la aplicacin de la Convencin y presentar informes al respecto. El Comit de Trabajo sobre los Derechos del Nio ha establecido algunas estrategias sencillas. Tanto el Gobierno como las ONG han hecho todos los esfuerzos posibles para realizar consultas y ser exactos, objetivos y transparentes. Esosesfuerzos han incluido la consulta de los medios de comunicacin de masas, un llamamiento a la opinin pblica para que proporcionara informacin al Comit, la participacin amplia de las ONG en el Comit, varios seminarios para escuchar directamente la opinin de los principales rganos legislativos, judiciales y administrativos, as como de proveedores de servicios, investigadores y de consejos, comits, organizaciones y asociaciones de asistencia al menor, en relacin con toda la serie de cuestiones abarcadas por la Convencin. 60. El conocimiento del proceso de elaboracin del informe sobre la aplicacin de la Convencin y de la solicitud de informacin al respecto ha quedado limitado principalmente a las personas que leen la prensa nacional. Las comunidades rurales remotas no han podido ser informadas ni invitadas a participar. Los planes de utilizar medios ms populares como la radio y la televisin no llegaron a aplicarse en la prctica. El Comit de Trabajo reconoce que la informacin proporcionada procede ms bien de las ciudades y de la capital. Sin embargo, se ha recibido informacin muy importante presentada por un doctor, un educador y un poltico y por madres de zonas urbanas en la que se describen las carencias que se registran en la aplicacin de los derechos de los nios en las zonas rurales y en los asentamientos urbanos; tambin se ha recibido informacin anloga de ONG que trabajan a nivel comunitario. Por otra parte, el informe inicial se elabor durante un perodo muy amplio, lo que dio a las personas que participaron en l la oportunidad de leer los borradores preparados y verificar la informacin correspondiente mediante consultas adicionales con las comunidades. Se utilizaron informaciones procedentes de la prensa y la radio y de entrevistas, a fin de incluir ms informacin de las provincias, en particular de las personas que no hablan ingls o que son analfabetas. 61. Se hizo todo lo posible para ponerse en contacto con todas las personas que pudieran responder por telfono o por carta. Sin embargo, en toda Papua Nueva Guinea exista una grave carencia de conocimientos sobre la Convencin. De hecho, la labor llevada a cabo para elaborar el presente informe ha servido para que se produzca una sensibilizacin inicial sobre la Convencin ms an que para obtener informacin de la comunidad para redactar el informe. Elproceso de elaborar el informe inicial ha servido, por tanto, de invitacin a los funcionarios y organizaciones competentes de las provincias y los distritos para que participen en planificar y programar la aplicacin de la Convencin. Una participacin mayor de la poblacin, especialmente de las comunidades remotas y de las personas que carecen de educacin y no hablan ingls, requiere una campaa bien preparada y a largo plazo de sensibilizacin, seguida de estrategias para establecer un plan nacional de aplicacin. I. Traduccin, publicacin y difusin del informe inicial 62. El. Comit tiene previsto distribuir el proyecto de informe entre todas las personas y organismos que han participado en su elaboracin as como entre otros organismos seleccionados. Asimismo, se pondr a disposicin de todo ciudadano que lo solicite. Sedifundir ampliamente entre las redes gubernamentales y eclesisticas y entre las ONG, y se publicar en los peridicos locales tanto en ingls como en tok pisin. 63. Por el momento no est previsto traducir este informe, aunque varias ONG especializadas en la alfabetizacin, la sensibilizacin pblica y la educacin en materia de derechos humanos estn dispuestas a resumir y traducir el informe a la lengua franca, el tok pisin, en colaboracin con la Oficina de Asistencia al Menor y con un apoyo financiero nominal. 64. Ms all del trabajo realizado en la preparacin de este informe inicial, la difusin de la Convencin sobre los Derechos del Nio ha sido muy limitada. La difusin de las versiones en ingls y en tok pisin ha sido mucho mayor gracias a la labor de algunas organizaciones de desarrollo no gubernamentales -especialmente aqullas con redes rurales importantes- que, a pesar de ser pequeas, estn presentes en todo el territorio. Aun siendo el Gobierno el responsable de la difusin de ste y de futuros informes, sera conveniente que en la misma participaran tambin las redes nacionales de las Iglesias y de las ONG. Esto garantizara una mayor difusin de los informes en las zonas rurales, en las redes y en las comunidades que participan de manera activa y directa en los programas y en la prestacin de servicios a los nios, que pueden utilizar este material en sus programas de capacitacin del personal. J. Reforma legislativa y referencia a la Convencin en los tribunales 65. Todava se ha de emprender un examen encaminado a formular recomendaciones sobre la elaboracin de leyes nacionales o sobre la reforma de las ya existentes con el fin de que sean conformes a la Convencin. La mayora de los altos funcionarios del Departamento de Justicia y de la Comisin para la Reforma Legislativa desconoca hasta hace poco la Convencin y las obligaciones contradas por el Gobierno de Papua Nueva Guinea en virtud de la misma. Losabogados, los trabajadores sociales y los funcionarios de los tribunales no han recibido capacitacin alguna acerca de la Convencin. As pues, no es muy probable que se haya invocado la Convencin, sino que se haya hecho alguna referencia a la misma en las causas sometidas a los tribunales de Papua Nueva Guinea. No se ha aprobado ningn nuevo cdigo de leyes conforme al espritu de la Convencin. Slo la nueva ONG Todos contra la explotacin infantil (PACE) ha examinado las leyes relativas al abuso sexual infantil. Las enmiendas a las leyes existentes propuestas por PACE abordan las incoherencias en materia de edad y entre gneros y van a presentarse al Parlamento como un proyecto de ley contra las agresiones sexuales a los nios. 66. La Comisin para la Reforma Legislativa de Papua Nueva Guinea cuenta con muy pocos recursos y carece de influencia poltica. El Departamento del Fiscal General ha adoptado algunas medidas para que el informe y las recomendaciones ratificados por el Consejo Ejecutivo Nacional relativos a la introduccin de enmiendas en la legislacin nacional sobre el derecho familiar y la violencia en el hogar se incluyan en las recomendaciones. Est previsto presentar las enmiendas al Parlamento cuando el Consejo Ejecutivo Nacional haya dado su aprobacin. Dados los recientes cambios producidos en el Departamento en materia de personal, las prioridades tambin han cambiado y, por tanto, el Comit departamental sobre la Violencia en el Hogar presidido por la Comisin para la Reforma Legislativa todava no se ha reunido a da dehoy. K. Medidas para recopilar datos con el fin de elaborarprogramas para los nios 67. La salud y la educacin son los nicos mbitos en los que el Gobierno est realizando de manera oficial labores de supervisin, evaluacin, examen e investigacin con el fin de elaborar programas para los nios. La recopilacin de datos desglosados por gnero y por mbito urbano o rural se ha venido realizando de forma regular y ha sido una prctica usual en el Departamento de Educacin y en la esfera de la investigacin en materia de educacin durante ms de un decenio. ElDepartamento de Salud no proporciona datos desglosados por gnero de forma tan sistemtica. 68. Existe una necesidad apremiante de realizar labores bsicas y sistemticas de supervisin en las esferas de la justicia de menores, la drogadiccin y la violencia familiar en las que se tengan en cuenta las estadsticas desglosadas por edad, gnero y mbito rural o urbano. VariasONG y organismos que trabajan en favor de la promocin y la proteccin de los derechos del nio en situaciones especialmente difciles realizan a pequea escala recopilaciones sistemticas de datos acerca de los nios. 69. Este es el caso de determinados organismos que trabajan con nios discapacitados, nios que han infringido la ley, nios que han sido vctimas de la violencia y, en concreto, de la explotacin sexual, y nios sin hogar o que viven en la calle. La mayora de estos organismos estn satisfaciendo cotidianamente las necesidades ms apremiantes de los nios a la vez que intentan documentar la situacin y sealarla a la atencin del Gobierno y los donantes. 70. Los principales donantes bilaterales que prestan asistencia llevan a cabo labores de supervisin y de planificacin que proporcionan informacin sustancial sobre las tendencias estadsticas. Es el caso concretamente del programa del Gobierno de Australia de asistencia a proyectos, en virtud del cual se realizan estudios y evaluaciones en colaboracin con la Oficina Nacional de Planificacin y Ejecucin durante los procesos de planificacin, supervisin y evaluacin de los proyectos. Los datos estadsticos actualizados se publican y difunden a travs de informes anuales. 71. La elaboracin de este informe inicial ha puesto de manifiesto la falta de sensibilizacin, compromiso y accin por parte del Gobierno de Papua Nueva Guinea en lo que respecta a la Convencin sobre los Derechos del Nio. Ha habido un cierto volumen de actividad en un reducido nmero de departamentos gubernamentales que tienen una relacin directa con elUNICEF y que se ven influenciados por las cumbres de las Naciones Unidas y por los compromisos gubernamentales con el principio de la salud y la educacin para todos. Sinembargo, el limitado trabajo en favor de la aplicacin de los derechos del nio, cuya realizacin ha corrido a cargo de las Iglesias y las ONG a travs de sus programas y servicios, se ha enmarcado en un vaco casi total de polticas y coordinacin por parte del Gobierno. EnPapuaNueva Guinea nadie est utilizando la Convencin como herramienta para hacer efectivo el cambio cultural en los niveles comunitario, burocrtico y poltico. L. Necesidad de asistencia tcnica 72. Se necesita asistencia tcnica. Dicha asistencia debera dirigirse preferiblemente a la Oficina Nacional de Planificacin y Ejecucin, que habra de trabajar en colaboracin estrecha con la Oficina de Asistencia al Menor y el Departamento del Fiscal General. Estos tres departamentos gubernamentales clave deben lanzar de manera conjunta una campaa en favor de un compromiso poltico y popular con la Convencin. Asimismo podran dar una participacin directa a la seccin del Foro de Defensa de los Derechos Individuales y Comunitarios encargada de los derechos del nio, que podra convertirse en un organismo coordinador de las distintasONG que trabajan para promover los derechos del nio y facilitar su aplicacin. Entretanto, el Comit debe recibir capacitacin, fuerza y autoridad hasta que el Parlamento autorice la creacin de un rgano oficial que coordine las actividades de sensibilizacin, aplicacin, supervisin y presentacin de informes en relacin con la Convencin y le dote de los recursos necesarios. 73. Asimismo, se necesita asistencia tcnica para elaborar un Plan de Accin Nacional -que debera haberse elaborado hace ya mucho tiempo- con el fin de emprender las acciones y las tareas bsicas y esenciales que se supone que han de seguir a la ratificacin, pero que todava no se han emprendido en Papua Nueva Guinea. Una de estas tareas consiste en garantizar la aplicacin de las leyes y la puesta en marcha de polticas, programas y procesos en las ms altas instancias polticas, legislativas, judiciales y administrativas, con el fin de que se considere la Convencin como un marco y un punto de referencia para las acciones encaminadas a satisfacer las necesidades bsicas de los nios y a proteger los derechos bsicos de los mismos. Lasegunda tarea, que es igualmente importante, consiste en planificar y emprender campaas masivas de sensibilizacin pblica as como disear los temarios, mtodos y materiales de capacitacin apropiados para toda la poblacin, y en especial, para los analfabetos y las personas que no hablan ingls. El Gobierno ha de involucrarse ms en la sensibilizacin y capacitacin de todos los organismos, incluidas las Iglesias y las ONG que cuentan con polticas, programas y servicios orientados a los nios, en los mbitos nacional, provincial y local. II. DEFINICIN DEL NIO (ARTCULO 1) 74. En el artculo 1 de la Convencin se define al nio como todo ser humano menor de18aos de edad. Tras la ratificacin de la Convencin, esta definicin supone un nuevo marco de trabajo para Papua Nueva Guinea y pone de manifiesto la necesidad de reformar las leyes que contienen o aluden a diferentes definiciones del nio. Un problema que se plantea es que la edad cronolgica no es en s misma muy significativa en la sociedad tradicional de Papua Nueva Guinea. Una gran parte de los ciudadanos, incluidos los menores de 18 aos, desconoce su fecha de nacimiento, ya que al nacer no fueron inscritos en ningn registro de ninguna institucin estatal. 75. El problema de la edad cronolgica sali a la luz durante la realizacin de los primeros censos en el perodo de administracin colonial. El registro de la edad se hizo cada vez ms necesario para la planificacin y la prestacin de servicios bsicos, habida cuenta especialmente del aumento paulatino de la cobertura geogrfica de instituciones oficiales como escuelas, centros de salud y hospitales. Asimismo, con la expansin del cristianismo se hizo necesario llevar registros de edad con miras al bautismo o al matrimonio. Ante la ausencia de partidas de nacimiento y de procedimientos de registro en las zonas rurales, muchos padres relacionados con la administracin colonial o con instituciones misioneras recurran al clculo mental con el fin de establecer para su uso particular un registro escrito no oficial de la fecha de nacimiento de sus hijos. Este tipo de registros suele ser ms fidedigno de lo que pueda parecer. Muchas madres pueden acordarse de la fecha y hora exacta del nacimiento de sus hijos. En todo el territorio de Papua Nueva Guinea y en todas las situaciones, la tarjeta de registro sanitario para lactantes del Departamento de Salud o las partidas de bautismo de las iglesias locales son tal vez los nicos documentos para los que las personas tienen que calcular la fecha o el ao de su nacimiento o el de sus hijos. Muchas personas siguen sin estar inscritas en ningn registro. En zonas remotas donde no existen ya o nunca han existido escuelas ni centros de salud, la edad cronolgica sigue teniendo poca importancia para la vida diaria de las personas. 76. Los documentos del Registro Civil desempean un papel esencial al dejar constancia de la edad cronolgica; por otro lado, todo nio tiene derecho a ser inscrito despus de su nacimiento (artculo 7 de la Convencin). Sin embargo, la mayora de los padres de Papua Nueva Guinea, incluso los que viven en la capital y que, por tanto, pueden acceder con bastante facilidad a los servicios del Registro Civil, no muestran ningn inters por inscribir a sus hijos tras su nacimiento. Esta situacin se agrava por el hecho de que el propio Registro Civil carece del personal, los fondos y el apoyo poltico suficientes as como del material y del equipo ms bsico para la promocin y la prestacin de servicios de registro universales. 77. Existen varias fuentes de derecho en la sociedad de Papua Nueva Guinea. Una de ellas es el derecho consuetudinario. La Constitucin reconoce el derecho consuetudinario, a menos que implique un trato cruel, inhumano o degradante del ser humano. Los jueces tienen la autoridad de denunciar ciertas prcticas basadas en el derecho consuetudinario invocando la Constitucin. En las 19 provincias -aunque en algunas zonas ms que en otras-, una gran parte de la poblacin vive en comunidades relativamente pequeas en las que todava prevalecen muchas reglas y normas tradicionales. 78. Muchos de los distintos valores y normas tradicionales de Papua Nueva Guinea no se ajustan a la definicin del nio consagrada en la Convencin. En muchos entornos tradicionales se suele diferenciar a los nios de los adultos sobre la base de ciertos criterios especficamente culturales. En la sociedad tradicional la niez finaliza cuando la comunidad considera de manera consensuada que dichos criterios se han cumplido. Los criterios varan significativamente de regin a regin y segn el hbitat y los medios bsicos de supervivencia. La asuncin de ciertos deberes y responsabilidades y la adquisicin de determinados privilegios tambin definen la edad adulta. En la mayora de las sociedades, estos derechos y responsabilidades tradicionales se asumen una vez que se han llevado a cabo ciertos procesos y ceremonias formales de iniciacin. Dichos procesos y ceremonias suelen estar relacionados con la pubertad y la capacidad reproductiva en el caso de las nias y con la consecucin de ciertas capacidades fsicas de autonoma en el caso de los nios. La definicin de la edad adulta est estrechamente relacionada con la determinacin de si un chico o una chica ha alcanzado una edad apta para el matrimonio. Uno de los criterios determinantes que suele aplicarse a los chicos es la capacidad de crear un huerto, construir una casa y cazar -esto es, ser capaz de vivir por sus propios medios y de mantener una familia- de forma independiente y satisfactoria. Todo joven que cumpla estos requisitos es un adulto a todos los efectos. En algunos casos, esto ocurre a los 14 aos o menos. A los ojos de la comunidad, la primera menstruacin hace que una nia est preparada para el matrimonio. As pues, los padres y la comunidad pueden aceptar el matrimonio de nios de1415 aos, aunque esto sea ilegal en virtud del Cdigo Penal. 80. La Constitucin, el derecho interno y la Convencin siguen sin ser significativos en las vidas de muchos nios de las zonas rurales. La preponderancia de lo "tradicionalmente aceptado" en lo que respecta a la edad para contraer matrimonio y a otras cuestiones relativas a la proteccin del nio provoca que tanto el derecho interno como la Convencin no tengan prcticamente ningn impacto en las vidas de los nios de muchos pueblos remotos y apegados a la tradicin. Aun considerndose como algo temporal, esta situacin plantea serios problemas. 81. Esta situacin est tan extendida debido a la debilidad y al subdesarrollo que en la actualidad caracteriza a Papua Nueva Guinea en tanto que Estado. La representacin gubernamental y la aplicacin de la ley son muy dbiles en muchas zonas rurales y remotas. Esdifcil aplicar, dar a conocer y hacer comprender las leyes en un entorno caracterizado por un bajo ndice de alfabetismo y educacin y por la falta generalizada de comisaras de polica o tribunales. 82. La Constitucin no contiene ninguna definicin del nio, pero hace referencia a dos edades diferentes, concretamente en relacin con los derechos polticos de los ciudadanos. Apartir de los 18 aos todos los ciudadanos pueden votar. Esta fue una decisin poltica del Comit de Planificacin Constitucional, destinada especficamente a concienciar a los jvenes acerca de sus derechos polticos y a involucrarlos en la construccin de una nueva nacin. Noobstante, los menores de 25 aos no pueden presentarse a las elecciones estatales. Elprembulo de la Constitucin es significativo en lo que respecta a los derechos del nio, ya que en l se consagra expresamente la igualdad de todas las personas, y esto incluye a todos los nios. Con todo, el rgimen de derechos es muy limitado en comparacin con la Convencin. Aun sin enunciar especficamente los derechos del nio, la Constitucin prescribe ciertos derechos que pueden invocarse en los tribunales de justicia. Salvo en pocas excepciones relativas a la necesidad de proteccin especial, el nio tiene garantizados los mismos derechos que los adultos, especialmente el derecho a la plena proteccin de la ley. 83. La disposicin contenida en la Constitucin y en la Ley orgnica (1995) de que todas las personas tienen derecho a votar una vez cumplidos los 18 aos no est en consonancia con el derecho interno, en el que no existe una definicin adecuada aplicable universalmente. Existe una falta de uniformidad entre las leyes internas que provoca confusin. Plantea problemas la existencia de definiciones diferentes, superposiciones y disparidades de gnero entre las distintas disposiciones de la Ley de asistencia al menor, el Cdigo Penal, la Ley de tribunales rurales, la Ley de Tribunales de Menores, la Ley de proteccin de esposas y nios abandonados, la Ley de matrimonio y la Ley de informacin. Es necesario emprender una reforma de las leyes de PapuaNueva Guinea, no slo para establecer una definicin jurdica de la niez basada en la edad cronolgica, sino tambin para modificar todo el conjunto de leyes sociales relativas a la vida familiar. En lo que respecta al derecho de familia, se considera que el derecho interno est anticuado y que es inapropiado desde el punto de vista cultural y poltico. Hasta la fecha, el Parlamento ha hecho caso omiso de la recomendacin formulada en 1978 por la Comisin para la Reforma Legislativa de derogar todas las disposiciones del derecho de familia del perodo colonial y sustituirlas por una nica ley promulgada previa presentacin de un proyecto de ley. 84. El lmite de edad para la prestacin de proteccin infantil as como la edad de responsabilidad jurdica difieren en las distintas leyes internas pertinentes. Esta falta de uniformidad plantea problemas en lo que respecta a la aplicacin de la legislacin y a la conformidad de sta con las disposiciones de la Convencin. A pesar de la incoherencia reinante entre las distintas leyes en materia de edad y gnero, el derecho interno en vigor garantiza un cierto grado de proteccin a los nios de Papua Nueva Guinea. 85. Segn la legislacin de Papua Nueva Guinea, una persona slo puede ser considerada como tal cuando se ha separado completamente del vientre de su madre. El feto no cuenta con ninguna proteccin jurdica, aunque existen leyes muy estrictas contra el aborto. 86. Desde el punto de vista jurdico, un "menor" es una persona de menos de 18 aos de edad. Enla Ley de asistencia al menor (art. 1, cap. 276) se aplica la palabra "nio" a toda persona menor de 16 aos. En la Ley de tribunales de menores (art. 2) se aplica la expresin "nio de corta edad" a toda persona menor de 7 aos, y la palabra "muchacho" a toda persona de al menos7 aos y no mayor de 18 aos. As pues, todo nio asume su responsabilidad jurdica a partir de los 7 aos. Los tribunales exigen que el ministerio pblico pruebe la edad del nio cuando ste tenga menos de 10 aos. En el Cdigo Penal (art. 30) se considera que todo muchacho (o muchacha) menor de 14 aos no tiene responsabilidad penal por cualquier acto u omisin a menos que se pruebe que en el momento de cometer el acto u la omisin tena la capacidad de discernir si deba hacerlo o no. Un muchacho (o muchacha) de entre 7 y 14 aos no es considerado plenamente responsable de un acto al menos que el tribunal est convencido de que entenda totalmente el contenido de la ley en el momento de cometer el delito. 87. La Ley de asistencia al menor se ocupa de las personas de 16 aos o menos. Esta ley dispone la creacin de un tribunal de nios con competencia para juzgar a los menores que infringen la ley, disposicin que ha sido reemplazada por una serie de artculos de la Ley de Tribunales de Menores, en la que se dispone la creacin de tribunales de menores. 88. En la Ley de adopcin de nios (art. 1, cap. 275), la palabra "nio" hace referencia a una persona que todava no ha cumplido los 21 aos o que, aun habindolos cumplido, est a la espera de una decisin acerca de una solicitud de adopcin relativa a su persona. En la Ley nacional de servicios para los jvenes (art. 2) se aplica el trmino "joven" a toda persona que cumple los requisitos de edad fijados por la Junta en relacin con la participacin en programas. En la Ley de servicios penitenciarios (art. 2), la expresin "joven detenido" se aplica a toda persona menor de 18 aos. 89. En la Ley de proteccin de esposas y nios abandonados (art. 1) se denomina "nio" a toda persona menor de 16 aos, lo que equivale a considerar que un nio mayor de 16 aos es capaz de valerse por s mismo y que no necesita la proteccin de las leyes relativas a las pensiones alimentarias. 90. En la Ley de la infancia (art. 8, cap. 278) se establece que todo nio de corta edad ha de permanecer bajo la custodia de un tutor -quien asimismo gestionar sus bienes- hasta cumplir los21 aos. En las Normas sobre procedimientos judiciales matrimoniales (art. 1, cap. 282), se denomina "menor" a toda persona que no haya cumplido los 21 aos. 91. En la Ley de matrimonio (art. 1, cap. 280) se denomina "menor" a toda persona de menos de 21 aos. La edad legal para contraer matrimonio es de 18 aos en el caso de los chicos y de16 en el caso de las chicas. En casos excepcionales y de forma inusual -dependiendo del resultado de una investigacin de los hechos y las circunstancias pertinentes- los chicos de16aos y las chicas de 14 aos pueden obtener la autorizacin de un juez para contraer matrimonio con una determinada persona que tenga la edad legal para contraer matrimonio. Enla Ley de salud pblica (art. 1), el trmino "nio" se aplica a toda persona menor de 16 aos. 92. En Papua Nueva Guinea la educacin no es universal ni obligatoria, por lo que las leyes no fijan una edad legal de escolarizacin o una edad a la que los nios puedan abandonar la escuela. Oficialmente los nios pueden comenzar su escolarizacin con 7 aos. No obstante, habida cuenta de los problemas que tienen para acceder a la educacin, muchos no suelen comenzar hasta cumplir los 8 9 aos. Algunos incluso empiezan a asistir a la escuela con 15 aos. Elprincipal problema consiste en conseguir que los nios asistan a la escuela y que no la abandonen prematuramente. Sin embargo, en la actualidad los nios pueden abandonar sus estudios cuando quieran. El esfuerzo para asistir a la escuela con regularidad supone para la mayora de los nios de Papua Nueva Guinea as como para sus padres un problema mayor que el hecho de abandonar sus estudios prematuramente. 93. De conformidad con la Ley de empleo (art. 103, 3), las personas menores de 16 aos no pueden trabajar como empleados fuera de casa. Excepcionalmente pueden hacerlo los nios de entre 11 y 16 aos, siempre que el empleador obtenga un certificado mdico, en el que se indique que el nio puede realizar ese tipo de trabajo, o el consentimiento por escrito de los padres o tutores. Por otro lado, el empleador debe probar que el trabajo no interfiere con el horario escolar o que no es perjudicial para la educacin del nio. Un nio de 14 15 aos puede trabajar -excepto en empresas industriales o pesqueras- fuera del horario escolar siempre y cuando pueda demostrarse que ya no asiste a la escuela. En la prctica, el control de la aplicacin de estas leyes es inviable. Ms an, la cuestin de la escolaridad no es muy importante, dado el escaso nmero de nios que tiene acceso a la educacin ms all de los 12 o los 14 aos de edad. 94. La Ley de tribunales rurales define al nio como toda persona menor de 17 aos. Sinembargo, las causas de las que entienden estos tribunales pertenecen al mbito de aplicacin del derecho consuetudinario. Esto significa que, en la mayor parte de las causas que se someten a estos tribunales, los nios no tienen derechos o, si los tienen, son muy limitados. Las nias suelen ser las ms perjudicadas, ya que por lo general se les niega el disfrute de sus derechos ms fundamentales en los casos de litigios a los que se aplica el derecho consuetudinario, que suelen estar relacionados con asuntos de herencias, matrimonio, poligamia, divorcio, adulterio, violaciones, relaciones carnales y otras formas de agresin y abuso sexual. 95. Con arreglo a la Ley de trfico de vehculos de motor, el permiso de conducir puede obtenerse una vez cumplidos los 16 aos. Sin embargo, en la prctica nadie consigue un permiso de conducir antes de cumplir los 18 aos. 96. En muchos casos, los tribunales de Papua Nueva Guinea tienden a no aplicar las disposiciones vigentes relativas a la definicin del nio porque los lmites de edad que en ellas figuran no reflejan la realidad social y econmica de la vida familiar en el pas. La prctica de los tribunales suele ajustarse ms a la definicin del nio enunciada en la Convencin. Porejemplo, cuando han de fallar acerca de la asignacin de una pensin alimentaria o sobre la concesin de una indemnizacin por daos y perjuicios en los casos de accidentes con vehculos de motor, los tribunales consideran que una persona de 16 17 aos no dispone de los medios para valerse por s misma o para hacerse cargo de otras personas. En la mayora de los casos, los tribunales estiman que los nios menores de 18 aos dependen en gran medida de sus familias para satisfacer sus necesidades bsicas. 97. El Cdigo Penal contiene disposiciones explcitas relativas a la proteccin de los nios, pero en muchas infracciones la edad de la vctima se fija por debajo de los 18 aos. Ms an, existen diferentes baremos de edad segn se trate de nios o de nias, lo que refleja que la proteccin prestada a las vctimas de sexo femenino es mayor. En general, esta aparente discriminacin no se mantiene en los tribunales, ya que stos suelen basarse en disposiciones generales para compensar las incoherencias. 98. En lo que respecta a los menores delincuentes, muchas disposiciones de la Ley de tribunales de menores no se estn aplicando, como en el caso de la disposicin relativa a la creacin de tribunales dedicados exclusivamente a los nios. No siempre se dispone de jueces o fiscales con la capacitacin adecuada para tratar con delincuentes menores de 18 aos. A falta de una partida oficial de nacimiento, los tribunales han de basarse a veces en clculos aproximados de la edad, lo cual puede dar lugar a problemas graves. Esto afecta especialmente a las vctimas de sexo femenino menores de 16 aos y a los delincuentes de sexo masculino menores de16aos, quienes pueden parecer mayores de lo que en realidad son si no cuentan con una partida de nacimiento. 99. No existe ninguna ley nacional en la que se establezca una edad mnima para poder ingerir bebidas alcohlicas. Se ha elaborado un proyecto de ley sobre sustancias sometidas a fiscalizacin que ya se ha presentado ante el Parlamento. En este proyecto de ley se fija en18aos la edad legal mnima para comprar y consumir alcohol. 100. El Cdigo Penal contiene disposiciones explcitas relativas a la proteccin de los nios, pero en muchos casos la polica no las aplica. Cuando se arresta y se acusa a delincuentes, los tribunales de Papua Nueva Guinea suelen adoptar una posicin firme con respecto a la proteccin de los nios, especialmente en los casos de delitos sexuales. 101. Existen anomalas importantes en las leyes destinadas a proteger a los nios menores de18aos. Concretamente, no existe ninguna disposicin que ofrezca proteccin a los nios de entre14 y 18 aos, mientras que las disposiciones que garantizan la proteccin de las nias de esas mismas edades son numerosas. En efecto, en el artculo 211 se hace referencia al trato indecente de los nios menores de 14 aos; en el artculo 213 se alude a la desfloracin de nias menores de 12 aos; en el artculo 214 se alude a los adultos que desfloran a una nia en la casa de la que son propietarios, aunque no se hace referencia alguna a la edad de la joven; en el artculo 215 se hace referencia al intento de abusar de nias menores de 10 aos; en el artculo217 tambin se hace referencia a la desfloracin de nias menores de 16 aos; en el artculo 220 se alude al rapto de chicas menores de 18 aos; en el artculo 221 se hace referencia a la detencin ilcita de chicas con el fin de desflorarlas o retenerlas en un prostbulo; elartculo222 versa sobre la conspiracin para desflorar a una nia; en el artculo 223 se alude a las insinuaciones de hombres hacia chicas de 18 aos; en el artculo 351 se alude al secuestro de nias menores de 16 aos, incluidas las mujeres no casadas (sic) apartadas de sus familias sin su consentimiento; y, por ltimo, en el artculo 361 se hace referencia a la sustraccin de menores, concretamente a la sustraccin de nios menores de 14 aos a sus padres. 102. Con excepcin del artculo 223, en el que se hace referencia a las insinuaciones de hombres hacia chicas de 18 aos, el Cdigo Penal de Papua Nueva Guinea presenta numerosas carencias en comparacin con las disposiciones de la Convencin. Por ejemplo, no garantiza la proteccin ni la satisfaccin de las necesidades de los nios de 16 y 17 aos. Asimismo, adolece de graves incoherencias en materia de gnero. En 1998 se cre la ONG Todos contra la explotacin infantil (PACE) de Papua Nueva Guinea. El principal objetivo de PACE es luchar contra la lacra generalizada de la pedofilia y de otras formas de abuso infantil en Papua Nueva Guinea. PACE ha examinado ya las anomalas de la legislacin del pas y ha preparado un exhaustivo proyecto de reformas de las anticuadas leyes que estn actualmente en vigor. Dicho proyecto de reforma, el proyecto de ley contra las agresiones sexuales a los nios, se ha presentado ya ante el Parlamento. 103. Existen muchos factores y dificultades que obstaculizan seriamente la tarea de armonizar las leyes nacionales de Papua Nueva Guinea con la Convencin sobre los Derechos del Nio. Dichos factores estn relacionados con la categora, la capacidad y la eficacia de los departamentos y rganos encargados de aplicar, examinar y redactar las leyes, as como con la voluntad y el inters de las personas que en la actualidad ocupan cargos polticos. Es necesario realizar un examen exhaustivo de todas las leyes nacionales de Papua Nueva Guinea relativas a los nios. Por otro lado, la propia Comisin para la Reforma Legislativa no cuenta con los recursos necesarios. Algunas enmiendas y recomendaciones pertinentes formuladas en relacin con el derecho de familia (1978) y la violencia en el hogar (1992) siguen pendientes de una respuesta por parte del Parlamento. 104. El nivel educativo en todo el pas es bajo, y tan slo un reducido nmero de ONG -y ningn organismo estatal- est realmente informando a la poblacin de las provincias acerca de su Constitucin, sus leyes y sus derechos. La proteccin de los nios menores de 18 aos no est garantizada. Esta situacin se agrava por el hecho de que una parte considerable de la poblacin de las zonas remotas y rurales as como de los pobres de las zonas urbanas y que estn marginados viven en comunidades y sociedades en las que el derecho consuetudinario prevalece sobre las leyes nacionales e incluso sobre la Constitucin. 105. Dado el bajo nivel de educacin, sensibilizacin y conocimiento de las leyes y habida cuenta de la escasa presencia y el deficiente funcionamiento de la administracin pblica, especialmente en las zonas remotas, muchos ciudadanos estn aceptando esta situacin, lo que repercute negativamente en los nios. Esto conlleva serias consecuencias en lo que respecta al cumplimiento por parte de Papua Nueva Guinea de sus obligaciones contradas en virtud de la Convencin. En el entorno econmico y social actual, esta situacin afecta especialmente a los derechos y a la proteccin de los nios y las nias que son vctimas de abusos sexuales y de otrotipo. III. PRINCIPIOS GENERALES A. No discriminacin (artculo 2) 106. La Constitucin (prrafo 1 del artculo 55) trata del principio de no discriminacin, segn el cual todos los ciudadanos tienen los mismos derechos, privilegios, obligaciones y deberes, cualquiera que sea su raza, tribu, lugar de origen, opinin poltica, color, creencia, religin o sexo. Ahora bien, la Constitucin no hace una referencia especfica a la discriminacin por razn de edad o de discapacidad. La Constitucin slo hace referencia a la limitacin de ciertos derechos de los ciudadanos, y prev la elaboracin de leyes en el futuro que podran aplicarse nicamente a los ciudadanos, de forma que existen ciertas dudas sobre el grado en que Papua Nueva Guinea garantiza la proteccin de los derechos de todos los nios que estn dentro de su jurisdiccin, incluidos los no nacionales. El principio de no discriminacin no se menciona en ninguna otra ley. 107. El principio de no discriminacin, tal como se establece en la Constitucin no es muy conocido ni invocado. Adems, as como los adultos pueden valerse por s mismos y cuando no existe una proteccin legal desarrollar sus propias estrategias para buscar una reparacin, muchos ciudadanos creen que no existe ninguna autoridad o institucin pblicas a las que se pueda informar acerca de casos de discriminacin contra los nios. 108. En Papua Nueva Guinea es general la discriminacin por razn de gnero, la cual comienza en el momento de nacer. Las numerosas y variadas culturas y costumbres de su sociedad tradicional, tienen como denominador comn la dominacin del hombre y la preferencia por los hijos varones. Lamayora de las diferentes culturas de Papua Nueva Guinea son patriarcales y estn basadas en la descendencia por lnea paterna, excepto en aquellos lugares donde existe una fuerte tradicin de descendencia por lnea materna, y las nias tienen tradicionalmente pocos derechos o ninguno a la herencia. Los padres y el resto de la familia y la comunidad desean que el primer hijo sea un varn y que la familia tenga ms de un hijo varn. Antiguamente era corriente compadecer a las familias que slo tenan hijas, y poda ocurrir que el esposo, en particular, nunca estuviera satisfecho si su mujer no le daba un hijo varn. Esfrecuente la adopcin "compensatoria", tradicional o no oficial de nios varones. En el caso de las familias pobres o que viven en lugares alejados, los factores relacionados con el gnero pueden reducir directamente las posibilidades de supervivencia de una nia, en particular cuando se trata de adoptar decisiones sobre el acceso a los alimentos en tiempo de escasez o cuando hay que recorrer largas distancias para recibir asistencia sanitaria, lo que hace que sta resulte costosa. 109. En la divisin tradicional y actual del trabajo, las nias empiezan por realizar tareas domsticas importantes, y a menudo duras, a una edad relativamente temprana. En las zonas rurales, en particular, las nias contribuyen sustancialmente al mantenimiento de los huertos familiares, e incluso ya a los 10 aos cultivan sus propios huertos y venden sus productos frescos y artesanales independientemente para conseguir dinero para la familia. A las nias se les confa la responsabilidad de cuidar y atender a los nios a una edad todava ms temprana. En cambio, a los nios no se los carga con tareas ordinarias, y en general trabajan poco hasta que empiezan a ser adultos. En las zonas rurales la importancia que tiene el trabajo de las nias para la subsistencia y supervivencia de la familia ha sido una de las razones por las que los padres les niegan o impiden el acceso a la educacin. Cuando la situacin econmica de la familia no es buena los padres estn menos dispuestos a pagar los gastos de escolaridad de sus hijas. Lospadres tienden a sacar de la escuela primero a las nias si no pueden mantener en ella a todos sus hijos. Existe en las escuelas una ceguera institucional en lo referente al gnero, que hace que muchos maestros favorezcan a los chicos y no se den por enterados cuando los nios tiranizan, amenazan e intimidan a las nias en los niveles primario y secundario, en particular cuando las nias destacan, son alabadas por sus maestros o se les da alguna responsabilidad o autoridad. Muchas veces las nias alcanzan la pubertad en los aos en que asisten a la escuela primaria, y pueden ser objeto de acoso o abuso sexual por parte de los maestros. ElDepartamento de Educacin es el nico departamento gubernamental que rene sistemticamente datos desagregados sobre el gnero y adopta polticas dinmicas tendientes a lograr la igualdad de oportunidades y de participacin en la educacin. Ello ha dado sus frutos al nivel de la educacin primaria, donde el47% de los alumnos matriculados son nias. Perotodava hay que trabajar mucho para lograr la igualdad en el nivel secundario. 110. En Papua Nueva Guinea hay una alta incidencia de casos de violacin denunciados o no cometidos por uno o varios individuos, y un temor generalizado de que las nias sean vctimas de una agresin sexual. Los padres, particularmente los que viven en centros urbanos y semiurbanos, limitan estrictamente la libertad de movimiento y asociacin de las nias que estn bajo su tutela. Actualmente el miedo de los padres y las medidas preventivas, a veces excesivas, que adoptan dificultan el desarrollo psicolgico y fsico de muchas nias. Como vctimas, o vctimas potenciales de actos de agresin sexual, las nias son a menudo culpadas y castigadas injustamente. A veces se las acusa de provocar a los chicos, se les prohbe que se renan con las dems chicas e incluso se las golpea duramente slo por mirar a un chico. 111. Antes, a los hijos naturales se los consideraba una deshonra, y eran objeto de burlas, pero ahora las personas tienen una actitud mucho ms liberal. En el pasado no era infrecuente que las madres abortaran o mataran a sus hijos recin nacidos cuando eran ilegtimos, y esta costumbre persiste en algunas zonas rurales apartadas y zonas urbanas pobres, aunque estos hechos raras veces se denuncian a las autoridades. Entre las numerosas informaciones no oficiales y las escasas denuncias oficiales de recin nacidos matados, arrojados o abandonados, hay muchos casos atribuibles a embarazos no deseados de adolescentes o a embarazos resultantes de violaciones, y a la pobreza extrema que reina en los asentamientos urbanos. 112. En Papua Nueva Guinea los nios son a menudo adoptados cuando sus padres naturales no pueden cuidar de ellos adecuadamente o cuando la madre fallece, como una forma de restablecer un equilibrio entre los sexos, como un medio que tienen las parejas estriles de conseguir un nio o como una forma de reforzar los lazos con otras familias. Puede ser tambin un modo de transferir la responsabilidad de un nio no deseado de una madre soltera, abandonada o que ya tiene muchos hijos. La adopcin tradicional es una prctica muy extendida en todo el pas que no est regulada por el Estado en lo referente a la asignacin de los nios antes o despus de su nacimiento, ya que esta clase de arreglos se realizan sin conocimiento previo de las autoridades. Muchos casos de adopcin de nios no son legales. Hay una impresin general positiva de que existen redes sociales de seguridad muy extendidas que se encargan de atender a los nios necesitados. En este sistema de seguridad social tradicional se incluyen tambin los frecuentes casos de absorcin e integracin no oficial de nios hurfanos o no deseados en otras familias sin tener suficientemente en cuenta el bienestar inmediato y a largo plazo del nio. 113. Aunque puede haber muchos casos de adopciones por amor en las que se cuida solcitamente al nio, a cargo de personas que desean atender al inters superior del nio, la incidencia de la discriminacin contra los nios adoptados es suficientemente comn como para justificar una atencin, intervencin y reglamentacin urgentes. La aplicacin de la actual Leyde asistencia al menor y del Cdigo Penal es totalmente insuficiente para promover los principios generales de la Convencin. 114. Los nios adoptados son a menudo objeto de discriminacin. La "adopcin", en la forma libre y no oficial en que se practica en todo el territorio de Papua Nueva Guinea, puede encubrir una discriminacin, una explotacin y el abuso de los nios. Este fenmeno es tambin frecuente en el seno de las familias, y muy a menudo son las madres adoptivas, tal vez agobiadas por el exceso de trabajo, el maltrato del que ellas mismas son objeto o las dificultades econmicas, las que ms maltratan a los nios adoptados. A veces a los nios adoptados se los quiere menos o no se los quiere, se les hace trabajar mucho a una edad temprana para aliviar a las madres del trabajo pesado, no se les da educacin y algunas veces no se les presta asistencia sanitaria, se los viste y alimenta de forma diferente y se les niegan muchos de los derechos y privilegios que los padres adoptivos conceden a los hijos naturales. Los peores casos de discriminacin contra hijos adoptivos son los de las nias llevadas a una familia a edad muy temprana para ocuparse de los nios, o despus, a las que, con el pretexto o la promesa hecha a los padres de que sern educadas, se somete gradualmente a una servidumbre domstica agotadora, cruel y abusiva. 