1998

2001

2002

Violencia del hombre contra la mujer

75

151

329

Violencia de la mujer contra el hombre

6

5

27

Violencia de padres hacia hijos

14

54

28

Violencia de madres hacia hijos

35

40

19

Totales

130

250

403

Como se aprecia del total de estos casos, el 82% son actos ejercidos por el hombre contra la mujer.

Se continúan las gestiones para lograr que los Organismos incorporen a sus estadísticas los aspectos necesarios que posibiliten análisis de género y la evaluación de la problemática, lo que constituye una tarea contenida en el Plan de Acción Nacional del Gobierno de Cuba de seguimiento a la IV Conferencia Mundial de la ONU sobre la Mujer.

Teniendo en cuenta la relación entre alcoholismo y otras drogadicciones y la violencia, se incluye la información y análisis especializado de estos temas en la labor educativa preventiva que se desarrolla en las comunidades y en general en las acciones que se realizan

En el Programa Nacional del Ministerio de Salud Pública de prevención del suicidio e intento suicida, está incluido el tratamiento a la violencia. Es significativa la disminución de las tasas de mujeres de 20,9 en 1980 a 8,1 en el año 2002.

En cuanto a la presencia del tema de la violencia intrafamiliar en los medios de difusión, se aborda en diferentes programas de TV tales como: Hablemos de Salud, Haciendo Caminos, Cuando una Mujer, La Vida y sus Retos entre otros, así como menciones y mensajes cortos. En la radio se incluye en varios programas dirigidos a la mujer y la familia y se han publicado artículos en la prensa plana.

Artículo 7

Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer en la vida política y pública del país y, en particular, garantizarán, en igualdad de condiciones con los hombres el derecho a:

I.Votar en todas las elecciones y referéndums públicos y ser elegibles para todos los organismos cuyos miembros sean objeto de elecciones públicas;

II.Participar en la formulación de políticas gubernamentales y en la ejecución de éstas, y ocupar cargos públicos y ejercer todas las funciones públicas en todos los planos gubernamentales;

III.Participar en organizaciones y asociaciones no gubernamentales que se ocupen de la vida pública y política del país.

La Constitución de la República de Cuba y la Ley Electoral establecen que todo ciudadano cubano mayor de 16 años sin diferencias de sexo, raza o creencia religiosa tiene derecho a elegir y ser elegido en las elecciones públicas.

La convocatoria a las elecciones llama a los ciudadanos a elegir los mejores, sin distinción de ningún tipo. Ninguna mujer u hombre tiene que disponer de recursos económicos, ni conseguir quien le financie una campaña electoral para promover su candidatura.

De conformidad con nuestra ley electoral las circunscripciones electorales se dividen en áreas de nominación en dependencia de la cantidad de habitantes. En ellas se realizan asambleas donde los electores proponen libremente y nominan desde 2 hasta 8 candidatos sobre la base de sus méritos, condiciones, que les permitan representarlos hasta el máximo órgano del Estado

Una vez nominados, la elección del delegado o delegada de circunscripción se realiza por el voto directo y secreto en todas las circunscripciones electorales del país, en un mismo día. En caso de empate o que no se alcance el 50% de los votos válidos por ningún candidato, se procede a segunda vuelta.

Es importante decir que si bien las mujeres legalmente tienen todas estas posibilidades y son el 50% de la población electoral, aún influyen en su nominación y elección factores subjetivos relacionados con creencias, prejuicios y patrones culturales, heredados de una sociedad clasista y sexista que atribuía al hombre el mundo del trabajo y del poder público, y limitaba a la mujer al hogar, la familia y a las tareas domésticas.

En el año 2002 nuevamente se convocó al pueblo a elecciones generales. Aunque el acto de votar en Cuba es libre y voluntario, participó en estas elecciones el 98,2% de la población electoral, para elegir por voto directo y secreto, a los/as delegados/as a las Asambleas Municipales —todos los de circunscripción— y Provinciales, y los/as diputados/as a la Asamblea Nacional.

En las referidas elecciones las mujeres incrementaron sus niveles de participación con relación a las elecciones generales convocadas en 1993, 1995, 1998 y las parciales del año 2000.