115. La sociedad actual de Papua Nueva Guinea acepta y perdona prcticas de adopcin sin ningn carcter oficial, que nunca se llevarn ante los tribunales ni sern documentadas ni sancionadas por las autoridades pblicas. Ello permite un frecuente traspaso de nios entre familias, dentro de la familia ampliada o el clan, y cada vez ms entre amigos o parientes lejanos. A menudo los nios se confan al cuidado de otras familias por muchas razones diferentes, no siempre en el inters superior del nio. Algunas veces esa "adopcin" se realiza especficamente en el inters de uno o de ambos progenitores o en el inters de un hijo propio de la familia adoptiva. 116. A los nios a quienes se ha sacado de la situacin difcil en que se hallaba su familia biolgica y se los ha llevado a un hogar adoptivo a veces se les recuerda constantemente que deben estar agradecidos a sus padres adoptivos. Las adopciones tradicionales en el seno de la familia o dentro de la familia ampliada o el clan entraaban el pago tradicional de ciertas sumas y podan ser supervisadas. Hoy da esos pagos y ceremonias estn desapareciendo, y los nios adoptados pueden ser llevados a lugares lejos de sus padres biolgicos, donde no estn controlados por la ley y donde no existe la obligacin legal de garantizar el contacto con los padres biolgicos. Esas prcticas libres de adopcin, declaradas ilegales por la legislacin (artculo 42 del Cdigo Penal), exponen a muchos nios a una discriminacin diaria durante mucho tiempo. 117. Los hijos de matrimonios mixtos, integrados por personas de diferentes grupos culturales, provincias o regiones de Papua Nueva Guinea o por un nacional y una persona de otra nacionalidad, pueden ser objeto de una discriminacin que les impida ser aceptados en las aldeas tradicionales o participar en la vida de stas, o heredar, o, tratndose de medios urbanos, acceder a la educacin. No es infrecuente que la familia poltica paterna repudie a una mujer de otra provincia, y algunas veces a sus hijos, especialmente si los padres han hecho planes y transacciones financieras para que su hijo tome a una novia de su aldea natal. 118. Es evidente que algunas polticas establecen una discriminacin basada en el nivel econmico y de instruccin. En las zonas rurales y urbanas la pobreza priva a muchos nios de sus necesidades ms bsicas. Las polticas de matriculacin en las escuelas pueden establecer una discriminacin contra los nios de familias que no pueden pagar las cuotas anuales, obligndolos a abandonar la escuela, negndoles el acceso a los libros o los certificados de rendimiento escolar. En la actual sociedad de Papua Nueva Guinea los nios que no han recibido una educacin oficial o no la han completado pueden ser objeto de discriminacin. Selos llama despectivamente "fracasados" o "suspendidos", y algunas veces son rechazados, culpabilizados, despreciados y golpeados por padres o tutores defraudados. La socializacin para lograr una estricta divisin del trabajo entre los sexos y las obligaciones domsticas y familiares, y circunstancias relativas a la seguridad, suelen conducir a una insercin ms fcil de las chicas que han abandonado prematuramente la escuela dentro de la aldea o el hogar. Loschicos tienen menos limitaciones y la carga de tener que probar su capacidad de mantener a sus padres y a su futura familia, preferentemente mediante su participacin en la economa monetaria. Muchos abandonan el hogar o se liberan de algn otro modo de las labores y normas familiares normales, se dirigen a los centros urbanos, viven su vida pasando de uno a otro de los hogares de parientes y amigos y en las calles, donde se los cataloga fcilmente como "bribones" y alborotadores. Son objeto de una discriminacin activa y pasiva en muchas formas violentas y abusivas. 119. En las zonas urbanas los nios que estn descuidados o son sumamente pobres pueden ser objeto de discriminacin nicamente por su apariencia. A veces se les impide el acceso a las tiendas, oficinas y lugares pblicos o se les registra arbitrariamente a la entrada y a la salida. Alos chicos que se comportan y se visten de una forma particular o que estn pobremente vestidos, a veces se les impide moverse libremente en las zonas comerciales y residenciales, y sin razn alguna se los considera sospechosos o se los acusa de pequeas infracciones. Algunas veces cuando cometen, o se sospecha que han cometido, hurtos menores, los guardias de seguridad o la multitud los golpean sin piedad, incluso hasta causarles la muerte. Aun cuando los profesionales de la asistencia social reciben una formacin en ese mbito, no existen instituciones ni programas oficiales para este numeroso grupo de chicos alienados y marginados de los que podran encargarse esos profesionales especializados. El Gobierno ha creado servicios para conceder la libertad vigilada, pero estn insuficientemente dotados de personal y de recursos. La mayora de los servicios comunitarios que se ocupan y combaten la discriminacin de que son objeto miles de chicos alienados y excluidos corren a cargo de diversas Iglesias que trabajan con los delincuentes juveniles y de unas pocas ONG paralegales que se esfuerzan por proteger los derechos constitucionales de los ciudadanos. 120. En Papua Nueva Guinea la forma ms generalizada de discriminacin, que tiene unas consecuencias particulares para el nio, es el ms amplio acceso de las poblaciones urbanas a la educacin bsica, a la salud y a la proteccin en general, en virtud de la legislacin nacional, en comparacin con las zonas rurales del pas. Este hecho qued claramente demostrado en el Estudio sobre demografa y salud de 1996 de la Oficina Nacional de Estadstica. Existe una enorme diferencia entre el campo y la ciudad en cuanto a los indicadores bsicos de salud, en particular las tasas de mortalidad infantil y materna y los partos vigilados. 121. Cuanto ms apartada est la aldea en que vive un nio menos probable es que disfrute de sus derechos fundamentales como ciudadano. En la Papua Nueva Guinea rural existen muchos lugares donde los nios nunca han tenido acceso a las escuelas o a los servicios de atencin de la salud, o donde esos servicios han sido cerrados de forma permanente o espordica en los dos ltimos decenios. Ello es particularmente cierto por lo que respecta a los servicios de atencin de la salud. Se calcula que del 50 al 70% de los puestos de socorro rurales del pas apenas funcionan o no funcionan en absoluto. Los nios de las zonas rurales no slo tienen problemas mucho mayores de carcter geogrfico para acceder a la escuela sino que la mayor parte de las veces tienen dificultades para pagar los gastos de escolaridad y para comprender las numerosas alusiones y referencias extranjeras occidentalizadas y urbanas que contienen los programas de estudio, o para identificarse con ellas. Muchas escuelas rurales no tienen nuevos alumnos cada ao ni tienen servicios importantes, como bibliotecas. Puede suceder que algunos nios rurales tengan que esperar hasta cumplir los 10 aos para poder entrar en el primer grado, con lo cual disminuyen sus posibilidades de pasar al nivel superior de enseanza. En las escuelas rurales los maestros se enfrentan con muchos problemas de logstica y gestin que hacen que se repita y aumente el absentismo. En las estaciones secas cuando la sequa es muy grave muchas escuelas del pas cierran a veces durante semanas y meses enteros porque no hay agua no contaminada para los nios. B. El inters superior del nio (artculo 3) 122. Un examen preliminar de la legislacin interna de Papua Nueva Guinea ha puesto de manifiesto la necesidad de adoptar y definir claramente el principio del "inters superior del nio" en todas las reformas de la legislacin interna vigente relativa a los derechos del nio, en particular la necesidad de que los tribunales u otros rganos pertinentes de adopcin de decisiones consideren los siguientes aspectos, basados en la jurisprudencia de Papua Nueva Guinea y de conformidad con el espritu y la intencin de la Convencin. 123. La actual Ley de asistencia al menor (cap. 276), redactada durante el ltimo perodo colonial, est considerada por todos como inapropiada para las circunstancias presentes. Notiene ninguna disposicin que trate suficientemente del principio del "inters superior". Esesta una cuestin esencial que debe abordarse en la reforma legislativa tanto tiempo esperada. En la Ley de proteccin de esposas y nios abandonados (cap. 274) se prev la provisin de medios para el cuidado del nio, pero no se incluye ninguna referencia al "inters superior del nio" en la disposicin que faculta al tribunal a dictar providencias (art. 14). Sin embargo, la Ley de procedimientos judiciales matrimoniales (art.741, cap. 282) establece explcitamente que "los intereses del nio deben ser la consideracin primordial en los procedimientos relativos a la custodia, tutela, bienestar, desarrollo o educacin de los hijos de un matrimonio". Para que sea totalmente congruente con la Convencin debera corregirse el texto de la ley para ajustarlo al del artculo 3. Adems, la norma2041) de las Normas sobre procedimientos judiciales matrimoniales debe ser enmendada de forma que se suprima la limitacin a "un hijo de un matrimonio" de forma que no se discrimine a los nios nacidos fuera del matrimonio. La Ley de la infancia (art. 4 1, cap. 278) trata de las rdenes judiciales de tutela basadas en el bienestar del nio y la conducta y deseos de los padres. Parece que en muchos casos el inters superior de los nios se considera menos o no se considera frente a los deseos e intereses de los padres. En la mayora de los casos no se da a los nios la posibilidad de expresar libremente sus sentimientos y deseos cuando pueden hacerlo. Se sopesan los intereses de los padres con los de los hijos en lugar de situar los intereses del nio como una consideracin primordial, razn por la cual es evidente que esas disposiciones no se ajustan a la Convencin. 124. La Ley de adopcin de nios (cap. 275) abarca tanto las adopciones amparadas en el derecho como las adopciones tradicionales. En su artculo 5, que trata de la adopcin reconocida por la ley, se establece que "el bienestar e inters del nio ser la consideracin primordial". Pero la realidad es que en Papua Nueva Guinea la inmensa mayora de las adopciones no son oficiales y nunca estn documentadas ni sancionadas por la ley. En las adopciones tradicionales, el tribunal local no exige ningn informe previo o de supervisin posterior para comprobar la sinceridad e idoneidad de los padres adoptivos y la promocin del bienestar y del inters superior del nio. Con arreglo a la adopcin tradicional, si el caso de un nio adoptado segn los arreglos tradicionales se lleva a los tribunales, no existe ninguna disposicin por la que se deba tomar en consideracin el inters superior del nio. Actualmente, un tribunal local puede expedir un certificado de adopcin, con arreglo a la ley, sin hacer referencia al inters superior del nio. 125. No existe actualmente ninguna disposicin concreta en la Ley de tribunales rurales que exija al tribunal que tenga en cuenta el inters superior del nio. Esta es una cuestin grave si se tienen en cuenta las muchas posibilidades de interpretacin de las costumbres locales que tienen esos tribunales. 126. Existen en Papua Nueva Guinea muchos abogados y asistentes sociales competentes que comprenden y aplicaran "el inters superior del nio" como principio primordial en todas las cuestiones legales y administrativas. Pero en Papua Nueva Guinea hoy en da la realidad es que muchos casos de custodia y la mayor parte de los casos de adopcin no se deciden en los tribunales sino en entornos familiares y tradicionales donde la consideracin del "inters superior del nio" tal vez no se tenga en cuenta ni se aplique y mucho menos se considere primordial. 127. No ha habido ninguna poltica o prctica de evaluacin y determinacin del impacto de ciertas polticas sobre el bienestar o en los derechos del nio. Las evaluaciones del impacto sobre el nio no se incluyen en los planes, polticas o trabajos del Gobierno central ni de los gobiernos locales, y la vigilancia permanente no est institucionalizada en la Oficina Nacional de Planificacin y Ejecucin ni en los niveles locales de Gobierno. Hay una escasez de investigaciones o estudios que sirvan de gua a la legislacin o la prctica poltica. En 1994 se realizaron por encargo del Banco Mundial, una serie de estudios sobre la pobreza que incluan cierta evaluacin del impacto de las polticas de ajuste estructural sobre los nios, en particular la imposicin del pago de derechos por la educacin o los servicios de salud, y la eficacia de diversas redes de seguridad tradicionales y contemporneas. 128. En la administracin de la justicia de menores no se tiene en cuenta en muchos juicios el "inters superior del nio". Muchos abogados y funcionarios encargados de la libertad condicional carecen de la formacin necesaria para crear un entorno y utilizar estrategias favorables al nio o susceptibles de prestar una consideracin suficiente al inters superior del nio o de interpretarlo adecuadamente, habida cuenta de que no existen buenos registros sobre la edad real, a lo que se suma la discriminacin generalizada frente a los chicos delincuentes, a los que se considera como vctimas propiciatorias. Los delincuentes juveniles son tratados a menudo brutalmente. Se hace uso algunas veces de una violencia y una intimidacin extremas por parte de la polica y otras autoridades penitenciarias o de mantenimiento del orden pblico. Losnios no siempre estn separados de los delincuentes adultos, sobre todo porque el Estado no ha adoptado medidas adecuadas al respecto, y la Ley de Tribunales de Menores, que en teora parece buena, a menudo no es administrada de forma eficaz, por lo que no se logran los beneficios que se propone. C. El derecho a la vida, a la supervivencia y al desarrollo del nio (artculo 6) 129. En el contexto actual de Papua Nueva Guinea, existe una incidencia muy alta y cada vez mayor de enfermedades y fallecimientos que podran evitarse de lactantes y de nios y de mortalidad materna y perinatal que tampoco tendran que producirse. En el pasado decenio se permiti que descendieran de forma espectacular las tasas de cobertura de la inmunizacin, las cuales slo se han restablecido a travs de medidas de emergencia anuales insuficientes, impulsadas por el UNICEF y financiadas principalmente con la ayuda exterior. Ha habido un descenso generalizado del volumen y la calidad de la atencin primaria de salud. En los ltimos15 aos se ha abandonado en casi todas las partes del pas el sistema de "puestos de socorro" rurales y los sistemas habituales de clnicas mviles mensuales de salud de la madre y el nio. Los intentos por revitalizar estos servicios esenciales se ven entorpecidos por los graves problemas de baja moral y de escasa motivacin en la gestin que existen en todo el sistema de gobierno y que aquejan particularmente al personal de los servicios rurales de salud. Elsuministro regular de medicamentos y equipo bsico es a menudo desigual y poco fiable. Lainfraestructura pblica rural de atencin de la salud se caracteriza por su deterioro, falta de los suministros ms bsicos e insuficiencia de fondos para mantener el transporte operacional regular y de urgencia de los pacientes. Segn las estimaciones, los servicios de salud de las Iglesias prestan el 60% de la atencin sanitaria y se esfuerzan por mantener los suministros y los niveles y la calidad de la atencin. Pesea ello, tambin se ven negativamente afectados por el hecho de que algunos gobiernos provinciales no desembolsan las sumas presupuestarias autorizadas de forma segura y puntual. Este problema se ha traducido en los ltimos aos en el cierre frecuente y generalizado de servicios de salud vitales de las Iglesias, inclusive de hospitales de distrito. El Gobierno tiene una poltica clara de dar prioridad a la atencin de la salud en las zonas rurales, y en particular a la salud de la madre y el nio. Pese a ello, los nios de las zonas rurales siguen estando en situacin muy desfavorecida en su acceso a la atencin sanitaria. La mayora de la asistencia exterior para el desarrollo destinada al sector de la salud se asigna a proyectos de mejora y rehabilitacin, pero el mantenimiento a largo plazo de esa contribucin y de esas intervenciones constituye un grave problema. 130. En Papua Nueva Guinea existen graves problemas de malnutricin infantil, aunque la malnutricin raras veces se consigna como causa de muerte. En el primer decenio que sigui a la independencia, los programas de educacin popular en materia de nutricin a nivel comunitario establecidos con el apoyo del Gobierno llegaron y sirvieron de inspiracin a las madres a travs de grupos de mujeres de aldeas, y a muchos miles de nios en las escuelas y nios fuera de la escuela a travs de la radio y el cine. En los ltimos 15 aos han desaparecido esos programas de educacin popular en materia de nutricin a nivel comunitario. En el primer decenio que sigui a la independencia los estudios peridicos sobre nutricin reflejaban el impacto de las polticas oficiales y los esfuerzos generalizados de autoayuda realizados a nivel de la comunidad para eliminar la malnutricin infantil. Han pasado ya casi 20 aos desde que se realiz el ltimo estudio sobre nutricin y los programas de nutricin financiados por el Gobierno y con la ayuda exterior han disminuido ms que aumentado el esfuerzo de la comunidad en esta importante esfera del desarrollo. En Papua Nueva Guinea sigue existiendo malnutricin y todos los pediatras reconocen que es el principal factor de riesgo de mortalidad. Por ejemplo, en la regin montaosa el 5% de los nios ingresados tienen una grave malnutricin proteinocalrica y el10% de esos nios fallece. Tambin se producen muertes a causa de carencias protenicas graves. La malnutricin contribuye a las muertes por neumona, diarrea y otras enfermedades. Las causas de la malnutricin no son nicamente la escasez de alimentos sino tambin la deficiente educacin de las madres, la malnutricin materna y la consiguiente lactancia insuficiente, y la estructura social que relega a la mujer a una condicin baja y hace que sea frecuente el abandono de los hijos y las prcticas de adopcin peligrosas. Las prcticas sociales en las que los nios son "adoptados" con facilidad y de forma no oficial contribuyen considerablemente a engrosar las tasas de malnutricin y de mortalidad infantil, hecho que est bien documentado en las regiones montaosas, donde se estima que slo en una provincia se adoptan cada ao unos 300 nios de corta edad, que desarrollan un grave marasmo nutricional o kwashiorkor. Al menos el 10% de los lactantes marasmticos fallecen, as como el25% de los afectados por kwashiorkor. Antiguamente no era probable que eso ocurriera porque los nios eran adoptados por madres que vivan cerca de la madre biolgica, y al nio no se le impeda el acceso a la leche materna. 131. En el pasado, el Gobierno de Papua Nueva Guinea promulg una importante legislacin nacional destinada a resolver los problemas comunes y evitables de nutricin. Una enmienda a la Ley de alimentos inocuos (1995) regula la iodizacin de la sal. Las leyes laborales de Papua Nueva Guinea conceden a las madres lactantes tiempo para dejar el lugar de trabajo y atender a los nios de pecho durante la jornada laboral. La Ley de suministros alimentarios para lactantes de1977 limita la venta de biberones y vasos para la alimentacin de lactantes nicamente a los casos en que se dispone de una receta expedida por un trabajador de salud autorizado, y hasta hace poco tiempo estableca que la norma general era la lactancia materna. ltimamente la aplicacin y la vigilancia del cumplimiento de esas leyes est siendo menos efectiva. Losestudios indican que el empleo remunerado de las madres y la adopcin de nios de pecho por madres no lactantes ha contribuido al considerable aumento del empleo de biberones, que en ms de la mitad de los casos se compran sin receta. D. El derecho del nio a expresar sus opiniones y a ser odo enprocedimientos judiciales y administrativos (artculo 9) 132. La Constitucin (prrafo 1 del artculo 35) establece claramente el derecho a la vida de todos los ciudadanos, excepto en la aplicacin de la pena de muerte, el uso razonable de la fuerza en aplicacin de la ley para reprimir disturbios, insurrecciones o actos de terrorismo, o como consecuencia de una accin blica legtima. La pena de muerte es una disposicin general que no hace mencin de la edad de los delincuentes a los que puede aplicarse. Las causas penales por transgresiones de la ley se llevan ante el Tribunal de Distrito para que sean juzgadas en virtud de la Ley de Tribunales de Menores, y al dictar la sentencia la edad se considera como un factor atenuante. Los menores (entre 7 y 18 aos de edad) no pueden ser condenados a cadena perpetua ni a muerte. En la parte de la Constitucin que trata de los derechos fundamentales se reitera el reconocimiento del derecho a la vida. 133. El derecho a la vida y a la supervivencia del nio tambin est protegido en virtud de la Ley del Cdigo Penal (cap. 262), que abarca el asesinato con premeditacin, el infanticidio, el homicidio involuntario y actos de omisin que pueden impedir en el momento del parto que un nio nazca vivo. No es probable que se invoque esta ltima disposicin, teniendo en cuenta que hay pruebas slidas de negligencias en casos de urgencia ginecolgica en muchos distritos y en otros servicios rurales del sistema nacional de salud. Sucede tambin en muchos casos que la falta de instruccin unida a los tabes tradicionales y al miedo que producen los fluidos del parto contribuyen a la muerte de muchos nios y madres que podran evitarse en las aldeas. Laimportancia que se da actualmente a los programas de parteras empricas de aldeas es un intento por resolver este problema. En Papua Nueva Guinea se producen casos de infanticidio. Antiguamente, en algunos lugares se practicaba en los casos de nacimientos no deseados (nios gemelos y nios discapacitados), as como en pocas de escasez. Actualmente la mayor parte de las personas saben que el infanticidio est prohibido por la ley, aunque los nios nacidos en circunstancias de pobreza o particularmente difciles o de madres jvenes o solteras que temen que sufra su reputacin o perder oportunidades de educacin o empleo, siguen siendo vctimas invisibles de infanticidios producto de las tensiones que provocan la vida urbana y las dificultades econmicas. 134. La obligacin de atender a las necesidades vitales del nio est prevista en el Cdigo Penal (parte V, div. 2, art. 283), que trata de los deberes de los padres y tutores de garantizar la supervivencia de las personas que tienen a su cargo. Se exige al cabeza de familia que atienda a las necesidades de los nios menores de 14 aos, y todo incumplimiento de esta obligacin se considera un delito. Esta edad deber enmendarse, fijndola en 18 aos, como establece el artculo 1 de la Convencin, y deber hacerse referencia a la responsabilidad de ambos progenitores. El gran nmero de nios que vagabundean por las ciudades, desatendidos por sus familias, y que cometen delitos demuestra claramente que muchos miles de nios no estn suficientemente alimentados, vestidos o atendidos por sus padres, tutores o personas encargadas de su cuidado. Aun cuando existen disposiciones en la Ley de asistencia al menor sobre los nios desamparados, no existe ningn control por parte del Estado ni ningn mecanismo de intervencin. Por consiguiente, la comunidad ha tenido que aceptar los casos en que no se atiende a las necesidades bsicas de los nios como cosas de la vida que no son ni de la competencia ni de la responsabilidad del Estado. 135. Es tambin un delito no permitir que se aplique a un nio un tratamiento mdico que puede salvarle la vida. En la parte XIV de la Ley de asistencia al menor (art. 94) se va ms all de la responsabilidad de los padres, para incluir la responsabilidad de toda persona que no preste atencin a un nio que est bajo su cuidado. Esta Ley tiene poca eficacia en un contexto en que los servicios rurales de salud son escasos e inadecuados, donde el aislamiento, la pobreza y las cuestiones de gnero influyen negativamente en el acceso a los mismos y donde las prcticas de adopcin libre y no regulada son normales. 136. El artculo 95 trata de los malos tratos, como la agresin, la agresin sexual y el exhibicionismo, aunque estos actos son difciles de controlar. No existe ninguna tradicin arraigada de denunciar ante las autoridades casos de malos tratos a los nios. Adems, en el contexto de Papua Nueva Guinea el temor a represalias cuando una persona se inmiscuye en los asuntos familiares de un vecino tiene un poderoso efecto disuasorio. En las zonas rurales las personas no saben dnde tienen que presentar una denuncia. Adems, hay casos de personas que ocupan altos cargos en el Gobierno o en la jerarqua eclesistica que cometen esos delitos. Es de todos sabido que algunos extranjeros que ocupan altos cargos en el Gobierno, en las Iglesias y en las empresas privadas se entregan a prcticas de pedofilia y parecen intocables. Ello disuade a la polica de actuar y contribuye al empeoramiento de la situacin. 137. En Papua Nueva Guinea existen pocas normas legislativas que se ocupen del derecho del nio a ser escuchado, como se establece en el artculo 12 de la Convencin. La Ley de la infancia (cap. 278) trata, entre otras cosas, de la custodia y tutela de los nios de corta edad y reconoce la autoridad de los tribunales para averiguar cules son los deseos del nio, y el derecho del nio a elegir libremente. Sin embargo, es necesario establecer normas ms exactas en las que se fije el momento y la forma en que se pueden expresar los deseos del nio. EnPapua Nueva Guinea no existe ninguna otra ley que mencione la libertad de eleccin del nio en los procedimientos judiciales. Es necesario que se introduzcan urgentemente enmiendas a todas las leyes pertinentes, en consonancia con el artculo 12 de la Convencin. 138. No se cuenta con medios suficientes para la celebracin de juicios a puerta cerrada ni de ningn otro tipo especial que permitan que los nios hablen libremente ante los tribunales, especialmente cuando son ellos las vctimas, o cuando debe tenerse en cuenta ante todo su inters superior. Recientemente se han producido muchos casos de nias muy jvenes traumatizadas y completamente incapaces de hablar cuando se esperaba que prestaran testimonio en juicios por violacin ante un tribunal en pleno y una sala llena de pblico. La labor de la organizacin PACE de Papua Nueva Guinea y los proyectos de enmienda a la Ley de la prueba se ocupan de este problema. Sin embargo, la introduccin del proyecto de ley contra las agresiones sexuales a los nios, que se prepar en noviembre de 1998, se ha visto paralizada por una suspensin muy larga del Parlamento. 139. No existe ninguna poltica gubernamental de consulta a los nios para la formulacin de las polticas y programas que tienen por objeto prestarles apoyo o que podran afectar a sus derechos. IV. DERECHOS Y LIBERTADES CIVILES A. El derecho a un nombre y a una nacionalidad (artculo 7) 140. El artculo 7 de la Convencin trata de los derechos a la inscripcin del nacimiento, a un nombre y a adquirir una nacionalidad. La Ley del Registro Civil (cap. 304) prev un sistema de registro de los nacimientos basado en la expedicin de un certificado que contiene el nombre del nio y el de los padres. En principio, en Papua Nueva Guinea el registro de los nacimientos es gratuito, pero en la prctica se exige el pago de 10 kina (aproximadamente 2,5 dlares de losEE.UU.) para la expedicin de un certificado completo y de 15 kina para la de una copia registrada. La mayora de los padres de Papua Nueva Guinea no son conscientes o no estn convencidos de la importancia que reviste el registro del nacimiento en lo referente a la salvaguardia de derechos, el registro de la edad y la verificacin del origen de los nios o del estado civil de los padres. Mientras esto suceda, incluso un precio relativamente bajo no lograr alentar a los padres a inscribir a sus hijos en el registro. El registro oficial de los nacimientos se inici en Papua Nueva Guinea en 1892, en los comienzos del perodo colonial. Entre 1892 y1996 el registro fue obligatorio nicamente para los no nacionales. Desde la introduccin de la Ordenanza del Registro Civil en 1967, el registro ha estado centralizado en la Oficina del Registrador General, que se encuentra en la capital, y hasta el presente ha sido voluntaria tanto para los nacionales como para los no nacionales. Se puede decir que en Papua Nueva Guinea la mayora de la poblacin est indocumentada. 141. En 1998 se calcul que menos del 1% de la totalidad de nacimientos que se producan en Papua Nueva Guinea se registraban oficialmente, y la mayora de ellos eran de no nacionales. ElRegistro Civil centralizado padece una grave escasez de recursos operativos bsicos. A veces el registro central ni siquiera puede poner certificados de nacimiento a disposicin del principal hospital nacional, que se encuentra all cerca, en la misma capital. La Oficina del Registrador General ha informado de que, de los 800 nacimientos que se producen mensualmente en el Hospital General de Port Moresby, oficialmente slo se registra uno. El registro requiere el simple acto de presentar un certificado de nacimiento al Registro Civil. En la mayor parte de Papua Nueva Guinea la poblacin no tiene acceso a servicios de registro y la tradicin colonial de registrar los nacimientos, muertes y matrimonios que se producan en las aldeas ha desaparecido hace tiempo. Tambin es posible que limite el nmero de registros el escaso nivel de educacin de muchos de los padres en comparacin con el nivel de alfabetizacin necesario para rellenar un impreso oficial. 142. En muchas zonas rurales, ante la ausencia de una fuerte presencia oficial, muchas personas utilizan el registro de bautismo como registro de facto de la existencia de su hijo. En 1992, en virtud de una importante poltica que tena por objeto coordinar y racionalizar los servicios en las aldeas, se formularon planes para volver a establecer el sistema de registro en las aldeas. Seimprimieron impresionantes "libros de registro de aldea" y se distribuyeron ampliamente por todo el pas. Estos simples registros locales podran haber posibilitado la instauracin de un registro universal de los nacimientos a nivel local, pero el programa se abandon por razones polticas y presupuestarias incluso mucho antes de que se pudiera capacitar a los funcionarios de registro de las aldeas. La actual reforma poltica, al revitalizar las administraciones locales y descentralizar los servicios gubernamentales, podra incluir la reimplantacin de un registro de nacimientos amplio y descentralizado. A menudo son los trabajadores rurales de la salud los primeros en ver a un recin nacido y si tuvieran a su disposicin certificados de nacimiento junto a las tarjetas de registro sanitario, podran ser ellos mismos los que registrasen fielmente la fecha de nacimiento. Los programas de asistencia al nacimiento en las aldeas, que ahora se promueven mucho, tambin podran facilitar el registro de los nacimientos. 143. En la parte IV de la Constitucin (arts. 65 y 66) se establecern los requisitos especficos que deben cumplirse para tener la ciudadana de Papua Nueva Guinea. Estos requisitos se basan en las posibilidades que tenan los padres del candidato de obtener la ciudadana en el momento de la independencia del pas, que estn basadas en criterios tales como un nmero especfico de aos de residencia, el origen y la nacionalidad de los abuelos. La ciudadana de Papua Nueva Guinea est protegida polticamente y se basa en primer lugar en la raza y en la ascendencia. Alos hijos de ascendencia mixta se les autoriza a mantener la nacionalidad de ambos padres hasta que cumplen los 18 aos, momento en el que ya pueden adoptar una decisin informada e independiente con respecto a la nacionalidad que prefieren. Sin embargo, la Constitucin no contiene disposiciones que prevean algunas circunstancias excepcionales, por las que el Ministro podra otorgar la nacionalidad a los nios nacidos en Papua Nueva Guinea y que no son ni han sido nunca ciudadanos de ningn otro pas, as como a los que no tienen ni han tenido nunca el derecho a obtener la nacionalidad de un pas extranjero. Esto podra aplicarse a los refugiados y a los no refugiados. A diferencia de muchos otros pases, Papua Nueva Guinea no formul ninguna reserva con respecto a las disposiciones relativas al derecho del nio a adquirir una nacionalidad tal y como est consagrado en la Convencin, y por tanto est obligada a armonizar sus disposiciones constitucionales con la Convencin. 144. En Papua Nueva Guinea la imposicin de un nombre es compleja y vara en gran medida segn las distintas culturas del pas. Tradicionalmente, en muchas culturas de Papua Nueva Guinea al nio no se le impone un nombre en el momento de nacer. Antes pueden pasar das de rituales y celebraciones obligatorios, y generalmente es fundamental consultar a los parientes cercanos. El derecho a imponer el nombre al nio puede corresponder a uno u otro pariente, y en general se tienen en cuenta los deseos de los abuelos y los de la comunidad. Es frecuente que las disputas entre padres y abuelos sobre un nombre degeneren en graves conflictos. A los nios nacidos en una aldea se les impondr indefectiblemente un nombre tradicional. El nombre que se recibe tiene significado en el idioma y cultura locales, representa el nexo de unin del nio con la familia y con el clan y est directamente relacionado con sus derechos de acceso y como usuario en el contexto de la aldea. Cada vez es ms frecuente imponer a los nios nacidos en entornos urbanos nicamente nombres occidentales. Tambin es muy probable que a los nios de zonas rurales se les imponga un nombre occidental que ser aceptado si han sido bautizados en una iglesia cristiana. 145. Las misiones cristianas han contribuido activamente a la prdida de los nombres locales y de las costumbres en materia de imposicin de nombres al permitir que los nombres locales se considerasen sinnimos de algo pagano. En el pasado, los benefactores de las Iglesias en Europa pagaban para que se bautizase a nios de Papua Nueva Guinea con sus nombres. Las escuelas y otras instituciones gubernamentales oficiales o no tradicionales han fomentado la prctica de imponer nombres cristianos. A veces la imposicin de un nombre a un nio plantea problemas cuando el significado puede resultar obsceno o insultante para grupos que tienen otro idioma, lo cual viola la dignidad de la persona. Incluso hoy en da, a muchos nios de Papua Nueva Guinea les avergenzan sus nombres tradicionales. Por otra parte es probable que, si se tiene un nombre extranjero con menos significado, ste se cambie una y otra vez durante la vida del nio, lo cual plantea complicaciones adicionales de identidad y otros problemas burocrticos e institucionales. Este problema podra resolverse con una campaa de legitimacin de los nombres de las aldeas que consistira en universalizar el registro de los nacimientos y aceptar el nombre local que se impone en el nacimiento como nombre oficial del nio. B. El derecho a preservar la identidad sin injerencias ilcitas (artculo 8) 146. La Constitucin (art. 74) autoriza al Ministro a retirar la nacionalidad a un nio si el padre o la madre la ha perdido, siempre que ello redunde en beneficio del nio. Esto nicamente se aplicara a los padres que han obtenido la ciudadana por naturalizacin y est sujeto a apelacin. Sin embargo, en principio esta retirada puede efectuarse sin referencia al "inters superior del nio" y al "derecho del nio a ser escuchado". Esta disposicin plantea el riesgo de que el nio sea penalizado por los actos de uno de sus padres o de ambos. 147. Los nios que corren un mayor riesgo de perder el nombre, la nacionalidad y la identidad son los nios que han sido adoptados fuera de su familia y su clan, incluidos los nios de refugiados nativos de Irian Jaya y los nios cuyas vidas fueron perturbadas y sus familias desplazadas durante la guerra civil de una dcada de duracin de la isla de Bougainville. 148. Durante el perodo en que se retuvo a los refugiados nativos de Irian Jaya en remotos campamentos rurales, a algunos nios refugiados de esta raza se los dispers por las comunidades de Papua Nueva Guinea. No se siguieron procedimientos legales y no se guard un registro. Estos problemas se ven agravados por las creencias a menudo contradictorias sobre cules son los derechos y responsabilidades de los nios y de los padres y sobre qu norma debe imponerse, la escrita o la consuetudinaria. Durante los primeros aos de funcionamiento de los campamentos de refugiados oficiales, se restringi severamente el acceso a la educacin de los nios refugiados. Por ello muchos refugiados dejaron a sus hijos al cuidado de familias de PapuaNueva Guinea. No se mantuvieron registros oficiales. Sin embargo, se ha planteado un problema de mucha mayor magnitud debido a que los soldados de la Papua Nueva Guinea continental desplazaron a nios de las islas durante la guerra de Bougainville. Estos casos no estn documentados, los nombres de los nios afectados no estn registrados y nadie sabe si se obtuvo el consentimiento de los padres o si se tuvo en cuenta de algn modo el inters superior del nio. Los nios de Bougainville son de origen tnico claramente distinto y, con una guerra secesionista de 10 aos ahora en perodo de tregua, el futuro poltico de Bougainville an no est claro. En estos casos la adopcin podra afectar al derecho del nio a tener un nombre, una nacionalidad y relaciones familiares y a preservar su identidad. Cuando examinan los casos de adopciones internacionales de nios de Papua Nueva Guinea, los funcionarios responsables generalmente dan prioridad a estas cuestiones de la identidad, especialmente de la identidad tnica, cultural y social. Por consiguiente se otorgan pocas adopciones a familias que residen permanentemente fuera de Papua Nueva Guinea. 149. Con la reforma que se est llevando a cabo actualmente en el sistema nacional de educacin se ha reconocido que la educacin oficial exclusivamente en ingls iba en detrimento de la identidad cultural y la autoestima del nio, as como de sus oportunidades para realizar su potencial desde el punto de vista acadmico. En esta reforma, que se est llevando a cabo por todo el pas, se dispone que los tres primeros aos de la educacin se impartirn en la primera lengua del nio, que en general es la verncula local, mediante el establecimiento de un programa educativo elemental universal en las lenguas maternas locales. C. El derecho a la libertad de expresin (artculo 13) 150. La Constitucin (art. 46) garantiza el derecho a la libertad de expresin a todas las personas, que se matiza por lo dispuesto en el artculo 38. El establecimiento de una ley que pudiera restringir este derecho a los nios que no son ciudadanos es el nico modo en que la Constitucin podra no cumplir con lo dispuesto en la Convencin. 151. El artculo 46 tambin promueve el acceso a los medios de comunicacin de masas y su utilizacin, especficamente para favorecer y fomentar la libertad de expresin. Con excepcin de las prohibiciones impuestas por el Censor Nacional, cuya labor consiste en impedir la venta, alquiler y divulgacin de material obsceno en cualquier medio, en principio los nios de PapuaNueva Guinea tienen el derecho, aunque no siempre la posibilidad, de buscar, recibir e impartir informacin. No existe un nico modelo cultural que regule el modo en que los padres, las familias y las comunidades instan a los nios a expresarse. La cultura, las circunstancias sociales y econmicas, la influencia del cristianismo y de las normas y valores occidentales y la educacin de los padres pueden afectar a este derecho. Las distintas denominaciones cristianas pueden tener distintas influencias, pues algunas de ellas defienden unos dogmas e imponen unos tabes muy estrictos sobre algunos temas. En muchas culturas se desalienta activamente, o incluso se prohbe, que los nios se expresen abiertamente en publico, al menos sobre algunos temas concretos personales y delicados. En general, puede decirse que la participacin de los nios en Papua Nueva Guinea se ha producido sobre todo en actividades en que se los utiliza para que se les vea pero no se les oiga. 152. En concreto existe una marcada disparidad entre los gneros en lo que respecta a la libertad de expresin, con excepciones en nicamente algunas comunidades matriarcales, por lo que es frecuente que se inculque a las nias la creencia de que no tienen derecho a hablar. En algunas culturas se insiste en esta idea en el momento de la pubertad. La educacin debera servir para luchar contra los factores culturales que inhiben la conciencia que tienen las nias de su derecho a hablar, pero muchos estudios confirman que sus compaeros de clase varones y sus profesores varones tambin hacen lo posible para que las chicas no se expresen libremente. Sin embargo, es difcil discernir cul es el efecto relativo de los factores de gnero, culturales, religiosos y educativos. 153. En Papua Nueva Guinea no existe una marcada tradicin de charla entre padres e hijos por la que se consulte y anime a hablar a estos ltimos de forma habitual. El debate entre hijos y padres no constituye el medio primordial de resolucin de diferencias y conflictos dentro de la familia. Los consejos por parte de unos padres que permiten a su hijo expresar su opinin y creencias, as como que stas sean escuchadas y consideradas, no constituyen un mtodo usual de orientacin a los nios. En las cuestiones disciplinarias, es frecuente que los padres y profesores prohban al nio expresar sus opiniones o sentimientos. 154. Los nios tienen muy pocas oportunidades de expresarse a travs de los medios de comunicacin de masas, sobre todo debido a su falta de acceso a ellos. Generalmente los principales medios de comunicacin de masas no hacen suficientes esfuerzos para que los nios participen en ellos. Uno de los diarios de tirada nacional cuenta con una "seccin infantil" semanal, y las emisoras nacionales de radio y televisin han participado en el Da Internacional de la Radiodifusin para los Nios. A las emisoras provinciales de radio les queda mucho que hacer para que los nios participen y para llegar a muchos de ellos e inspirarlos. Existe una industria musical local muy activa que alienta a los posibles compositores y cantantes de todo elpas. 155. En Papua Nueva Guinea la mayora de la poblacin no tiene acceso a la electricidad. Latelevisin, y a veces incluso la radio, estn consideradas como un lujo. La Internet es algo muy lejano y fuera del alcance de la mayora. El medio de expresin ms importante para los nios es el amplio y activo movimiento de teatro popular. El teatro popular presta su voz a los nios en los lugares pblicos y adems lo hace sobre temas delicados y controvertidos con respecto a los cuales podran ser silenciados de otro modo desde los puntos de vista cultural, poltico o social. En las clases, talleres, reuniones y acontecimientos pblicos de escuelas, Iglesias, grupos de jvenes, organizaciones comunitarias y ONG se representan piezas dramticas y cmicas as como de teatro improvisado. En este medio se otorga a los nios una libertad relativa para expresar sus opiniones sobre una amplia gama de cuestiones polticas, sociales, culturales y econmicas. Gracias a las representaciones de teatro popular los jvenes han participado en muchas celebraciones, campaas y protestas a nivel local y nacional sobre cuestiones clave desde el punto de vista medioambiental, sanitario, de salud reproductiva, educativo, de los derechos humanos y de gobierno. A travs del teatro y las canciones para la educacin popular, muchos nios de Papua Nueva Guinea encuentran una voz y se expresan colectivamente en nombre de sus iguales con lo que influyen en la opinin, las actitudes y el comportamiento del pblico as como en las polticas local y nacional. Laparticipacin de los varones en el teatro popular es mayor que la de las nias, pero poco a poco estas ltimas tambin estn obteniendo una participacin activa en este medio de expresin. El teatro popular les ofrece la oportunidad de romper muchas barreras de gnero tradicionales y contemporneas. D. El derecho de acceso a una informacin apropiada (artculo 17) 156. La Ley de censura (art. 38) limita el flujo de la informacin que se considera inadecuada para los nios. Las pelculas, canciones y material de vdeo que se consideran obscenos se prohben o se venden con restricciones basadas en la edad. Est tipificado como delito producir material obsceno o pornogrfico. Sin embargo, en el pas se introduce mucho material pornogrfico extranjero de contrabando. Asimismo, muchos habitantes de las zonas urbanas y algunos de las zonas rurales tienen acceso a la televisin por satlite, que no puede ser regulada por las leyes o normas de censura de Papua Nueva Guinea con respecto a la correccin o la decencia. Las computadoras son caras y la mayora de las personas no tienen acceso a ellas; nicamente una pequea minora tiene acceso a Internet. 157. En la Ley de la Comisin Cultural Nacional de 1994 no se mencionan especficamente los programas destinados a crear y mantener la conciencia e identidad culturales de los nios y no existe ninguna otra legislacin, poltica o programa que promueva dichos objetivos. El Consejo Cultural Nacional tiene registrados 273 grupos culturales, pero muchos de ellos no tienen nada que ver con los nios y la mayora tienen su sede en la capital. Existe un calendario de celebraciones culturales a nivel nacional y provincial que se distribuye a las escuelas y en el que se alienta a todas las provincias a celebrar grandes fiestas culturales en las cuales se insta a los nios a una participacin activa y no slo como espectadores. En estos acontecimientos, los funcionarios de la Comisin Cultural Nacional tratan de criticar la ausencia o el escaso nivel de participacin de los nios en las actuaciones de grupos. En las zonas rurales de todo el pas, muchas comunidades mantienen orgullosamente su patrimonio cultural y transmiten todo lo que pueden a sus descendientes. La mayora de las escuelas se esfuerza por mantener vivas las danzas tradicionales y por promover el orgullo que inspira el variado y muchas veces espectacular traje tradicional "sing sing". Algunas Iglesias fundamentalistas se han dedicado sin que nadie les ponga obstculos a "prohibir" los adornos, danzas y cantos tradicionales, pero las Iglesias ms progresistas instan a los jvenes a seguir utilizndolos para que no desaparezcan. Unos nios que no hacen uso de los trajes tradicionales y que desconocen los cantos y danzas de su pueblo se sentirn apartados y alienados de sus aldeas, as como de la comunicacin y la cooperacin con ellas. 158. La nica emisora de televisin local es de propiedad privada y, adems de toda una gama de programas de cultura popular, emite un gran volumen de programas de televisin norteamericanos muy antiguos y culturalmente muy lejanos. Con la llegada de la televisin por cable, de las emisiones va satlite y de tanto material culturalmente distinto e incluso a veces lejano, existe una gran necesidad de educacin con respecto a los medios de comunicacin para los padres y los nios. Se trata de algo vital en Papua Nueva Guinea si se quiere ayudar a los padres a proporcionar a sus hijos una orientacin apropiada para la interpretacin de los programas extranjeros. Sin esta educacin, muchos padres pierden credibilidad y control, porque no pueden ayudar a sus hijos a interpretar o controlar mensajes, significados e influencias que les vienen de fuera. El material explcitamente violento y sexual es particularmente propenso a tener unos efectos negativos o confusos si se percibe y asimila literalmente y fuera de contexto. En la actualidad no hay barreras para la influencia distorsionada de la televisin y existe la creencia generalizada de que la televisin y el cine extranjeros crean muchos mensajes confusos para los jvenes varones de Papua Nueva Guinea sobre la sexualidad y el comportamiento, sexual, por lo que son factores que contribuyen al aumento del nmero de violaciones y agresiones sexuales. 159. Las emisoras de radio locales (provinciales) pertenecen al Gobierno y emiten en las lenguas vernculas locales y en la lingua franca. Generalmente en ellas se transmite una buena mezcla de noticias locales y nacionales, as como informacin sobre los sucesos de actualidad y sobre la cultura tradicional y contempornea. Miles de nios de Papua Nueva Guinea, muchas veces aquellos que viven en las comunidades rurales ms remotas, pueden participar en la radio provincial escribiendo cartas en las que envan felicitaciones, mensajes, historias, chistes y peticiones. En los ltimos aos esta importante y descentralizada rama de la radiodifusin pblica ha padecido mucho los recortes presupuestarios y las graves deficiencias tcnicas, operacionales y de mantenimiento. Las emisoras oficiales de radio nacionales y provinciales podran utilizarse de manera mucho ms eficaz para concienciar a la poblacin y hacer que participase en la divulgacin y el respeto de los derechos del nio. Los programas para que los nios hablen de sus derechos y expresen sus opiniones podran copiar el formato de los populares programas nacionales de radio Talk Back, en los que participan oyentes de todo elpas. 160. La Secretara Nacional de Alfabetizacin y Sensibilizacin colabora con los medios de comunicacin en la promocin de la alfabetizacin. Los medios de comunicacin impresos a menudo publican noticias y artculos sobre los Derechos del Nio, pero se podra hacer mucho ms. La distribucin de peridicos en las zonas rurales no siempre es fiable y rara vez alcanza ms all de la provincia, hasta el nivel de distrito. Los derechos del nio podran promoverse de manera muy eficaz mediante el peridico en tok pisin. Esto requiere una negociacin estratgica por parte del Comit de Trabajo sobre los Derechos del Nio, porque el precio de los espacios publicitarios y de los anuncios es prohibitivo. La Constitucin (art. 46), en su apartado correspondiente a la libertad de expresin, tambin trata de la libertad de la prensa y de otros medios de comunicacin de masas, as como del acceso a estos medios por parte de las personas y asociaciones interesadas en la divulgacin de ideas e informacin. Papua Nueva Guinea tiene una prensa muy activa y libre que permite a los nios que saben leer tener acceso a la informacin sobre el mundo, el pas y los asuntos locales y polticos adems de los deportes. Existe una buena cobertura de las noticias y artculos locales, muchos de los cuales interesan a los nios. Existe una publicacin semanal en la lengua franca, tok pisin, que proporciona muchas e interesantes vas de informacin y expresin para los nios. Este peridico tiene una seccin fija dedicada a la educacin, en la que se publican historias y noticias relativas a las escuelas. Tambin se publican perfiles de alumnos que destacan en los estudios, la buena ciudadana y los deportes. 161. En Papua Nueva Guinea muchos nios tienen ahora acceso a las videotecas comerciales, lamayora de ellas simplemente para el entretenimiento y muchas sin censura. Los vdeos disponibles para su prstamo son los mismos, aunque de una calidad un poco peor, al ser pirateados, que las pelculas que se proyectan en cualquier otra parte del mundo, que retratan mundos y formas de vida muy diferentes a los suyos propios. No se ha realizado ninguna investigacin importante para medir la repercusin de las pelculas y programas de televisin extranjeros, y sus efectos reales se desconocen y en gran medida no se cuestionan. 162. La prspera industria musical local proporciona un buen equilibrio entre la msica popular local y la msica que se recibe de fuera. La industria cinematogrfica local sigue siendo muy pequea y su funcionamiento resulta sumamente caro. El teatro local es tambin un vehculo de informacin muy importante y algunas veces es el nico que alcanza a las comunidades rurales muy remotas. Hace 20 aos el Gobierno promovi activamente el teatro local con fines de desarrollo y culturales. Este apoyo se mantuvo durante ms de una dcada pero se ha ido desvaneciendo gradualmente. Durante la primera dcada despus de la independencia se dedic al teatro local un importante apoyo poltico y presupuestario. Las subvenciones del Estado fomentaron y contribuyeron a la formacin de un movimiento teatral masivo con base en la comunidad y sostenido por las comunidades locales y el sector de las ONG. El Gobierno proporciona un apoyo, direccin y liderazgo mnimos. En los ltimos aos los Departamentos de Salud y Educacin han reconocido cada vez ms el valor y la eficacia del teatro como medio de informacin apropiada. En algunas provincias, los trabajadores de la salud en particular contratan a menudo a los grupos locales de teatro para impartir enseanza sobre la salud a la poblacin en las zonas urbanas y rurales. Los grupos locales de teatro pueden utilizar las lenguas vernculas locales y la lengua franca para trasmitir los mensajes. Pueden dirigir sus representaciones a un pblico concreto de nios y jvenes, tanto en las escuelas como en las comunidades. Estos grupos permiten que los nios acten directamente y los alientan a participar y a expresarse. Como vehculo e instrumento para la transmisin de una informacin apropiada, el teatro local podra beneficiar y contribuir mucho ms si el Gobierno mostrara ms inters y proporcionara ms apoyo. 163. En virtud de lo dispuesto en el artculo 3 de la Constitucin, est prevista la formulacin de polticas y procedimientos por los que los ciudadanos pueden tener acceso a la informacin oficial. Antes de la independencia la administracin colonial estableci un Departamento de Servicios de Informacin y Divulgacin que era muy apreciado por las comunidades de base. ElDepartamento haca uso de pelculas de 16 mm, radio, folletos y carteles y ms tarde de vdeos para divulgar informacin relativa a las polticas de administracin y los proyectos de desarrollo del Gobierno. El Departamento diriga las emisoras de radio locales y llevaba la informacin a todos los rincones del pas. Poco despus de la independencia este Departamento se redujo a una simple oficina, que posteriormente fue suprimida durante el primer ejercicio de reduccin de gastos en la funcin pblica nacional, en 1982. Actualmente no existe ningn servicio de informacin gubernamental eficaz. Tanto el Departamento de Salud como el de Educacin han elaborado programas internos para producir vdeos educativos e informativos. Durante el ltimo decenio son las numerosas ONG que se ocupan del desarrollo rural las que han hecho uso del vdeo de manera ms eficaz y extensa para trasmitir programas de informacin y educacin comunitaria a miles de comunidades rurales y remotas. Estos programas tienen un atractivo especial para los nios y pueden ser muy eficaces a la hora de llegar a los jvenes en cuestiones de desarrollo muy delicadas, as como en cuestiones de ley y orden o salud tambin muy delicadas. Existen algunos vdeos documentales educativos y de desarrollo en Papua Nueva Guinea o en Melanesia, pero no son suficientes. El Instituto de Estudios sobre Papua Nueva Guinea, que registra y promueve la msica tradicional y contempornea del pas y produce documentales y docudramas, lleva mucho tiempo falto de los fondos adecuados, y en el ltimo presupuesto nacional se le retiraron los fondos necesarios para su funcionamiento. 164. Los nios de las zonas remotas y de las comunidades pobres tienen desventaja en el acceso a los medios de comunicacin y en particular a los medios derivados de muchas fuentes distintas. Las bibliotecas y la alfabetizacin cada vez mayor podran ayudar a solucionar este problema y a abrir el mundo a los nios de las comunidades aisladas. La Oficina Nacional de Bibliotecas y Archivos administra la Ley de bibliotecas y archivos nacionales de 1993. Dondequiera que existe una biblioteca en Papua Nueva Guinea, sus principales clientes son los nios. Lasbibliotecas provinciales se fundaron antes de la independencia y en una poca estuvieron directamente asociadas con la Biblioteca Nacional. 165. En los ltimos aos las bibliotecas han sido gestionadas por las autoridades provinciales de educacin y financiadas por sus respectivas administraciones provinciales, con niveles de apoyo diversos y variables. El resultado es que algunas se cerraron hace varios aos y otras funcionan en edificios inadecuados o en ruinas y asignados de modo provisional. Muchas no estn situadas en el centro de las localidades, contienen libros viejos y anticuados y estn gestionadas por bibliotecarios despreocupados. Existe un pequeo plan de subvenciones a las bibliotecas pblicas por parte del Gobierno, gracias a la asistencia del Banco Mundial. Este ltimo ayuda tambin con fondos para subvencionar las bibliotecas de las escuelas. En la actualidad los institutos de enseanza secundaria estn adecuadamente provistos en este sentido. En la actualidad menos del 25% de las 3.100 escuelas comunitarias y primarias de Papua Nueva Guinea cuentan con bibliotecas, mientras que stas prcticamente no existen en el nuevo sistema de escuelas elementales. Esto significa que alrededor de 424.000 alumnos de un total de565.000matriculados no tienen facilidad de acceso a los libros y otras fuentes de informacin. En virtud de la reforma de la enseanza, el crecimiento de las escuelas elementales y de perfeccionamiento excede con mucho la capacidad del Gobierno para satisfacer las necesidades en materia de bibliotecas e informacin de los nios del pas. El objetivo de una biblioteca buena, bien instalada, bien provista y bien gestionada en cada escuela requerira un esfuerzo concertado de las autoridades a los niveles local, provincial y nacional. Los principales problemas son la falta de fondos y de reconocimiento del valor de las bibliotecas y de los libros para una educacin de calidad. Cuando la financiacin gubernamental para las bibliotecas descendi a unos niveles insuficientes en el decenio de 1980, el Banco Mundial intervino para apoyar las subvenciones a las bibliotecas escolares y se adquirieron colecciones de libros que se colocaron en las bibliotecas provinciales, especficamente para prestar apoyo a los estudiantes que proseguan sus estudios. En la actualidad el Banco Mundial estudia la posibilidad de financiar un proyecto de desarrollo de bibliotecas de tres aos de duracin por un valor de5millones de kina (aproximadamente 1,25 millones de dlares de los EE.UU.). El proyecto tiene por objetivo hacer que el 100% de las escuelas secundarias, primarias y comunitarias, as como las escuelas elementales, reciban subvenciones para bibliotecas, impartir cursillos de formacin de bibliotecarios y establecer un sistema de supervisin de bibliotecas, redactar programas de capacitacin de bibliotecarios para los niveles 1 a 10 y fortalecer los sistemas tcnicos y de apoyo generales. 166. Tanto las bibliotecas provinciales como las de las escuelas constituyen una importante fuente de materiales no acadmicos para los profesores y los estudiantes. La falta de bibliotecas reduce la motivacin de los nios para dejar de ser analfabetos, porque muchos piensan que de todas formas no hay nada que leer. Las bibliotecas no slo pueden ser una importante fuente de informacin apropiada sino tambin una ayuda para elevar el alcance y el nivel de la educacin. E. El derecho a la libertad de pensamiento, de concienciay de religin (artculo 14) 167. La Constitucin (art. 45) trata especficamente de la libertad de pensamiento, de conciencia y de religin. La referencia a la religin incluye una referencia a las creencias y costumbres tradicionales de Papua Nueva Guinea y tiene en cuenta la orientacin y el consentimiento paternos. El artculo 38 viene a apoyar tambin el artculo 14. F. El derecho a la libertad de asociacin y a la libertad decelebrar reuniones pacficas (artculo 15) 168. La Constitucin (art. 47) trata de la libertad de reunin y asociacin, matizada o restringida con arreglo a lo dispuesto en la Convencin, a excepcin de la disposicin que permite la promulgacin de leyes que podran limitar el ejercicio de este derecho a los nios que no sonciudadanos. En la actualidad no existen leyes de este tipo. El Cdigo Penal, en sus artculos63,64, 47 y 38, tipifica como delito la reunin ilegal que viola la paz y por tanto podra entrar en conflicto con la Convencin. La Ley de seguridad interna, que se promulg en 1993, otorga a las autoridades amplios poderes para prohibir la reunin de particulares y grupos. Tambin se puede prohibir que particulares y grupos se dirijan a un lugar al que el Gobierno noquiere que vayan. Asimismo, permite a la polica y a las autoridades mantener a los jvenes rechazados o rebeldes fuera de las calles. Esta ley contradice los derechos humanos bsicos garantizados en la Constitucin. 169. De manera similar, en el proyecto de ley de paz y orden pblico se trata de enmendar las leyes para invertir la carga de la prueba, lo cual otorgara a la polica amplios poderes para impedir la reunin de los jvenes. Adems, se prev promulgar una ley que exige la obtencin de tarjetas de identidad que tiene por objeto controlar el movimiento de los jvenes en los centros urbanos. Si se realizan estas reformas legislativas existe una elevada posibilidad de que muchos jvenes urbanos sean sometidos a castigos y prisin injustos, especialmente dado el hecho de que la fiscala pblica no cuenta con recursos humanos suficientes para nombrar defensores de oficio y los jueces reciben poco apoyo y tienen mucho trabajo. La libertad de circulacin y asociacin constituye una parte fundamental del derecho de las personas a participar en la vida social, poltica y econmica. Los problemas que plantea la juventud requieren la formulacin de ms polticas y programas destinados a lograr una mejor distribucin de la riqueza de la nacin ms que el control represivo de sus libertades bsicas. G. El derecho a la proteccin de la vida privada (artculo 16) 170. En la Constitucin (arts. 44 y 38) se consagra el derecho a no ser sometido a registros arbitrarios ni a la entrada arbitraria en el domicilio, y en el artculo 49 se ocupa de la injerencia ilegal en la vida privada o en la correspondencia. El Cdigo Penal (Act Div 8, arts. 169 a 174 y179) protege tambin a todas las personas, incluidos los nios, de una injerencia ilegal en la correspondencia. La Constitucin no trata suficientemente la honra y la reputacin del nio. Enla Ley de difamacin (art. 18) se tipifica como delito la publicacin de un testamento y como delito por el que se puede presentar querella, la publicacin de material difamatorio, de conformidad con lo dispuesto en el artculo 16 de la Convencin. Las condiciones de vida de la mayora de los nios de Papua Nueva Guinea les permiten tener poca vida privada, lo que facilita el descubrimiento de cualquier material daino que pueda estar escondido. Por otra parte, en los centros urbanos superpoblados, el cabeza de familia puede aceptar dar alojamiento a visitantes procedentes de su aldea. Esta hospitalidad tradicional, que sigue vigente, no slo propicia la invasin de la vida privada del nio sino que tambin puede hacerlo vulnerable al riesgo de abusos sexuales. H. El derecho a no ser sometido a tratos o penas crueles, inhumanoso degradantes (apartado a) del artculo 37) 171. La Constitucin (art. 36.1) recoge la primera parte del apartado a) del artculo 37 de la Convencin. En los prrafos 17 y 19 del artculo 37 de la Constitucin se refleja el apartado c) del artculo 37 de la Convencin. El artculo 42 trata de las circunstancias que autorizan la privacin de libertad y est armonizado con los apartados b) y d) del artculo 37 de la Convencin. En el Cdigo Penal se establecen los tipos de penas que pueden imponerse, pero la Ley de delitos menores limita los tipos de penas que puede imponerse a nios. Cada vez son ms comunes las denuncias de malos tratos a jvenes varones, cometidos sobre todo por parte de la polica, el personal militar y el personal de los servicios penitenciarios. La mayora de la poblacin siente que no disfruta de la proteccin de las leyes ni de recursos jurdicos y se siente impotente para protestar. Es frecuente que jvenes mueran a manos de muchedumbres brutales, guardas de seguridad privados, policas o funcionarios de prisiones. Esta violencia del Estado contra los jvenes se produce en el contexto ms amplio de una violencia cada vez mayor y viene a sumarse al ciclo de violencia que implica de manera indirecta y afecta de manera negativa a muchos nios de la comunidad. 172. Las mujeres jvenes de todo el pas corren un elevado riesgo de violacin, violacin colectiva y otras formas de agresin sexual violenta. El temor que este riesgo comporta las acompaa en muchos aspectos de la vida cotidiana tanto en los entornos urbanos como en los rurales. Limita gravemente su derecho a circular libremente y su derecho de reunin, as como su derecho a participar en pie de igualdad junto a los varones jvenes en todas las formas de vida social, poltica y econmica. 173. Son frecuentes las palizas y los castigos excesivos a nios por parte de sus padres o tutores o de los adultos encargados oficial o extraoficialmente de su cuidado y proteccin. Las actuales leyes de proteccin de la infancia contra el trato cruel e inhumano son inadecuadas y a menudo no se aplican. El escaso conocimiento comunitario de la ley limita la participacin en la aplicacin de la misma, lo que se viene a sumarse a la falta de concienciacin comunitaria acerca de las formas alternativas de orientar y corregir a los nios. Muchos padres consideran que un castigo corporal estricto es fundamental e incluso aceptable para orientar y disciplinar al nio. Los nios que son sometidos por sus padres a una disciplina estricta y severa pueden sufrir sin que haya ninguna sancin que los proteja de dicho trato. V. ENTORNO FAMILIAR Y OTROS TIPOS DE TUTELA A. Orientacin de los padres (artculo 5) 174. El artculo 5 de la Convencin guarda una estrecha relacin con los artculos del Prembulo de la Constitucin de Papua Nueva Guinea que reconocen el papel central de la familia como grupo fundamental de la sociedad y principal agente responsable de la educacin de los nios y la proteccin de sus derechos. Asimismo, el artculo 5 queda reflejado en el prrafo 5 del artculo 1 de los Objetivos Nacionales y Principios Rectores que instan a que la familia sea reconocida como base fundamental de la sociedad. En virtud del artculo 25 de la Constitucin, los Objetivos Nacionales no son justiciables, pero todas las instituciones del Gobierno tienen el deber de hacerlos efectivos. En el apartado sobre obligaciones sociales del Prembulo de la Constitucin se establecen claramente las responsabilidades de los padres, casados o no, de asistir, educar y capacitar a sus hijos para que entiendan los Objetivos Nacionales as como sus derechos y deberes fundamentales. 175. La Ley de la infancia (art. 3, cap. 278) abarca los derechos de custodia de ambos padres; laLey de procedimientos judiciales matrimoniales (cap. 282) confiere poder al Gobierno para dictar rdenes relativas a la custodia y al acceso, pero no reconoce los derechos de tutela o custodia; y la Ley de asistencia al menor (cap. 276) no reconoce los derechos, deberes y responsabilidades de los padres ni de los miembros de la familia ampliada o la comunidad tal y como determina la tradicin. 176. Ni la Constitucin ni el derecho interno de Papua Nueva Guinea reflejan adecuadamente la flexibilidad con que la Convencin define la familia, por lo cual no se reconocen las responsabilidades de la familia ampliada o de la comunidad. Adems, la Constitucin, las leyes internas y la Convencin aluden constantemente a "los padres" o "el representante legal" cuando, en realidad, en Papua Nueva Guinea existen miles de nios que, debido a una gran variedad de circunstancias (por motivos indeterminados y coyunturales o por accidente o por obligacin) viven durante aos en familias donde nadie es su verdadero progenitor ni desea asumir todas las responsabilidades de un "representante legal". Puede que en muchos hogares no haya un solo adulto que haya contrado una obligacin legal o haya asumido conscientemente el compromiso de atender las necesidades afectivas y fsicas de un nio adoptado de manera oficiosa; a menudo, existen confusiones respecto al deber de orientar al nio y puede que se pasen totalmente por alto sus necesidades. 177. En el decenio de 1990, las familias nucleares siguen sin ser necesariamente lo habitual, lo que no implica que la mayora de los nios crezcan en el contexto tradicional de una familia ampliada, ya que la gran red de proteccin social, en la que se supone que se educa a los nios de Papua Nueva Guinea, ya no es estable ni est garantizada. Las prcticas tradicionales como dar nombre a un nio, la atribucin de relaciones, ciertas ceremonias, pagos e intercambios pueden otorgar y exonerar de responsabilidades y derechos a algunos parientes, en vez de a los padres biolgicos, para que orienten o impongan disciplina a un nio desde el momento de su nacimiento. No obstante, actualmente no siempre tienen lugar las ceremonias y la atribucin de papeles y derechos; algunos individuos, como los tos maternos, ya no reciben o asumen automticamente determinados papeles y responsabilidades tradicionales en la proteccin y educacin de los nios. A menudo estos lazos son meramente simblicos debido a que las personas responsables no estn presentes fsicamente para hacerse cargo de ellos en la prctica. 178. El derecho interno vigente en Papua Nueva Guinea no contempla de forma adecuada la proteccin de los nios que crecen en uno o muchos de los distintos tipos de familias que componen la sociedad actual, familias en vas de transicin, evolucin y adaptacin en las que el concepto de pertenencia y las fronteras son borrosos y cambiantes. En el censo nacional y los registros sobre sanidad, educacin y justicia de menores no siempre se distingue si los nios residen con sus padres biolgicos, los representantes legales o un pariente cercano o lejano; y tampoco se indica si el nio est bajo el cuidado de un adulto determinado en virtud de un acuerdo de adopcin familiar oficioso u oficial, o porque se ha establecido un grupo ms flexible o accidental de personas dependientes en torno a un cabeza de familia elegido segn la tradicin wantok. 179. La situacin se ve complicada por la existencia de acuerdos de adopcin poco precisos, por la gran movilidad de nios entre distintas unidades dentro de la familia ampliada, por acuerdos basados en la tradicin que otorgan derechos disciplinarios y de proteccin a determinados miembros de la familia, as como por los acuerdos sobre el "precio de la novia" y el "precio del nio" y los pagos correspondientes. Esto es especialmente importante a la hora de planificar cmo hacer frente al estrs y las tensiones asociados a la rpida transformacin poltica, econmica, cultural y social de la sociedad de Papua Nueva Guinea. El cambio social se produce de forma tan vertiginosa que los padres o tutores desconocen o no entienden los parmetros y dificultades. El Gobierno debe prestar atencin a los sentimientos de confusin e impotencia expresados por muchos padres que ahora tienen grandes dificultades para intentar orientar a sus hijos, desarrollar sus capacidades evolutivas, y capacitarles para que conozcan y disfruten del ejercicio de sus derechos en entornos sociales urbanos y rurales sometidos a grandes presiones. 180. No es muy habitual que los padres o tutores dediquen tiempo a hablar con sus hijos a medida que surgen los problemas o inician nuevas etapas de su vida. En la sociedad tradicional los modelos de conducta y las opciones para el futuro eran mucho ms claros aunque ms limitados. En el contexto de la familia ampliada los nios podan dirigirse a distintas personas o parientes, o viceversa, para entablar un dilogo o pedir informacin sobre, por ejemplo, educacin sexual o para comprender las futuras responsabilidades del matrimonio y la paternidad. Amenudo, determinados aspectos de las normas y la orientacin tradicionales dirigidos a los jvenes estaban formalizados e institucionalizados en rituales, relaciones e iniciaciones tradicionales y otros ritos de paso. Sin embargo, la autoridad tradicional concedida a la comunidad o a la familia se est debilitando rpidamente: en los tiempos modernos, muchas de estas tradiciones pueden resultar inadecuadas para orientar a los nios con respecto a sus derechos y deberes en un mundo que cambia rpidamente. Los adultos que no han recibido educacin escolar y que no han estado expuestos al mundo urbano no estn capacitados para educar a los nios en temas relativos a la salud reproductiva, la pornografa o el peligro de las drogas. 181. En algunas zonas rurales, padres y lderes de la comunidad desesperados han recurrido a revitalizar los estrictos ritos tradicionales de iniciacin, incluidos largos perodos de separacin de los hombres, la escarificacin y los contactos con el mundo de los espritus en un intento por restaurar cierto control social y el respeto por la autoridad tradicional. ste es un esfuerzo por implantar la disciplina y la obediencia infundiendo el temor al castigo por parte de los mayores y los espritus cuando se produzca una trasgresin; se trata de una opcin fcil que los lderes y padres eligen en vez de tratar el problema real de los cambios intergeneracionales en el sistema de normas y valores y la interrupcin generalizada de la comunicacin. El Gobierno y las familias se encuentran ante un reto: enfrentarse a la tarea urgente de discernir cul es la mejor manera de guiar a sus jvenes ante las nuevas opciones y riesgos. Muchas familias en comunidades y zonas urbanas acuden a las iglesias para que les ayude a mantener la disciplina y el respeto en el hogar as como la participacin constructiva de los hijos en el establecimiento y mantenimiento del control y el orden social de la comunidad. No obstante, las iglesias no siempre estn preparadas para ayudar a las familias a conciliar sus derechos respectivos y las nuevas ideas, actitudes y comportamiento de los hijos con la evolucin cultural y social de las costumbres melanesias. 182. Con frecuencia se acusa a los padres de Papua Nueva Guinea de ser demasiado estrictos y estar demasiado dispuestos a recurrir a duros castigos corporales, especialmente contra las chicas. Por otro lado, la polica, los profesores y los lderes de la comunidad acusan a muchos padres de ser demasiado indulgentes y liberales, al dar a sus hijos poca o ninguna orientacin y permitirles bsicamente hacer lo que quieren. Otro elemento que contribuye a complicar el asunto es el problema de la violencia fsica utilizada cada vez ms frecuentemente tanto por los padres como por los hijos para solucionar conflictos y diferencias de opinin; la comunidad es cada vez ms consciente de la existencia de la violencia en la familia pero, debido a la vergenza, el temor y la intimidacin, existe poca disposicin a reconocer este hecho, hablar de l, o solicitar ayuda. 183. En Papua Nueva Guinea se da mucha publicidad y se debate el tema urgente de orientar y apoyar a los jvenes varones; para las familias y trabajadores sociales existen muchas preguntas por responder: Cmo pueden ocuparse los padres de chicos que estn bajo su cuidado, pero que posiblemente estn viviendo ya lejos de su pueblo, hogar y comunidad, y apartados de la orientacin y los cuidados de sus padres biolgicos? Qu pueden hacer los padres "adoptivos" si el nio decide vivir virtualmente como un nio de la calle y vuelve al "hogar" familiar ocasionalmente en busca de alimento y cobijo evitando as la comunicacin? Cmo pueden restablecer la comunicacin los padres y crear un entorno que favorezca el dilogo y la consulta sobre cuestiones relativas a las drogas, la delincuencia, la sexualidad y las prcticas sexuales de alto riesgo? Cmo pueden orientar los padres a sus hijos para que afronten los riesgos de la exposicin a la pornografa y del VIH/SIDA? En Papua Nueva Guinea, muchos padres admiten que, debido a su falta de conocimientos, experiencia, apoyo y orientacin, se sienten incapaces de desempear su papel tal y como dispone la Convencin o la Constitucin. En las zonas urbanas, cuando los nios no pueden recurrir a un pariente cercano o a un hogar que les acoja en caso de que surjan desavenencias y problemas en su casa, eligen rpidamente la escapatoria que supone la vida en la calle. 184. El Gobierno ofrece pocos servicios de apoyo o capacitacin a los padres, los servicios estatales de asistencia social son totalmente inadecuados para afrontar este problema creciente, y los asesores y asistentes sociales muy pocas veces estn dispuestos a trabajar con familias lejos de los principales centros de distrito, fuera de su horario de trabajo habitual en el sector de los servicios pblicos y del entorno cmodo y seguro de su puesto oficial. El asesoramiento en este contexto puede ser difcil para todas las partes implicadas. Es mucho ms probable que los agentes de libertad vigilada y los animadores juveniles se desplacen al terreno de los jvenes y sus familias y se adapten a sus reglas de juego, pero carecen de la formacin profesional y de las aptitudes y estrategias de asesoramiento y orientacin necesarias para hacer frente a la magnitud y complejidad del problema existente. 185. Algunos grupos y asociaciones eclesisticos proporcionan servicios y sistemas de apoyo entre compaeros y entre generaciones, pero llevan a cabo sus actividades siguiendo en gran medida el modelo occidental de asesoramiento juvenil y, a menudo, tienen un enfoque limitado y de carcter fundamentalista, ya que exageran o simplifican excesivamente el deber de agradar a Dios y llevar una vida digna. No existen organismos laicos de derechos humanos o de desarrollo que sean capaces de trabajar con las familias y hacerlas comprender mejor los conceptos bsicos de respeto, deberes y derechos mutuos tal y como estn establecidos en la Constitucin, y como ratifica la Convencin, como base para lograr la paz y la armona en la familia y en la comunidad en su conjunto. 186. Existe una necesidad apremiante de investigacin, documentacin y fomento de la cultura y de estrategias adaptadas segn la edad para ayudar a los padres a comunicarse con sus hijos con ms confianza y eficacia. Esta labor es vital para impedir el desmoronamiento de la comunidad y la familia, as como para atajar el aumento de frustracin que se manifiesta en forma de violencia estatal, institucional, callejera y domstica. Adems, es necesario revisar con urgencia las leyes de adopcin de forma que se ajusten mejor a la realidad de las familias en Papua Nueva Guinea en la actualidad y que proporcionen normas y directrices claras y aplicables sobre la responsabilidad que tienen los padres, u otras personas encargadas del nio, autorizadas socialmente, a la hora de dar a los nios la orientacin y el apoyo a los que tienen derecho. B. Responsabilidades de los padres (prrafos 1 y 2 del artculo 18) 187. El Prembulo de la Constitucin de Papua Nueva Guinea y las Obligaciones Sociales Bsicas reconocen el deber de ambos padres de apoyar, asistir y educar a sus hijos, nacidos tanto dentro como fuera del matrimonio. Las Obligaciones Sociales Bsicas no son justiciables, pero animan a todos los organismos administrativos, judiciales y legislativos a su cumplimiento. En otros textos del derecho interno no se refleja lo suficiente el artculo 18 de la Convencin, y la legislacin vigente sobre custodia y acceso no aborda de forma satisfactoria el desarrollo a largo plazo del nio en funcin de sus "capacidades evolutivas". La Ley de la infancia (cap. 278) establece los derechos de los padres a la custodia, pero no les otorga la responsabilidad primaria sobre el desarrollo, el bienestar y los cuidados a largo plazo del nio. LaLey de procedimientos judiciales matrimoniales (art. 74, cap. 282) contempla que se dicten rdenes de tutela de un nio que podran entraar obligaciones sobre el futuro, de bienestar y los cuidados del nio a largo plazo. 188. El tema de las responsabilidades de los padres de satisfacer las necesidades del nio queda diluido en Papua Nueva Guinea, donde las situaciones de tutela y las relaciones familiares son fluidas, flexibles y a menudo inestables durante largos perodos de tiempo. Existen otros elementos que dificultan la aplicacin del artculo 18 de la Convencin, como, por ejemplo, la ausencia de registros de nacimientos, la falta de formalizacin, documentacin y supervisin de las adopciones, y los frecuentes cambios de nombre y residencia que se producen en padres e hijos. Adems, en la cultura de Papua Nueva Guinea se tiene la firme conviccin de que el adulto que invierte esfuerzos y dinero en ocuparse de un nio puede ejercer cierto control y reclamar derechos, ms all de los derechos de los padres biolgicos, en lo que respecta al futuro ejercicio por parte del nio de sus derechos relativos a la residencia, el matrimonio, los ingresos o el trabajo. El inters superior del nio no siempre constituye un elemento de preocupacin y menos an el ms importante. Para muchos padres y tutores, hacer frente a las necesidades de alimentacin, vestido y vivienda del menor, y sufragar los gastos de su educacin supone una inversin no slo en el futuro del propio nio, sino tambin en la seguridad social a largo plazo de los mismos padres; por tanto, no lo consideran nicamente una obligacin o responsabilidad dictada por la ley. Se presta poca atencin al derecho del nio a recibir atencin sin que deba por ello tener un sentimiento opresivo de deuda y gratitud. Los padres, representantes legales u otras personas responsables pueden rechazar al menor que es incapaz de encontrar un empleo remunerado con el que se amortice la inversin realizada por los padres o personas responsables. 189. En Papua Nueva Guinea existen pocas sanciones que se apliquen a padres o representantes legales que no se ocupan adecuadamente de sus hijos, y es poco habitual que el Estado intervenga y enjuicie a un padre o aleje al nio de su familia. La Convencin alude las responsabilidades de los padres y los "representantes legales". En Papua Nueva Guinea, existe un nmero muy elevado de acuerdos familiares y de atencin a los nios que no son ni legales ni estables; este hecho, unido a la falta de registros de nacimientos o adopciones, y la carencia de recursos profesionales para la atencin infantil plantea al Estado grandes dificultades para hacer cumplir las leyes que exigen a los padres y representantes legales que cumplan con sus responsabilidades. 190. A pesar de las distintas disposiciones legales existentes, el apoyo del Estado a los padres a travs de asistencia directa o instituciones de apoyo es inexistente en Papua Nueva Guinea que carece de un sistema estatal de seguridad social. Muchos creen que Papua Nueva Guinea tiene los recursos econmicos suficientes como para conceder pequeas pensiones a las familias con nios con discapacidades, a las madres solteras y a otras personas en circunstancias difciles; no obstante, las entidades gubernamentales encargadas de aplicar las disposiciones jurdicas preventivas ms elementales relativas al apoyo y atencin al nio utilizan con frecuencia la excusa de recurrir a la red tradicional de seguridad social, que se encuentra en deterioro, en vez de hacer que se cumplan las responsabilidades de intervencin y prevencin ms elementales consagradas en la Ley de asistencia del menor de Papua Nueva Guinea y en el artculo 18 de la Convencin. 191. Ciertamente existen muchas ocasiones en las que la tradicin o el sistema wantok de adopcin informal o acogida de nios funciona perfectamente como red de seguridad que permite sacar a los menores de situaciones donde corren gran peligro de sufrir abusos y privaciones. Este suele ser el caso de los pueblos, distritos rurales y provincias; mientras que en los centros urbanos de mayor tamao, donde las comunidades presentan una mayor diversidad tnica y las familias tienen un carcter ms annimo y estn sometidas a mayor presin, es menos probable que estos sistemas informales y redes de seguridad funcionen bien. Se considera que el sistema wantok constituye la red de seguridad de Papua Nueva Guinea. Se sigue esperando de las familias que se ocupen de otros nios adems de sus propios hijos, pero, una vez que se asume la responsabilidad, sta puede suponer una fuente de tensin y agobio para las personas responsables. Cada vez resulta ms difcil prestar atencin y orientacin a los nios a cargo que no son los propios, en especial en contextos urbanos donde las condiciones son difciles y escasea el dinero para los gastos de alimentacin, educacin y hospitalizacin. Esfrecuente el rechazo de nios delincuentes o desobedientes; algunos de ellos se dedican a la mendicidad, independientemente de que abandonen su hogar o no, y muchos otros recurren a la vida en la calle y, con frecuencia, a la delincuencia, para sobrevivir. Cuando el Estado no es capaz de exigir a la persona o personas que desempean el papel de tutor o a los padres biolgicos del nio que se responsabilicen de l, es muy fcil que miles de nios sean rechazados y se conviertan en indigentes. 192. En Port Moresby, la capital de Papua Nueva Guinea, muchas entidades benficas privadas y eclesisticas estn proporcionando servicios bsicos a cientos de nios que son vctimas del abandono y que sufren privaciones. Estos jvenes proceden de hogares o familias en los que los adultos responsables no desean o no pueden cubrir las necesidades bsicas del nio. Esta labor se est realizando con poca o ninguna ayuda estatal y no existe ningn organismo, entidad, institucin, programa o presupuesto gubernamental en la materia. El Consejo Nacional de Asistencia al Menor, entidad encargada de la vigilancia y el control y con competencias para intervenir y alejar del hogar a los nios que son vctimas del abandono o de los malos tratos, est prcticamente paralizado, ya que slo funciona cuando el Gobierno sufraga sus gastos operacionales y de reunin. 193. En el pasado, el Gobierno era el nico que prestaba servicios de asistencia social con un presupuesto anual de medio milln de kina; posteriormente, en 1999, los niveles de ayuda estatal cayeron drsticamente por debajo del nivel mnimo necesario para funcionar, que oscila entre100.000 y 150.000 kina. En las contadas ocasiones en las que se reuni, el Consejo proyect varios programas que incluan estudios sobre los abusos sexuales que sufren los nios y la tan necesaria revisin de la Ley de asistencia al menor. Los miembros del Consejo se desmoralizaron cuando se vieron incapaces de lograr algn progreso y finalmente acabaron por no poder ni siquiera reunirse. 194. Al no existir un departamento o entidad gubernamental de nivel nacional que asuma el liderazgo o la autoridad en el rea crucial de la asistencia social infantil, hay una falta de coordinacin y de acciones estratgicas entre los organismos provinciales de asistencia social as como una tendencia a actuar como asesores pasivos y no como asistentes sociales y prestatarios de servicios sociales dinmicos. Hay muy pocas entidades que prestan servicios de asesoramiento fuera del programa oficial de asistencia social del Gobierno: Lifeline es uno de ellos, el Ejrcito de Salvacin y los Hermanos del Sagrado Corazn proporcionan servicios de emergencia y de tutela a nios que tienen problemas con la justicia as como servicios de asesoramiento sobre los cargos que se les imputan y que tambin estn dirigidos a los padres o tutores que lo soliciten. Las ONG han fundado y dirigen centros de atencin de mujeres en situacin de crisis en varias provincias y ofrecen servicios de apoyo y asesoramiento en casos de violencia domstica y cuando las mujeres, chicas, madres y nios solicitan su ayuda. 