Fueron elegidas como delegadas de circunscripción 3.493 mujeres que constituyen el 23,37% del total. En comparación con el proceso anterior la cifra se elevó en 419 mujeres más y 2,44 puntos porcentuales. Estas delegadas de circunscripción son las que integran las Asambleas Municipales. Aunque este indicador ha ido creciendo sostenidamente en todos estos años, lo consideramos aún bajo, si tenemos en cuenta el desarrollo profesional y político alcanzado por las cubanas.

En estas elecciones se elevó el número de delegadas en las Asambleas Provinciales. Integran éstas 447 mujeres, que representan el 37,28% del total, creciendo en 106 en cifras absolutas y 8,68 en puntos porcentuales, muy superior a los indicadores del proceso anterior.

En los cargos designados en las Asambleas Municipales, también creció el número de mujeres. En este proceso que culminó en el 2002, 89 ocupan el cargo de Secretarias de Asambleas Municipales, lo que constituye el 52,6% del total.

Son diputadas a la Asamblea Nacional 219 mujeres, el 35,96% del total electo en la última Legislatura. Crece el Parlamento en 43 mujeres, que representan un incremento de 4,2 puntos porcentuales. Por este indicador, Cuba se ubica entre los primeros países del mundo por la participación femenina en el Parlamento.

Las mujeres forman parte activa de las Comisiones Permanentes de Trabajo que existen en los Órganos del Poder Popular, desde Municipios hasta la Asamblea Nacional.

En la Asamblea Nacional tres Comisiones son dirigidas por mujeres: la de Atención a la Juventud, la Niñez y la Igualdad de los Derechos de la Mujer, la de Atención a los Servicios y la de Atención a la Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología.

En este quinquenio, a pesar de las difíciles condiciones económicas que enfrenta nuestro país, se ha realizado un gran esfuerzo por incrementar la presencia y participación de la mujer en los órganos de gobierno municipales, provinciales y nacional.

La Federación de Mujeres Cubanas —como Mecanismo Nacional para el Adelanto de la Mujer— durante el proceso de las elecciones y en atención a esta actividad, ha promovido algunas iniciativas que han aportado resultados positivos. En su preparación y ejecución han tenido todo el apoyo y participación activa de los Órganos del Poder Popular en todas las instancias.

El material impreso “Las mejores como delegadas”, fue debatido en asambleas de las más de 76.000 estructuras de base de la Federación de Mujeres Cubanas a nivel comunitario, con la participación en muchos lugares también de hombres convocados. Esta es la continuidad de un debate público que se ha mantenido como una de las acciones más importantes para la educación y concienciación de la población, sobre la participación en igualdad de condiciones de mujeres y hombres en la vida social y política del país.

Las Comisiones de Candidatura Nacional, provinciales y municipales, y las Comisiones Electorales, estuvieron integradas en su mayoría por mujeres, miembros de las organizaciones de masas y estudiantiles, lo que constituye también un aspecto importante en el reconocimiento hacia la participación femenina en todo el proceso electoral cubano.

Las dirigentes de la Federación de Mujeres Cubanas integran estas Comisiones, lo que influye positivamente en la promoción de candidaturas de mujeres destacadas en las propuestas de delegados/as a las asambleas provinciales y diputadas según facultades de dicha comisión.

En todo el período transcurrido, se mantuvo la realización de los encuentros con mujeres delegadas y diputadas donde se reconocen los resultados en el desempeño de su labor y se debaten temas sobre género, igualdad, autoestima, liderazgo, garantizando con ello mayor preparación de las mujeres para asumir estas responsabilidades.

Se ha mantenido una evaluación sistemática de la participación de las mujeres en los procesos electorales parciales y generales y en la dirección de gobierno en todos los niveles, lo que ha permitido mantener activas las acciones planteadas en cumplimiento de este objetivo.

La democracia en Cuba se sustenta en la participación directa del pueblo en las decisiones del Gobierno y en los procesos legislativos. Las mujeres, como todo el pueblo, participan en la formulación de políticas gubernamentales.

La creación de premisas esenciales como la garantía de su igualdad jurídica, su preparación cultural, técnica y profesional, su incorporación al trabajo socialmente útil, la promoción de su participación política y la transformación a fondo de su situación social, impulsan y propician la participación de la mujer cubana en la vida política del país.