195. La poligamia constituye otro grave problema en toda Papua Nueva Guinea y plantea grandes dificultades para la formulacin y aplicacin de las leyes sobre las responsabilidades de los padres. Desde que Papua Nueva Guinea adquiri la independencia, la poligamia se ha extendido y se ha ido generalizando y normalizando en distintos contextos culturales en todo el pas, con frecuencia en lugares donde nunca haba existido. Se trata de un privilegio aparejado al ttulo de gran hombre y que puede entraar que se tomen muchas esposas y cada vez ms jvenes. Las familias pueden pactar el matrimonio de sus hijas jvenes con hombres mayores y/o poderosos que las presionan, les hacen promesas o las obligan a aceptar pagos cuantiosos en concepto de precio de la novia. En la actualidad, esta condicin de gran hombre se asume fuera del contexto tradicional. Se trata de una posicin que los hombres con un mnimo de riqueza, educacin y autoridad en la comunidad estn dispuestos a adoptar de inmediato. Por tanto, es habitual que cualquier maestro, trabajador de la salud o asistente social tenga ms de una mujer. La mayora de los hombres que ocupan un cargo oficial reivindican esa condicin como un derecho. Actualmente, en zonas urbanas y de economa monetaria, la poligamia est normalmente acompaada de discusiones continuas, de altos niveles de estrs y violencia fsica, y de una constante competencia basada en los celos y la rivalidad entre las distintas esposas que luchan por el afecto, la atencin y los recursos materiales necesarios para cuidar de sus hijos. Existe un ndice muy elevado de asesinatos cometidos entre las distintas esposas en las zonas montaosas de Papua Nueva Guinea, donde la prctica de la poligamia est profundamente arraigada, y estos asesinatos normalmente conducen a la imposicin de largas penas de prisin para las mujeres que los cometen. Es muy probable que los hijos de matrimonios polgamos sufran carencias materiales y afectivas, en particular cuando el padre no se encuentra en una situacin desahogada econmicamente o no es capaz de ocuparse de sus mltiples grupos de hijos. Existeun nuevo proyecto de ley para enmendar el Cdigo Penal (cap.262) que propone que toda persona que tenga la intencin de tomar varias esposas sea considerada culpable de un delito punible con una pena de hasta cinco aos de crcel; en virtud de esta enmienda, los hombres que deseen tomar una nueva esposa debern primero anular legalmente su anterior matrimonio. C. Separacin del nio de los padres (artculo 9) 196. De conformidad con lo dispuesto en la Ley de asistencia al menor (cap.276) los nios desamparados, abandonados, incorregibles e incontrolables pueden ser alejados de sus padres sin necesidad de una orden judicial, aunque se exige que esto se notifique inmediatamente al Director de Asistencia al Menor. El artculo 36 establece que cuando un nio es puesto bajo tutela, un funcionario de los servicios de asistencia social, designado por la polica, o una persona autorizada por el Ministro, tiene que asumir la responsabilidad sobre el nio para evitar que reciba el mismo trato que un preso adulto. El artculo 38 enuncia la obligacin del Director de hacer comparecer al menor ante el tribunal de nios en un plazo de siete das y permite que el tribunal ponga al nio al cuidado del Director o de una institucin. Si, transcurridos esos siete das, el menor no ha comparecido ante el tribunal, el nio o la nia debera ser puesto en libertad, pero esto no suele ocurrir en la prctica. La orden puede seguir vigente hasta que el nio alcance la edad de 16 aos (prrafo 5 del artculo 41) a no ser que, en virtud del prrafo 2 del artculo 41, el Director decida que se mantenga esta situacin hasta la edad de 21 aos. 197. Dentro de la Oficina de Asuntos de la Familia y las Iglesias, la Oficina de Asistencia al Menor se encarga de aplicar la Ley de asistencia al menor, exceptuando las disposiciones sobre instituciones para menores, que competen al Departamento del Fiscal General, en virtud de la Ley de Tribunales de Menores de 1991. El Jefe del Servicio de Libertad Vigilada es el Director de las Instituciones para Menores, todas ellas administradas por las Iglesias y no por el Gobierno. Existen dos centros tutelares de menores en la capital, otro en la segunda ciudad ms grande y otro ms en una provincia remota. El Gobierno financia en teora todas estas instituciones para menores aunque en la prctica lo hace de forma insuficiente. Tampoco existen instituciones que se encarguen de las jvenes delincuentes. 198. Los servicios estatales de asistencia social actan de forma pasiva y en respuesta a ciertos acontecimientos en vez de hacerlo de manera dinmica y preventiva. La ley confiere al Estado la responsabilidad de alejar de su hogar a todo nio que se encuentre en una situacin de peligro, responsabilidad que no se est asumiendo en la prctica en Papua Nueva Guinea en la actualidad. Siempre que existe alguna posibilidad, los nios que se encuentran en situaciones de alto riesgo escapan por s mismos, pero ante los pocos lugares a los que acudir y los enormes peligros de carcter sexual existentes, es ms probable que las chicas se queden donde estn y soporten situaciones de abandono y abusos durante largos perodos de tiempo. En el caso de los chicos que se escapan, es frecuente que sean acogidos y atendidos por otra rama de la familia o incluso por extraos; no obstante, si la familia "adoptiva" no puede ocuparse de l o si el nio se ve involucrado en actividades delictivas o en el mundo de las drogas, o tiene un comportamiento sexual aberrante, puede que sus nuevos tutores lo expulsen y, as, despus de pasar por una serie de hogares y experimentar diversos rechazos, muchos chicos acaban en la calle. 199. En diversos estudios y debates sobre las causas de la delincuencia en Papua Nueva Guinea, se alude constantemente a los "hogares rotos". En Papua Nueva Guinea cada vez son ms frecuentes las rupturas matrimoniales y a menudo no se recurre a la ley para solucionar los conflictos matrimoniales; adems, no siempre se tiene en cuenta el inters superior del nio. Enun contexto ms tradicional, las cuestiones relativas al pago o el impago del precio de la novia o del precio del nio cobran gran importancia y se les presta una mayor atencin en especial en los fallos relativos al divorcio y la custodia de los tribunales rurales. En las zonas urbanas, donde se supone que las personas tienen un mayor acceso a la justicia, es comn el abandono del hogar por el padre, y cada vez con mayor frecuencia por la madre, sin que el cnyuge abandonado o los nios tengan apenas posibilidades de presentar un recurso legal o de recibir una reparacin judicial. Asimismo, existen casos en los que un padre abandona a sus hijos y una madre a los suyos a fin de contraer matrimonio. 200. Entre las familias cultas de las zonas rurales es ms comn recurrir a la justicia. Cuando los padres viven separados, la Ley de tribunales rurales de 1989 (art. 47) permite que el tribunal dicte una orden de custodia o tutela de los padres casados segn la tradicin, pero esto no se reconocer si es contrario al inters superior de un menor de 16 aos (Ley de reconocimiento de las tradiciones, art.3). La Ley de proteccin de esposas y nios abandonados (cap.277) contempla la custodia en el caso de las madres que se han quedado sin apoyo, basndose en el bienestar del nio, pero es necesario realizar enmiendas en esas leyes si se pretende que se ajusten plenamente al artculo 3 de la Convencin. 201. De conformidad con la Ley de la infancia (prr.1, art.2, cap.278) el Tribunal Nacional puede designar o cesar a un tutor en lo que respecta a la custodia y acceso hasta la edad de16aos; no obstante, esta disposicin necesita ms enmiendas para ajustarse a los artculos3y 1. La Ley de procedimientos judiciales matrimoniales (art.74, cap.282), que se ocupa de la custodia, tutela, bienestar y acceso, se ajusta a la Convencin, pero necesita que se aada una clusula sobre el "inters superior del nio". 202. En cuanto a la posibilidad de que las partes interesadas participen y sean escuchadas, la legislacin nacional dispone que ser nicamente el Director de Asistencia al Menor quien comparezca y sea escuchado en las audiencias relativas a casos de custodia. La Ley de la infancia (cap. 278) no contempla que se escuche a otras partes, y la Ley de proteccin de esposas y nios abandonados (cap.277) dispone que nicamente la madre puede realizar una peticin relativa a la separacin de un nio de sus padres. 203. En lo que respecta al derecho del nio a mantener una relacin personal con ambos padres, la Ley de tribunales rurales de 1989 contempla la custodia, pero no el acceso o los contactos; la Ley de proteccin de esposas y nios abandonados (cap. 277) contempla la custodia pero no el acceso por parte de un progenitor que no posee la custodia del nio. 204. La Ley de la infancia (cap. 278) permite el acceso de ambos padres, pero atiende ms a los derechos de los padres que a los del nio. La Ley de procedimientos judiciales matrimoniales regula los contactos entre el nio y sus padres y el acceso a discrecin de un tribunal, pero no el derecho del nio a solicitar el acceso. D. Reunin de la familia (artculo 10) 205. En Papua Nueva Guinea el artculo 10 es pertinente nicamente para determinados casos en que los padres de los nios proceden de pases distintos y es necesario viajar entre pases para tener acceso al nio o para conseguir la reunin de la familia. Esto incluira casos de nios cuyos padres o parientes cercanos se hallan en Irian Jaya (Indonesia) o casos de nios en los que uno de los padres procede de Papua Nueva Guinea y el otro de la isla Bougainville, donde se ha librado una guerra separatista que ahora se encuentra en una fase de tregua. En el caso de los refugiados indonesios (de Irian Jaya) el viaje transfronterizo podra depender de que se considere a los padres como refugiados polticos; en algunos casos, esto podra limitar las posibilidades de viajar aunque, en general, Papua Nueva Guinea e Indonesia expiden permisos familiares especiales para que se pueda mantener el contacto. 206. En el caso de los nios de Bougainville la cuestin no compete a dos Estados soberanos sino al Gobierno de Papua Nueva Guinea y a una provincia insular que lleva un decenio inmersa en la lucha por su autonoma poltica. Durante un decenio, la guerra impidi la libre circulacin hacia y desde Bougainville, y durante ese perodo se priv a muchos nios de tener acceso a sus padres que no eran originarios de Bougainville (tanto ciudadanos de Papua Nueva Guinea como extranjeros) a los que se oblig a abandonar Bougainville en medio de una situacin de emergencia en el momento lgido de la crisis. En ocasiones, el Ejrcito Revolucionario de Bougainville utiliz las armas para impedir que las madres y nios de Bougainville acompaaran a sus esposos o padres no originarios de Bougainville en el momento en que aqullos abandonaban el pas. Aunque en la actualidad existe una mayor libertad de movimiento entre Bougainville y PapuaNueva Guinea, an no se ha estudiado ni documentado adecuadamente el impacto que tuvieron las acciones del Gobierno de Papua Nueva Guinea o del Ejrcito Revolucionario de Bougainville en la separacin de familias y en los hijos de parejas mixtas, ni hasta qu punto ha habido xito a la hora de volver a reunirlos. 207. Habitualmente, el Gobierno de Papua Nueva Guinea coopera para permitir las visitas internacionales en el caso de la reunin familiar, pero un padre que no sea nacional de PapuaNueva Guinea tendr grandes dificultades para permanecer all largas temporadas si no posee un visado especial por un perodo de tiempo prolongado o un permiso de trabajo adecuado. E. Pago de la pensin alimenticia (prrafo 4 del artculo 27) 208. Las leyes de Papua Nueva Guinea cumplen el prrafo 1 del artculo 27 de la Convencin; desde hace algn tiempo en la legislacin interna se vienen aplicando disposiciones relativas a las rdenes de pagos de pensiones alimenticias, pero los procedimientos de cumplimiento son complicados y estn sujetos a disposiciones detalladas. Existen tres leyes que reconocen el principio de la responsabilidad de ambos padres con respecto a la manutencin del nio: la Ley de asistencia al menor (arts. 54 y 67), la Ley de proteccin de esposas y nios abandonados (art.3) y la Ley de procedimientos judiciales matrimoniales (art. 73). 209. La Ley de proteccin de esposas y nios abandonados (art. 8) abarca el incumplimiento de disposiciones judiciales e impone penas que van desde el pago de una multa hasta la crcel. LaLey de procedimientos judiciales matrimoniales (art. 88) especifica de manera pormenorizada cuestiones relativas a los ingresos de los padres responsables. La Ley de ejecucin del pago de alimentos (art. 279) es una ley dedicada ntegramente a la ejecucin de las rdenes de pagos de pensiones alimentarias en Papua Nueva Guinea y en otros pases que aplican la reciprocidad. F. Nios privados de su medio familiar (artculo 20) 210. La legislacin de Papua Nueva Guinea abarca adecuadamente la proteccin especial por parte del Estado en virtud de una serie de disposiciones sobre la adopcin y la colocacin en hogares de guarda y otras instituciones oportunas. Estas leyes aluden al bienestar del nio pero no hacen una referencia especfica a las caractersticas ligsticas, culturales, religiosas y tnicas, a excepcin de las salvaguardias que contempla la Constitucin. No obstante, la legislacin guarda poca o ninguna relacin con una realidad en la que las disposiciones, los servicios y la proteccin existentes para los nios son flexibles e informales en muchos hogares de Papua Nueva Guinea. La colocacin oficial en hogares de guarda forma parte del pasado ya que la Oficina de Asistencia al Menor no cuenta con presupuesto para sufragar los costes de los arreglos relativos a los hogares de guarda. 211. No existe ninguna institucin encargada del cuidado y la proteccin de los nios bajo tutela del Estado y tampoco hay orfanatos ni instalaciones provisionales del Gobierno que acojan a nios en una situacin de crisis. 212. La Ley de asistencia al menor (cap. 276) establece que los nios desamparados o abandonados sean puestos bajo el cuidado del Director de Asistencia al Menor o en un hogar de guarda bajo el cuidado de una persona dispuesta a aceptar las condiciones que el tribunal considere adecuadas o al cuidado de una institucin. El Estado carece de los recursos, del personal que se comprometa a trabajar fuera del entorno fsico de su lugar de trabajo y del horario habitual, y de los presupuestos operacionales que necesitan para ocuparse de los nios abandonados de la forma estipulada en la legislacin y la Convencin. 213. En la sociedad contempornea de Papua Nueva Guinea la idea de que no existe un nio no deseado porque todos los nios tienen un lugar donde acudir y alguien que se ocupe de ellos constituye un mito. Si bien es cierto que la mayora de los habitantes de Papua Nueva Guinea no estaran dispuestos a dejar a un nio sin hogar o a permitir que pase hambre, existen sntomas claros en las comunidades rurales y urbanas de que la carga de acoger a otros nios se ha vuelto demasiado pesada para las familias cuyos recursos econmicos, sociales y fsicos son escasos. Ya hay muchas familias que en la actualidad dicen "no" y cada vez hay ms nios que son abandonados, sufren abusos y quedan desamparados sin tener ninguna va de escapatoria. Enla actualidad hay familias que dicen no a nios necesitados pertenecientes a su propia familia, o a otras porque no quieren poner en peligro la precaria supervivencia de su familia ms inmediata. En el caso de los jvenes que tienen problemas con la justicia, puede ocurrir que las familias se sientan avergonzadas o incapaces de hacer frente al comportamiento del nio y que tengan miedo de sus vnculos con la delincuencia callejera organizada. G. Adopcin (artculo 21) 214. La Ley de adopcin (prr. a), cap. 275) permite la adopcin oficial y tradicional. Laadopcin oficial exige contar con el consentimiento de los padres y tutores y tener en cuenta la idoneidad de los padres adoptivos. Existe un marco legislativo que prev salvaguardias y procedimientos de conformidad con lo dispuesto en el apartado a) del artculo 21 de la Convencin. La parte VI estipula que un tribunal local expida un certificado que demuestre que el nio ha sido adoptado segn la costumbre, en caso de que el tribunal local considere que dicha adopcin se ha realizado de conformidad con las tradiciones locales; esto es lo que se denomina adopcin tradicional. 215. El Estado no toma la iniciativa en la colocacin de nios en hogares adoptivos sino que todo se acuerda previamente de manera oficiosa y, si alguien solicita la adopcin, esto se debe a que esa persona conoce y ha elegido al nio; de hecho, puede ocurrir que lleve aos criando a este nio antes de acudir ante el tribunal para exponer su caso y legalizar la adopcin. Estotiene repercusiones importantes para la decisin que pueda adoptar el tribunal. Estasituacin refleja la incapacidad del Estado para ofrecer una maquinaria operativa para la adopcin de polticas, y la direccin y la supervisin en cuestiones relativas a la asistencia social para nios. La mayora de las medidas relativas al bienestar infantil se toman de manera coyuntural e informal, si es que se llegan a tomar. 216. Existe una tercera modalidad de "adopcin", la ms comn, que no est refrendada por ley y consiste en el traslado y acogida con carcter privado de nios que se lleva a cabo de forma oficiosa y sin ningn tipo de documentacin por muchas familias de Papua Nueva Guinea. Esto ocurre fundamentalmente entre grupos de parientes pertenecientes a familias ampliadas, pero tambin incluye el traslado de los nios a personas ajenas a las familias en el marco de otro tipo de arreglos informales. El Estado ni conoce ni regula este tipo de supuestas adopciones que, en muchas ocasiones, se producen en contra de los deseos de uno de los padres biolgicos; puede que la madre acabe cediendo si siente que la presin a la que se le somete para entregar a su hijo es tal que no puede negarse sin ofender al familiar o pariente poltico que se lo ha solicitado. Este tipo de acuerdos tradicionales oficiosos se producen en todas partes y varan dependiendo del lugar y la situacin. Muchas madres pasan el resto de su vida lamentando el momento en que entregaron a su hijo. A menudo, no se tiene en cuenta el inters superior del nio ni sus deseos y tampoco se pide su consentimiento. La perspectiva del concepto "inters superior" puede ser muy limitada, por ejemplo, puede ocurrir que se entregue al nio porque la familia adoptiva puede, en principio, permitirse pagar los gastos escolares o porque posee una casa mayor. Aspues, muchos padres entregan a sus hijos porque desean verdaderamente lo mejor para ellos o porque quieren que tengan las oportunidades que ellos no tuvieron. Enotras ocasiones, el nio puede ser entregado para que colme no slo las necesidades afectivas de los adultos que lo adoptan, sino tambin sus necesidades materiales y de seguridad a largo plazo. 217. Las instancias encargadas de la asistencia al menor sealan que, cuando las familias intentan formalizar una adopcin de carcter privado, esto se produce habitualmente despus de que el nio haya estado viviendo con los futuros padres adoptivos durante muchos aos o incluso durante toda su vida. Por tanto, es inevitable que los magistrados tengan este hecho en cuenta. Adems,en Papua Nueva Guinea, la familia biolgica puede considerar que es demasiado tarde para reclamar a sus hijos una vez que otras personas responsables de los mismos dicen haber gastado grandes cantidades de dinero en ellos. 218. En Papua Nueva Guinea existe una enorme diversidad de culturas y tradiciones: as que a los funcionarios judiciales no siempre les resulta posible determinar cul de las distintas costumbres exige el consentimiento de los padres y de los tutores. Si los tribunales rurales aprueban adopciones con el argumento de que una u otra parte puede decidir por su cuenta, esto permite que se den situaciones que contravienen la Convencin. 219. En lo que respecta a las adopciones internacionales, Papua Nueva Guinea no ha ratificado todava el Convenio de La Haya sobre la Proteccin de los Nios y la Cooperacin en materia de Adopcin Internacional tal y como estipula el apartado e) del artculo 21 de la Convencin. Noobstante, en lo que concierne a los expatriados que deseen adoptar a nios de Papua Nueva Guinea y llevarlos a residir al extranjero, la Ley de adopcin (art. 38) es muy detallada y normalmente se aplica rigurosamente de conformidad con los apartados b) y d) del artculo 21 de la Convencin. H. Traslado y retencin ilcitos de nios (artculo 11) 220. Muchas de las adopciones oficiosas de nios descritas en los prrafos anteriores y en otras secciones de este informe implican el traslado y retencin ilcitos de los menores. La legislacin vigente al respecto se podra aplicar a casos en los que padres de Bougainville e Irian Jaya permitieron que otras personas se llevaran a sus hijos en un momento de grandes dificultades, pero que, desde entonces, han perdido todo contacto con ellos y se ven imposibilitados de recuperarlos. El Gobierno de Papua Nueva Guinea carece de una poltica para enfrentarse a este tipo de casos. Otro tipo de ejemplos de traslado y retencin ilcitos de menores son los casos de parientes o amigos que ejercen presin sobre las madres o las obligan a entregar a sus hijos, prohibindoles despus el acceso a sus hijos o cualquier tipo de contacto con ellos o negndose incluso a devolvrselos. Los funcionarios competentes del Estado no consideran este tipo de casos como un problema prioritario. I. Abuso y descuido de los nios (artculo 19), con inclusin de su recuperacinfsica y psicolgica y reintegracin social (artculo 39) 221. La situacin de descuido que caracteriza las vidas de muchos nios en Papua Nueva Guinea se ve acompaada con frecuencia por distintas formas de abusos, especialmente de carcter sexual, o puede conducir a que los nios terminen en la calle, donde son vulnerables a ellos. A lo largo de los ltimos seis aos, desde la ratificacin de la Convencin, los ciudadanos y la administracin han tomado una mayor conciencia de la realidad de los abusos sexuales y de otra ndole cometidos contra nios como prctica muy arraigada en determinados sectores de la sociedad de Papua Nueva Guinea. Las ONG han asumido un papel de vanguardia en la concienciacin sobre este tema, pero los asistentes sociales de la infancia y las fuerzas del orden estn admitiendo cada vez ms este problema y aunando esfuerzos para hacerle frente e impedir que Papua Nueva Guinea se convierta en un nuevo coto de las redes mundiales de pornografa infantil y trata de nios. Las personas pertinentes se han unido y estn comenzando a organizarse y a recibir formacin para solucionar de manera ms eficaz el problema de los abusos contra los nios. 222. En cuanto a los infractores, en la actualidad no existen servicios disponibles de rehabilitacin o integracin social. Asimismo, existen nicamente cuatro psiquiatras en Papua Nueva Guinea y no prestan sus servicios ni en los tribunales ni en ningn tipo de programas de rehabilitacin destinados a las vctimas o a los culpables de los abusos sexuales cometidos contra nios, y que incluyan su recuperacin fsica y psicolgica y su reintegracin social (art. 39). J. Examen peridico de las condiciones de internacin (artculo 25) 223. La Ley de asistencia al menor (cap. 276) regula la colocacin de nios en hogares de guarda o instituciones y el envo de los nios con discapacidades mentales a hogares, y dispone que un funcionario de bienestar social realice exmenes peridicos mensuales. Sin embargo, estas disposiciones no tienen una aplicacin real en el modo en que funcionan estos asuntos en Papua Nueva Guinea actualmente. Las nicas instituciones de que se dispone son los centros de detencin de menores. K. Datos desglosados sobre el nmero de menores afectados 224. En Papua Nueva Guinea no se dispone de ninguno de los indicadores estadsticos pertinentes solicitados en este apartado por el Comit de los Derechos del Nio. En la mayora de los casos sencillamente no hay registros, y, sin duda, no hay ninguno que est desglosado por edad, sexo, etnia u origen rural o urbano. Papua Nueva Guinea no tiene registros gubernamentales formales sobre la falta de vivienda, el abuso sexual de menores, el descuido, la adopcin, que incluyan a la gran cantidad de nios que viven y crecen fuera de su propia familia natural. Cabe observar, sin embargo, que a medida que los servicios atiendan a estas necesidades se podrn recopilar datos y presentar informes de manera mejor y ms precisa. VI. SALUD Y BIENESTAR BSICOS A. Supervivencia y desarrollo (prrafo 2 del artculo 6) 225. La funcin de la mujer es crucial en la supervivencia y el desarrollo de los nios en Papua Nueva Guinea. La muerte de la madre puede acarrear una crisis para la familia, en particular para el beb superviviente y los hijos de mayor edad. Las complicaciones del embarazo y del parto son la principal causa de mortalidad entre las mujeres en edad reproductiva. Este hecho refleja la posicin inferior de las mujeres y la insuficiencia de los servicios de salud que existen. Secalcula que la tasa de mortalidad materna es de 370 por cada 100.000 nacidos vivos (Estudio sobre la demografa y salud,1996). Esta cifra es notablemente inferior a la de los clculos anteriores, que era de 930 por100.000, cuando la tasa de mortalidad materna de Papua Nueva Guinea se situaba entre las peores del mundo. Sin embargo, es difcil obtener cifras exactas. Nohay una supervisin continua de la mortalidad materna, por lo cual no puede medirse ni alcanzarse el objetivo del Plan nacional de salud de reducir dicha tasa en un 25%. Los partos supervisados aumentaron del24% en 1990 al 34% en 1993, pero disminuyeron en 1994. Losregistros de salud de 1995 indican que el 49% del total de partos fueron supervisados por un asistente capacitado o por un trabajador de la salud (vase el cuadro 13, anexos), aunque esto posiblemente sea el reflejo de un efecto directo del Programa acelerado de supervivencia del menor del UNICEF, que fue aplicado muy activamente en el pas en ese momento, pero no se ha mantenido. 226. La mayora de las defunciones maternas en Papua Nueva Guinea son atribuidas a hemorragias despus del parto, sepsis puerperal, partos prolongados o anemia. Se considera que las mujeres que acuden a centros de atencin prenatal tienen menos probabilidades de morir, pero dicha asistencia depende en gran medida de la accesibilidad geogrfica y econmica a los servicios de salud y a las clnicas del Departamento de Salud. La mayora de las madres de PapuaNueva Guinea no tienen ninguna garanta de servicios prenatales accesibles, traslado de casos y transporte en caso de urgencia obsttrica, o servicios de planificacin familiar (vase el cuadro 13, anexos). Muchos servicios de salud en funcionamiento no pueden garantizar estos servicios de manera fiable y continua. Adems, la mayora de las mujeres de Papua Nueva Guinea estn sometidas a exceso de trabajo, carecen de recursos econmicos y del mnimo poder de decisin en la familia y tienen una nutricin precaria (ya desde la primera infancia). Elalto riesgo de malaria, enfermedades de transmisin sexual y violencia domstica hacen que el embarazo sea difcil y suponga un gran riesgo para muchas mujeres. Los trastornos por carencia de yodo tambin son habituales y especialmente perjudiciales para el feto. La mayora de los familiares desconocen los riesgos para la madre y su necesidad de atencin, cuidado y apoyo especiales durante y despus del embarazo. El aborto no es legal en Papua Nueva Guinea, pero muchos mdicos privados proporcionan un servicio clandestino para quienes pueden pagar un precio muy alto. En las zonas rurales es habitual que las mujeres intenten realizar abortos por medios tradicionales o de otro tipo. Muchos de estos casos provocan una infeccin o en la muerte, pero los servicios de salud no registran ningn detalle que pueda proporcionar una perspectiva clara o reconocer la gravedad del problema. 227. La falta de atencin maternal de calidad es el factor causal ms importante de las defunciones maternas. Se calcula que el 70% de las mujeres embarazadas acuden a clnicas de atencin prenatal y el 65,5% viven a una hora a pie o en barca del establecimiento de salud ms cercano. Sin embargo, esto no concuerda con la observacin de muchos trabajadores de desarrollo sobre el terreno, que afirman que hay grandes zonas donde no se ha tenido acceso a estos servicios durante muchos aos y donde los servicios de salud carecen del equipo y del personal ms esenciales. El examen de mitad de perodo del Plan nacional de salud revel que la asistencia prenatal ha descendido desde un mximo del 72% en 1995 al66% en 1997 y est por debajo de los objetivos fijados. Adems, la dura realidad de las pesadas responsabilidades de atencin a la infancia y la falta de control sobre la seguridad personal, el tiempo, los viajes, el trabajo y otros recursos familiares dificultan el acceso a los servicios fundamentales. En 1991, el35,4% de las mujeres que acudan a clnicas de atencin prenatal tenan que caminar o remar durante ms de una hora para ir y volver, mientras que el 4% tena que viajar durante ms de seis horas. El suministro de cuidados prenatales consistentes y servicios para un parto seguro en las aldeas es uno de los objetivos marcados por el Plan nacional de salud. Sin embargo, este objetivo no puede lograrse sin un trabajo conjunto y una cooperacin estrecha entre las Iglesias, lasONG y otros organismos privados que han creado programas de maternidad segura en muchos lugares del pas. Las madres adolescentes a menudo no se atreven a acudir a los servicios de atencin prenatal existentes y esta esfera tambin requiere atencin. 228. Durante cuatro aos se ha planificado y est listo para aplicarse un proyecto de salud de las mujeres y los nios a nivel nacional financiado por el Gobierno australiano. Se est realizando un enorme esfuerzo para coordinarlo y establecer vnculos a fin de racionalizar los numerosos proyectos e iniciativas existentes de las Iglesias, las ONG y el Gobierno en relacin con la maternidad sin riesgos y la salud de las mujeres y los nios. Hay una amplia experiencia adquirida durante mucho tiempo asociada a estas iniciativas y diversos enfoques distintos respecto al suministro de formacin, equipos de refuerzo y apoyo para crear redes, compartir informacin y celebrar seminarios. Senecesita un planteamiento ms fundado, prctico y adecuado para hacer que los servicios estndar de maternidad sana sean ms ampliamente accesibles en Papua Nueva Guinea. El Fondo de Poblacin de las Naciones Unidas ha respaldado un programa de salud reproductiva cuyo objetivo es proporcionar servicios de anticoncepcin permanente y de urgencias obsttricas en determinados centros de salud provinciales; sin embargo, en algunas zonas la apata y la desmoralizacin estn anulando los avances obtenidos en el suministro de recursos fsicos y readaptacin de los profesionales de la salud ms importantes. Existe tambin el problema de que muchos hombres proveedores de asistencia sanitaria forman parte de matrimonios polgamos, lo cual contradice algunos de los mensajes y recomendaciones sobre salud reproductiva ms fundamentales. 229. La tasa de mortalidad infantil de Papua Nueva Guinea descendi en un 49% entre1971(134 por cada 100.000 nacidos vivos) y el perodo de 1992 a 1996 (69por cada100.000nacidos vivos). Para 1996, haba aumentado de nuevo hasta 77 por cada100.000nacidos vivos. Esta cifra se ha visto rodeada de dudas sobre la fiabilidad de los datos y de especulacin sobre la gravedad de los cambios socioeconmicos en el pas durante el ltimo decenio. Los ndices de mortalidad suelen ser ms elevados entre los hombres (88 por cada 100.000) que entre las mujeres (77 por cada100.000). La magnitud de esta diferencia entre los gneros en la supervivencia de los nios en los primeros cinco aos de vida vara de unas provincias a otras de Papua Nueva Guinea. El censo nacional (1990) y el Estudio sobre demografa y salud (1992) confirman que en Papua Nueva Guinea las mujeres viven ms tiempo que los hombres. 230. La nutricin materna deficiente y la salud general, las condiciones perinatales y la prematuridad suelen provocar defunciones neonatales. Las enfermedades de transmisin sexual contagiadas de madre a hijo causan muertes y discapacidades. El ttanos neonatal es una de las mayores causas de defunciones de recin nacidos y de mortalidad infantil desde la desaparicin de los programas de inmunizacin infantil. La neumona caus el 51% de las muertes de lactantes en 1990. De 1990 a 1994, la tasa media de nios menores de 1 ao que contrajeron neumona fue de 7,5 por cada 100.000. Las otras grandes causas de mortalidad en ese grupo fueron la meningitis (1,5 por cada 100.000), la malaria (0,8 por cada 100.000), la diarrea (0,6porcada 100.000) y la anemia (0,4 por cada 100.000). Las principales causas de mortalidad infantil (entre 1 y 4 aos) fueron la neumona (2,5 por cada 100.000), la malaria (1,6 por cada100.000), y la meningitis (1,1 por cada 100.000). 231. Las estaciones fras y lluviosas y las condiciones de hacinamiento, humedades y ventilacin precaria, unidas a una mala nutricin y a la baja resistencia, hacen que muchos nios de Papua NuevaGuinea sean propensos a la neumona. Lareduccin de la mortalidad por neumona en1995 y1996, probablemente debida a las iniciativas del Programa acelerado de supervivencia del menor, se ha invertido en1997, cuando se produjo una escasez generalizada de antibiticos. Seda prioridad a alentar a las madres a que pidan atencin rpidamente para sus hijos, velar por un diagnstico y tratamiento correctos y por que haya suministros suficientes de medicinas y de oxgeno. Lamalaria es endmica en muchas zonas de Papua NuevaGuinea y las tasas de mortalidad por malaria aumentaron en1995, 1996 y1997, en concordancia con un aumento de la incidencia de la enfermedad registrada en los hospitales. Lamalaria ha superado a la neumona como la causa de ingresos ms habitual despus de las causas obsttricas. Unacampaa nacional de promocin de los mosquiteros, patrocinada por el Gobierno australiano y facilitada por Rotary, no ha logrado acercarse al objetivo de facilitar mosquiteros al30% de la poblacin para el ao2000. Slo el2% de la poblacin en situacin de riesgo pudo contar con mosquiteros durante1996 y1997. Elreciente aumento en los precios de los mosquiteros se sumar al problema ya existente de la no asequibilidad y de la extensin y distribucin deficientes. Lamortalidad de nios menores de5aos por diarrea ha disminuido continuamente desde finales del decenio de 1980, y han disminuido notablemente los ingresos en hospitales. 232. La diarrea refleja el escaso conocimiento a nivel de la comunidad y de la familia de la salud, la higiene y el saneamiento. Elproyecto nacional de suministro de agua alcanz a menos del5% de la poblacin durante el perodo de1995 a1998. ElDepartamento de Salud, el Banco Asitico de Desarrollo y la Unin Europea han financiado diferentes proyectos de suministro de agua, y a travs del programa de alivio de la sequa de1997 se realiz mucho trabajo al respecto. Para1997 la Unin Europea haba terminado647sistemas hdricos que abastecan a una poblacin de187.027personas. Sinembargo, esto queda muy por debajo de las necesidades reales. Elprograma se ha suspendido en1998, a pesar de que la demanda en las aldeas rurales sigue siendo muy alta. Losprogramas para sustituir en las zonas urbanas los sistemas de retretes basados en la utilizacin de cubos, obsoletos y poco saludables, quedaron muy por detrs del objetivo del100% establecido por el Plan nacional de salud. Laeducacin y las campaas sobre la salud pueden ayudar mucho en la prevencin por parte de las familias y las comunidades. Nose ha contado con una educacin planificada y sistemtica sobre la salud en los planos provincial o de distrito durante ms de una dcada, desde la primera gran reestructuracin y los recortes en el Departamento de Salud. Recientemente se ha impulsado mucho la promocin de la salud, pero sigue estando muy centralizada. 233. La labor actual se concentra en lanzar nuevas ideas y productos en la capital, en lugar de trabajar con los miles de grupos comunitarios y de jvenes, los grupos escolares y de teatro que ya existen, cerca de la poblacin, y que necesitan apoyo tcnico y financiero para la educacin bsica sobre la salud. Muchas ONG han tomado la iniciativa de proporcionar una amplia educacin sobre la salud a travs de los medios de comunicacin ms populares (canciones, obras de teatro y actividades que fomentan la participacin) accesibles a nivel de las aldeas, que estn dirigidos a los nios y los hacen participar y a menudo tienen una asociacin directa con programas de salud comunitarios, organizaciones de mujeres de las aldeas y programas de alfabetizacin. ElDepartamento de Salud ha producido la grabacin de algunas canciones y la representacin de algunas obras de teatro, pero esas actividades no se llevan a cabo de modo que puedan ser accesibles y difundidas entre los nios. El mejor modo de desarrollar la educacin de la poblacin sobre la salud es en el plano local, en que puede movilizarse a los jvenes para que sean los educadores de los nios pequeos y de sus padres. En este aspecto es donde el apoyo de la Seccin de Promocin de la Salud del Departamento de Salud puede resultar ms fructfero. La asociacin con las ONG puede aumentar notablemente la extensin y la eficacia de las iniciativas de promocin de la salud a nivel nacional. 234. De acuerdo con el Plan nacional de salud, el Departamento de Salud contina capacitando a educadores sobre la salud, de los que actualmente estn desplegados un total de129, aunque no estn vigilados, coordinados ni supervisados activamente. Laprincipal iniciativa de educacin y promocin de la salud realizada por el Departamento de Salud es la produccin de folletos y carteles. Esnecesario medir la repercusin de stos en las comunidades analfabetas. 235. En Papua NuevaGuinea hay unas tasas de malnutricin infantil elevadas. sta afecta al34% de los nios menores de5aos. Elltimo Estudio nacional sobre nutricin, de1982, indicaba claramente los15distritos donde el problema era ms grave (vanse los cuadros14y15, anexos). En1999, estos distritos siguen siendo los que estn peor, incluida la provincia occidental, donde la minera ha acarreado un desarrollo notable de las infraestructuras y grandes ingresos econmicos. En1995 se aprob una Poltica nacional de nutricin, pero todava no se ha traducido en programas y proyectos prcticos. 236. No se ha producido ninguna mejora apreciable en la situacin de la nutricin entre 1996 y1999. Las cifras de nios con malnutricin moderada o grave que se observan en los servicios de salud continan aumentando. La capacitacin en el empleo sobre el diagnstico y el tratamiento de la malnutricin se inici como parte del Programa acelerado de supervivencia del menor en1996. El examen de mitad de perodo del Plan nacional de salud recomienda que se preste atencin a poner en funcionamiento la Poltica nacional de nutricin y reducir los altos ndices de anemia entre las mujeres embarazadas. 237. Las principales formas de malnutricin entre los nios de Papua Nueva Guinea son la malnutricin proteicocalrica, la anemia nutricional y los trastornos por carencia de yodo. Laneumona, la tuberculosis, la diarrea y el sarampin exacerban la malnutricin infantil. Laanemia es una de las principales causas de los ingresos de nios en hospitales y est relacionada con una dieta deficiente y con la infestacin reiterada de malaria y de anquilostoma. Los trastornos por carencia de yodo estn documentados en Papua Nueva Guinea desde el decenio de1950. Se produjo un descenso despus de un tratamiento en masa en el decenio de1970, pero los estudios recientes en las escuelas registran un ndice de bocio del 28%. Lalegislacin introducida a travs de la Ley de alimentos inocuos de1995, para velar por que toda la sal sea yodada, no ha tenido una gran repercusin debido a la no disponibilidad de sal para la venta en muchas zonas rurales. La carencia de vitaminaA no est documentada como un problema grave de salud entre los nios de Papua Nueva Guinea, pero se cree que es un factor que contribuye a causar muertes debido a las complicaciones de la malnutricin y de las enfermedades. Los nios que se cran en asentamientos urbanos corren el riesgo de padecer carencias vitamnicas. Entre las prioridades establecidas actualmente se incluye la revitalizacin de un comit nacional de alimentos y nutricin, la mejora de la supervisin de la nutricin y un programa de control de los trastornos por carencia de yodo. 238. La legislacin inicial para prohibir la lactancia artificial y las tazas para lactantes con pitorros (Ley de suministros alimentarios para lactantes de 1977, con enmiendas de1984) y la falta de inhibiciones respecto a la lactancia o de preocupacin por la apariencia fsica entre las mujeres de las zonas rurales ha hecho que la lactancia materna contine siendo prcticamente universal y a menudo de larga duracin en las zonas rurales de Papua Nueva Guinea. El Estudio sobre demografa y salud de1996 descubri que el 97% de los nios eran siempre amamantados. Los estudios sobre la lactancia materna en el Hospital de Port Moresby (1998) indican que slo el 74,1% son exclusivamente amamantados. Se requiere una vigilancia constante para impedir la venta de biberones y tazas para lactantes sin receta mdica, especialmente a mujeres de las ciudades, educadas y que trabajan. La legislacin laboral permite que las madres lactantes tengan dos pausas de media hora para amamantar a sus hijos, pero esta disposicin en favor de los lactantes no siempre es conocida, entendida o prctica. Pocas mujeres trabajadoras pueden llegar a sus hogares en un perodo de tiempo tan corto. Se necesita ms educacin para velar por que se alimente a los recin nacidos con calostro. Una poltica del Departamento de Salud de1992 prohibi la distribucin de preparados para lactantes en los hospitales. La iniciativa de los hospitales en favor de los lactantes, aplicada a 18 hospitales desde1992, redobla los esfuerzos por mantener la lactancia materna como la norma en la alimentacin de los nios. Cuatro hospitales han alcanzado los objetivos marcados. Una pequea ONG proporciona educacin y formacin adicionales a las madres en los hospitales de la capital y de los alrededores. Anteriormente, la lactancia por parte de la madre natural se mantena a travs de los procesos de adopcin tradicional. Sin embargo, actualmente hay pruebas alarmantes, en la Provincia de las Montaas Orientales, de que esto ya no es as. Con el aumento de las prcticas de adopcin inadecuadas, que sirven ms a los intereses de los adultos que al inters superior del nio, muchos nios lactantes son transferidos a madres no lactantes, por lo que empiezan a padecer malnutricin y a menudo fallecen. 239. Los nios de Papua Nueva Guinea padecen muchas enfermedades prevenibles y se producen muchas muertes innecesarias. El examen del Plan nacional de salud indica que la inmunizacin con antgeno triple ha descendido y la vacunacin contra el sarampin no ha mejorado en1996 y1997. La desaparicin de los servicios de inmunizacin sistemtica ha sido uno de los efectos de la crisis de la gestin, programacin y extensin del sistema general de los servicios de salud en Papua Nueva Guinea. Engeneral, los datos estadsticos sugieren que las tasas de inmunizacin han aumentado notablemente durante los ltimos dos decenios, exceptuando un punto mnimo en1992. Excepto en el caso de la tuberculosis (vacuna de CalmetteGuerin), la cobertura nunca ha superado el 80%. Enlas zonas rurales, la cobertura de la inmunizacin ha sido escasa e irregular, y en gran parte del pas ha sido totalmente nula durante 1015aos, hasta las nuevas iniciativas de inmunizacin recientes (vase el cuadro 16, anexos). 240. El UNICEF se ha esforzado mucho, mediante la promocin y los medios de comunicacin populares, para dar a conocer al Gobierno toda la importancia de la crisis actual de la sanidad infantil. El Programa acelerado de supervivencia del menor comenz a principios del decenio de1990, pero con los aos se convirti en un programa de patrullas de emergencia que duraban slo una o dos semanas al ao, concentradas en los das nacionales de inmunizacin, para inmunizar nicamente contra ciertas enfermedades. En1996, un total de6.977 empleados de17provincias recibieron formacin sobre la inmunizacin, la cadena de fro y la seguridad en las inyecciones, as como sobre la planificacin, la preparacin de presupuestos y la logstica para los das nacionales de inmunizacin. Este esfuerzo para movilizar los recursos y ampliar el alcance de las actividades no ha dado como resultado un regreso a los servicios de salud infantil y materna institucionalizados y sistemticos. En la mayora de los casos, los servicios de salud de las Iglesias son los que mantienen servicios permanentes y probablemente que las tasas generales de cobertura dependan en gran medida de su servicio dedicado y comprometido y sus buenos sistemas de gestin y de supervisin. 241. Las causas principales de defunciones de nios de entre 5 y 14 aos son la malaria, la neumona, la meningitis, la tuberculosis y la anemia. El examen de mitad de perodo del Plan nacional de salud indica que las tasas de finalizacin del tratamiento contra la tuberculosis se han mantenido estables y estn por debajo de los objetivos marcados. El nmero de casos ha aumentado constantemente y probablemente se ver exacerbado por la epidemia del SIDA. Hayindicios claros de hambre y malnutricin generalizados entre los alumnos escolares, especialmente los de las zonas rurales ms pobres, los que viven en asentamientos urbanos superpoblados y los que deben recorrer distancias largas o alojarse durante mucho tiempo en casa de sus parientes para poder asistir a la escuela. Durante los ltimos dos decenios se han llevado a cabo programas experimentales de nutricin y alimentacin escolar en muchos lugares del pas con resultados muy positivos, pero ninguno se mantuvo ni se institucionaliz a nivel provincial o nacional. Estos programas tenan el beneficio aadido de motivar a los nios a participar en la produccin de alimentos, que es la base de la subsistencia en las zonas rurales, y de mantener el estilo de vida que los muchachos jvenes actualmente estn rechazando en favor de un xodo en masa hacia las ciudades y la adiccin a la marihuana. 242. El Plan nacional de salud prev la inclusin de las escuelas en el programa de salud de la madre y el nio, y mayores actividades de las clnicas urbanas, que incluyen las tres dosis de las vacunas contra la tuberculosis (BCG), y el ttanos y evaluaciones de las condiciones nutricionales y de los indicios de discapacidades. En1994 slo se atendi al 18% de las escuelas. El Plan propone que al menos el 80% de los alumnos escolares sean vacunados para el ao 2000. Las escuelas tambin estn incorporando oficialmente la educacin sobre la salud, los primeros auxilios y las actividades de promocin de la salud. El examen de mitad de perodo del Plan nacional de salud sugiere que los objetivos marcados eran demasiado ambiciosos, pero hace hincapi de nuevo en la vacunacin de los alumnos escolares (con el apoyo del programa de donantes) y la ampliacin de un nuevo programa de promocin de la salud en las escuelas. Este programa fue introducido en1996 mediante la colaboracin entre la Organizacin Mundial de la Salud y el Departamento de Salud, y se ocupa de la alta morbilidad infantil y las deficientes condiciones de salud asociadas a la urbanizacin, las dietas deficientes, la pobreza, el aislamiento y la falta de educacin en las zonas rurales remotas. 243. Tradicionalmente, las mujeres de Papua Nueva Guinea estaban protegidas de los embarazos poco espaciados por los tabes posteriores al parto impuestos por la comunidad y por la habitual separacin entre los sexos durante muchos perodos, estaciones y acontecimientos especiales. Se compraban y se aplicaban hierbas, hechizos y rituales para provocar la anticoncepcin o el aborto. Las disposiciones de la vida comunal no permitan un contacto sexual frecuente. El cambio radical de las nociones de la sexualidad y del comportamiento sexual, el aumento de la movilidad, la urbanizacin y la ampliacin de las redes sociales hacen difcil que se cumplan las antiguas prohibiciones, y requieren que las mujeres y los hombres estn informados sobre los mtodos modernos de anticoncepcin y puedan acceder a ellos. ElPlan nacional de salud y la Poltica nacional en materia de poblacin, que est mal articulada, fomentan activamente el conocimiento y el acceso a los mtodos anticonceptivos. Slo el5,1%de las mujeres en edad reproductiva utilizan algn mtodo de planificacin familiar. Eluso de preservativos ha aumentado como resultado de la educacin sobre las enfermedades de transmisin sexual y el SIDA, pero sigue siendo alarmantemente bajo. En la mayora de las provincias el personal de salud es su principal promotor o suministrador, pero en algunas zonas rurales la promocin y el suministro de los anticonceptivos se ha integrado en programas de salud y de educacin comunitarios dirigidos por las Iglesias y las ONG (vanse los cuadros 17 y18, anexos). 244. Los temores e inhibiciones tradicionales y religiosos (cristianos) hacen ms problemticas las cuestiones de la sexualidad y la reproduccin. La reticencia a hablar o a tomar decisiones conscientes sobre el espaciamiento de los nacimientos, o a que las mujeres puedan utilizar mtodos anticonceptivos estn tambin muy influidas por las polticas de gnero de la familia y la comunidad, que mantienen la funcin subordinada de la mujer y hacen hincapi en su obligacin de dar a luz y criar hijos constantemente. Durante el ltimo decenio y con el apoyo de importantes donantes (USAID, AusAID, el Banco Mundial, el Banco Asitico de Desarrollo y actualmente el Fondo de Poblacin de las Naciones Unidas), se han realizado muchos esfuerzos para formar, reciclar, equipar y dar recursos al personal de salud a fin de promover un mayor uso de los anticonceptivos. Hay ms servicios de salud que en cualquier otra poca que proporcionan anticonceptivos modernos, y la planificacin familiar constituy el ncleo principal de las iniciativas de formacin del Departamento de Salud en 1997. Estos programas han tenido poca repercusin porque todos son de enfoque descendente y dependen mucho de la movilizacin eficaz de los servicios de salud y del personal capacitado que ya existen, en lugar de informar, educar, asesorar y respaldar a las personas a travs de sus propios grupos sociales y organizaciones, dndoles as la capacidad de dirigir su propia salud reproductiva. El examen de mitad de perodo del Plan nacional de salud (1998) indica un descenso en los ndices de nuevos usuarios de planificacin familiar, pero por otra parte un aumento de los ndices de usuarios reiterados en1996 y 1997. Se han establecido nuevos objetivos y se intentar ampliar los programas de distribuidores de la comunidad a las provincias interesadas en las cuestiones de planificacin familiar. 245. La epidemia del VIH/SIDA ha afectado a Papua Nueva Guinea en un momento de crisis econmica y social, y hay graves problemas para intentar contenerla. En un estudio de los datos del pas realizado por un grupo de expertos en 1996 se calculaba que poda haber 10.000 casos de VIH en todo el pas y que para el ao 2000 podra haber hasta 15.000 personas infectadas. Lamayora de los casos se han producido en la capital, pero tambin se han detectado casos en todas las provincias, lo que indica que hay una transmisin generalizada. El nmero de casos aument en un70% cada ao, y dentro de diez aos estar infectada una de cada cuatro personas. Losservicios de salud no podrn hacer frente a la incidencia cada vez mayor de las infecciones de VIH/SIDA. Las normas sexuales cambiantes y a menudo confusas y el notable aumento de la pobreza, la delincuencia y la violencia sexual plantean grandes desafos para la sensibilizacin y la accin preventiva. Los estudios muestran que es probable que muchas mujeres jvenes tengan su primer contacto sexual antes de cumplir los 18 aos, y a menudo en circunstancias de uso de fuerza y violencia, de ignorancia y de miedo. Papua Nueva Guinea tiene un ndice de transmisin del VIH mucho mayor que otros pases insulares del Pacfico, por encima de Australia y a la par con algunos pases de frica. Los primeros casos aparecieron en1987, y la incidencia aument lentamente hasta 1994, con un crecimiento exponencial hasta1998, cuando se alcanz un total de 426 casos nuevos y un total acumulativo de 1.344 (vanse los cuadros 19 y20, anexos). La infeccin de VIH entre las mujeres que acuden a la clnica de atencin prenatal del Hospital General de Port Moresby se ha doblado cada ao desde 1995. Las tasas de infeccin entre los jvenes que acuden a clnicas para enfermedades de transmisin sexual tambin han aumentado. El 15% de las trabajadoras sexuales de la capital han dado positivo en la prueba del VIH. Los casos de infeccin de VIH en las mujeres suelen darse a edades menores que entre los hombres, y se concentran en las franjas de edad entre15y19 aos y entre20y24aos. Las estadsticas del Departamento de Salud muestran que los jvenes son una poblacin de alto riesgo. El 40% de los casos diagnosticados se han dado en personas de edades entre 10 y 30 aos. 246. Papua Nueva Guinea carece de los servicios adecuados para realizar pruebas y diagnsticos. La incidencia del VIH/SIDA tambin est enmascarada por el hecho de que las enfermedades oportunistas, que pueden causar la muerte, estn ya tan extendidas y a menudo sean mortales. Adems, la mayora de las personas todava cree que muchas enfermedades y muertes son provocadas mediante brujera. El modo de transmisin del SIDA en Papua Nueva Guinea slo est documentado en la mitad de todos los casos conocidos. Segn estos datos, el81,6% de casos son transmitidos por relacin sexual heterosexual, el 7% por transmisin bisexual u homosexual y el10,4% de madre a hijo (vase el cuadro 21, anexos). Slo el 0,9% de los casos son transmisiones a travs de la sangre. Se han hecho pruebas del SIDA en el suministro nacional de sangre durante ms de diez aos, pero hay una gran preocupacin por la falta de procedimientos adecuados de esterilizacin en las jeringuillas, y de medidas de proteccin por los trabajadores en los servicios de salud rurales. Sin las pruebas adecuadas, la comprensin de la comunidad y la educacin generalizada sobre la prevencin y la identificacin de casos, el contagio continuar sin detenerse durante muchos aos. Los jvenes son un objetivo fundamental pero difcil para la educacin. Dado que los jvenes se ven incitados a tener relaciones sexuales ms ocasionales al estar expuestos a comportamientos y relaciones sexuales no tradicionales, debe informrseles y advertrseles del alto riesgo que esto implica. 247. Las mujeres jvenes deben recibir educacin y apoyo para mantener su derecho fundamental a la integridad fsica y a la salud reproductiva en un contexto social cargado y cambiante. Los grupos de mujeres estn arraigados y son prcticamente universales en todo el pas, y por tanto estn en una situacin ideal para cumplir con esta obligacin para con los jvenes, especialmente las mujeres jvenes y las muchachas. Sin embargo, deben contar antes con una educacin propia para superar los tabes y la tendencia a juzgar y culpar a los jvenes. La educacin sexual tambin debe impartirse en las escuelas y en todos los hogares, pero es necesario eliminar muchas inhibiciones tradicionales y religiosas previamente y se necesita una campaa bien dirigida, creativa y a largo plazo. 248. El alto ndice de infeccin de enfermedades de transmisin sexual indica que los comportamientos de alto riesgo son habituales. Los estudios sobre el comportamiento reproductivo y el alto ndice de violaciones y de violaciones en grupo sugieren que las mujeres y las muchachas se encuentran en una posicin muy vulnerable. El VIH afecta de manera desproporcionada a las personas de entre 20 y 39 aos, pero hay claras diferencias de gnero entre ellas, ya que la mayora de los casos de mujeres se sitan en la franja inferior, o ms joven, mientras que los hombres afectados suelen ser mayores de 25 aos. Esto puede significar que las mujeres son ms activas sexualmente, por la fuerza o por voluntad propia, a una edad ms temprana. 249. Papua Nueva Guinea tiene actualmente cada vez ms casos de nios nacidos con SIDA. En diciembre de 1997 se haban registrado 25 muertes por SIDA en el grupo de edad entre los13y los 24 aos. Se diagnosticaron 192 casos ms de VIH. En 1997 se registraron13 casos deVIH en nios, 9 de ellos con el SIDA. Hubo 22 casos de VIH entre los adolescentes,12de ellos con el SIDA. La mayora de los casos se deben a una transmisin heterosexual. Hay muchas posibilidades de que los nios y las madres seropositivos sufran de discriminacin. En Port Moresby se han vendido hurfanos no deseados con el SIDA a padres adoptivos que no lo sospechaban. Papua Nueva Guinea no tiene apenas servicios de orientacin y de apoyo para estas personas o para sus familias y comunidades. Se diagnostican enfermedades de transmisin sexual en todos los niveles de los servicios de salud en Papua Nueva Guinea, pero a menudo las mujeres jvenes son muy reacias a acudir a clnicas que tratan estas enfermedades. Slo se dispone de estadsticas sobre enfermedades de transmisin sexual desglosadas por edades en las clnicas especializadas de los hospitales provinciales. Lasestadsticas de que se dispone indican que los jvenes ms activos sexualmente practican el sexo sin proteccin. 250. La malnutricin generalizada y el alto ndice de enfermedades entre los nios probablemente oculten la autntica incidencia y el contagio del SIDA durante muchos aos. Dados los ndices actuales de transmisin, se calcula que durante los prximos diez aos se contagiarn miles de personas. El pas est mal preparado para esta situacin y se enfrenta ahora al reto de revitalizar urgentemente y ampliar todos los servicios posibles para fomentar la supervivencia de los menores ante una catstrofe inminente del SIDA a nivel nacional. Unproyecto de prevencin y atencin para la salud sexual y el VIH/SIDA financiado por AusAID ha puesto en marcha muchas actividades importantes. Diversas ONG y el Fondo de Poblacin de las Naciones Unidas tambin participan activamente en ese mbito. El Instituto de Investigaciones Mdicas de Papua Nueva Guinea ha realizado investigaciones muy importantes y un innovador programa de educacin entre iguales. B. Nios discapacitados (artculo 23) 251. Muchos nios en Papua Nueva Guinea padecen discapacidades, que podran remediarse o aliviarse mediante un anlisis, intervencin y tratamiento tempranos. Entre estos problemas se incluyen las discapacidades auditivas, visuales, intelectuales y motrices. Actualmente se carecede datos precisos que indiquen las principales formas y causas de discapacidad en PapuaNueva Guinea. Dada la dificultad que tienen muchas personas de las zonas rurales para acceder a los servicios de salud ms fundamentales, no resulta sorprendente que los nios con discapacidades a menudo no accedan a ellos, o que el descuido de muchos problemas de salud habituales y tratables cause graves discapacidades. Adems de los problemas congnitos, los nios pueden sufrir fracturas, malnutricin, infecciones de los ojos y de los odos, infecciones de larga duracin y lceras vinculadas a cortes y quemaduras, que pueden causar discapacidades que posiblemente nunca reciban atencin mdica. La violencia contra la mujer, especialmente contra las mujeres embarazadas, los golpes en la cabeza y en los odos a los nios y otros tipos de disciplina fsica excesivos utilizados contra nios son cada vez ms habituales y pueden causar discapacidades. 252. El Gobierno no ha proporcionado apenas servicios en muchos centros provinciales y la mayor parte de la financiacin de los servicios procede de las ONG, las Iglesias y los grupos de prestacin de servicios. El ingreso en instituciones de los nios con discapacidades se est eliminando progresivamente a medida que los programas a nivel nacional de las ONG se coordinan, se racionalizan y se relacionan con los principales servicios gubernamentales de salud y de educacin. 253. Se estn estableciendo gradualmente en todo el pas pruebas visuales y auditivas, anlisis y la evaluacin de las discapacidades motrices, programas de visitas de especialistas a los hospitales provinciales, suministro de fisioterapeutas y de formacin para la intervencin temprana y las iniciativas de rehabilitacin comunitarias. La distribucin de servicios sigue dependiendo en gran medida de la creacin de servicios de las Iglesias y de las ONG y sigue estando mal repartida entre las provincias. Slo unas pocas provincias han hecho llegar a los distritos los programas ms fundamentales. 254. En un entorno tradicional, la discapacidad se asocia habitualmente a los espritus y la brujera y un nio discapacitado puede ser objeto de burlas y discriminacin debido a la ignorancia y al miedo. Los padres y la familia ampliada suelen ocuparse de los nios discapacitados, proporcionndoles alimentos y cobijo, pero los nios con discapacidades a menudo reciben una proteccin excesiva, e incluso son recluidos y se les impide desarrollar su potencial. Cada vez se presta una atencin mayor a desarrollar medios de ayuda tecnolgica para los discapacitados y a poner a su disposicin sillas de ruedas. En algunos entornos muy difciles, como los pantanos y las regiones montaosas, los nios discapacitados pueden estar extremadamente limitados en su capacidad de moverse libremente, incluso con esos tipos de ayuda. Como tantos otros servicios para las personas con discapacidades, el suministro y la supervisin de las prtesis depende mucho de los especialistas visitantes y de los fondos procedentes de donantes. Se estn creando actualmente algunos talleres locales, pero la supervisin de los nios de zonas remotas y la motivacin de sus padres a realizar viajes largos, costosos y duros y estancias en la ciudad para velar por que sus hijos sean visitados, tratados y examinados peridicamente sigue suponiendo un gran desafo. 255. Los programas para educar a la comunidad y para desinstitucionalizar los servicios e integrar a los nios en la educacin general estn dando poco a poco a las comunidades e instituciones la posibilidad de acoger a los nios con discapacidades y proporcionarles apoyo prctico. No hay ninguna capacitacin formal para la fisioterapia ni para la terapia ocupacional, y hay muy poca capacitacin, aunque cada vez sea mayor, para la educacin especial. Losorganismos que proporcionan servicios dedican actualmente gran parte de sus recursos a la formacin de personal mediante especialistas visitantes o residentes por plazos breves. C. La salud y los servicios de salud (artculo 24) 256. En Papua Nueva Guinea el Gobierno y las ONG asociadas, y especialmente las Iglesias, proporcionan servicios de salud pblica. Las polticas y las normas se establecen a nivel nacional. Las divisiones de salud provinciales son responsables de los planes y actividades provinciales, y las funciones se descentralizan hacia los distritos, de acuerdo con la reforma nacional de los gobiernos provinciales y locales. En el plano de las aldeas, el acceso a los servicios depende de los organismos que funcionan en cada zona. Si las ONG o las Iglesias gestionan servicios de salud comunitarios, utilizando a trabajadores de la salud voluntarios capacitados y a comadronas de la aldea, las comunidades pueden tener diversos servicios primarios de salud clnica y reproductiva y educacin de mbito local. En varias zonas de PapuaNueva Guinea se han establecido algunos de estos servicios de salud comunitarios. Porelmomento, slo alcanzan a una minora de la poblacin rural, pero son enormemente importantes para algunas zonas muy remotas. Las Iglesias y las ONG los gestionan, pero hay poca coordinacin, estandarizacin o racionalizacin de estos servicios y de las conexiones estructurales con los principales servicios de salud. 257. El primer nivel de los servicios de salud generales son los puestos de socorro rurales, que habitualmente atienden a entre una y diez aldeas. La mayora de stos son gestionados por el Gobierno. Aproximadamente el 50% de los puestos de socorro han cerrado, o prcticamente han dejado de funcionar en los ltimos diez aos. En el nivel siguiente estn los centros de salud (cadacentro atiende a entre 5.000 y 20.000 personas) y los subcentros de salud (que atienden a entre 2.000 y 10.000 personas). Existen aproximadamente 550 centros de este tipo en todo el pas, que proporcionan servicios mdicos bsicos y se ocupan de algunos pacientes ingresados. Algunos centros de salud gubernamentales de zonas rurales han cerrado en los ltimos aos, de manera permanente o durante largos perodos de tiempo. Loscentros de las Iglesias a menudo estn a punto de cerrar debido a los persistentes problemas administrativos en la entrega de sus presupuestos de funcionamiento y de los emolumentos del personal. Los hospitales provinciales constituyen el siguiente nivel del sistema sanitario nacional. 258. Los servicios de salud bsicos siguen estando fuera del alcance de muchos nios por numerosas razones sociales, culturales, geogrficas y econmicas. Las tasas que se han introducido en los hospitales provinciales de acuerdo con un programa de ajuste estructural en1995 han disuadido a muchas mujeres de acudir a un hospital provincial para realizar un parto supervisado, o a un centro de salud rural para el tratamiento de enfermedades que pueden causar discapacidades o enfermedades mortales entre los nios. Los fondos operacionales del Departamento de Salud han disminuido drsticamente entre 1990 y 1995. Despus de haberse pagado los salarios, se produjo una grave escasez de fondos para las reparaciones bsicas, el mantenimiento, los servicios de extensin y la supervisin. A menudo se cortan las lneas telefnicas o los vehculos dejan de circular por falta de mantenimiento, de reparacin o de fondos para la matriculacin o la gasolina. La supervivencia de los principales programas de inmunizacin, planificacin familiar y salud reproductiva depende en gran medida de los donantes. 259. El Plan nacional de salud de 1996 a 2000 del Departamento de Salud tiene cinco prioridades a nivel nacional. stas son: aumentar los servicios para la mayora rural y su participacin; ampliar la promocin de la salud y los servicios preventivos, reorganizar y reestructurar el sistema nacional de salud en funcin de la poblacin, la geografa y las necesidades sanitarias; desarrollar las aptitudes profesionales, tcnicas y de gestin y la dedicacin del personal; y mejorar y mantener la inversin en infraestructura. Las principales estrategias son: la promocin de la salud y educacin sobre ella, la salud preventiva (servicios de salud de la familia, lucha contra las enfermedades e higiene ambiental) y los servicios de salud curativos. El gasto total en salud ha sido de aproximadamente 160 millones de kina al ao entre 1990 y 1996 (divididos en 62,5% de financiacin gubernamental nacional, 29,5% de gasto provincial y 8% de fondos de donantes y de prstamos) y ha disminuido en trminos reales desde entonces. A principios de 1999, el Departamento de Salud estableci una nueva asociacin con las principales compaas minerales y de explotacin de recursos para obtener un apoyo muy necesario para el debilitado sistema de salud del pas. 260. Un examen de mitad de perodo de los logros alcanzados por el Plan nacional de salud (junio de 1998) documenta los siguientes avances. La aprobacin de la Ley nacional de la administracin de salud, en que se racionalizan las funciones y las responsabilidades en todos los niveles de Gobierno; la elaboracin de una estructura uniforme del presupuesto de salud; la aplicacin de un sistema nacional de informacin sobre la salud; la reestructuracin del Departamento de acuerdo con las reformas nacionales en el Gobierno y en la administracin pblica; y la realizacin de cursos prcticos para ayudar a todas las provincias a elaborar planes operacionales de acuerdo con el Plan nacional de salud. Sin embargo, muchas estructuras administrativas son todava muy nuevas y la poblacin todava no est preparada para la aplicacin plena de muchos aspectos del Plan. Adems, entre 1997 y 1999, Papua Nueva Guinea experiment la sequa, el maremoto y la convulsin poltica ms duras de la historia del pas y una gran devaluacin del kina, la moneda nacional. La reduccin de la cantidad de trabajadores en los puestos de socorro, un aumento repentino de la malaria, la escasez generalizada de medicamentos en los centros de salud, la reduccin de la cobertura de inmunizacin sistemtica, un aumento de la tuberculosis y la extensin de la epidemia del VIH/SIDA se han unido a estos problemas. Se han registrado ms visitas de supervisin, mejores ndices de presentacin de informes mensuales y ms centros que funcionan con frigorficos y comunicacin por radio, pero los niveles siguen estando por debajo de lo esperado. El Departamento de Salud presta ahora una mayor atencin a los programas de comunicacin sanitaria para la malaria, la tuberculosis, la neumona y las enfermedades de transmisin sexual; a velar por que se supervise ms sistemticamente la salud de la madre y el nio y se cuente con los equipos fundamentales y los suministros; a los programas de control de la expansin de la malaria y tuberculosis; a la puesta en marcha de ms sistemas de suministro de agua y de higiene, a la financiacin prioritaria para los suministros sanitarios; y al establecimiento de un centro nacional de formacin en el empleo, una base de datos sobre recursos humanos y estrategias para que los hospitales generen mayores ingresos. 261. La situacin actual de los servicios de salud infantil en Papua Nueva Guinea plantea importantes cuestiones sobre la capacidad del actual y de anteriores Gobiernos para convertir las polticas en acciones que den prioridad a los nios y garanticen hasta el mximo de los recursos disponibles "la supervivencia y el desarrollo del nio". En el prembulo de la Convencin se reconoce que la familia es el "medio natural para el crecimiento y el bienestar de todos sus miembros, y en particular de los nios". Conforme al artculo 18 de la Convencin, los padres o los tutores legales tienen la responsabilidad primordial en la crianza y el desarrollo del nio. El Estado debe garantizar una asistencia, un cuidado y una proteccin adecuados a todos los nios. 262. Los servicios de salud infantil tienen una financiacin, gestin y supervisin insuficientes, y su cobertura en las zonas rurales ha disminuido, o bien ha desaparecido totalmente en muchos distritos de Papua Nueva Guinea. Muchas personas han perdido la confianza en los servicios de salud pblica y no se molestan en realizar el difcil y costoso viaje hasta unos servicios que pueden estar cerrados, o donde probablemente el personal fundamental est ausente, los ambulatorios previstos hayan cerrado y no haya un sistema de consulta adecuado. En los peores casos, que no son pocos, los trabajadores de la salud se niegan rotundamente a trasladar a los nios enfermos o a las mujeres que estn de parto, cuyas vidas podran salvarse en el siguiente nivel de los hospitales de distrito o urbanos. Entre 1990 y 1995 el ndice de asistencia a las clnicas baj notablemente entre los nios (del 42 al 34%) y entre los nios menores de 5 aos (del23al16%). 263. Los informes indican que en los servicios de salud gestionados por las Iglesias la moral del personal, la gestin y la supervisin, son mejores pero tambin han sufrido mucho en los ltimos aos ya que se les han denegado sus fondos operacionales bsicos, asignados con cargo al presupuesto nacional, que ahora se conceden a travs de los gobiernos provinciales. Algunas provincias funcionan mejor que otras. Estas realidades se comentan en las noticias cada da, en debates y en seminarios pblicos en Papua Nueva Guinea. Nadie niega el lamentable estado de los servicios de salud en general, y en particular de los servicios de salud de la madre y el nio. Teniendo en cuenta la baja moral, los graves problemas de infraestructuras, el costo cada vez mayor de llegar y atender a las zonas rurales, el efecto negativo de los problemas nacionales de orden pblico, el Plan nacional de salud de 1996 no basta para combatir este problema. Elresultado de ello es una alta incidencia de enfermedades que podran evitarse. Las mejoras moderadas en los indicadores bsicos de salud infantil obtenidas en el primer decenio posterior a la independencia se han visto contrarrestadas por unas estadsticas que se han estancado o han empeorado en los ltimos 15 aos. En particular, las tasas de mortalidad infantil y materna han aumentado durante el ltimo decenio. Cada semana fallecen 280 nios menores de 5 aos y 1 de cada 22 mujeres muere durante el embarazo o el parto. 264. En la poca colonial se estableci firmemente una red de puestos de socorro rurales y unos programas de ambulatorios mviles mensuales de salud de la madre y el nio dirigidos por los centros de salud, los subcentros de salud y los hospitales. En muchas zonas rurales, las mujeres saban cundo y dnde podan encontrar sus clnicas locales mensuales. Este servicio ha desaparecido paulatinamente desde la independencia, en particular en los servicios de salud gubernamentales. Anteriormente, las clnicas de salud de la madre y el nio proporcionaban cuatro tipos de servicio: cuidados prenatales, inmunizacin, supervisin del crecimiento del nio y educacin sobre la salud. Esta ltima casi nunca se realizaba correctamente. A menudo no se llevaba a cabo una supervisin sistemtica y a fondo del crecimiento del nio, y la mayora de las madres no reciban una educacin til para entender y supervisar la evolucin del crecimiento de su hijo en el grfico "El camino a la salud" que figuraba en el libro de registro sanitario para lactantes. Adems, estos libros de registro, no siempre estn disponibles, y excepto cuando se tienen subsidios de alguna ONG, deben comprarse al precio de 1 2 kina. Los nios que no tienen un libro de registro de salud oficial pueden ser discriminados al acudir a clnicas, servicios de salud u hospitales, y se sabe que han sido rechazados sin ofrecrseles servicio por el simple capricho de un agente sanitario enfadado. 265. Las estadsticas sobre salud de que se dispone en Papua Nueva Guinea suponen un gran problema. Las principales fuentes de datos son el Plan nacional de salud, el Estudio nacional sobre demografa y salud y la presentacin sistemtica de informes por los agentes sanitarios de todo el pas. La frecuencia de presentacin de informes de los centros de salud es desigual e inconstante. Las estadsticas nacionales sobre salud se basan en gran medida nicamente en la informacin recogida de las personas que asisten a clnicas en los servicios de salud rurales y urbanos y las que ingresan como pacientes en los centros de salud y los hospitales. Las cifras sobre mortalidad, por ejemplo, se basan nicamente en el 10% de las defunciones. Losindicadores de condiciones de salud, acceso a los servicios y cobertura se obtienen a partir de unos informes con datos insuficientes basados en los centros de salud. D. Seguridad social y servicios e instalaciones de guarda de nios(artculo 26 y prrafo 3 del artculo 18) 266. La familia extensa, las tierras y los recursos naturales de subsistencia constituyen el sistema tradicional de seguridad social en Papua Nueva Guinea. Tradicionalmente, los nios estn al cuidado de toda la familia, en particular los tos maternos. No se permite que los nios pasen hambre, ni que se les abandone o se les haga dao. Cuando una familia est en apuros, los parientes, los amigos y los vecinos intervienen rpidamente con apoyo prctico o consuelo psicolgico. Puede confiarse nios a parejas jvenes que hayan perdido a uno de sus hijos. Sehan tomado medidas de proteccin en favor de los nios en el marco de los recursos y servicios de que dispone la comunidad, as como de la interaccin entre las creencias tradicionales, la educacin oficial y la comprensin mutua. La atencin a la infancia puede complicarse con los conflictos o la violencia entre clanes, familias o cnyuges. No existe un principio absoluto de inters superior del nio especialmente cuando todos los factores referidos se combinan y convierten en una lucha la supervivencia fsica, poltica y psicolgica de los adultos que tienen la responsabilidad de ser padres o tutores. Cuanto ms se alejan las estructuras de vida familiar del entorno tradicional y su red humana de proteccin, sus normas y sus recursos naturales de apoyo, tanto ms se deteriora la red de apoyo tradicional. Las adopciones en un entorno no tradicional, la lucha por gestionar la carga de trabajo rutinario de la familia y el aumento del costo de la vida estn entre los distintos factores que ejercen presin en las familias, y en particular en los nios, en los entornos urbanos contemporneos. Actualmente, es corriente en Papua Nueva Guinea hacer que los nios mendiguen, roben o se prostituyan, hacer sentir a los nios problemticos que son unos fracasados o una carga, que no se los desea o bien marginarlos en un entorno hostil de carcter urbano definido por la familia o la comunidad, as como someterlos a palizas, abusos o un trabajo excesivo, en especial cuando se trata de nios adoptados a la ligera. E. Nivel de vida (prrafos 1 a 3 del artculo 27) 267. En la mayora de centros urbanos existen grandes asentamientos de precaristas en los que vive hasta un 50% de la poblacin. En estos asentamientos se instalan a largo plazo residentes de tipo urbano, algunos con empleo y muchos desempleados. Sirven tambin de alojamiento provisional para parientes y amigos de las comunidades de origen que visitan la ciudad por asuntos familiares, por cuestiones de salud o, en general, para interrumpir la rutina de su vida en la aldea. En todas las poblaciones de Papua Nueva Guinea existen asentamientos oficiales y no oficiales. En los oficiales, hay cierta seguridad jurdica de la tenencia y suele exigirse que se edifique de manera ordenada segn ciertas normas y reglamentos. En cambio, en los asentamientos no oficiales las familias suelen vivir en condiciones de extremo hacinamiento y sordidez, en viviendas precarias e inapropiadas. Se atribuye un cierto estigma a la vida en los asentamientos y suele creerse que stos alientan y albergan a delincuentes, juveniles o no, y especialmente a aquellos que se jactan de ganarse la vida robando. A menudo los asentamientos se encuentran en terrenos pantanosos o con poco drenaje. Cuando entra dinero en los hogares de estos asentamientos, ello suele asociarse con episodios de alcoholismo y violencia domstica o bien con reyertas entre familias. 268. En Papua Nueva Guinea hay demasiadas personas que luchan a diario por lograr un nivel de vida adecuado. Gran parte de la inseguridad, la ansiedad y la tensin en los hogares rurales y urbanos deriva de tener que enfrentarse al problema de cmo satisfacer las necesidades bsicas, alimentar a la familia y pagar las matrculas escolares. Las presiones econmicas extremas, debidas a la drstica devaluacin del kina (60% en los ltimos cinco aos) y a la divisin y desintegracin de la familia socavan los sistemas tradicionales de apoyo y de seguridad. Laadopcin ya no se produce entre amigos y familiares de una misma comunidad rural u otra vecina, en la que puede supervisarse el bienestar del nio. El paso del nio de una familia a otra obedece a muchos y distintos motivos, interpretaciones y expectativas. Se arranca con demasiada facilidad a los nios de su propia familia para que vivan con parientes en comunidades lejanas. Sus padres reales pueden pasar muchos aos sin tener noticias de ellos. 269. Es posible que las familias preocupadas por el bienestar de un nio de su familia o barrio lo tomen a su cargo obrando de buena fe aunque sin tener debidamente en cuenta el inters superior delnio. Sinembargo, cuando hay demasiados problemas o escasean los recursos, la prioridad de los padres ser inevitablemente sus hijos naturales. Elfenmeno del desplazamiento de nios entre hogares para encontrar la atencin, proteccin y apoyo bsicos que necesitan no es algo fuera de lo comn. Muchos de estos nios acaban en las calles, endurecidos e insensibles. Cada vez se da con mayor frecuencia el fenmeno de la venta de recin nacidos de manera abierta y pblica, cuando los padres creen que no pueden mantenerlos debidamente. Lapolica no interviene y presuntamente ha habido altos funcionarios del Gobierno en zonas rurales que han comprado nios en estas circunstancias. Todo ello ocurre en un contexto social en el que parece no haber normas, ni leyes, ni organismos a los que presentar una denuncia o pedir ayuda, ni tampoco servicios de apoyo ni sistemas de seguridad social que respalden al nio o a los padres. Elnmero creciente de jvenes que vagan por las calles, airados y frustrados, influye negativamente en la seguridad y el bienestar de muchos ciudadanos. Elgrado en que las personas se sienten libres y seguras para desplazarse por su barrio, ciudad o distrito afecta directamente su calidad devida. 270. Muy pocos organismos reconocen la existencia y la importancia de estos problemas en PapuaNuevaGuinea, y muchos estn cerrando los ojos. Tambin son numerosos quienes se resguardan de la turbadora realidad con vallas y alarmas, guardas de seguridad y perros. Muchos se aferran a un ideal romntico de familia, comunidad y estilo de vida melansico. Losservicios de bienestar social del Gobierno, la legislacin, la dotacin de personal y la financiacin son totalmente inadecuados. MuchasONG e Iglesias facilitan servicios de atencin de emergencia, la mayora de naturaleza reactiva. Haymuchas personas, familias y comunidades que necesitan asistencia, pero prcticamente no se dispone de recursos dirigidos sistemticamente a una labor preventiva, por ejemplo de presiones al Gobierno y de exigir que se preste atencin a las cuestiones ms crticas en materia de derechos del nio y necesidades de lospadres. VII. EDUCACIN, OCIO Y ACTIVIDADES CULTURALES A. El sistema nacional de educacin, incluida la formacin yla orientacin profesionales (artculo8) 271. Papua Nueva Guinea se clasifica como un pas de ingresos medios, aunque por su nivel de enseanza est por debajo de la mayora de pases de bajos ingresos. El70% de los nios asisten a la escuela primaria, menos del20% van a la escuela secundaria y menos de un2% de los que ingresan en el grado1 llegarn al grado12. Estos problemas se sealaron en el Estudio del sector educativo de1991. Enlos ltimos aos, el Gobierno ha otorgado alta prioridad a las grandes reformas estructurales para dotar de una base de aprendizaje ms pertinente a la mayora de alumnos cuyo futuro est en las comunidades rurales. Lasreformas se ocupan de la alfabetizacin inicial en la lengua verncula, la importancia de la enseanza primaria, el acceso a la enseanza, la tasa de retencin escolar, la calidad de la enseanza, el rendimiento y la participacin equitativa de lasnias. 272. Con arreglo a la Constitucin de Papua Nueva Guinea, la educacin es un derecho fundamental. Lamentablemente, el derecho a la educacin sigue siendo un ideal ms que una realidad. Enmuchas comunidades no hay suficientes escuelas, y miles de alumnos potenciales siguen sin acceder a la enseanza oficial. La enseanza no es gratuita ni obligatoria ni universal. EnPapua Nueva Guinea, la educacin se financia gracias al Gobierno, la asistencia de los donantes y las familias que pagan matrcula. En1998 se asign al sector de la educacin el17% del presupuesto estatal, lo que supuso un aumento significativo respecto de aos anteriores e incluy un aumento del10% en el componente de presupuesto para desarrollo. Este porcentaje debe mantenerse para apoyar el gran proceso de reforma actualmente en curso (vase el cuadro23, anexos). 273. El sistema nacional de enseanza heredado en el momento de la independencia se caracterizaba por un acceso deficiente, escasas oportunidades tras la enseanza primaria, un programa de estudios intrascendente o con un sesgo urbano y unos altos costos con unos escasos resultados. Setrataba de un sistema triple consistente en escuelas primarias (grados1a6) que pasaron a llamarse escuelas comunitarias y cuyo programa de estudios incorpor muchas innovaciones e iniciativas para dar significado al trmino "comunitarias", para lo cual se tuvo en cuenta la agricultura, la cultura y la aplicacin de las enseanzas a la vida de la comunidadlocal. 274. Ha habido una constante expansin de las escuelas comunitarias desde la independencia, cuando todas las vacantes de maestro de primaria pasaron a ser por primera vez de carcter local. En 1995 ingresaron en el sistema escolar el 90% de los nios entre 7 y 12 aos, aunque slo un57% llegaron a acabar el grado 6. Slo el 40% pasaron al grado 7 (vanse los cuadros 24 y25, anexos). La participacin y apoyo de la comunidad y los padres se redujeron drsticamente cuando se hizo evidente que la mayora de alumnos no tenan posibilidad de continuar hasta la escuela secundaria. Muchos padres comenzaron a contemplar la educacin como una mala inversin. La edad tarda de ingreso en el sistema educativo ha sido un problema persistente, especialmente en las zonas rurales alejadas y en las zonas urbanas. Slo ingresan alumnos nuevos en el 40% de las escuelas comunitarias. Otras aceptan nuevos alumnos cada dos o cada tres aos, lo que hace muy difcil afianzar la escuela como institucin significativa a los ojos de la comunidad y desmoraliza a maestros, alumnos y padres. 275. Establecen las matrculas las Juntas Provinciales de Enseanza. En el caso de las escuelas comunitarias las tasas oscilan entre 1 y 100 kina. Cuando se trata de tasas elevadas, las matrculas pueden constituir una grave carga financiera para muchos padres y la razn por la que muchas familias deciden retirar o no matricular a sus hijos, en particular las nias, por lo que no concluyen la enseanza primaria. En los exmenes nacionales tras el grado 6 los mejores resultados los obtienen las nias urbanas y los peores las nias de zonas rurales. En las zonas alejadas, las malas condiciones fsicas de muchas escuelas (aulas y viviendas de los maestros, muchas construidas con arbustos), la falta de servicios de salud y de transporte, el suministro insuficiente de alimentos para los maestros, el escaso apoyo de la comunidad y la poca confianza en el sistema contribuyen a cierres frecuentes y a una clara desventaja para los nios de zonas rurales. Para algunos alumnos que abandonan en el grado 6 los centros de enseanza profesional pueden constituir una opcin, aunque las posibilidades de ingreso sean limitadas. 276. En las escuelas secundarias provinciales se imparten los grados 7 a 10. Existen en total138 escuelas,96 de las cuales estn administradas por el Estado y el resto por organismos de las Iglesias. La mayora son internados. Las matrculas de las escuela secundarias son elevadas (entre 400 y 800 kina anuales) y en ellas se discrimina frecuentemente a las familias, rurales y urbanas, de bajos ingresos. Las vacantes para maestros han ido adquiriendo gradualmente un carcter local. Si en un principio algunos alumnos abandonaban la escuela tras ocho aos de enseanza mientras que otros seguan hasta completar diez cursos, posteriormente se dio la posibilidad de que todos acabaran el grado 10. Ha habido numerosos intentos de orientar el programa de estudios secundarios hacia la agricultura y las asignaturas de orientacin comunitaria en los dos ltimos decenios. En general, los alumnos de secundaria obtienen mejores resultados en las zonas urbanas. La tasa de retencin escolar ha sido del 70%, aunque en los ltimos 15 aos sta se ha reducido en el caso de las nias y ha aumentado en el caso de los nios. A partir de 1983, la tasa de retencin femenina ha aumentado constantemente, pues ha pasado de un 10,1% (frente a una tasa del 17,4% para los nios) a un 17,4% en 1994. Elprogreso hacia la igualdad de gnero difiere segn las regiones y si en las provincias insulares se ha alcanzado prcticamente la paridad, en las regiones de montaa sigue habiendo grandes diferencias. Todo el sistema de enseanza secundaria adolece de una falta de contacto entre padres y maestros. Los nios tienden a obtener mejores resultados en los exmenes nacionales de matemticas y ciencias del grado 10, si bien las nias suelen obtener mejores resultados cuando no estn en escuelas mixtas. En los ltimos aos ha habido algunos problemas de gestin y disciplina, especialmente en las escuelas de nios, y stos han sido ms comunes en las escuelas pblicas que en las religiosas. En los aos anteriores a la reforma tan slo un 10% de los alumnos de secundaria pasaban del grado 10 al grado 11 (vase el cuadro 25, anexos). 