En los Consejos de Administración Provinciales y Municipales, en los debates de los Comités de la FMC en todos los niveles y en los Consejos de Dirección de los Organismos de la Administración Central del Estado, se realizan evaluaciones periódicas sobre la promoción de la mujer, con miras a identificar logros y dificultades que aún persisten y continuar trabajando en factores objetivos y subjetivos que obstaculizan una mayor presencia femenina en cargos directivos de toma de decisiones.

El Decreto Ley que regula la promoción, ubicación y calificación de los cu a dros del Estado contempla en su texto la necesidad de continuar trabajando por garantizar la capacitación, adiestramiento y recalificación de las mujeres y su promoción a cargos de dirección. Esta política ha garantizado en la actualidad el incremento de mujeres en las listas de reserva en los distintos niveles de dirección estatal.

Desde el segundo semestre del año 2002, por acuerdo de la Comisión Central de Cuadros del Estado se orientó trabajar en la conformación de la reserva de cuadros con el 50% de ambos sexos y a partir del año 2003 proponer, en el momento de la aprobación final un hombre y una mujer en igualdad de condiciones, a fin de decidir sobre la base de iguales requisitos.

Las comisiones de cuadros funcionan desde la instancia nacional hasta los municipios; es un mecanismo de Gobierno que en su contenido aborda de forma diferenciada lo relacionado con la promoción de la mujer a cargos de dirección.

Los ministerios, sus centros de investigaciones, así como los centros de enseñanza superior realizan estudios y eventos de diferentes tipos, donde también analizan esta temática. Sus resultados constituyen elementos fundamentales en el trabajo de las Comisiones de Cuadros y del Sistema de Capacitación.

Este objetivo se integra a las tareas y funciones de las Comisiones de Empleo Femenino, las que evalúan sistemáticamente la participación de las mujeres, su acceso a las listas de reserva a todos los niveles, así como las limitaciones para su desempeño.

En todos estos años y sostenidamente desde 1996, se produjeron avances en la promoción de la mujer a cargos de dirección en el sector estatal civil. En 1996 las mujeres dirigentes eran el 30,1% del total de los dirigentes del país, en 1998 el 31,1%, en el 2000 el 33,3%, y en el 2002 el 34,5%, la más alta cifra lograda hasta la fecha. En cifras absolutas, el total de mujeres dirigentes asciende a 95.314. Todas las provincias del país han elevado sostenidamente este indicador.

En la actualidad hay 6 mujeres ministras, que dirigen los Ministerios de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, el de Comercio Interior, el Ministerio de la Inversión Extranjera y la Colaboración Económica, el de Auditoria y Control, el Ministerio de Industria Ligera, y el Ministerio de Finanzas y Precios.

Las mujeres en cargo de viceministras se incrementan a 29 en el 2002 contra 12 en 1996 y 17 en 1999. La designación para estos cargos se ha diversificado en los últimos años hacia organismos no tradicionales para las mujeres como en los Ministerios de la Industria Sidero Mecánica (2), de la Informática y las Comunicaciones (2), del Transporte (2), de la Construcción (1), de la Agricultura (1), de la Aeronáutica Civil (1), entre otros.

En el sistema judicial cubano la mujer alcanza una presencia superior si la comparamos con datos de 1999. En la Fiscalía son el 71% de los fiscales, superior al año 1999 que eran 65%, y 60% de los dirigentes, contra un 49% que existía en dicho año. En los tribunales son el 66,3% de los jueces profesionales, incrementándose notablemente en relación al 49% existente en 1999. Es digno destacar que el 71,4% de los Presidentes de Tribunales Provinciales son mujeres. El 40,4% de los dirigentes del Ministerio de Justicia son mujeres y el 42,8% son Directoras Provinciales. Tienen una vicepresidenta del Tribunal Supremo Popular y una viceministra.

En el Ministerio de Educación 4.425 mujeres son dirigentes, para el 56,3% del total. Se desempeñan como Viceministras 2 mujeres, Directoras o Jefas de Departamentos en el Organismo Central 14, Rectoras de Institutos Superiores Pedagógicos 5 para el 31,3%, Vicerrectoras 24 y Decanas 30. La reserva de directivos en un 69,6% está constituida de mujeres.