277. En las escuelas nacionales de segundo ciclo se imparten los grados 11 y 12. En los 20 primeros aos despus de la independencia hubo slo cuatro de tales escuelas, por lo que las matriculaciones fueron muy escasas. Siempre ha habido un gran nmero de alumnos que acaban el grado 10 sin perspectivas de seguir estudiando ni de encontrar un trabajo. En los ltimos aos ha habido grandes problemas de administracin y de disciplina en varias escuelas secundarias nacionales. Las peleas entre estudiantes de distingas regiones, los incendios premeditados, la venta y consumo de marihuana, la destilacin casera de bebidas alcohlicas, la violencia sexual y la intimidacin a las chicas han provocado el cierre peridico de escuelas y el deterioro de las condiciones. Los liceos tcnicos son una opcin limitada para quienes superan el grado 10 y algunos de los estudios que ofrecen tienen un estricto sesgo de gnero, lo que no alienta el acceso de las muchachas a los oficios y otras ocupaciones no tradicionales. 278. En los ltimos 20 aos ha habido numerosas revisiones del acceso a la educacin en todas las instituciones oficiales y de la pertinencia de la enseanza que imparten. Estas revisiones dieron como resultado el Informe Matane sobre la orientacin de la enseanza en Papua Nueva Guinea. Asimismo, la participacin de Papua Nueva Guinea en la Conferencia Mundial sobre Educacin para Todos, organizada por la UNESCO, y su apoyo a la Declaracin de Jomtien sobre Educacin para Todos han dado impulso a una educacin ms pertinente. El actual Plan nacional de enseanza (1995-2004) establece dos prioridades: impartir una enseanza de calidad para todos y reformar todo el sistema nacional de enseanza. 279. Aunque la Convencin establece que la enseanza primaria debe ser obligatoria y gratuita, desde 1975 los sucesivos Gobiernos de Papua Nueva Guinea no han conseguido aplicar una poltica de enseanza primaria universal. Se han revisado continuamente los objetivos nacionales de enseanza primaria universal a medida que se han hecho evidentes diversas limitaciones. Los objetivos actuales son la enseanza primaria universal hasta el grado 8 y aumentar en un 50% para antes de 2010 el nmero de alumnos que pasan del grado 9 al grado10. 280. Entretanto, el acceso ha seguido siendo un factor crtico. En 1982 se introdujo una poltica nacional de enseanza gratuita, que, no obstante, caus mucha confusin y acab abandonndose para ser sustituida por un programa de subsidio de educacin. Se trata de un programa convertido, a menudo interrumpido por la continua crisis econmica nacional. Ese programa ha contribuido a aliviar la carga de los padres, pero tambin ha estado plagado de incertidumbres especialmente porque a menudo es difcil liberar fondos a tiempo. En 1998 el Gobierno entreg 38 millones de kina para subvencionar las matrculas escolares. El programa ha sufrido problemas de manera continua, debidos a menudo a que las estadsticas sobre matriculaciones y traslados no son exactas y al retraso con que se presentan los informes sobre ingresos y gastos trimestrales. Estos retrasos repercuten significativamente en el funcionamiento eficaz de las escuelas. 281. Un factor significativo de la alta tasa de abandono escolar que no ha sido investigado debidamente es la expulsin de alumnos por no pagar la matrcula. La Poltica nacional de enseanza establece que no puede impedirse que los alumnos asistan a clase porque no pueden pagar la matrcula. Sin embargo, en todo el pas se entregan notificaciones de expulsin a alumnos de primaria y secundaria, se amenaza a los padres y se les somete a presiones y se comete la gran injusticia de castigar al nio y negarle su derecho bsico a la educacin. Enel momento de preparar el presente informe se dispona de informaciones segn las cuales en mayo de 1999 se haban entregado notificaciones de expulsin a 500 estudiantes de Bougainville. Setrata de un alumnado que acaba de pasar por un decenio de guerra civil y desrdenes. Entrelos afectados hay muchos nios soldados que an estn en proceso de rehabilitacin. Esteejemplo ilustra que esta poltica se ha aplicado sin reflexionar, de manera inadecuada y global. Los subsidios del Gobierno no han eliminado este problema porque la mayora de escuelas insisten en cobrar una tasa adicional para proyectos que en ocasiones es el doble de la matrcula propiamente dicha. 282. La gran reforma nacional del sistema educativo comenz en 1993 y se espera que concluya en 2004. Los detalles de esta reforma se enumeran en el Plan nacional de enseanza (1995-2004) aprobado en 1997 por el Consejo Ejecutivo Nacional. La reforma se ocupa de las principales cuestiones relativas a la participacin (lo que comprende el acceso, la tasa de retencin escolar, el equilibrio entre ambos sexos, la baja tasa de retencin escolar y el paso al grado 7, en especial en el caso de las nias) y la calidad (lo que comprende la pertinencia del programa de estudios, la participacin de la comunidad, los materiales didcticos y equipos bsicos, la capacitacin de los maestros y la dotacin de personal). Se est llevando a cabo una ampliacin a gran escala de la capacitacin de los maestros, la elaboracin de programas de estudios, la produccin de materiales didcticos y de infraestructuras fsicas, si bien deben fortalecerse los sistemas de verificacin y supervisin para mantener la calidad y velar por la uniformidad y la sostenibilidad. 283. La reforma comprende la introduccin de un programa de enseanza elemental de tres aos en lengua verncula, que se basa en la comunidad y que, segn se espera, mejorar la tasa de retencin escolar. El desplazamiento de los primeros grados a las escuelas comunitarias dejar aulas libres, de manera que puedan aadirse a las escuelas primarias los grados 7 y 8. Asu vez, ello liberar aulas para ms clases de los grados 9 y 10, y permitir a algunas escuelas ofrecer los grados 11 y 12. Hainfluido en la reforma el que durante mucho tiempo no se haya logrado una enseanza primaria universal en el marco del antiguo sistema de enseanza. ElInforme Matane de 1985 haca hincapi en la reforma del programa de estudios comenzando por la enseanza en lengua verncula, la ampliacin inmediata del acceso a la enseanza secundaria y la reorientacin de las prioridades presupuestarias en materia de enseanza superior para favorecer ms la enseanza primaria universal. Estas recomendaciones fueron confirmadas por la Declaracin de Jomtien de la UNESCO, de 1990, el Estudio del sector educativo de 1991, las decisiones del Consejo Ejecutivo Nacional de 1992 y 1994 y la Poltica nacional de enseanza de 1996. 284. La reforma se basa en la Poltica nacional de enseanza, si bien exige que todas las provincias formulen y concluyan planes provinciales de aplicacin de las reformas educativas para antes de septiembre de 1998. Los planes provinciales de aplicacin deben estar en consonancia con la poltica nacional. La reforma de la poltica nacional comenz en noviembre de 1997 con arreglo a la Ley orgnica del gobierno provincial y local. Muchas competencias educativas del Gobierno nacional fueron transferidas a las provincias, a saber, la gestin, la administracin, las tasas de matriculacin, la planificacin y la infraestructura, lo que comprende los subsidios pero no los programas de estudio. Sin embargo, hay una mayor flexibilidad en la enseanza elemental. Esta vinculacin con los procesos de planificacin y presupuesto descentralizados de los gobiernos locales se consideraba esencial para dar un apoyo efectivo desde la base a las infraestructuras de enseanza bsica, as como para solucionar los frecuentes problemas con los terrenos y las reclamaciones de indemnizacin de muchas comunidades rurales. El Departamento de Educacin tiene previsto formar a todo el personal docente de los distritos, as como impartirle capacitacin para la gestin de las escuelas elementales y primarias. 285. Se espera que la reforma educativa d como resultado una mayor tasa de retencin escolar y de acceso, con un mayor nmero de nios admitidos en las escuelas elementales, a partir de los6 aos. Con arreglo al nuevo sistema, los nios ya no dejarn la escuela al superar el grado 6. Aproximadamente la mitad de los alumnos que ingresen en el sistema educativo debern dejarlo al concluir el grado 8 (vanse los cuadros 27 y 28, anexos). El nuevo sistema prev el mejoramiento de la capacitacin de los maestros y de las normas, as como una mayor participacin en la escuela secundaria a un costo menor. Habr ms alumnos que superen el grado 12 y se estima que la transicin pasar del 9,6% en 1991 al 17% en 1996 (vanse los cuadros29 y 30, anexos). 286. Entre las limitaciones actuales a la reforma de la enseanza est la grave carencia de recursos. Los principales procesos de reforma, incluidas la sensibilizacin sobre los procesos de reestructuracin y de reforma de los programas de estudios y su comprensin, as como la planificacin y gestin de esta evolucin en manos de los Gobiernos central, provinciales, de distrito y locales, tambin est demostrando ser compleja y desigual por todo el pas. Todo ello exige que se adopten prcticas de aplicacin flexibles y criterios de adaptacin a los distintos entornos sociales y culturales en plena evolucin. Las actuales necesidades en materia de programas de estudios, desarrollo de materiales y suministro de equipos, que son mayores, exigen una asistencia externa sustancial. 287. Se estn utilizando al lmite los recursos para apoyar la evolucin actual y hay inquietud sobre la capacidad del sistema reformado para absorber, institucionalizar y sostener los cambios que estn teniendo lugar. An no estn claros los procesos de registro y supervisin de los maestros de enseanza elemental. An no se comprenden del todo los costos en materia de salarios de los maestros que implica la reforma. Actualmente se estn evaluando medidas eficaces en funcin de los costos, como la racionalizacin del nmero de maestros. Existe inquietud acerca del grado actual de cambio, el crecimiento demogrfico y la capacidad del sistema educativo de atender al alumnado. Se calcula que el crecimiento demogrfico anual de Papua Nueva Guinea es el 2,3%, mientras que en la actualidad el sistema educativo tiene una capacidad de aumento del acceso del 1,3% anual. 288. Existen considerables diferencias entre las provincias en cuanto a su capacidad para aplicar y administrar la reforma educativa y promulgar leyes provinciales en materia de enseanza. Enlas provincias est surgiendo inquietud acerca de la calidad del magisterio y el nmero de maestros, especialmente cuando se trata de los grados elementales, los grados 7 y 8 y los grados11 y 12, as como acerca de la necesidad de volver a capacitar a los maestros que imparten los primeros aos de enseanza primaria. Las modificaciones en los programas de estudios van a la zaga de los cambios estructurales, los materiales didcticos llegan tarde y los presupuestos provinciales no siempre tienen en cuenta el alto costo de transportar nuevos materiales y suministros. 289. La gestin de la reforma se ve complicada por la frecuente sustitucin de los directores de las divisiones provinciales de educacin, una situacin que los directivos de planificacin de la enseanza caracterizan de inestable. Dada la inquietud ante los problemas de financiacin, es necesario movilizar en mayor grado las contribuciones de la comunidad, las Iglesias, las ONG y el sector privado. Las actuales reformas polticas prevn planes de financiacin para provincias y distritos que pueden aprovecharse. 290. La disponibilidad de recursos necesarios para el programa de reformas y la sostenibilidad de la reestructuracin de la enseanza y los programas de estudios siguen siendo un gran motivo de inquietud para todas las partes interesadas. Papua Nueva Guinea sigue haciendo frente a limitaciones fiscales, aunque instituciones como el Banco Mundial creen que pueden conseguirse los recursos necesarios para una reforma completa del sistema educativo si se aplican medidas adecuadas de eficacia en funcin de los costos. Sigue habiendo preocupacin por la situacin presupuestaria de las escuelas, el posible efecto de la inflacin y de las fluctuaciones de la tasa de cambio, las deficiencias en la aplicacin del programa de infraestructuras escolares y la falta de uniformidad de las matrculas. Los estudios indican que el xito de la aplicacin depender de que se tomen medidas para economizar costos como la mejora del coeficiente de alumnos por maestro. 291. Se estn investigando estrategias de sostenibilidad por mediacin de los asesores para la aplicacin de la reforma, en especial en materia de eficacia en funcin de los costos, medidas, indicadores y verificacin, capacitacin y puesta al da de los maestros, reforma de los programas de estudios, sistemas salariales y de plantilla eficientes, desarrollo de la gestin a nivel de distrito y supervisin del sistema de enseanza elemental. La presencia de sistemas y prcticas adecuados en todas estas esferas sigue siendo fundamental para la sostenibilidad de la reforma educativa. Se est realizando un estudio en forma de tesis doctoral sobre toda la cuestin de la sostenibilidad de la reforma. 292. El principal concepto del programa de estudios de enseanza elemental es que los nios adquieran una alfabetizacin y una enseanza de aritmtica elemental as como una enseanza temprana en un idioma que dominen, y que su educacin se base en su propia cultura y comunidad. El lenguaje es el medio de transmisin de la cultura. Deben formularse programas de estudios basados en la comunidad e integrados. Se darn ms oportunidades de participacin de los padres en la primera enseanza. En 1998 hubo 50.000 nios ms en los dos primeros aos de escolarizacin que en 1995. Hasta el momento, se ha experimentado un desarrollo muy rpido y una gran demanda de las comunidades, lo que indica que la opinin pblica est respondiendo positivamente a los nuevos niveles de acceso, primera enseanza, pertinencia y posibilidades de unos vnculos ms slidos con la cultura y el idioma. Se espera que los nios de corta edad adquieran ms confianza y autoestima a medida que se les aliente a adoptar los valores tradicionales de comunidad y reciprocidad. 293. Desde 1994 se ha puesto a prueba el concepto de enseanza elemental de tres aos, que comprende el grado preparatorio, los grados 1 y 2, la alfabetizacin y la enseanza de aritmtica elemental. Se han aprovechado innovaciones anteriores de las escuelas Tokples, aunque la duracin del perodo de estudio se ha ampliado a tres aos, los maestros reciben su salario del Gobierno y se garantiza el ingreso de todos los nios en la escuela primaria. En la actualidad hay 1.400 escuelas elementales en el pas. En el nuevo marco de enseanza elemental no hay lmite de edad para los maestros, si bien se prefieren a los jvenes recin capacitados que tengan respeto por la comunidad, hablen con soltura la lengua verncula, conozcan en profundidad la cultura local, sean partidarios de la alfabetizacin y tengan experiencia con ella y posean un nivel de enseanza de grado 10 o equivalente. Toda la capacitacin de los maestros de enseanza elemental tiene lugar en las provincias y los distritos, que producen los materiales de estudio in situ. En la actualidad se dispone de 120 instructores y se est capacitando a5.059maestros (2.300 del primer ao, 1.700 del segundo y 1.059 del tercero). El rpido desarrollo de los programas de estudio y la capacitacin exigen una supervisin minuciosa. Losprimeros estudios indican que se debe motivar a los maestros de enseanza elemental que estn recibiendo capacitacin para que sean ms innovadores y participen de una manera ms directa y creativa en sus comunidades. Los programas de estudio formulados a nivel local se complementarn con materiales y juegos de materiales nacionales para cada nivel que se distribuirn con asistencia del Organismo Australiano de Desarrollo Internacional (AusAID). 294. En 1999-2000 en las escuelas primarias del primer ciclo (grados 3 a 5) y del segundo ciclo (grados 6 a 8) habr un gran nmero de matriculaciones a partir del grado 3 de nios procedentes de las escuelas elementales. En este nivel deben introducirse numerosos cambios. Es urgente formular estrategias para mantener la alfabetizacin en la lengua verncula y la enseanza bilinge, mediante el fomento de la escritura creativa y la organizacin de bibliotecas bilinges. En la actualidad hay 38.000 alumnos matriculados en los grados 7 y 8 en 400 escuelas primarias. En general, en 1994 el acceso mejor hasta llegar al 73,9% (75,1% de nios y 72,5% de nias), aunque sigue habiendo mucha disparidad entre las regiones, algunas de las cuales aplican las reformas con lentitud, por lo que tienen tasas de matriculacin de slo el 51,7%. Las polticas en materia de coeficientes de alumnos por maestro se establecen a nivel provincial y en algunos casos esos coeficientes son considerablemente ms altos que la media nacional, que es de31,4alumnos por maestro. 295. Los grados 7 y 8 de la escuela primaria se estn institucionalizando gradualmente, aunque sigue habiendo problemas con las tasas de retencin escolar, ya que en algunas provincias las tasas de desercin son de hasta el 40%. Ello se debe en parte al cobro de elevadas matrculas en este nivel (en ocasiones de ms de 200 kina) y porque, presuntamente, a algunos alumnos no se les permite tomar los exmenes o no se les entrega su certificado oficial de estudios porque no han pagado la matrcula. Se est formulando un nuevo programa de estudios para el ciclo de enseanza primaria reformada en el que se tienen en cuenta las aptitudes profesionales y prcticas ms extensas que se exigen ahora en el grado 8, porque en el futuro la mitad de los alumnos abandonarn el sistema de educacin oficial al completar ese grado. Se estn facilitando nuevos equipos para la enseanza de las ciencias y la agricultura en la escuela primaria en forma de juegos normalizados financiados por AusAID y obtenidos mediante licitacin en Australia. Por ms que en algunos casos no se trate de equipos del todo adecuados, la mayor parte de maestros consideran que necesitan capacitacin para aprender a usarlos. 296. La Convencin se refiere tambin a la accesibilidad de la enseanza secundaria y a sus diversas formas, es decir, general y profesional. Adems de las 5 escuelas nacionales de segundo ciclo, hay otras 14 escuelas secundarias que atienden a los alumnos que siguen hasta el grado 12, cuyo nmero es ahora mayor. En 1997 estaban matriculados en ellas 2.035 de los3.794 alumnos que tomaban los exmenes del grado 12. Sigue habiendo escasez de maestros de los grados 11 y 12 especializados en una asignatura y con cualificacin superior. En la actualidad, los maestros que imparten este nivel son maestros de enseanza secundaria cualificados, maestros autctonos de Papua Nueva Guinea sin especializacin en una asignatura, maestros con una especializacin pero sin cualificacin docente o bien expatriados y voluntarios de misiones. 297. Durante mucho tiempo la enseanza profesional ha sido una rama desatendida en Papua Nueva Guinea. Aun cuando se introdujo el programa de subsidio de educacin, al principio era de mucha menor cuanta en el caso de los centros de enseanza profesional, si bien fue ajustado tras producirse protestas. Tradicionalmente se establecan centros de enseanza profesional para los alumnos que superaban el grado 6, pero a medida que el sistema educativo produca ms egresados de los grados 8 y 10, la enseanza profesional se hizo ms competitiva y se elevaron los niveles de acceso. Actualmente se cuenta con 115 centros, la mayora de los cuales estn administrados por organismos de las Iglesias (66 en total) y se encuentran en zonas rurales. 298. Entre los problemas asociados con el actual sistema de centros de enseanza profesional estn la falta de homologacin de los programas de estudios y las certificaciones, as como de las competencias tcnicas que se obtienen, la poca prioridad que les otorgan los gobiernos provinciales, la insuficiente formacin de los maestros, la escasa vinculacin con el mercado de trabajo y la poca supervisin e inspeccin del Departamento de Educacin. En algunas provincias los centros de enseanza profesional han recibido muy poco apoyo financiero del Gobierno. Durante mucho tiempo se ha considerado a los centros de formacin profesional instituciones de menor importancia. 299. En general, la historia de los centros de enseanza profesional se caracteriza por una puesta en prctica insuficiente o escasa y por las iniciativas desaprovechadas. Numerosas innovaciones y programas experimentales puestos en marcha desde la independencia con el apoyo entusiasta del Gobierno y las ONG han demostrado ser inadecuados o insostenibles. Las lecciones aprendidas guardan relacin con la cooperacin y la coordinacin entre todos los organismos interesados. Con la asistencia del Servicio de desarrollo de Alemania y el Organismo Alemn de Cooperacin Tcnica (GTZ), as como de numerosos estudios tcnicos y de gestin, se ha formulado una poltica completa en materia de formacin profesional destinada a modernizar y racionalizar la formacin profesional y tcnica. 300. Esta poltica propone un organismo nacional de capacitacin que suceda a los diversos organismos actualmente encargados de la formacin, los cursos de aprendizaje, las evaluaciones y la educacin tcnica. El nuevo organismo contar con un presupuesto al que se incorporar la financiacin de las operaciones y actividades de un instituto nacional de capacitacin. Lanovedad de este enfoque y de esta poltica exige un compromiso de cooperacin, coordinacin y planificacin conjunta, as como una genuina asociacin entre los principales organismos. La aplicacin de esta poltica compete a los departamentos nacionales y a los gobiernos provinciales y locales. Lacooperacin voluntaria y bien informada es esencial. 301. El Servicio de Desarrollo de Alemania en Papua Nueva Guinea se est concentrando actualmente en la formacin profesional, para lo cual emplea el 50% de su presupuesto y ha asignado al sector a 16 voluntarios alemanes. Se trata de hacer que los centros de enseanza profesional sean ms pertinentes y tiles, as como de modernizar y hacer que aumente la participacin de las mujeres. La formacin se orienta al mejoramiento de las condiciones de vida, la agricultura tradicional, las necesidades de los pequeos talleres rurales, la produccin artesana y otras formas de autoempleo y actividades econmicas no estructuradas. Su funcin comprende la docencia y la gestin en centros de enseanza profesional, la formulacin de programas de estudios para la agricultura, la capacitacin tcnica y la educacin para el autoempleo en un mercado estructurado, as como colaborar con el Departamento de Educacin para concebir un nuevo sistema nacional de formacin tcnica y profesional, capacitar a los instructores mientras ejercen su trabajo y fomentar la pequea empresa. Se propone que la formacin profesional se convierta en un sistema basado en la demanda y deje de ser una capacitacin interna, sectorial y acadmica para quienes dejan la escuela, centralizada, dependiente de la oferta, con plazos fijos y basada en los centros de instruccin. Este cambio viene inspirado por las aspiraciones de quienes acceden o prevn acceder a las economas no estructuradas urbanas y rurales de las aldeas y se basa en el anlisis de las necesidades de la comunidad y en impartir competencias, en el marco de unos plazos y emplazamientos flexibles, con rendicin de cuentas y con ventajas tanto para quien recibe capacitacin como para toda la comunidad. 302. El Servicio de Desarrollo de Alemania coopera con el GTZ para elegir estrategias que permitan mejorar la calidad de la capacitacin y de los instructores y est reorganizando y volviendo a formar a todos los capacitadores, gestores, instructores, trabajadores y coordinadores auxiliares, planificadores, asesores e inspectores asociados con el sistema, a fin de mejorar la pertinencia, la calidad y la cooperacin entre organismos. Desde septiembre de 1998, el GTZ ha ampliado su programa a los centros de formacin profesional de todo el pas. El Servicio de Desarrollo de Alemania est dispuesto a proporcionar recursos financieros y humanos hasta2010. 303. El cambio propuesto en materia de capacitacin tcnica implica pasar de un programa coordinado centralmente, basado en la oferta, centrado en las escuelas, con plazos determinados y una estructura formal a un sistema de educacin y capacitacin basado en la demanda, sensible al mercado, que imparta competencias de conformidad con las normas nacionalmente reconocidas y orientado a empleos cualificados y semicualificados en la economa estructurada. 304. Las instituciones pasarn a autogestionarse con apoyo parcial del Gobierno, cuya funcin est pasando de la de proveedor universal a la de facilitador y a la de proveedor de un sistema de acreditacin y supervisin de la capacitacin. Se tratar de un sistema integrado que deber rendir cuentas ante los empleadores y los patrocinadores para que la capacitacin sea efectiva en funcin de los costos y pertinente. 305. El Instituto de Enseanza a Distancia lleva 20 aos impartiendo los grados 7 a 10 externamente. Se han matriculado anualmente en l hasta 30.000 alumnos que haban tenido que abandonar los grados 6 u 8. La matriculacin masculina ha sido mucho mayor que la femenina. Tras la aplicacin de la reforma educativa, los alumnos del Instituto no necesitan continuar hasta el grado 7 y 8. Los centros del Instituto en las provincias permiten la matriculacin de adultos, pero esta posibilidad tiende a reservarse a las personas que ya trabajan. Slo un pequeo porcentaje de los alumnos son menores de 18 aos. 306. Dado que se accede a la escuela a una edad avanzada, hay muy pocos alumnos menores de19 aos que ingresen en las tres universidades de Papua Nueva Guinea. Las mujeres suponen nicamente el 37,7% del total de matriculaciones en la enseanza terciaria. Su participacin en este nivel educativo se ve siempre afectada por la omnipresente cultura dominada por el hombre, ya mencionada en el presente informe, y a causa de la cual cuando no pueden pagarse las matrculas lo ms probable es que sean las hijas las que dejen de estudiar. Las ciudades universitarias son vistas como entornos sumamente hostiles a las estudiantes. 307. Hay una gran necesidad de facilitar servicios para que los nios puedan aspirar a seguir con su educacin y conozcan las opciones disponibles en los sistemas de enseanza corrientes. La orientacin en el hogar no es frecuente y los servicios que actualmente facilita el Departamento de Educacin son muy escasos y deficientes. 308. Desde hace tiempo, el Gobierno de Papua NuevaGuinea toma medidas para velar por que en las escuelas se administre la disciplina de manera compatible con la dignidad del nio. Enel decenio de1970 Papua NuevaGuinea promulg legislacin por la que se prohiban los castigos corporales en las escuelas. Enlas escuelas de segundo ciclo se han afianzado los comits de disciplina con participacin de estudiantes, por lo que, junto con el espritu abiertamente democrtico del alumnado, en las escuelas las sanciones se administran de manera transparente y justa. Actualmente, en las escuelas supone un mayor motivo de preocupacin la falta de cooperacin de algunos alumnos y sus familias cuando se decide suspender su asistencia temporalmente o expulsarlos en clara aplicacin de las normas, reglamentos y polticas de la escuela. Sehan dado casos en que los alumnos a los que se ha suspendido o expulsado, o bien familiares o amigos suyos con influencias polticas, han recurrido a amenazas y a intimidaciones o incluso al cabildeo para que hubiera alguna intervencin o injerencia de carcter poltico en sufavor. 309. Papua NuevaGuinea tiene una tasa de alfabetizacin muy baja, que vara segn las provincias. Enlas provincias menos desarrolladas sta es menor y presenta una mayor diferencia segn los gneros. Segn el censo nacional de1990, el45,1% de la poblacin mayor de10aos era analfabeta (el 49,5%de los hombres y el 40,3%de las mujeres) (vase el cuadro32, anexos). Dehecho, los niveles de alfabetizacin funcional son considerablemente menores y se calculan en un25%. Encomparacin, estos niveles son peores que la tasa promedio de alfabetizacin en los pases insulares vecinos del Pacfico, que es del85%. Latasa de alfabetizacin se ha duplicado desde1971 (22,8%en el caso de las mujeres y37,5%en el caso de los hombres). Engeneral, las tasas son inferiores en el caso de las mujeres, cuya tasa de alfabetizacin crece ms aprisa, si bien queda todava una gran brecha que superar. Hancontribuido a estos bajos niveles la enseanza en una segunda lengua o en un idioma extranjero, el acceso restringido y las bajas tasas de retencin escolar, y la dificultad de mantener los hbitos de lectura en las aldeas. 310. Papua NuevaGuinea tiene854lenguas vivas. En1990, el Gobierno lanz el Programa nacional de alfabetizacin y sensibilizacin para fomentar la enseanza en lenguas vernculas, como establece la poltica lingstica y de alfabetizacin de1989. Esta poltica tena como objetivo aumentar la sensibilizacin y la comprensin acerca de los cambios y aumentar la participacin por medio de la alfabetizacin y el acceso a la informacin. Desde entonces se ha trabajado intensamente durante un decenio para eliminar el analfabetismo en PapuaNueva Guinea. Todas las iniciativas de alfabetizacin se coordinan con arreglo al Programa nacional de alfabetizacin y sensibilizacin, que depende de la Divisin de programas de estudio del Departamento de Educacin. ElPrograma ha establecido asociaciones con las comunidades, lasONG, las Iglesias, el sector privado, los medios de informacin, todas las divisiones y departamentos competentes del Gobierno, las organizaciones internacionales y los donantes internacionales. LasIglesias y lasONG han desempeado una inestimable funcin. 311. La Secretara Nacional de Alfabetizacin y Sensibilizacin fomenta las asociaciones con las Iglesias y con los programas de alfabetizacin de lasONG, al tiempo que apoya la elaboracin de materiales didcticos y la capacitacin. ElPrograma se basa en el movimiento preescolar Tokples, que comenz a ttulo experimental en1979 en Bougainville, y en el Informe Matane sobre la orientacin de la enseanza en PapuaNuevaGuinea. Losprogramas de alfabetizacin de base comunitaria parten de las tradiciones orales, del acervo y los valores culturales, y del establecimiento de la comunicacin y la cooperacin entre generaciones. Elxito relativo de la iniciativa nacional de alfabetizacin tiene que ver con la insatisfaccin general con el sistema educativo. ElPlan nacional de enseanza actual se plantea como objetivo una tasa de alfabetizacin del80% para2010. 312. La Secretara Nacional de Alfabetizacin y Sensibilizacin tiene una plantilla de seis personas, funciona con un presupuesto reducido e insuficiente (220.000kina en1998, lo cual, una vez descontados los salarios, dejaba tan slo76.900kina para actividades). ElGobierno del Japn y el Banco Mundial han contribuido hasta ahora en gran escala a las iniciativas nacionales de alfabetizacin. 313. En1999 reinaba ya la incertidumbre acerca de los presupuestos futuros, aunque cada vez era mayor la demanda de asistencia de las instituciones. LaSecretara debe llevar adelante la aplicacin de los programas de alfabetizacin en las20provincias. Losprogramas ms importantes son la alfabetizacin de adultos y las escuelas Tokples. 314. El punto de inflexin de la labor de alfabetizacin en Papua NuevaGuinea fue la Conferencia Mundial sobre Educacin para Todos y la formulacin de la Declaracin de Jomtien, en la que se reconoci la importancia de la enseanza bsica, de la igualdad y de que llegue a los desamparados, de ampliar las perspectivas y de establecer asociaciones para lograrlo. Elproyecto del Programa nacional de alfabetizacin y sensibilizacin vigente desde hace ms de diez aos incluye un programa de alfabetizacin continua para erradicar el analfabetismo, facilitar la adquisicin de la alfabetizacin funcional, y de crear capacidad, establecer asociaciones y generar recursos. Lasactividades de alfabetizacin y sensibilizacin se desarrollan a distintos niveles en todo el pas, en funcin del grado de responsabilidad y de las decisiones que asumen las comunidades. stas apoyan las escuelas y a los profesores y los programas de formacin. 315. Las escuelas primarias del nuevo sistema educativo reformado han abandonado el programa TokplesSkul (TPS) que haba sido aprobado y promovido en todo el territorio durante un decenio. Lasescuelas primarias actualmente se encargan de facilitar enseanza y alfabetizacin bsicas en la lengua verncula. Muchos profesores delTPS se han convertido en maestros de primaria. Ladiferencia entre elTPS y la escuela primaria reside en la imposicin de normas, salarios y reglamentaciones al personal docente y en la intervencin estatal en la elaboracin de programas de estudio y libros de texto. Esta transformacin de la enseanza bsica en idioma vernculo suscita cierta inquietud porque se pierden grandes recursos humanos para el desarrollo constituidos por una plantilla de docentes voluntarios de preescolar que trabajaban en los pueblos. Slo un puado deONG mantiene escuelas Tokples, y son muy pocas las que se dedican, o tienen previsto dedicarse, a la alfabetizacin de adultos. 316. Uno de los programas actuales de cooperacin internacional con el sector educativo es la amplia ayuda proporcionada por el Japn a la alfabetizacin, que comprende el suministro de centros de alfabetizacin y de produccin de material docente en todas las provincias. ElBancoMundial, el Gobierno delJapn, la UninEuropea y AusAID aportan ayuda a los procesos de reforma educativa. ElGobierno nacional subvenciona los establecimientos por conducto de los gobiernos provinciales. AusAID ha participado en los grados superiores11 y12 de las escuelas de secundaria. LosGobiernos del Japn y China estn construyendo nuevas escuelas nacionales de enseanza secundaria superior. AusAID ha financiado la formacin de profesores de enseanza elemental, primaria y secundaria, la expansin de las escuelas de secundaria, el apoyo pedaggico para los profesores de enseanza elemental, el material escolar bsico y la infraestructura. ElServicio de Desarrollo de Alemania y elGTZ han sostenido los centros de formacin profesional, las pruebas de la enseanza tcnica, la formacin de instructores y la formacin continua nacional, as como la provisin de materiales de estudio. 317. El sistema educativo de Papua NuevaGuinea tiene problemas para facilitar el acceso a la ciencia y la tecnologa y a los mtodos pedaggicos modernos. Lareforma no puede cubrir todas las necesidades de las escuelas primarias en materia de enseanza cientfica. Lamayora de las escuelas de nivel primario disponen de medios muy rudimentarios y utilizan mtodos de enseanza tradicionales. Muchas sufren durante todo el ao problemas de abastecimiento de agua. Aunque la mayora no dispone de electricidad, en algunas escuelas rurales se estn probando sistemas experimentales de energa solar. Esta situacin hace que la mayora de los nios de Papua NuevaGuinea se est quedando al margen del desarrollo de la nueva tecnologa de la informacin y de los beneficios de las comunicaciones electrnicas mundiales. Hay un debate constante sin resolver sobre los contenidos adecuados y polticamente correctos del programa de estudios de Papua NuevaGuinea e inquietan las repercusiones de las disparidades crecientes entre ricos y pobres, campo y ciudad, y su influencia en la igualdad de acceso y la homogeneidad de la calidad en el sistema educativo nacional. 318. A menudo, a los padres y profesores les parece que a los nios con discapacidad no les corresponden los mismos derechos. Elrechazo, callado pero real, de muchos nios con discapacidad se basa en que no se les reconocen sus derechos. Los principales proveedores de servicios en el mbito de la discapacidad hacen ahora hincapi en la informacin bsica sobre los derechos del nio a lo largo de toda la formacin del profesorado. En Papua Nueva Guinea est muy avanzada la integracin de la educacin de los discapacitados. Se alienta a profesores y alumnos a utilizar en clase el lenguaje de los signos. 319. La Constitucin, los Objetivos Nacionales y varias de las principales polticas sectoriales y de desarrollo de Papua Nueva Guinea confirman los derechos de todos los ciudadanos a la igualdad de acceso a la salud, la educacin, el desarrollo y el derecho a realizar su potencial. Anfalta mucho para que estas palabras se concreten. El Estado no presta ayuda a los padres o las familias de nios con discapacidad. Papua Nueva Guinea ha suscrito las Normas Uniformes sobre la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad aprobadas por la Asamblea General en el anexo de su resolucin 48/96, de 20 de diciembre de 1993, y las recomendaciones de la Conferencia Mundial sobre Necesidades Educativas Especiales: Acceso y Calidad, de 1994, organizada por la UNESCO y el Gobierno de Espaa. 320. El censo nacional de 1990 mostr que la poblacin total de Papua Nueva Guinea con discapacidad era de 11.838 personas, de las que un 30% eran menores de 20 aos de edad, y que la mayora (10.764) viva en reas rurales. Aparentemente, se ha subestimado mucho esa cifra. Callan Services, una de las mayores organizaciones que prestan servicios a nivel provincial y de distrito, estima que, nicamente en la provincia de Sepik Oriental, hay 29.000 personas con discapacidad. La estimacin se basa en la regla aproximativa de la Organizacin Mundial de la Salud y en el crecimiento estimado de la poblacin de Papua Nueva Guinea desde el censo de1990. 321. Los exmenes locales para descubrir afecciones de la vista y el odo y la capacidad auditiva llevados a cabo en la provincia de Sepik Oriental indican que en algunos lugares hasta un 90% de los nios tiene problemas de audicin. El 44% de los alumnos que comienza la escolarizacin sufra de algn tipo de prdida auditiva. Los servicios de fisioterapia en los hospitales son precarios y en muchos centros se han extendido con servicios promovidos porONG. Son comunes las lesiones de la mdula espinal como resultado de cadas (al trepar a un rbol, o al caer rboles sobre las personas), al igual que la parlisis cerebral producida por la meningitis o el neuropaludismo. No se cuidan miles de afecciones como el pie zambo, lo que causa graves discapacidades y problemas en las reas rurales. Nose abordan los problemas de las enfermedades mentales, tanto congnitas como debidas a traumatismos (especialmente causados por el paludismo y el uso de cannabis). 322. Las ONG que se ocupan de las personas con discapacidad aumentan progresivamente su capacidad de reconocimiento y de envo de casos de todas clases de discapacidad. Siempre que se presta este servicio se ha demostrado que el grupo de personas con discapacidad es ms amplio de lo que haba previsto el personal con experiencia. Los organismos que prestan estos servicios reconocen que es necesario un plan de amplia cobertura, con servicios de buena calidad y que pueda sostenerse mediante un uso idneo de los recursos disponibles. 323. Hasta la fecha Papua Nueva Guinea no dispone de polticas o normas legislativas nacionales, aunque la Junta Nacional considera urgente que se prepare una ley sobre las personas con discapacidad. Varias normas legislativas vigentes abordan las necesidades de las personas con discapacidad. Son, entre otras, la Poltica de desarrollo social (1994), la Ley de edificacin (1994), la Poltica nacional de salud y Plan nacional de educacin especial y directrices polticas (1993). El Plan de educacin especial tiene por objeto integrar a la mayora de los nios con discapacidad, discapacitados sensoriales y disminuidos intelectuales en las escuelas comunitarias ordinarias. Este programa comenz a aplicarse en 1994 y desde entonces muchos maestros de enseanza primaria han finalizado la formacin, previa al empleo y continua, que les prepara para encargarse de que los nios con discapacidad sean aceptados, se integren y participen plenamente en sus clases. En la seccin de pedagoga del Departamento de Educacin se ha nombrado a un oficial encargado de la educacin especial procedente de una ONG. Durante el ltimo decenio se ha producido una transferencia concertada desde las instituciones hacia la comunidad. La educacin especial se incluye especficamente en el Proyecto de asistencia pedaggica a los maestros de enseanza primaria y en el Proyecto pedaggico para el personal docente de enseanza primaria y secundaria, ambos promovidos por AusAID. 324. La Junta Nacional para las Personas con Discapacidad coordina 14 instituciones reconocidas que ofrecen servicios a nios con discapacidad. Todas estn financiadas y regentadas por ONG, con subvencin estatal mnima o nula y dependen considerablemente de sus propias actividades de obtencin de fondos y de la contribucin de las Iglesias y las ONG extranjeras donantes. Todas trabajan segn el principio de que habra que favorecer la informacin, la capacitacin y los servicios comunitarios, que propician la dedicacin de los cuidadores y orientadores locales. 325. Asimismo, se est promoviendo un sistema basado en la integracin de los nios con discapacidad en las escuelas ordinarias, en los programas de formacin y desarrollo y en los planes de empleo autnomo. Ocho de estos organismos administran Centros de recursos para la enseanza, con personal contratado en el marco del Plan nacional de educacin especial. Estoscentros ensean a los profesores a identificar las discapacidades y los nios con dificultades de aprendizaje, y les instruyen acerca de la integracin y la educacin especial. Hayslo un organismo que sigue ofreciendo atencin en instituciones, aunque la est eliminando de acuerdo con la poltica de integrar todos los servicios y hacerlos rentables y sostenibles. Todos los dems organismos y programas estn estableciendo programas basados en las comunidades y servicios a partir de las instituciones ordinarios. 326. Los datos procedentes de los ocho centros de educacin especial indican que los programas de integracin progresan gradualmente. Se atendi en total a 1.251 clientes. En 1997, los programas de intervencin temprana llegaron a 158 nios; se integr a 72 nios en las escuelas elementales, 414 en las escuelas primarias, 18 en las escuelas de secundaria, 11 en centros de formacin profesional, 2 en centros de enseanza superior, 22 fueron colocados en puestos de trabajo,101 participaron en centros de preescolar, 31 en clubes y asociaciones y 422 en programas comunitarios de rehabilitacin. Estas cifras slo cubren la etapa inicial de un importante programa nacional de integracin de los nios en la enseanza. 327. En consonancia con la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre Necesidades Educativas Especiales, el Departamento de Educacin ha creado puestos de profesores de educacin especial en todas las escuelas de profesorado y en el centro de formacin continua. Todas las escuelas especiales dependen del sistema nacional de educacin y estn transformndose en Centros de recursos para la enseanza especial que dispensarn formacin previa al empleo y continua. 328. Los programas de las Iglesias y las ONG ms importantes y mejor implantados estn expresamente orientados a los nios (menores de 18 aos) y promueven con dinamismo la formacin y la aplicacin de la intervencin temprana en las comunidades y las escuelas, clnicas y hospitales. 