En el Ministerio de Educación Superior las mujeres son el 36% y el 30% de los directivos de primer nivel, entre las que destaca una Viceministra. Las Jefas de Departamentos Docentes son el 45%, Decanas el 32%, Vicerrectoras el 30% y Rectoras el 7%. En el claustro de profesores las mujeres son el 42,6% del total.

El Ministerio de la Industria Azucarera, sector que hasta el triunfo de la Revolución estuvo prácticamente vedado para las mujeres, actualmente cuenta con el 21% de trabajadoras. Del total de directivos del Organismo 590 son mujeres, el 9% del total de sus dirigentes, de las cuales 5 son Directoras en el Organismo Central, 70 Directoras funcionales, 44 Vicedirectoras y 41 Directoras de Empresas; entre ellas 9 de Complejos Agroindustriales y una Directora de Grupo Empresarial en la provincia Holguín.

El Ministerio de Comercio Interior, además de la Ministra, cuenta con dos Viceministras, 3 Directoras de Empresas Nacionales, 5 Directoras en el Organismo Central y por primera vez, tiene una mujer ocupando la responsabilidad de Directora de Comercio en un Sectorial Provincial.

El Ministerio de la Industria Ligera liderado por una Ministra y una Viceministra, cuenta con el 62% de trabajadoras. En el Organismo Central tiene el 47% de mujeres dirigentes y 21 Empresas Nacionales están dirigidas por ellas.

El Ministerio de la Ciencia, presidido por una Ministra y dos Viceministras, cuenta con el 35,5% de dirigentes contra el 27% en el 2000. Otra importante responsabilidad desempeñan dos Directoras de Agencia (con rango de Viceministras), 21 Directoras Nacionales de diferentes ramas y 4 Delegadas Provinciales. También son mujeres el 24% de los Directores de Centros de Investigación, el 56,8% de los técnicos y el 48% de los investigadores.

En el Turismo se mantiene una tendencia creciente en la incorporación de las mujeres a la labor de dirección, que en la actualidad representan el 24,1% de los dirigentes del sector, contra el 23,3% en el 2000. Cuentan con una Viceministra y se incrementan las acciones de preparación para ocupar responsabilidades entre las que se destacan puestos no tradicionales para ellas.

En el Ministerio de la Informática y las Comunicaciones las trabajadoras constituyen el 49,5%. Entre las directivas de primer nivel las mujeres representan el 26%, superior al 2000 que eran el 23,5%. En la actualidad tienen dos Viceministras. En este sector, en que se inscribe parte importante de la estrategia cubana de desarrollo, las muchachas son el 50% de los 2.000 estudiantes que han iniciado estudios de Ingeniería Informática en la nueva Universidad de Ciencias Informáticas que inició sus labores en septiembre del 2003.

En el resto de los sectores de la economía las mujeres han ido escalando a los diferentes niveles de dirección. En la salud son el 46%, en Cultura el 34,5%, en el Sidero Mecánico (SIME) el 16% y en Transporte el 15% entre otros.

La estrategia trazada ha permitido ir evaluando la situación particular en los diferentes sectores y desarrollar, con la participación de diferentes organizaciones gubernamentales, acciones concretas como talleres con mujeres dirigentes en todas las provincias del país y a nivel nacional, donde se han debatido diferentes temas de interés, que han servido para la reflexión, el análisis y la mejor integración de las mujeres a estas actividades.

Se ha desplegado un proceso de reconocimiento a las mujeres que ocupan cargos a diferentes instancias, lo que ha abarcado Organismos Estatales, Organizaciones de Masas, Sindicatos, la familia y la comunidad.

Se avanza en la realización de estudios e investigaciones sobre el tema de la Mujer en cargos de Dirección, aplicándose ya por algunos organismos las medidas derivadas de éstas.

Se concluyó la Investigación Nacional sobre el “Análisis del enfoque de género en la selección y promoción de los cuadros y sus reservas”.

Tienen garantizado, en igualdad de oportunidades y posibilidades con los hombres, el acceso a las organizaciones no gubernamentales. En Cuba existe el marco jurídico adecuado y necesario para canalizar los intereses de las personas que deseen asociarse por motivaciones e intereses sociales. Ello lo estipula el Artículo 54 de 27 de diciembre de 1985 “Ley de Asociaciones”, de la Constitución de la República y la Ley No. 54 de 27 de diciembre de 1985: “Ley de Asociaciones”, que establece el ordenamiento jurídico y la función registral. En Cuba están registradas más de 2.200 organizaciones no gubernamentales diversas en su naturaleza, estructura, membresía y objetivos de trabajo.

Las cubanas están incorporadas a la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), organización que aglutina a todos los trabajadores y trabajadoras del país, agrupadas en sindicatos. Están afiliadas 1.412.125 mujeres que representan el 45,3% del total de integrantes de esta organización. El 49% de los dirigentes profesionales de la CTC son mujeres y están ampliamente representadas en su Consejo Nacional con el 47,6%. Cinco Sindicatos Nacionales son liderados por mujeres; así como el 52,8% de las secciones sindicales de base.

A la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) se incorporan las campesinas integrantes o no de cooperativas, las que constituyen el 18,3% del total.

La mujer campesina también participa y tiene acceso a los cargos administrativos en las cooperativas, así como en los organismos de base de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeño (ANAP). En 1998 las mujeres que dirigían a este nivel era el 22% del total y al cierre de 2003, el 33%. Actualmente son Presidentas de Cooperativas 77.

En los últimos años existe un crecimiento en el acceso de las mujeres a cargos electivos, 21 son Presidentas Municipales, 212 mujeres son Miembros de los secretariados a ese nivel, 22 de los secretariados provinciales y 3 en el Buró Nacional.

Aunque el crecimiento es discreto, ratifica que las acciones trazadas en la política de esta organización están dando respuestas al Plan de Acción Nacional y van teniendo un resultado favorable en cuanto a la concienciación del campesinado cubano sobre la necesidad de lograr igual participación de hombres y mujeres en la vida social y económica de las zonas rurales.

Ninguna de las grandes tareas, de los logros alcanzados en los programas de desarrollo y sociales en Cuba hubiese sido posible sin la participación masiva, activa y consciente de la población y de sus organizaciones más masivas y representativas.

Tenemos la voluntad política y contamos con una cantera de mujeres muy valiosas que nos ayudarán a cumplir uno de nuestros objetivos primordiales, que es lograr el ejercicio de la plena igualdad de la mujer. Hacia ello va encaminado el trabajo que desarrollamos de conjunto con la FMC y otras organizaciones de masas, sociales, de profesionales, para la toma de conciencia no sólo de la mujer sino de la familia y la sociedad en general.

Estas organizaciones han contribuido eficientemente, a elaborar, fundamentar, tomar consultas en propuestas de leyes y modificaciones a las mismas, que han llegado al Parlamento Cubano. Un ejemplo de ello —anteriormente descrito— fue el de la adopción del Plan de Acción Nacional de Seguimiento a Beijing.

Artículo 8

“Los Estados partes tomarán todas las medidas apropiadas para garantizar a la mujer, en igualdad de condiciones con el hombre y sin discriminación alguna, la oportunidad de representar a su gobierno en el plano internacional y de participar en la labor de las organizaciones internacionales”.

El Gobierno cubano ha mantenido una preocupación constante por integrar y potenciar el papel de la mujer en el plano internacional.

El Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX), Organismo de la Administración Central del Estado encargado de ejecutar la política exterior del país, cuenta con una importante representación femenina, que representa el 53,8% de sus funcionarios, desempeñándose como Ministras Consejeras, Consejeras, Agregadas, Cónsules y Vicecónsules. Es de destacar además que el número de mujeres Embajadoras se ha incrementado en siete con respecto al período anterior, para contar con 15, lo que representa el 13,7% del total de Embajadores.

En los diferentes ministerios y entidades del Estado la presencia de la mujer en cargos en el exterior es notable y creciente, lo que redunda en una mayor representación y participación de las mujeres, que además, denotan una alta responsabilidad en el desempeño de sus funciones.

En el Ministerio para la Inversión Extranjera y la Colaboración Económica, la representación femenina en cargos de dirección se comporta al 25%, al presidir 25 de los 91 cargos a nivel de Ministerio, incluyendo el de Ministra. Esta es una de las 6 entidades cubanas presididas por mujeres. En el Servicio en el Exterior que auspicia esta entidad, las mujeres significan el 60%, al ocupar 18 de los 30 representantes de este Ministerio en el extranjero.