329. En Papua Nueva Guinea escasean las guarderas y la enseanza de la primera infancia. Enel sistema educativo casi no se presta atencin al desarrollo o educacin de la primera infancia. Hay pocos servicios de guardera fuera del hogar. La mayora de las personas tienen nieras internas que no estn motivadas ni preparadas para actuar con el nio de una manera que estimule su crecimiento y desarrollo. Todas las guarderas son privadas y en su mayora tienen precios prohibitivos. En total, hay 35 en 8 reas urbanas, y 19 estn en la capital. Todos son negocios legalmente reconocidos y deberan ser objeto de inspecciones peridicas de la Oficina de Asistencia al Menor. No sucede as y hay denuncias de hacinamiento en muchos centros, que no estn bien vigilados. En las reas rurales se teme mucho a la brujera, y la desconfianza impide socializar la atencin en los pueblos. Slo ha habido una iniciativa de educacin en la primera infancia, denominada Kindergarten Long Ples (jardines de infancia de aldea). Funciona principalmente en Madang, pero cuenta con una base comunitaria y de voluntarios importante y anima a quienes terminan la escuela y a las comunidades a que aprovechen los recursos locales disponibles para educar a los nios pequeos. El programa se ha mantenido durante casi 20 aos con un presupuesto mnimo. B. Objetivos de la educacin (artculo 29) 330. El desarrollo de la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y fsica del nio hasta el mximo de sus posibilidades corresponde exactamente al principio de desarrollo humano integral establecido en la Constitucin de Papua Nueva Guinea. Es el principio rector de la filosofa de la educacin que ha moldeado las actuales reformas educativas, las polticas de integracin de la enseanza de las personas con discapacidad y la mejora de la enseanza profesional y tcnica. No obstante, Papua Nueva Guinea se ve limitada por la cuanta de los recursos disponibles para el sector de la enseanza y por los gravsimos problemas administrativos, logsticos y sociales que obstaculizan las actividades normales en la mayora de los distritos del pas. La situacin an se complica ms debido a una reforma de la educacin sumamente ambiciosa que se est aplicando en el contexto de una reforma ms general de la estructura del Gobierno de Papua Nueva Guinea, comenzada dos aos despus del inicio de la reforma de la educacin. En todoel sistema educativo hay inquietud por los niveles de calidad. Muchos padres carecen de la experiencia o la educacin necesarias para motivar y apoyar a los alumnos. El vnculo entre el profesor y los padres, el aula y el hogar, es dbil y, probablemente, ms que ayudar a los nios, les estorba para la realizacin de sus posibilidades. 331. En el sistema educativo todava es frgil la inculcacin en el nio del aprecio y respeto de los derechos humanos, las libertades fundamentales y los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas. La Constitucin de Papua Nueva Guinea consagra la mayora de los principios bsicos de la Carta de las Naciones Unidas y, sin embargo, esto no se ha traducido en la educacin cvica popular y raramente se menciona en las actividades diarias y en la administracin escolar. En Papua Nueva Guinea se conocen y se entienden mal los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas o la nocin general de derechos humanos, incluidos los derechos de la mujer y del nio. Demasiado a menudo se recitan mecnicamente las nociones de derechos humanos y de libertades como pura retrica poltica, se interpretan de manera restringida e inadecuada y se enuncian como derechos polticos de un individuo o de un grupo frente a los dems, en funcin de la raza, el origen geogrfico o la educacin o etnia. Hay una tendencia general a recurrir rpidamente a la violencia o a las amenazas en situaciones de conflicto. Noes raro que haya peleas entre grupos de estudiantes o entre estudiantes y profesores. En todo el sistema escolar, las nias estn muy expuestas a la discriminacin, el acoso, el matonismo y la violencia. Han aumentado las denuncias de casos de violencia sexual en las escuelas y en algunos de ellos estaban implicados profesores junto con estudiantes. 332. En lo que respecta a inculcar al nio el respeto de sus padres, de su identidad cultural, de su idioma y sus valores, de los valores nacionales, del pas del pas del que es originario y de las civilizaciones distintas de la suya, se ha considerado que la brecha entre el hogar y la escuela, el profesor y los padres es uno de los factores que contribuyen al desarraigo y la falta de respeto de que se observa en tantos alumnos, sobre todo varones, al salir de la escuela. Se estn abordando ahora las barreras lingsticas, culturales y sociales construidas por la estructura y el estilo de educacin heredados en el momento de la independencia y se estn desmantelando en el proceso de la reforma educativa. Las escuelas Tokples y el actual sistema de primaria, con la preponderancia dada a los idiomas locales, la participacin comunitaria y el arraigo, tienen por objeto abordar y salvar la brecha intergeneracional creada por la educacin en el pasado y evitar que se reproduzca. El programa escolar elemental destaca la integracin en la comunidad y el desarrollo de actividades y programas culturales. En la reforma educativa se hace hincapi en las polticas y las actividades que alientan a los nios a apreciar las diferencias del rico patrimonio cultural de Papua Nueva Guinea y a respetar nuestras diferencias y diversidad contemporneas, avanzando de ese modo hacia la igualdad de gnero y tnica. La reforma destaca la importancia de la dedicacin del profesor. 333. En Papua Nueva Guinea existe el derecho de crear instituciones de educacin privada que respeten las normas mnimas establecidas por el Estado. Sin embargo, la mayora de las comunidades no pueden cumplir su sueo de crear una escuela privada. Su costo es prohibitivo y los trmites polticos y burocrticos son agotadores. Varios dirigentes polticos y personalidades nacionales han creado escuelas privadas que han acabado siendo reconocidas e incorporadas al sistema educativo ordinario. Muchas comunidades rurales querran hacer lo propio, pero el procedimiento les resulta difcil y extraordinariamente complejo y lento. Varias Iglesias han conseguido establecer sus propias instituciones de enseanza primaria, secundaria y superior al margen del sistema ordinario. Las instituciones educativas de las Iglesias catlica y adventista dispensan enseanza hasta el nivel universitario, inclusive. No obstante, las dos principales ramas de la enseanza privada son el Instituto de Educacin Internacional, que atiende a la comunidad extranjera y a los hijos de la elite local, y las escuelas adventistas del sptimo da, que atienden a los hijos de los miembros de esa Iglesia. C. Esparcimiento y actividades recreativas y culturales (artculo 31) 334. El derecho del nio al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes est determinado por las condiciones fsicas de su hogar, su sexo y la actitud de sus padres. Los nios que se encuentran en la pobreza y las nias estn expuestos a que se les impongan responsabilidades y tareas pesadas. Asimismo, los nios sin escolarizar y, en particular, los adoptados por una familia en la que ayudan a la madre sobrecargada de trabajo a cuidar y educar a los hijos biolgicos pueden caer en una situacin que les impida disfrutar de su derecho al descanso y el esparcimiento. Tambin es corriente el fenmeno de los padres demasiado estrictos y autoritarios, que regaan y pegan a los nios cuando stos se relacionan normalmente con sus compaeros fuera del hogar. Esto suele suceder en reas urbanas donde algunos padres tienen miedo de que los nios conozcan en la calle las drogas y a elementos delincuentes y de que sus nias sean vulnerables a las agresiones sexuales. La situacin se ve agravada al no elaborarse una psicologa infantil adaptada a la situacin de Papua Nueva Guinea y por no existir tradicin de dar a los nios explicaciones, en vez de regaarlos, amenazarlos y pegarles, como forma de orientacin y disciplina. 335. Hay una grave carencia de servicios y actividades sociales para los nios que se cran en las zonas rurales y los pueblos. En las aldeas no hay luz y son escasos los recursos para la vida social nocturna. Los nios que participan en los habituales bailes al aire libre "6 a 6" cada vez corren ms riesgo de verse envueltos en borracheras con bebidas de fabricacin casera. Estos bailes de pueblo tambin se consideran de alto riesgo para las nias, por el peligro de que sean agredidas sexualmente. En la mayora de las ciudades grandes y pequeas es imposible celebrar bailes y otros eventos sociales nocturnos sin correr el riesgo de que haya peleas, abuso de drogas y alcohol e intimidaciones o agresiones sexuales. Quedan pocas actividades sociales normales ms que puedan realizar los jvenes, aparte de acudir a las iglesias y de las actividades organizadas por stas. La mayora de los grupos teatrales locales prefiere no hacer representaciones por la noche, por miedo de los altercados y sus posibles consecuencias fatales. Muchos de los jvenes de Papua Nueva Guinea sencillamente no tienen ningn sitio seguro para salir de noche aparte de sus casas en la aldea o la ciudad. 336. Los deportes organizados son una bendicin para muchos jvenes, ya que les renen en un entorno seguro, en competicin amistosa y, por lo general, bajo buena organizacin y cuidado de adultos. El Gobierno y muchos particulares invierten mucho en desarrollar y mantener las asociaciones deportivas y de entrenamiento. En las reas rurales, los maestros y los jefes comunitarios pueden hacer maravillas con poqusimos recursos y organizar programas deportivos y campeonatos vistosos en los das festivos. En los grandes centros urbanos se confiere al deporte la funcin de consolidar la identidad y las redes sociales tnicas en un medio alienante en otros aspectos. Desafortunadamente, muchos nios quedan excluidos debido a que el precio del equipo bsico y de los uniformes necesarios para participar en competiciones organizadas sigue siendo prohibitivo. 337. La sociedad de Papua Nueva Guinea es nica por su rica diversidad cultural. Se alienta a los nios a que protejan su patrimonio. La excepcin se da en pequeas comunidades que adoptan el fundamentalismo cristiano, en las que se imponen tabes y se prohben las creencias y prcticas tradicionales. En todo el pas hay peridicamente mltiples y espectaculares muestras de decoracin corporal, canto, danza, artes y oficios. Los nios participan en estas actividades como parte de su vida en su comunidad y con ocasin de actos especiales organizados por las escuelas, los grupos sociales y culturales, con el propsito consciente de mantener la identidad cultural. El Gobierno, por mediacin del Consejo Cultural Nacional podra fomentar y apoyar ms estas actividades. 338. En principio, los nios de Papua Nueva Guinea tienen derecho a participar plenamente en la vida cultural y artstica. Sin embargo, an no existe una tradicin artstica afianzada. Eldinmico movimiento de teatro popular es uno de los mejores ejemplos de participacin infantil en la expresin artstica. 339. Se crean muchos grupos con miras a mantener las prcticas tradicionales, pero se establecen otros tantos o ms con el fin de aprovechar las costumbres tradicionales para educar y distraer a las comunidades en el marco contemporneo. Otra posibilidad de trabajo cultural y artstico popular se encuentra en la dinmica industria musical local a la que quieren acceder muchos jvenes. Desgraciadamente, la incorporacin de los jvenes a la industria musical sigue siendo muy difcil y costosa. Tambin hay muchas posibilidades para que los nios aprendan artes y oficios tradicionales e innoven con medios y temas modernos. En toda Papua Nueva Guinea los jvenes aprenden a fabricar artesanas de manera espontnea, enseados por la generacin de sus padres, y algunos consiguen pequeos ingresos por este trabajo. Desgraciadamente, se ha clausurado hace poco, por recortes presupuestarios, la facultad de artes creativas que tanto tiempo llev crear y homologar como programa de enseanza superior reconocido. Desafortunadamente, la mayora de las escuelas no tienen instalaciones para fomentar y sostener el desarrollo del talento artstico. En el momento de la independencia, la creacin literaria indgena era muy dinmica y reciba apoyo. Haba muchas publicaciones locales baratas de poesas y cuentos. Seanimaba tambin a los artistas jvenes a que utilizaran nuevos medios y formas. Hoy en da, la creacin literaria y el dibujo, la pintura y la serigrafa casi no reciben apoyo, aunque en el pasado se haya demostrado que puede haber una demanda internacional de arte local. La mayora de las escuelas rurales suelen carecer de material bsico como el papel, los lpices y las pinturas necesarios para estimular a los jvenes artistas. VIII. MEDIDAS DE PROTECCIN ESPECIAL A. Nios en situaciones de emergencia 1. Servicios de proteccin de menores 340. Papua Nueva Guinea no presta servicios de proteccin de menores. Hay una grave falta de ayuda a los nios necesitados de servicios de atencin y servicios sociales y de orientacin, en especial a las vctimas juveniles de abusos y abandono, los delincuentes juveniles o sus familias respectivas. La Ley de asistencia al menor (1951) est anticuada y se aplica de manera inadecuada, haciendo intil su administracin. Con arreglo a la ley, el Director de Asistencia al Menor tiene amplios poderes y dirige actualmente a 250 oficiales de asistencia basados en20provincias. La mayora de los oficiales de asistencia fueron nombrados tras finalizar un curso en el que se prepararon a hacer cumplir lo dispuesto en la ley. Es necesario que reciban una buena formacin o repasen la Convencin sobre los Derechos del Nio. El sistema de patrocinio estatal que sola ocuparse de la formacin de los funcionarios de asistencia mencionados anteriormente se ha desmoronado, lo que ha contribuido a bajar la moral del personal. A pesar de las disposiciones vigentes en la Ley de asistencia al menor, en realidad no hay servicios oficiales de seguridad social fiables, en particular para los nios vctimas de malos tratos, los nios pobres, la colocacin en familias o la repatriacin de familias abandonadas. Enlosltimos 20 aos, los servicios de asistencia al menor han cambiado muchas veces de estructura, de locales y de presupuesto. El presupuesto de 1999 incluye un plan de reduccin de personal. 341. Una parte importante de la Ley de asistencia al menor se refiere a la prestacin de asistencia social y la participacin y la responsabilidad familiar en relacin con los delincuentes juveniles. Los dos ltimos Directores de Asistencia al Menor han dejado que los problemas burocrticos sin resolver acerca de la interpretacin de la Ley de justicia de menores interfirieran con los servicios vitales de asistencia, rehabilitacin y reintegracin prestados a los jvenes y a la polica de menores. Es muy probable que la falta de atencin y de responsabilidad de los funcionarios encargados de la asistencia en Papua Nueva Guinea con respecto al tratamiento de los jvenes delincuentes, la informacin sobre sus derechos y, en general, la proteccin de los delincuentes juveniles, est relacionada con los crecientes niveles de violencia y brutalidad registrados entre los menores que violan las leyes. Esta violencia suscita inevitablemente ms violencia y criminalidad. 342. El Consejo Nacional de Asistencia al Menor, previsto en el artculo 8 de la Ley de asistencia al menor, es el rgano coordinador de las polticas y los servicios de proteccin al menor, pero hace dos decenios que casi no funciona. El Consejo fue establecido en la poca colonial (1971/72) cuando en el presupuesto nacional se inclua una partida ms generosa para los servicios de asistencia, pero enseguida qued en suspenso en torno a la poca en que PapuaNueva Guinea se hizo independiente (1975-1980). El Consejo fue restablecido en1986/87, gracias al esfuerzo de unos pocos asistentes esforzados. El Consejo Nacional de Asistencia al Menor tiene funciones bsicas importantes y en 1987 acept la responsabilidad de aconsejar al Gobierno de manera justa y ecunime en todos los asuntos relacionados con el bienestar social de los nios de Papua Nueva Guinea, independientemente de su extraccin social, econmica y racial. El Consejo de Asistencia al Menor tambin tiene encomendado servir de defensor de la asistencia social y a los nios, protegiendo sus derechos, investigando laexplotacin y los malos tratos de nios, recomendando programas para poner fin a los malos tratos y ocupndose de informar y educar a la comunidad con respecto a la ley. Los12 miembros del Consejo son propuestos y aprobados por el Director de Asistencia al Menor y nombrados por el Ministro por un perodo de dos aos, siempre que asistan regularmente y mantengan su integridad moral y una buena conducta pblica. El Consejo Nacional de Asistencia al Menor actualmente est en suspenso, y el mandato de los ltimos miembros nombrados expir hace ms de dos aos. LaOficina Nacional de Asistencia al Menor ha sufrido grandes recortes presupuestarios en los ltimos aos. Se informa de que la actual Oficina de Asuntos de la Familia y las Iglesias no dispone de fondos suficientes para mantener en funcionamiento al Consejo de Asistencia al Menor. Hay una gran falta de formacin, de confianza y de capacidad, en particular para entender y abordar los numerosos problemas que van apareciendo de la explotacin infantil y los malos tratos en la sociedad contempornea de Papua Nueva Guinea. Lamayora de los oficiales de asistencia del pas reaccionan en los casos graves, pero pocos son firmes y actan para cumplir su misin de intervenir en inters de los nios que necesitan proteccin. Esto sucede principalmente en casos de violencia, incesto, explotacin y las numerosas adopciones informales o ilegales que claramente no corresponden al inters superior del nio. 343. Aparte de las graves carencias presupuestarias y de recursos, otros factores fundamentales de la crisis de los servicios de asistencia y proteccin al menor de Papua Nueva Guinea son la poca capacitacin, moral y motivacin de los oficiales de asistencia. 2. Nios refugiados (artculo 22) 344. En la actualidad no existen leyes especficas referidas a la administracin de refugiados en Papua Nueva Guinea, aparte de la proteccin prevista en la Constitucin. Hace muy poco que se ha reconocido la necesidad de una ley de refugiados especfica. El grupo ms importante de refugiados en Papua Nueva Guinea est formado por melanesios huidos de la vecina Irian Jaya, la26 provincia de Indonesia. Estos refugiados tienen vnculos ancestrales, culturales y lingsticos directos con la poblacin de Papua Nueva Guinea. Entre 1962 y 1983 se estima que5.000nativos de Irian Jaya obtuvieron permisos de residencia concedidos por la administracin colonial del Territorio de Papua Nueva Guinea y posteriormente por el Gobierno del Estado independiente de Papua Nueva Guinea. Durante ese perodo,700de ellos se nacionalizaron. La mayor afluencia de refugiados se produjo en1984, cuando unas12.000 personas atravesaron la frontera de Papua Nueva Guinea. En un principio fueron instalados en17 campamentos provisionales en la frontera. El ACNUR y la Cruz Roja intervinieron. En1986 el Gobierno firm la Convencin sobre el Estatuto de los Refugiados, formulando reservas con respecto de los artculos 17, 21, 22, 24, 26, 31, 32 y 34, relativas al empleo remunerado, la vivienda, la educacin pblica, la legislacin del trabajo y la seguridad social, la libertad de circulacin, la expulsin y la naturalizacin. Se ofreci a los refugiados la opcin de reinstalarse en un campamento de refugiados oficial y muy lejano o de ser devueltos a Indonesia: actualmente residen en el campamento oficialun total de 3.789 refugiados. De ellos, 2.098 (55,37%) son nios menores de18aos (31% nios y 25% nias), mientras que de los restantes refugiados el24% son varones adultos y el 20% mujeres adultas. El ACNUR sostuvo un programa de reasentamiento de estos refugiados por valor de 16 millones de kina durante12aos. Otros6.000 refugiados residen en campamentos no reconocidos en la frontera. En el campamento estatal, la Iglesia catlica ha proporcionado la mayora de los servicios: salud, educacin y algunos servicios sociales. 345. El movimiento de refugiados ha sido restringido por las autoridades, aunque durante los ltimos diez aos ha habido una corriente continua hacia los centros urbanos de familias que anhelaban educacin para sus hijos y conseguir cierta seguridad financiera para ellas. Muchos refugiados se han aprovechado de la incapacidad del Gobierno para aplicar estrictamente sus propias polticas restrictivas. En las comunidades de refugiados oficiales se localiz a profesores y se les imparti formacin complementaria en las escuelas religiosas de profesorado, con el patrocinio de una institucin catlica de asistencia social. A mediados del decenio de 1980 se crearon escuelas primarias para los refugiados. Durante los primeros ocho aos el certificado de primaria obtenido por los nios refugiados no les serva para acceder a la enseanza secundaria fuera de los campamentos. Muchos padres sortearon el problema entregando a sus hijos en adopcin irregular a familias de Papua Nueva Guinea dispuestas a acogerlos fuera de los campamentos, en muchas otras provincias del pas. Algunas familias refugiadas perdieron todo contacto con sus hijos. En los ltimos aos se ha establecido en los campamentos un sistema reconocido de enseanza secundaria, de manera que, en principio, los nios refugiados oficiales tienen idntico acceso a la educacin, sino mejor, que los nios ciudadanos de Papua Nueva Guinea originarios de esta parte del pas. 346. El nivel de los servicios de salud prestados a los refugiados oficiales es tan bueno como el de los servicios de que disponen muchas otras reas rurales de Papua Nueva Guinea. Losrefugiados irregulares que viven en sus propias comunidades de la frontera con Indonesia, no disponen de los mismos servicios, pues aunque el Gobierno de Papua Nueva Guinea reconoce su presencia, no les ofrece ningn servicio. La Iglesia catlica presta asistencia bsica y organiza tareas de educacin y salud desempeadas por las propias comunidades de refugiados. Dentro del campamento oficial, los refugiados reconocidos tienen derecho a recurrir a la justicia y al tratamiento mdico de urgencia. Se fomentan agrupaciones deportivas y culturales. En los ltimos aos, el Gobierno de Papua Nueva Guinea ha adoptado la poltica de integracin limitada que estudiar la concesin de permisos a un grupo seleccionado de refugiados reconocidos para que salgan de los campamentos y se integren en la comunidad general de PapuaNueva Guinea, bajo ciertas condiciones. En octubre de 1998, el Gobierno concedi permisos de residencia a 208 familias compuestas por ms de 1.000 hombres, mujeres y nios. Ello ofrece cierta libertad y futuro a sus hijos, aunque an no hayan obtenido los plenos derechos que conlleva la ciudadana de Papua Nueva Guinea. 3. Nios en conflictos armados, recuperacin psicolgica y reintegracin social (artculos 38 y 39) 347. Papua Nueva Guinea ha sufrido diez aos de guerra civil, en la lejana provincia insular de Bougainville, al norte de las Islas Salomn. El conflicto naci de una larga historia de aspiraciones secesionistas, combinada con el descontento de los jvenes debido a la explotacin abusiva de los recursos naturales y sus graves efectos en el medio ambiente, el exiguo beneficio econmico obtenido y las escasas mejoras en materia de educacin y empleo derivados de los23aos de explotacin de la enorme mina de cobre a cielo abierto de Bougainville. Durante los cinco primeros aos, un gran movimiento guerrillero, armado y organizado, que moviliz, en ocasiones a la fuerza, a muchos miles de hombres jvenes y de nios a veces de slo 14 aos, pudo rechazar a las fuerzas de seguridad combinadas y especiales del Gobierno de Papua Nueva Guinea. Prcticamente, se cerraron todos los servicios estatales. Frustrado por la intransigencia de los guerrilleros y el continuo cierre de esa mina de gran importancia econmica, el Gobierno de Papua Nueva Guinea impuso a la isla un bloqueo completo y prolongado. ste supuso un bloqueo mdico y de comunicaciones, al que se achaca la muerte innecesaria y prevenible de muchos miles de nios, jvenes y madres inocentes. Miles de chicos de Bougainville quedaron atrapados en el conflicto y sufrieron los enfrentamientos entre una y otra parte. Amnista Internacional ha mostrado pruebas de ejecuciones sumarias y de torturas de muchos cientos de jvenes, perpetradas por ambas partes en el conflicto. 348. Durante la crisis, y particularmente entre 1990 y 1994, cuando la lucha era ms encarnizada, muchos nios de Bougainville fueron sometidos a palizas e intimidacin, a detenciones y malos tratos para que revelaran informacin que quiz no conocan y confesaran hechos de los que a menudo eran inocentes. 349. Muchos fueron detenidos y torturados junto con sus padres. Muchos fueron testigos de la muerte violenta de su familia y de miembros de la comunidad. La situacin se agrav con la creacin por el ejrcito de Papua Nueva Guinea al principio de los aos 90 de una fuerza de resistencia para la que reclut y arm a miles de jvenes de las fuerzas rebeldes que se haban rendido o que haban tratado de permanecer neutrales. Luego tuvieron que luchar con las fuerzas gubernamentales. Muchos eran menores de 16 aos y a menudo se les envi a patrullas de reconocimiento o a ocuparse da y noche de controles de carretera y de bnkeres. 350. Durante los ltimos cinco aos se han hecho esfuerzos constantes y complejos para conseguir la paz, con ayuda de los gobiernos vecinos del Pacfico y el liderazgo heroico y la funcin pacificadora desempeada por los dirigentes de las Iglesias y por las mujeres del pas. Actualmentereina una tregua inestable, pero los jvenes de toda la isla han conservado sus armas, tanto las de fabricacin casera como las armas automticas de gran calibre, unas suministradas por las fuerzas estatales y otras vendidas de contrabando a los rebeldes por fuentes extranjeras desconocidas, adems de los miles de armas caseras. Miles de jvenes se han vuelto expertos en la fabricacin improvisada de armas de fuego letales. Las escuelas, los centros de salud y los servicios de la administracin estatal han estado cerrados buena parte de estos diez aos. Muchos jvenes han estado sin escolarizar de cinco a diez aos y a los chicos que han combatido o a las chicas que se convirtieron en sus novias, a menudo a punta de pistola, les resulta muy difcil reclamar su derecho a la educacin. Han vuelto a abrir las escuelas y en las aulas se encuentran grupos mixtos de alumnos entre los 9 y los 22 aos. Los profesores se enfrentan al reto de motivar e imponer disciplina a unos chicos que han vivido como Rambo durante la mayor parte de los ltimos diez aos, entre ellos muchos que han asesinado, torturado y violado en el transcurso del conflicto. Los profesores no han recibido formacin especial, con excepcin de algn cursillo sobre psicoterapia de traumas dispensado por su propia Iglesia. 351. Muchas chicas de Bougainville han sufrido violaciones, violaciones en banda y otras formas de agresin sexual y de terror perpetradas por las dos partes cuando la lucha era ms encarnizada en Bougainville. Muchas de estas vctimas han tenido nios y algunas han sido obligadas a casarse con los perpetradores. En los centros de acogida abarrotados, que en el peor momento de la crisis acogieron hasta a 90.000 personas, ha habido muchas denuncias de incesto, algunas de violaciones por vecinos o soldados del ejrcito de Papua Nueva Guinea o de la resistencia. Todava no se ha dado curso oficial a estas denuncias. Muchos nios han crecido sin conocer ms que el miedo, la guerra y los disparos y al Gobierno de Papua Nueva Guinea como enemigo. Muchos nios han visto a sus familias aterrorizadas, torturadas, amenazadas, intimidadas y asesinadas. 352. Muchos nios de entre 5 y 16 aos han sido adoptados de manera irregular e ilegal por soldados y policas de buena voluntad, sin inscripcin en registros y sin programa de recuperacin previsto. A muchos padres se les prometi que sus hijos recibiran educacin y que les seran devueltos, pero despus perdieron el contacto. Otros han denunciado ante los servicios locales de Women's Crisis de Bougainville que sus hijas se han convertido en las criadas de sus familias adoptivas. A pesar de los esfuerzos por mejorar la situacin tras el alto al fuego, muchos nios no estn vacunados. Muchas chicas de 14 a 18 aos fueron secuestradas por soldados que se casaron con ellas. Muchas se encontraron entonces con una situacin de poligamia y desean ardientemente que las repatren. 353. La normalizacin de la administracin, la economa y el sistema judicial de Bougainville ha sufrido retrasos y ha sido objeto de mltiples y diversos intereses y presiones polticas. Ese proceso est siendo muy costoso, aunque goza de ayuda sustancial de los donantes tradicionales de Papua Nueva Guinea y de las instituciones de desarrollo no gubernamentales. Los esfuerzos por canalizar el dinero de la ayuda hacia la rehabilitacin, as como la lentitud de los trabajos de restablecimiento de la normalidad, la ley y el orden han paralizado los servicios de desarrollo de Bougainville. Los nios han estado privados de muchos de sus derechos bsicos durante un perodo muy largo: educacin, salud, justicia, ausencia de discriminacin y de tratos crueles e inhumanos, el derecho a jugar, la libertad de asociacin, de conciencia y de expresin, el derecho a la informacin y la participacin. 354. Los jvenes que se vieron atrapados en la lucha hasta incluso diez aos han depuesto las armas y han pedido incorporarse a las escuelas, pero el sistema actual est rechazando a muchos y no existe un sistema de enseanza oficial alternativo de emergencia. Los estudios privados no son una opcin realista. Las escuelas de Bougainville se enfrentan al reto de corregir el decenio de crisis de la educacin, de asimilar las reformas nacionales del sistema educativo y de ofrecer un servicio asequible a una poblacin que ha perdido su base econmica en un decenio de guerra. Lasautoridades se dirigen a los donantes y expertos internacionales para que las ayuden en este perodo crucial. 355. El Gobierno de Papua Nueva Guinea no tiene capacidad para ocuparse l solo de la rehabilitacin y la reintegracin de las personas, y menos de los nios. La Iglesia catlica y otras Iglesias, las escuelas religiosas y Peace Melanesia (una ONG local) han trabajado incansablemente durante los ltimos cinco aos para ofrecer psicoterapia de traumas y para desarrollar la capacitacin personal, vital y de resolucin de conflictos en las comunidades de Bougainville, en particular entre los jvenes. Para que los nios puedan recuperarse de esta crisis hacen falta muchos otros servicios especiales y de especialistas, en particular programas de rehabilitacin y reintegracin para los nios soldados. Los dirigentes de Bougainville que desean el restablecimiento de la paz y la rehabilitacin han dicho que temen que a falta de programas especiales de recuperacin y rehabilitacin, incluidas escuelas especiales, y con tantos nios soldados oficialmente desarmados y despojados de su identidad de pistoleros y de su poder, muchos jvenes podran entrar sencillamente en grupos de pillos violentos. 4. Los nios en los desastres naturales 356. Hace poco que el Gobierno de Papua Nueva Guinea ha adoptado medidas legislativas, judiciales y administrativas para hacer frente a la vulnerabilidad y los peligros que sufren los nios cuando se producen desastres naturales. Papua Nueva Guinea ha registrado sucesivos desastres naturales durante los ltimos cinco aos: erupciones volcnicas, deslizamientos de tierra, inundaciones, sequas y un maremoto devastador. Papua Nueva Guinea no est muy preparada para hacer frente a los desastres naturales. Existen pocas normas y procedimientos establecidos que atiendan particularmente a la asistencia y la proteccin de la vida de los nios durante y despus de las emergencias. Los Servicios nacionales para casos de desastre y emergencia se ocupan en gran medida de distribuir el material y los suministros de ayuda en casos de desastre, aportados generosamente por pases donantes y por particulares, comunidades, instituciones y organizaciones de Papua Nueva Guinea. 357. No hay suficiente capacidad para ofrecer psicoterapia de traumas tras los desastres y para la gestin de la transicin entre la ayuda a los siniestrados y la asistencia para el desarrollo. Existeel riesgo de que la generosidad extranjera y local socave la dignidad o la capacidad de la poblacin para cubrir sus propias necesidades a causa del flujo continuo de ayuda alimentaria y de ropa usada. Dadas las deficiencias del Gobierno en este mbito, la Cruz Roja y, en menor medida, otras ONG desempean un papel muy importante complementando los servicios del Gobierno, y pueden ayudar a recabar asistencia tcnica y fondos suplementarios y a gestionar las operaciones de socorro. La Cruz Roja reconoce que es necesario reforzar la capacidad de las comunidades para salir adelante y que hace falta aumentar en el futuro la capacitacin en materia de programas comunitarios de gestin de desastres para enfrentarse de manera eficaz a los efectos de esos desastres en cada grupo de edad y cada sexo y para satisfacer las necesidades de todos los nios. Mientras tanto, los traumas causados por los desastres entre los nios se tratan actualmente de una manera muy superficial y elemental. 358. El desastre del maremoto de Aitape de julio de 1998 fue el siniestro natural ms devastador de la historia de Papua Nueva Guinea en cuanto al nmero de muertos, discapacitados y heridos y a destruccin de bienes: resultaron afectadas directamente 9.000 personas, de las cuales2.000murieron y 600 resultaron gravemente heridas, y muchos nios quedaron con discapacidad permanente. Alno existir censos de los pueblos no se dispone de cifras precisas. Se estima que 2.000 nios supervivientes vieron sus vidas y sus familias profundamente afectadas y unos200 quedaron hurfanos y discapacitados. Los oficiales de asistencia al menor intervinieron para poner a los nios bajo tutela del Estado. Se tiene el propsito de celebrar audiencias especiales de los tribunales para decidir el futuro de los nios y organizar y oficializar la adopcin. 359. Inmediatamente despus del maremoto hubo denuncias muy graves de violacin, violacin en banda y otras agresiones sexuales contra mujeres y nias cometidas a escala considerable por policas, soldados y jvenes del lugar que participaron en las primeras operaciones de rescate y limpieza. Estos hechos casi no se han dado a conocer, y parte del personal de socorro los ha excusado alegando que los equipos de rescate estaban traumatizados. Muchos de los diversos asistentes de psicoterapia de traumas enviados por las distintas instituciones, alguno de los cuales no hablaba la lengua franca, no repararon en esta grave violacin de mujeres y nias indefensas. Ninguna de las instituciones, ni las Iglesias, ni el Estado, ni las ONG se preocup de este asunto gravsimo, delicado y criminal. 360. La sequa prolongada y las inundaciones cclicas y otros desastres registrados en muchas partes de Papua Nueva Guinea no han tenido consecuencias directas tan evidentes para los nios. Sin embargo, est claro que les afecta grave y adversamente la alteracin de su vida cotidiana, el cierre de escuelas y hospitales y la penuria alimentaria que se producen durante esos desastres. No est debidamente documentado el impacto de las situaciones posteriores a los desastres naturales sobre los nios. Por lo general, el Gobierno, las ONG y las instituciones religiosas se preocupan de los servicios de socorro material inmediato. Se reconoce que los nios son el grupo ms vulnerable y se da alta prioridad a atender sus necesidades bsicas de salud y nutricin. Se presta particular atencin al grupo de edad de 0 a 5 aos. El desastre del maremoto de Aitape aport muchos conocimientos que Papua Nueva Guinea podra aprovechar para capacitar y reforzar los servicios pertinentes del Estado, las Iglesias y las ONG. En particular, que las nias y las mujeres son ms vulnerables a la violencia y agresiones sexuales en las primeras 24 horas y ulteriormente en el hacinamiento de los refugios y campamentos de socorro. B. Nios en conflicto con la ley 1. Administracin de justicia de menores (artculo 40) 361. En los Tribunales de Menores de la capital se enjuician cada mes de 40 a 50 casos de delincuentes juveniles. En Papua Nueva Guinea, los funcionarios de los tribunales no llevan un registro preciso de los casos de delincuencia juvenil. Los registros son ocasionales y no se dispone de datos nacionales fiables. Las infracciones ms corrientes, por orden de frecuencia son: hurtos, robos con fractura, vagabundeo con fines delictivos, daos a la propiedad y tenencia de drogas. Enlosltimos10 aos ha cambiado la naturaleza de los delitos cometidos por menores, que han pasado de cometer principalmente pequeos hurtos y otros delitos econmicos a realizar atracos a mano armada, robos de bancos y violaciones. Muchos nios son empujados a delinquir por la pobreza y el abandono, los malos tratos, la violencia y el descuido que sufren en sus hogares. Otros han sido utilizados por adultos para que roben para poder vivir. 362. No hay datos que indiquen si estos nios vivan con sus propios padres, con parientes o con otras personas. Algunos estudios indican que el 95% de los delincuentes proceden de familias que viven en asentamientos de ocupantes sin ttulo o que tienen problemas econmicos. Muchos han tenido que abandonar la escuela porque sus padres o tutores no podan pagar los gastos o vestirlos adecuadamente. 363. La mayora de los nios reconocen su culpabilidad y suele imponrseles multas. Si no las pagan, los nios son trasladados a instituciones juveniles y el padre debe pagar los gastos (art.407). Los delincuentes que han cumplido los15 aos pueden ser internados en la seccin de menores de la prisin de la capital o en instituciones religiosas. 364. Los Tribunales de Menores se crearon por primera vez en virtud de la Ley de Tribunales de Menores de 1991, lo que supuso la modificacin del anterior sistema de tribunales de nios creados en virtud de la Ley de asistencia al menor. Los Tribunales de Menores son jurisdicciones de lo penal de primera instancia con competencia para juzgar todos los delitos cometidos por nios menores de 18 aos que de otro modo seran enjuiciables por un tribunal local o de distrito. Adems, los Tribunales de Menores pueden juzgar por el procedimiento abreviado todos los delitos graves cometidos por menores a excepcin de los homicidios, las violaciones o cualquier otro delito castigado con la pena de muerte o con cadena perpetua. 365. La Ley de Tribunales de Menores se aprob en 1991 y est basada en las contribuciones de instituciones gubernamentales y de ONG competentes que trabajan en el mbito de la asistencia y la administracin de justicia de menores, as como en las recomendaciones de la Comisin para la Reforma Legislativa. Esta ley reemplaz algunas disposiciones obsoletas de la Ley de asistencia al menor, ya que sta se ocupaba de los menores que haban infringido la ley, pero no de los aspectos relativos a la asistencia que se les ha de prestar. Algunasdisposiciones de la Leyde Tribunales de Menores relativas a las instituciones de menores, a los centros de detencin preventiva y a los pabellones de menores de las instituciones penitenciarias se publicaron en el Boletn oficial y, por tanto, entraron en vigor en 1992. Otras disposiciones todava no se han publicado y no han entrado en vigor. Las principales aportaciones de esta ley son: lasdefiniciones de nio de poca edad (persona menor de 7 aos) y de muchacho (persona de entre7 y17 aos); la sustitucin de los tribunales de nios (administrados anteriormente por el Director de Asistencia al Menor en virtud de la Ley de asistencia al menor) por Tribunales de Menores, administrados por el Director de los Servicios Judiciales de Menores; la creacin de servicios de asistencia a los tribunales de menores; modalidades ms variadas de condena, como la libertad vigilada; y, por ltimo, nuevas normas y procedimientos para proteger a los menores que infringen la ley y para ayudar a la polica en el desempeo de sus funciones. 366. Los Tribunales de Menores estn presididos por magistrados nombrados especficamente para este tipo de jurisdiccin. Los procesos no pueden hacerse pblicos a menos que el tribunal ordene expresamente lo contrario, y las audiencias se suelen celebrar a puerta cerrada. LosTribunales de Menores no han de ajustarse a normas estrictas en materia de admisibilidad de las pruebas (art. 25) y durante el proceso ha de prevalecer el inters del menor (art. 4). LosTribunales de Menores pueden dictar absoluciones sin fallo condenatorio, dictar fallos condenatorios sin orden de ejecucin, imponer multas de hasta 200 kina, conceder indemnizaciones por daos y perjuicios de hasta 200 kina, ordenar la libertad vigilada, poner al menor bajo la tutela judicial del Director de los Servicios Judiciales de Menores, encomendar al menor a una institucin de menores o imponerle una pena de prisin en el pabelln de menores de un establecimiento penitenciario (art. 30). 367. En la Ley de libertad vigilada (1979) se dispone que todos los tribunales -a excepcin de los tribunales rurales- pueden ordenar la libertad vigilada en los casos para los que cualquier ley prevea una condena obligatoria mnima. Los tribunales pueden establecer condiciones especiales que garanticen la "buena conducta" del menor. Con esto se pretende integrar ciertos aspectos del sistema tradicional de control social en el nuevo sistema judicial. Algunos miembros de la comunidad ejercen como voluntarios las funciones de agentes de libertad vigilada. Enlaactualidad, el sistema permite que hasta 5.000 menores delincuentes puedan permanecer en la comunidad en lugar de ingresar en prisin. No obstante, el presupuesto de funcionamiento asignado por el Gobierno ha experimentado un descenso considerable y paulatino desde 1993, lo que ha tenido como resultado una acumulacin del trabajo, un aumento de la carga que ha de asumir el personal y, en definitiva, un debilitamiento de la eficacia del sistema. 368. La promulgacin de la Ley de Tribunales de Menores (1991) transfiri algunas funciones relacionadas con la administracin de las instituciones de menores desempeadas hasta la fecha por el Director de Asistencia al Menor incluida la inspeccin y el pago de los organismos eclesisticos contratados que gestionan centros de detencin al Director de los Servicios Judiciales de Menores, quien forma parte del Departamento del Fiscal General. Sin embargo, surgieron algunas diferencias entre ambos organismos gubernamentales acerca de los detalles de la transferencia de la responsabilidad sobre los menores delincuentes retenidos en establecimientos policiales o en instituciones. Segn la ley, el Director de Asistencia al Menor sigue siendo responsable de los menores que infringen la ley y se encuentran arrestados o detenidos en establecimientos policiales, y, por tanto, debera facilitar los servicios de asistentes gubernamentales a los menores enjuiciados ante los tribunales de nios, facilitar la concesin de la libertad bajo fianza y la puesta en libertad de menores detenidos por su propio bien, asistir a las audiencias del tribunal, ejecutar las rdenes de detencin y supervisar el bienestar general de los menores acusados. 369. Las diferencias entre ambos organismos gubernamentales (el Departamento del Fiscal General y la Oficina de Asistencia al Menor) todava no se han resuelto, lo que ha provocado que durante ms de ocho aos ningn organismo gubernamental haya prestado los servicios judiciales necesarios a los menores delincuentes. Los agentes de libertad vigilada ya no responden a las llamadas de la polica tras el arresto de un menor ni asumen su responsabilidad de trasladarlos rpidamente a centros apropiados de detencin de menores, as como tampoco examinan cada caso ni proporcionan informacin al respecto. Asimismo, han dejado de asistir a las audiencias de los tribunales de nios, por lo que, en la actualidad, slo prestan estos servicios los asistentes de las ONG. Los padres no suelen ser informados ni participan en ninguna fase del proceso. 370. En virtud de la Ley de Tribunales de Menores, el Magistrado Jefe nombra a un juez de menores cualificado y experimentado para presidir el Tribunal de Menores o establece un tribunal de lo penal de primera instancia para que enjuicie al menor en cuestin. Enlos casos de homicidio, violacin u otro delito castigado con la pena de muerte o la cadena perpetua, el Tribunal de Menores se encargar de la instruccin y el Tribunal Nacional tramitar el juicio. Los nios de corta edad que comparecen ante el tribunal son puestos en libertad. Las audiencias se realizan a puerta cerrada, y el tribunal no se ha de ajustar a normas estrictas en materia de admisibilidad de las pruebas. Ningn aplazamiento debe exceder de 14 das y el proceso no puede hacerse pblico. Los procedimientos especiales establecidos especficamente para la presentacin de alegatos tienen como objeto proporcionar el mayor grado de proteccin a los menores delincuentes. Los Servicios Judiciales de Menores, creados en 1991 de conformidad con el artculo 8 de la Ley de Tribunales de Menores, prev el nombramiento de funcionarios de los Tribunales de Menores (agentes de libertad vigilada y libertad condicional) lo suficientemente capacitados como para prestar asistencia a los tribunales en las resoluciones relativas a los menores delincuentes. La Ley de Tribunales de Menores otorga a los funcionarios de dichos tribunales competencias especiales, a saber: la entrada en una comisara de polica o en otro centro de detencin para entrevistarse con un menor o un joven bajo la tutela estatal; la asistencia al interrogatorio hecho por la polica de un menor o un joven bajo la tutela estatal; la facultad de hacer preguntas a los agentes de polica que arrestan a un nio; la asistencia a las audiencias cuando se est juzgando a un menor o a un joven bajo la tutela estatal; la presentacin al tribunal de propuestas acerca de las condenas; y la prestacin de asesoramiento a los menores en relacin con su derecho en virtud de la ley a negarse a contestar preguntas. 371. Para que la aplicacin de esa ley sea satisfactoria, se necesita la colaboracin de todos los organismos competentes, especialmente la del Servicio Judicial de Menores, la de la polica, la de las instituciones de menores y de otro tipo y la de la comunidad. La Ley de Tribunales de Menores sustituy algunas (no todas) de las disposiciones de la Ley de asistencia al menor y, por tanto, algunas de las funciones que hasta la fecha haba desempeado el Director de Asistencia al Menor pasaron a ser competencia del Director de los Servicios Judiciales de Menores, quien depende a su vez del Departamento del Fiscal General. Con todo, el Director de Asistencia al Menor sigue siendo el responsable de proporcionar los servicios de asistencia a los menores detenidos en establecimientos policiales, facilitar la obtencin de fianzas y la puesta en libertad de los menores arrestados por su propio bienestar, asistir a las audiencias de los Tribunales de Menores, ejecutar las rdenes de detencin en las instituciones de menores y supervisar el bienestar general de los menores que infringen la ley. 372. La transferencia desde la Oficina de Asistencia al Menor al Departamento del Fiscal General de algunas esferas de responsabilidad relativas a la prestacin de asistencia a los menores delincuentes se ha interpretado errneamente como una transferencia de la totalidad de las responsabilidades relativas a los menores delincuentes. Durante los ltimos ocho aos, los sucesivos directores de asistencia al menor se han quejado de los continuos recortes presupuestarios y de la transferencia de las funciones desempeadas por su personal, y han dado instrucciones a todos los funcionarios de asistencia al menor del pas de que se abstengan de prestar apoyo y servicios a los menores que infrinjan la ley. En consecuencia, no se garantiza la prestacin de los servicios judiciales necesarios a los menores delincuentes. ElDepartamento del Fiscal General ha elaborado un manual de capacitacin y orientacin para velar por que sus funcionarios desempeen sus funciones, pero la Ley de Tribunales de Menores no se est aplicando en su totalidad. En general, los funcionarios de asistencia al menor ya no responden a las llamadas de telfono de la polica tras el arresto de un menor ni asisten a las audiencias de los tribunales de menores. Los agentes de polica se encuentran en una situacin incmoda y, dado que los funcionarios de asistencia al menor ya no se hacen cargo de los menores, no saben qu hacer con ellos; as pues, optan por retenerlos en establecimientos de prisin preventiva para menores o se aseguran de que estos ltimos acudan al tribunal y comprendan la situacin. 373. En la capital, el Tribunal de Menores ve entre40 y 50 causas cada mes. No se dispone de cifras exactas acerca de las dems zonas del pas. Los registros de los tribunales no proporcionan datos exactos desglosados por edad y gnero de los infractores y de las condenas que se les imponen. La mayora de los infractores tienen entre10 y 16 aos. Segn las investigaciones, el95% de las causas vistas en los Tribunales de Menores estn relacionadas con delitos econmicos (robos en la calle o en casas, hurtos en las tiendas, robos de carteras, etc.). Asimismo, el95% de los menores delincuentes procede de familias con dificultades econmicas extremas o incapaces de atenderlos adecuadamente. En los ltimos aos, se ha producido un aumento del nmero de menores acusados de delitos ms graves, como violacin y homicidio. 2. Penas impuestas a los menores (apartado a) del artculo37) 374. La Ley de justicia de menores confiere a los tribunales una amplia competencia en materia de imposicin de penas. No obstante, antes de imponer la pena, los tribunales han de tomar en consideracin el informe previo presentado por el agente de los Tribunales de Menores, cuyo objetivo es limitar al mximo el recurso a penas privativas de libertad. Las rdenes se revisan cada seis meses sobre la base de un informe preparado por el agente de los Tribunales de Menores. Los menores delincuentes suelen admitir las infracciones que se les imputan y, por regla general, los jueces los absuelven o les imponen multas judiciales, fianzas de buena conducta o cauciones antes que penas de prisin. Los jueces tambin les imponen multas cuyo pago han de hacer efectivo sus padres. En caso de impago, se enva a los nios a instituciones de menores gestionadas por las Iglesias que, de conformidad con el apartado 7 del artculo40 de la Ley de asistencia al menor, pueden exigir a los padres el pago de una tasa institucional para obligarlos a cumplir con su responsabilidad. En virtud de la Ley de libertad vigilada de1979, todos los tribunales a excepcin de los tribunales rurales pueden imponer una pena de libertad vigilada por cualquier tipo de infraccin, a excepcin de los casos en los que la ley prevea una pena mnima obligatoria. Los tribunales pueden suspender o diferir la ejecucin de la condena y dictar una orden de libertad vigilada por un mximo decinco aos. Adems de la obligacin de facilitar informacin y de la prohibicin de infringir de nuevo la ley, los tribunales pueden imponer condiciones especiales para garantizar la buena conducta del menor en libertad vigilada con el fin de que se integre en la comunidad. 375. Los servicios de libertad vigilada tienen como objetivo conciliar el sistema judicial occidental con los sistemas tradicionales de control social. Los agentes de libertad vigilada preparan informes previos al pronunciamiento de la condena en el que tienen en cuenta los esfuerzos de los infractores por reparar el dao causado mediante pagos y ceremonias tradicionales. En tanto que supervisores voluntarios, los agentes de libertad vigilada encarnan la participacin de la comunidad en la rehabilitacin y la reintegracin de los menores delincuentes. Hay22 agentes de libertad vigilada repartidos en 17 provincias, pero su trabajo y sus esfuerzos se ven obstaculizados por el hecho de que son pocos y de que el volumen de trabajo que soportan es excesivo. Por otro lado, el presupuesto anual destinado a los servicios de libertad vigilada disminuye continuamente. 3. Nios encarcelados o en prisin preventiva, privados de su libertad (apartados b), c) yd) del artculo 37) 376. El Director de los Servicios Judiciales de Menores controla las instituciones de menores y los pabellones de las crceles destinados a menores. Las instituciones se ocupan de la manutencin, cuidado, atencin mdica, rehabilitacin, educacin, capacitacin y formacin religiosa de los menores detenidos y cada seis meses informan al Director acerca de cada caso. Envirtud de la ley, la polica debe notificar a los padres o tutores el arresto de un menor y permitir el acceso al mismo del agente de los Tribunales de Menores. Se ha de evitar la retencin de los menores en los calabozos policiales. No todas las crceles cuentan con instalaciones separadas para menores, y la determinacin de la edad de los jvenes llevados directamente a las crceles plantea serios problemas. Las instituciones de las Iglesias se muestran reticentes a admitir a delincuentes mayores de15 aos porque no cuentan con la capacitacin ni con los recursos para ocuparse de casos difciles. Algunos menores de ms de15aos deben cumplir sus penas en el pabelln de menores de la crcel principal, donde se supone que existen instalaciones especiales para los menores. Enalgunos casos en los que existen disposiciones especiales sobre el internamiento de menores, se tiene conocimiento de que la institucin penitenciaria vela por que los agentes policiales, gubernamentales y de seguridad asignados a la vigilancia de los menores detenidos o en prisin preventiva sean varones y tengan experiencia en este tipo de tarea, ya que los menores corren el riesgo de sufrir hostigamiento y agresiones por parte de los presos encarcelados en rgimen general. Conesta ley se intenta cumplir con las normas internacionales relativas al trato de los menores y los nios, en especial las Reglas mnimas de las Naciones Unidas para la administracin de la justicia de menores (Reglas de Beijing). 377. Muchos de los menores que comparecen ante los tribunales estn detenidos en prisin preventiva y, una vez dictada la sentencia, son condenados a penas de prisin ms largas. Todas las instituciones en las que se interna a los menores en prisin preventiva o a los menores que han sido condenados a penas de prisin estn gestionadas por organismos eclesisticos, a saber, el Ejrcito de Salvacin, los Hermanos del Sagrado Corazn de la Iglesia catlica, la Iglesia adventista del sptimo da y la Iglesia unida, que prestan sus servicios en virtud de un contrato con el Gobierno. Estas instituciones no cuentan con el apoyo necesario por parte del Estado. Sesupone que no se debe retener a los menores en los calabozos policiales, que en general se caracterizan por su mal olor, suciedad e insalubridad; sin embargo, en la prctica se suele retener all a los menores durante algn tiempo. Algunos menores de ms de 15 aos de edad son condenados a cumplir sus penas en el pabelln de menores de la crcel principal, que se supone que cuenta con instalaciones especiales para menores. La mayora de las crceles tiene recintos separados para los menores. No obstante, estn gestionadas por funcionarios penitenciarios que no han recibido ninguna capacitacin especial en lo referente al trabajo con menores y que son mucho ms proclives al trato duro e inhumano, especialmente en el momento de la admisin. Lamayora de las crceles son fundamentalmente recintos vallados y las fugas son frecuentes. Al ingresar en prisin, la probabilidad de que los delincuentes sean sometidos a un trato cruel e inhumano y a algn tipo de violencia es muy alta, especialmente cuando se producen fugas repetidas y otros problemas en el interior de la prisin. Los delincuentes jvenes tambin corren el riesgo de ser violados y ser objeto de una aculturacin en el delito, especialmente cuando se los mezcla con adultos. Los jueces tienen que realizar visitas peridicas a las crceles para inspeccionarlas y determinar, entre otras cosas, si las condiciones generales son adecuadas y si los menores se encuentran en una situacin de detencin ilegal o estn siendo maltratados. Enlos ltimos aos se han clausurado varias crceles debido a la insalubridad provocada por la excesiva masificacin y el deterioro de las instalaciones. 378. Muchos menores delincuentes cumplen sus condenas en la granja del Ejrcito de Salvacin o en las "Ciudades de los Muchachos" de la Iglesia catlica, instituciones que prestan una atencin adaptada a las necesidades de los menores en aras de su rehabilitacin y reintegracin. Las cantidades que les asigna el Estado para la manutencin de los menores detenidos son insuficientes. Todas las instituciones de menores se quejan de los problemas relativos a la manutencin y de la insuficiencia de los subsidios destinados a la gestin de los programas educativos, de capacitacin y de formacin agrcola, as como a otros servicios de rehabilitacin que se supone que deberan estar prestando. A pesar de los problemas y de las deficientes condiciones en las que desarrollan su labor, los organismos eclesisticos han asegurado que su personal cuenta con la vocacin y la capacitacin adecuadas. Desde 1990, el apoyo estatal ha sido variable e inconsistente. Debido a la falta de fondos, las instituciones de menores no pueden mantener los programas de formacin profesional en materia de comercio y gestin de pequeas empresas que solan ofrecer para cubrir sus gastos. Por otro lado, ponen a disposicin de los menores un entorno afectivo en el convencimiento de que la principal causa de la delincuencia juvenil es la falta de atencin y asesoramiento que sufren los menores por parte de sus padres. Los menores pueden circular en el interior de la institucin y acompaar a los miembros del personal en sus salidas para comprar. Estas instituciones intentan reintegrar a los menores en su entorno familiar y proporcionan asesoramiento a los padres ante posibles estancias del menor en el hogar familiar y su eventual puesta en libertad. No obstante, se tiene conocimiento de muchos casos en los que los padres no muestran ningn inters ni deseo de colaborar, y algunos parecen haber renegado de todas sus responsabilidades en tanto que padres. Muchos de los nios proceden de hogares rotos. 4. Recuperacin fsica y psicolgica y reintegracin social (artculo 39) 379. Cuando los presos padecen una enfermedad mental, los tribunales pueden ordenar su internamiento en el hospital psiquitrico de la capital, en el que, sin embargo, no reciben un apoyo o seguimiento adecuados debido a la escasez crnica de psiquiatras especializados (tan slo hay cuatro en todo el pas). 380. Las instituciones de menores gestionadas por las Iglesias se esfuerzan por satisfacer las necesidades bsicas de los menores y proporcionarles un "entorno teraputico" y un espacio afectivo en el que puedan recibir una educacin y realizar actividades tiles a la vez que disfrutan de ratos de esparcimiento y juegos, algo que muchos de ellos no encuentran en sus propios hogares. El personal de dichas instituciones visita a los padres y les proporciona asesoramiento y apoyo, aun si la mayora de ellos muestra un gran desinters, desentendimiento y falta de disposicin para ayudar a sus hijos. Segn las informaciones proporcionadas por el personal de las instituciones, en muchos casos los menores que obtienen la libertad vigilada vuelven a las instituciones en bsqueda del cario, la atencin, el inters personal y el apoyo que tan desesperadamente necesitan. Se han de poner en marcha urgentemente programas de sensibilizacin y apoyo para ayudar a los padres de los nios delincuentes a asumir sus responsabilidades. 381. No obstante, tambin es importante establecer qu proporcin de menores delincuentes vive con sus verdaderos padres, con miembros de su propia familia o con personas dispuestas a asumir su responsabilidad de tutores. Cuando el vnculo familiar es muy lejano, los adultos no tienen ningn inconveniente en desentenderse de sus responsabilidades si los nios que estn a su cargo infringen la ley. El Estado no ejerce ningn tipo de control sobre la contratacin del personal que trabaja en las instituciones, lo que significa que se puede contratar a cualquier persona, incluso sin una capacitacin adecuada en la esfera de la rehabilitacin. C. Nios en situaciones de explotacin 1. Explotacin econmica, incluido el trabajo infantil (artculo 32) 382. Habida cuenta de la gran proporcin de nios que abandona sus estudios tras superar el sexto, octavo y dcimo curso, el ndice de desempleo en las zonas urbanas es muy alto, lo que explica la existencia de una abundante y barata mano de obra infantil y joven. La desregulacin de los salarios mnimos realizada en 1992 por la Junta de Salarios Mnimos supuso la sustitucin del salario mnimo juvenil fijado por la Junta en 1989 por un salario juvenil nacional ms bajo que asciende a 17,22 kina (el 75% del salario mnimo nacional). Aun teniendo por objetivo aliviar el acuciante problema del desempleo juvenil y abordar los problemas de la ley y el orden y de la migracin rural y urbana, parece que esta reforma perjudica y pone en peligro el bienestar de los trabajadores jvenes. En el establecimiento de este nuevo salario mnimo juvenil no se han tenido en cuenta al parecer los estudios sobre el gasto de los consumidores, lo que conlleva que los empleadores paguen salarios que son totalmente insuficientes en relacin con el costo actual de la vida. 383. No existe ninguna regulacin estatal efectiva del empleo infantil, especialmente del trabajo realizado por los nios adoptados de forma no oficial en el seno de familias que los hacen sentirse en deuda. Estos nios se ven atrapados por la situacin y trabajan muchas horas al da, adems de verse privados de horas de reposo y esparcimiento, de la libertad de movimiento y asociacin, del derecho a la educacin y a veces incluso del derecho a recibir atencin mdica. 384. Las nias son especialmente vulnerables. Una vez que entran a trabajar en una casa para cuidar de los nios, sus funciones se transforman y acaban realizando una multitud de tareas como criadas domsticas por las que apenas reciben una remuneracin, si es que la reciben. Esta situacin se da en muchos hogares urbanos en los que los adultos tienen una buena educacin y un buen empleo. Entre estas personas figuran polticos de alto rango, abogados, docentes, policas y trabajadores de la esfera del bienestar y el desarrollo sociales, que miran hacia otro lado o guardan silencio ante la explotacin de mano de obra infantil en sus hogares por miembros de su propia familia, as como en los hogares de familiares, colegas, amigos y vecinos. La mayora de estos nios trabajadores son considerados como "adoptados". Las familias con las que viven dan por descontado que estn obligados a trabajar, y paulatinamente socavan sus derechos y se apoderan de sus vidas, limitando su acceso a la educacin, sus posibilidades de contacto social y su derecho a encontrar a una persona con quien contraer matrimonio. Laasignacin de las duras y vulgares tareas domsticas a estos nios es un rasgo distintivo de la categora social y de la calidad de vida de las personas que tienen educacin, empleo y negocios propios, personas que en principio tendran que actuar como tutores y protectores de esos nios y de sus derechos. 385. Los nios de sexo masculino son menos vulnerables a la explotacin cuando son pequeos. Sin embargo, cuando crecen y adquieren fortaleza fsica, algunos de ellos asumen las funciones ordinarias de un trabajador familiar o trabajan como vigilantes del hogar y de los bienes familiares da y noche. Enalgunos casos, cuando provocan accidentes domsticos o cometen pequeos errores, estos nios son objeto de insultos, abusos sexuales, palizas y castigos como la privacin de alimentos, la enajenacin de sus pertenencias o la restriccin de sus movimientos. Con mucha frecuencia, ni la familia de acogida ni los propios nios en rgimen de servidumbre reconocen que un nio tiene unos derechos que les estn siendo negados. Una gran parte de la mano de obra infantil que trabaja en el servicio domstico es invisible, y los nios cuentan con pocas alternativas o medios de reparacin. Los padres biolgicos suelen sentirse avergonzados e impotentes para rescatar a sus hijos de una situacin de explotacin debido a las costumbres familiares y sociales o a las presiones por parte de la familia "adoptiva" para que reembolsen las cantidades invertidas en su manutencin bsica. No existe ninguna institucin que est realizando labores de sensibilizacin pblica o que est supervisando esta situacin. Lasintervenciones de la familia, de las autoridades eclesisticas, de la polica o de los asistentes sociales son prcticamente inexistentes. 386. Los nios que ofrecen y venden sus servicios y productos en el mercado libre -ya sea vendiendo alimentos y productos artesanales, ya sea conduciendo vehculos a pedales o cortandocsped- pueden fijar sus propios precios y ejercen un control mucho mayor sobre sus vidas, sus ingresos y sus derechos que los que trabajan en el servicio domstico sin contrato. Sinembargo, el Estado no apoya estas iniciativas empresariales de los jvenes. Al contrario, las reprime mediante la aplicacin de leyes anticuadas e inapropiadas de poca colonial sobre el comercio y la industria nacional y a travs de violentas campaas de coercin dirigidas peridicamente contra los vendedores del mercado no estructurado. 2. Uso indebido de drogas (artculo 33) 387. La legislacin existente sobre el uso indebido de drogas se redact en la poca colonial y se ha quedado obsoleta. Se han elaborado nuevas leyes que todava no se han aprobado. Elalcohol, la marihuana y la cerveza de fabricacin casera son las drogas ms comunes en PapuaNueva Guinea. La adiccin al diazepam y la inhalacin de vapores de gasolina y disolventes tambin existe, pero a una escala mucho menor. A menudo se consumen con cantidades ingentes de alcohol. El consumo de drogas est estrechamente relacionado con la comisin de delitos violentos, especialmente por menores. El alcohol que se vende en las tiendas es muy caro y su venta est sujeta a una reglamentacin y una legislacin. Los puntos de venta autorizados no pueden vender bebidas alcohlicas a menores de 18 aos. No obstante, existe al parecer una cierta corrupcin en el sistema de concesin de licencias para la venta de bebidas alcohlicas, lo que provoca que existan muchos puntos de venta ilegales. Muchos bebedores adultos alientan a los jvenes a beber y les proporcionan alcohol. Hasta 1981, el alcoholismo no estaba reconocido como enfermedad en el principal hospital del pas. 388. El cultivo y el consumo de marihuana son ilegales en Papua Nueva Guinea; sin embargo se sigue cultivando cannabis a pequea y mediana escala en zonas rurales y urbanas, y su consumo est muy extendido. El papel del cannabis en la economa rural y en la vida social cotidiana de la juventud y las comunidades rurales guarda relacin con la alienacin y la marginacin social de un gran nmero de jvenes de zonas urbanas y rurales y el fracaso de muchas iniciativas de cultivo industrial emprendidas en zonas rurales, que no han conseguido generar beneficios econmicos. En la actualidad, la marihuana es un cultivo comercial del que viven muchas personas y que se comercializa ilegalmente a travs de redes supuestamente amparadas por altos cargos de las esferas poltica y econmica y por funcionarios de alto nivel encargados de hacer cumplir la ley. El Instituto Nacional de Investigacin calcula que el comercio de marihuana mueve anualmente 56 millones de kina. El contrabando de marihuana se realiza en distintos niveles y a travs de diferentes vas de salida; as, por ejemplo, la variedad conocida como "NewGuinea Gold" se saca clandestinamente del pas a travs de varios puntos y se intercambia por armas u otros favores. 389. El contenido en tetrahidrocannabinol (THC) de la marihuana cultivada en Papua Nueva Guinea es supuestamente diez veces ms fuerte que el de otras variedades comercializadas a nivel mundial. En Papua Nueva Guinea la marihuana se fuma sin mezclar, a menudo en forma de grandes puros y durante perodos prolongados. En las zonas urbanas y rurales del pas es normal percibir el olor de la marihuana y ver a jvenes drogados con ella. De los 70.000 jvenes desempleados que vagan por las calles de la capital, se calcula que el 90% consume marihuana de forma peridica. Segn otros estudios, en algunas partes del pas hasta el 75% de los nios que asisten a las escuelas de enseanza secundaria fuman marihuana. Las nias suelen entrar en contacto con la marihuana en las escuelas ms que en las calles. Por otro lado, los mayores problemas se dan en las escuelas de enseanza secundaria privadas a las que asisten los nios de la elite acomodada. Los padres parecen no saber a quin recurrir o qu hacer ante este problema, salvo informar a la polica. Muchos prefieren mirar hacia otro lado. Las psicosis provocadas por la marihuana estn bien documentadas en Papua Nueva Guinea. Segn los estudios clnicos llevados a cabo en el hospital de la capital desde 1994, el consumo de cannabis puede provocar episodios esquizofrnicos agudos de corta duracin que pueden durar entre 24 y 72 horas, y que a veces pueden conllevar la comisin de actos violentos, como el homicidio, la violacin y el suicidio. Los estudios confirman que los problemas de salud derivados del uso indebido de drogas son frecuentes en la actualidad y aumentarn probablemente en el futuro. Entre los drogodependientes con signos clnicos claros de psicosis, el 90% eran hombres, el 30% eran menores de 18 aos, el 80% eran solteros y el 43,3% eran desempleados. Casi el 70% de todos ellos consuma cannabis. Dada la falta de servicios psiquitricos en Papua Nueva Guinea, es muy probable que muchos casos pasen inadvertidos y que muchas personas no reciban tratamiento alguno. El Departamento de Salud no ha contratado a ningn psiclogo desde hace ms de15 aos, y slo hay cuatro psiquiatras ejerciendo en todo el pas. 390. La fabricacin casera de cerveza es una actividad realizada por personas de muy diversa edad desde las ms jvenes a las personas de mediana edad que buscan una forma barata de divertirse y evadirse en los pueblos, las escuelas y los patios de las casas de las ciudades. Lossupermercados venden sin ningn tipo de reparo levadura y otros ingredientes y materiales destinados a la fabricacin casera de cerveza. Desde el desconocimiento de las posibles consecuencias, los jvenes y los nios pueden llegar a mezclar cualquier ingrediente con el fin de emborracharse rpidamente, lo que a menudo provoca que caigan gravemente enfermos. Confrecuencia aaden alcohol industrial puro, lo que les causa dolores, ceguera, otras discapacidades permanentes e incluso la muerte. La fabricacin casera de cerveza se considera como uno de los principales factores causantes del desorden social y la delincuencia que prevalecen en las zonas rurales, y su consumo se asocia especialmente con la comisin de delitos violentos contra las mujeres. Los servicios de salud rurales no cuentan con el equipo necesario para enfrentarse a estos problemas y con frecuencia culpabilizan e ignoran a la vctima. Esta actitud queda ejemplificada en el caso de un joven moribundo en estado comatoso que fue expuesto pblicamente por los trabajadores de un centro de salud eclesistico de una zona rural para aleccionar a los nios de la localidad y a sus padres, sin hacer el mnimo esfuerzo por trasladarle a un centro mdico de urgencia. 391. La Oficina Nacional de Estupefacientes, creada para abordar los problemas relativos al uso indebido de drogas, ha facilitado la elaboracin de nuevas leyes que todava se han de aprobar. La Oficina tambin ha organizado un gran nmero de reuniones, conferencias y seminarios pblicos y ha puesto en marcha campaas de informacin en escuelas y organizaciones eclesisticas y comunitarias de todo el pas. Asimismo, ha proporcionado capacitacin a los trabajadores sociales, a la polica, al personal de los servicios penitenciarios, a los funcionarios que trabajan en la esfera del desarrollo comunitario y a los capacitadores y al personal de las ONG que trabajan en la esfera del desarrollo social. Por ltimo, la Oficina ha preparado materiales destinados a la sensibilizacin pblica y ha colaborado en programas internacionales en materia de educacin para la vida, erradicacin de las drogas y rehabilitacin. El personal de la Oficina se queja de que el Gobierno no aprueba las leyes actualizadas que tanto se necesitan ni pone en marcha ms programas en materia de educacin y de asistencia social en todo el pas, medidas que podran contribuir a solventar estos problemas. 3. Venta, trata y secuestro (artculo 35) 392. La prostitucin infantil se ha convertido tambin en un importante medio de supervivencia econmica en los centros urbanos del pas as como en las zonas rurales donde estn en marcha ambiciosos proyectos de explotacin de los recursos (minera, actividades relacionadas con la industria maderera, pesca, etc.). La prostitucin infantil era frecuente en la poca colonial, en la que muchas nias fueron obligadas a ejercer la prostitucin por los administradores y los hombres de negocios de la elite gobernante, incluso en zonas rurales remotas. No slo se conoca la existencia de la prostitucin infantil, sino que siempre se ha tolerado y el Estado nunca ha intervenido o sancionado a los culpables de forma sistemtica. En la actualidad, muchas mujeres jvenes ejercen la prostitucin de forma manifiesta en los grandes centros urbanos y en los establecimientos y campamentos situados en los enclaves mineros y madereros. En la capital, se presentan muchas denuncias de secuestro, violacin y otros abusos de prostitutas jvenes por policas. En el decenio de 1990, la prostitucin infantil atrajo la atencin de la opinin pblica debido al problema del SIDA y de su transmisin. El Instituto de Investigaciones Mdicas de Papua Nueva Guinea emprendi en 1996 una investigacin con miras a la intervencin. Los importantes estudios realizados sobre el comportamiento sexual y reproductivo de personas de diferentes culturas y clases sociales han puesto de manifiesto que los policas, los guardias de seguridad, los marineros, los transportistas y los trabajadores de los astilleros suelen involucrarse en diversas formas de comercio sexual. 393. Los estudios realizados por el Instituto de Investigaciones Mdicas han puesto de manifiesto que muchas prostitutas son muy jvenes. En el 30% de los 350 casos examinados se trataba de chicas de entre 13 y 19 aos. Se estima que estas chicas tienen un valor relativamente alto en el mercado, pero apenas tienen experiencia en el comercio sexual. Para los investigadores es muy difcil trabajar con ellas y es muy preocupante que no estn recibiendo ningn tipo de educacin acerca de las prcticas sexuales sin riesgo. Las nias aducen que corren el riesgo de que sus clientes les den una paliza si les exigen realizar prcticas sexuales sin riesgo. En la mayora de los casos, las nias no tienen en principio la intencin de convertirse en prostitutas, pero al final, una vez que han escapado de sus hogares en algunos casos tras haber sido violadas por miembros de su familia ceden a la presin del entorno, especialmente ante el ejemplo de amigas suyas de su misma edad que han seguido ese camino. En muchos casos se trata de chicas que abandonan prematuramente sus estudios con la intencin de encontrar empleo y que, al seguir a sus amigas, caen accidentalmente en el mundo de la prostitucin. Otras chicas son expulsadas de sus hogares, en los que hasta entonces haban vivido bajo la tutela de familiares y no con sus verdaderos padres; algunas de ellas denuncian haber sufrido abusos de sus padrastros. Todas estas chicas entran en el crculo de los bares, las discotecas y las salas de juego, por lo que muy pronto gastan todos sus ahorros y se arruinan completamente. Cuando llegan a esta situacin, las instituciones les buscan un alojamiento espordico de emergencia e intentan ponerse en contacto con sus familias. 394. El Instituto de Investigaciones Mdicas tambin organiza campaas educativas y realiza pruebas de deteccin de enfermedades de transmisin sexual. Asimismo, distribuye preservativos gratuitamente, proporciona capacitacin acerca de las medidas bsicas de salud, higiene y cuidado personal, y ofrece cursillos bsicos con el fin de atraer a los jvenes a su centro, en el que pueden obtener ms informacin acerca de las medidas de proteccin que se deben adoptar en las prcticas sexuales. En una prueba de VIH realizada a 200 prostitutas de las dos principales ciudades del pas, el 12,56% de ellas dieron positivo. De estas ltimas, el33%eran menores de 20 aos, el33,3% tena entre 20 y 29 aos y el 33,3% eran mayores de30aos. Todas contrajeron la enfermedad a travs de clientes de sexo masculino de todas las clases sociales. Se estima que las prostitutas ms jvenes corren mayor riesgo de contraer la enfermedad. No existe ninguna estrategia clara para combatir el contagio del SIDA en este grupo de poblacin sin violar sus derechos. 395. Las nias que ejercen la prostitucin corren un gran riesgo de sufrir violaciones y agresiones sexuales. Estas nias se quejan de que la polica, a pesar de conocerlas, no toma en serio sus denuncias de violacin, lo que las desanima a seguir denunciado. Los conductores de ambulancias se encuentran entre los presuntos agresores en Port Moresby. Las prostitutas jvenes se protegen unas a otras. Corren un gran peligro en las salidas de las discotecas y en algunos enclaves en donde los hombres esperan apostados en coches para secuestrarlas. Enocasiones, son engaadas por hombres jvenes, quienes, tras proponerles una relacin sexual consentida, las violan junto a otros hombres de sus pandillas. Algunas han sido asesinadas y otras han muerto tras saltar de un coche en marcha. Sufren el hostigamiento de los policas, quienes suelen llevrselas para pasar el rato. Trabajan en casas privadas, a cuyos dueos pagan una parte de sus ganancias. En ocasiones, la polica realiza redadas en estas casas y las nias y los dueos son expuestos en pblico, pero rara vez se emprenden acciones judiciales contra ellos. A excepcin de la Asociacin Cristiana Femenina Mundial (YWCA), que organiza algunos cursos de formacin profesional, ningn organismo quiere trabajar con las nias prostitutas. 4. Explotacin y abusos sexuales (artculo 34) 396. Aunque no es un fenmeno nuevo, el abuso sexual infantil est adoptando en la sociedad moderna nuevas formas muy insidiosas y graves debido a diferentes influencias y presiones. Enlas sociedades tradicionales se violaba a las mujeres en perodos de guerra, en ritos de iniciacin y en ataques polticos, as como cuando las mujeres se resistan a los deseos de los hombres. A medida de que las normas y las convenciones sociales van cambiando, que las familias y las comunidades se van reestructurando y que las funciones y las responsabilidades tradicionales de hombres y mujeres as como las relaciones de poder entre ellos se ponen en entredicho, los hombres -tanto jvenes como adultos- tienden cada vez ms a abusar sexualmente de menores. Los casos de violaciones, agresiones y hostigamientos sexuales, atentados al pudor, relaciones sexuales, incesto y sodoma en los que las vctimas son nios son frecuentes en la sociedad contempornea de Papua Nueva Guinea. Las estadsticas de la polica para el perodo comprendido entre 1992 y 1995 indican que el tipo de agresin ms frecuente es con mucha diferencia la violacin y que en muchos casos se trata de violaciones en banda con una media de 2,5 violadores por vctima. 397. Aunque muchas de las urgencias atendidas en los hospitales tienen que ver con la violencia sexual, el porcentaje de denuncias presentadas ante la polica y el porcentaje de informes presentados por el personal sanitario sobre posibles abusos sexuales siguen siendo bajos. Losarchivos policiales para el perodo comprendido entre 1991 y 1996 indican que el 50% de las vctimas que denunciaron una agresin sexual eran menores de 15 aos. Los registros de los hospitales confirman este porcentaje. En efecto, los registros de los hospitales para el perodo comprendido entre 1994 y1996 ponen de manifiesto que el 58% de todos los pacientes atendidos a causa de una agresin sexual violenta eran menores de 20 aos (el 17% tena entre 2 y 10 aos, el 20% entre11 y 15 aos y el 21% entre 15 y 20 aos). La mayora de las vctimas de violacin tiene entre11 y15 aos. Los delitos sexuales violentos suelen estar relacionados con el uso indebido de drogas y alcohol (en el 90% de los casos los agresores haban consumido alcohol, marihuana o cerveza de fabricacin casera). Asimismo, los casos de los que se tiene conocimiento indican que: la mayora de las agresiones sexuales son violaciones en banda; el46% de los agresores pertenece a la misma familia que las vctimas; el11% de las vctimas no conoce a su agresor; y en el 50% de los casos las agresiones se cometen con un alto nivel de violencia. Segn algunos estudios preliminares, el 30% de las nias y mujeres de una misma ciudad han sido vctimas de la violencia sexual. El abuso sexual infantil es un problema grave que, tal y como se reconoce en la actualidad, est bastante extendido. 398. Se realizan pocos estudios sobre este tema y los datos disponibles son escasos. Asimismo, las polticas al respecto no son claras y todas las intervenciones de urgencia y las iniciativas de prevencin son nuevas y corren a cargo de ONG. A principios del decenio de 1990 se cre una pequea organizacin privada llamada Accin contra el Maltrato de Menores (COCA), que empez a trabajar con ayuda de voluntarios para sensibilizar a la opinin pblica y documentar el problema. 399. Se examin la necesidad de promulgar leyes con el fin de modificar la edad legal para contraer matrimonio. Se plante la cuestin de la violacin de menores delincuentes de sexo masculino internados en los mismos recintos penitenciarios que los adultos. Se puso de manifiesto la preocupacin general por la falta de capacitacin durante los ltimos 20 aos en materia de asistencia al menor, especialmente en lo referente al problema del abuso sexual infantil. Hace varios aos se cre un Servicio Nacional de Proteccin Infantil que, a pesar de su escasa eficacia en la prctica, colabor en la organizacin de reuniones entre los miembros de la polica, las Iglesias y las ONG. En julio de 1998, la organizacin Misin en las Ciudades, que acoge y rehabilita a jvenes de las calles en la capital, organiz un gran congreso nacional sobre el abuso sexual infantil, la pedofilia y la utilizacin de los nios en el turismo sexual. Este congreso, en el que participaron300personas de todos los sectores incluidos los representantes del Gobierno y de las Iglesias y los organismos nacionales y provinciales, despert la preocupacin acerca del tema y sirvi de acicate para la accin. Entre las decisiones que se tomaron figur la necesidad de examinar, actualizar y enmendar las leyes del pas en materia de proteccin infantil con el fin de salvaguardar a los nios de los agresores y evitarles el trauma de los procesos judiciales, as como la adopcin de las resoluciones elaboradas en una reunin regional para el Pacfico encaminadas a acabar con la prostitucin y la trata de nios con la colaboracin de la red internacional de la Coalicin contra la prostitucin infantil ligada al turismo en Asia (ECPAT). 400. La organizacin PACE se cre para poner en marcha programas de sensibilizacin, prestar apoyo a las iniciativas de prevencin existentes, crear y llevar registros relativos a la explotacin infantil, enmendar urgentemente la legislacin, proporcionar servicios de urgencia y de rehabilitacin para las vctimas y sus familias, y crear un centro contra las agresiones sexuales y una clnica de asesoramiento en materia de maltrato de menores destinados a prestar asistencia a las vctimas de agresiones sexuales en Port Moresby. 401. Los voluntarios de PACE han elaborado un proyecto de reforma de ciertas disposiciones del Cdigo Penal y de la Ley de la prueba en el que se aborda la conducta de los agresores, las penas aplicadas y la necesidad de prestar apoyo en las salas de audiencias a los nios vctimas de las agresiones. Muchas disposiciones del Cdigo Penal en vigor (apartado 4 del artculo 213, apartado 6 del artculo 216, apartado 2 del artculo 218 y apartado 2 del artculo 219) exigen la corroboracin de las pruebas presentadas por los nios. Las enmiendas propuestas modifican las leyes existentes y los requisitos en materia de presentacin y admisibilidad de pruebas, con el fin de eliminar las anticuadas y confusas discrepancias en materia de gnero y edad y los requisitos de corroboracin de las pruebas. Lo que se persigue es introducir una definicin de violacin que est mejor fundamentada y reformular las disposiciones relativas a los delitos y las penas. Las enmiendas tienen como objetivo conferir una mayor lgica y flexibilidad a la legislacin de conformidad con los avances mundiales en materia de comprensin, penalizacin y prevencin del problema del abuso infantil, as como tipificar como delito la utilizacin de nios en la prostitucin o la produccin y difusin de pornografa infantil. 402. Las enmiendas a la Ley de la prueba tienen como objetivo hacer que en las audiencias judiciales el nio se sienta ms cmodo y menos intimidado por su agresor o por los funcionarios judiciales. Asimismo, en ellas se recomienda formular de forma ms clara los artculos del Cdigo Penal relativos a la violacin incluida la violacin con agravante, a la agresin con intento de violacin, a las definiciones de violacin, a la penetracin, al atentado al pudor, a la brutalidad y al consentimiento y la obediencia a rdenes de obligado cumplimiento. En las enmiendas se aboga por que el matrimonio no pueda esgrimirse como una excusa para agredir a un menor. Asimismo, tambin se aborda la utilizacin de drogas para impedir que la vctima oponga resistencia y los delitos cometidos contra personas con discapacidades mentales. Este conjunto de enmiendas, conocido como proyecto de ley contra las agresiones sexuales a los nios (reforma de las disposiciones del Cdigo Penal relativas a los delitos cometidos contra los nios; reforma de las disposiciones del Cdigo Penal relativas a las agresiones y el secuestro de personas; y reforma de la Ley de la prueba) ya est listo para ser presentado ante el Parlamento. Desgraciadamente, la intencin de PACE de impulsar con firmeza esta reforma y de insistir en la aprobacin rpida y urgente de esas reformas se ha visto frustrada por un aplazamiento sin precedentes de las reuniones del Parlamento. 403. En Papua Nueva Guinea, la pornografa infantil es bastante accesible, tanto la importada como la de produccin nacional. Aunque los funcionarios de las aduanas y el Censor Nacional intentan ejercer un control sobre los libros, las revistas y los vdeos importados, una gran cantidad de material entra en el pas y con la ayuda de los adultos llega a manos de los nios. Lapornografa tambin se difunde a travs de fotografas y vdeos caseros, lo que dificulta enormemente la labor de los organismos encargados de hacer cumplir la ley. Algunos hombres con cargos pblicos destacados se han visto involucrados supuestamente en este tipo de prcticas pornogrficas y, a pesar de ello, siguen en sus puestos. ----- * La Secretara tiene a disposicin de quienes deseen consultarlos, nicamente en el idioma en que fue presentado, el documento, un resumen ejecutivo y numerosos anexos pertinentes. GE.03-43178 (S) 220803 300903 * La Secretara tiene los anexos a disposicin de quienes deseen consultarlos. CRC/C/28/Add.20 pgina PAGE \* MERGEFORMAT 114 CRC/C/28/Add.20 pgina PAGE \* MERGEFORMAT 115 Convencin sobre losDerechos del Nio EMBED Word.Picture.8 CRC NACIONES UNIDAS L W x 3 4 5 K L R S g " $ 8 ? 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