El Ministerio de Turismo tiene un 83% de mujeres en las oficinas en el exterior, que ocupan diferentes responsabilidades en las actividades de Contabilidad, Administración y Relaciones Públicas. La Empresas TURARTE y ABATUR están presididas por mujeres. Asimismo el 71% de los cargos de las compañías y sucursales del Grupo Cubanacán son ocupados por mujeres.

Destaca de manera particular la participación de las mujeres en el Ministerio del Comercio Exterior, entidad que proyecta la política exterior cubana en la rama del comercio. A nivel institucional el número de mujeres que ocupan cargos de dirección en el sistema es de 104 de 287 cargos, lo que significa un 36,24%. De un total de 112 representantes permanentes en el servicio exterior, 59 son mujeres, para un 52,67% y ocupan 21 de las 35 labores de dirección en dichas representaciones, para el 59%. Destacada es su presencia como Consejeras, Agregadas y Jefas de Oficinas Comerciales. La Ministra Consejera de la Misión Permanente de Cuba en Ginebra es una mujer. El 85% de los Consultores y Asesores del sector son mujeres y se destaca asimismo la participación de 24 mujeres en eventos internacionales de relevante importancia relacionados con comercio.

El Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba cuenta también con un elevado número de especialistas en cargos de dirección. Esta entidad ha desarrollado acciones encaminadas a elevar a niveles superiores la participación de la mujer en cargos de dirección y en las representaciones en el exterior. En la actualidad cinco mujeres son Jefas de Unidades de Cubana de Aviación en el exterior, de 21 representaciones, para el 24%. Destaca también la participación femenina como integrantes de las Oficinas Comerciales, en las que el 56% se desenvuelven como Representantes de Tráfico Internacional y Nacional, Jefas de Líneas Aéreas, Supervisoras de Tráfico Internacional, Responsables de Operaciones, entre otros.

Otras instituciones cuentan con personal y misiones en el exterior como el Ministerio de Salud, con tres Jefas de Misiones y aporta seis al trabajo de los organismos internacionales del Sistema ONU; el Ministerio de Cultura cuenta con 10 asesoras y/o consultoras internacionales, cuyas expertas han sido contratadas como Consultoras por períodos eventuales. Una cubana se desempeña como Embajadora de la FAO.

Desde su último informe, Cuba ha sido miembro de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW), su actual membresía se extenderá hasta el 2005. En cada uno de los períodos de sesiones ha contado con una amplia y sustantiva participación femenina en sus delegaciones, tanto en la delegación de gobierno como en la no gubernamental. El Ministerio de Relaciones Exteriores conjuntamente con la Federación de Mujeres Cubanas, Mecanismo Nacional para el Adelanto de la Mujer, le confieren una gran importancia a la participación de Cuba y a contribuir al buen desempeño de la CSW.

Fue notable el desempeño en la etapa, de una experta cubana en el Panel que abordó el tema “Participación de la mujer en los medios de comunicación y en las tecnologías de la información y las comunicaciones y el acceso de la mujer a ellos y sus efectos sobre el adelanto y la potenciación de la mujer y su utilización como instrumento para ello”, uno de los dos temas discutidos en el 47° período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW), en marzo de 2003.

Representantes de la Cancillería cubana y funcionarias de la FMC han participado activamente en los procesos negociadores de las conclusiones convenidas de los temas objeto de análisis en las sesiones de la Comisión de la Mujer y de los documentos finales del vigésimo tercer período extraordinario de sesiones de la Asamblea General.

Con igual énfasis la representación cubana se ha incorporado a la negociación y discusión del tema de la mujer en los diferentes foros de las Naciones Unidas: Comisión de Derechos Humanos, Tercera Comisión de la Asamblea General, entre otros.

El Gobierno de Cuba además, ha mantenido una activa participación en todas las reuniones de las Mesas Directivas de la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe de la CEPAL, de la cual es Vicepresidente desde hace años, así como en las Conferencias Regionales. Ha fungido de enlace entre los países hispano hablantes del Caribe en el cumplimiento de los acuerdos de las diferentes reuniones y ha desempeñado un activo papel en la presentación y desarrollo de temas y puntos de la agenda de trabajo de las diferentes Mesas.

Destaca el papel desempeñado por Cuba en la VIII Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe de la CEPAL, que tuvo lugar en Perú en febrero de 2000, en la preparación y presentación de uno de los dos ejes temáticos de la misma, de conjunto con México: Género y Equidad. Una experta cubana hizo la presentación en el panel de dicha conferencia. Destacada también fue la participación de la delegación cubana en la discusión y negociación del Consenso de Lima, documento resultante de dicho evento.

La celebración en Cuba con resultados satisfactorios, de la Reunión de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe de la CEPAL, en abril de 2003, con la presencia de un número significativo de países miembros y no miembros de la Mesa, fue reconocida por las participantes, a partir de la seriedad y calidad en la preparación del evento.

Cuba ha cumplido con todas las obligaciones que emanan de los Tratados internacionales de los cuales es Estado parte. En este sentido ha velado cuidadosamente por la elaboración y presentación de sus Informes periódicos. En este proceso la mujer ha desempeñado un destacado papel, tanto en la redacción de los Informes como en su defensa ante los diferentes Comités, integrando un elevado número de las delegaciones oficiales asistentes a estos órganos.

Se ha promovido la presencia de la mujer en los órganos de tratados y de expertos de las Naciones Unidas. Contamos actualmente con una experta cubana en el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW).

De particular importancia para la promoción de la mujer ha sido su capacitación y superación profesional. De ahí la permanente preocupación por su participación en seminarios y talleres tanto nacionales como internacionales dedicados a la formación y profundización en el enfoque de género y otros que son afines y necesarios para el tratamiento de los contenidos de la Convención.

Artículo 9

Los Estados Partes otorgarán a las mujeres iguales derechos que a los hombres para adquirir, cambiar o conservar su nacionalidad. Garantizarán en particular, que ni el matrimonio con un extranjero ni el cambio de nacionalidad del marido durante el matrimonio cambien automáticamente la nacionalidad de la esposa, la conviertan en apátrida o la obliguen a adoptar la nacionalidad del cónyuge.

Los Estados Partes otorgarán a la mujer los mismos derechos que al hombre con respecto a la nacionalidad de sus hijos.

La legislación cubana no establece diferencias entre hombres y mujeres para la adquisición, cambio y conservación de la ciudadanía, lo que se aprecia en su redacción al utilizar el artículo neutro al referirse a los sujetos de estos derechos.

Resulta importante repetir lo estipulado para el concepto y las formas de adquisición de la ciudadanía, que se reflejan en los artículos siguientes de la Constitución:

Artículo 28: La ciudadanía cubana se adquiere por nacimiento o naturalización.

Artículo 29: Son ciudadanos cubanos por nacimiento: los nacidos en el territorio nacional, con excepción de los hijos de extranjeros que se encuentran al servicio de su gobierno o de organismos internacionales; los nacidos en el extranjero de padre o madre cubanos, que se hallen cumpliendo misión oficial; los nacidos en el extranjero de padre o madre cubanos previo al cumplimiento de las formalidades que la ley señala; los nacidos fuera del territorio nacional, de padre y madre naturales de la República de Cuba que hayan perdido la ciudadanía cubana, siempre que la reclamen en la forma que señala la ley; los extranjeros que por méritos excepcionales alcanzados en las luchas por la liberación de Cuba fueron considerados ciudadanos cubanos por nacimiento.

En relación con los hijos, protegidos especialmente en el quehacer jurídico cubano, se incluyen en condiciones de igualdad en la disposición siguiente del Artículo 31: Ni el matrimonio, ni su disolución afectan la ciudadanía de cónyuges o de sus hijos. Este artículo guarda coherencia con lo establecido en el Artículo 9 de la CEDAW.

Artículo 10

Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer, a fin de asegurarle la igualdad de derechos con el hombre en la esfera de la educación y en particular para asegurar, en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres;

Las mismas condiciones de orientación en materia de carreras y capacitación profesional, acceso a los estudios y obtención de diplomas en las instituciones de enseñanza de todas las categorías, tanto en zonas rurales como urbanas; esta igualdad deberá asegurarse en la enseñanza preescolar, general, técnica y profesional, incluida la educación técnica superior, así como en todos los tipos de capacitación profesional;

Acceso a los mismos programas de estudios y los mismos exámenes, personal docente del mismo nivel profesional y locales y equipos escolares de la misma calidad;

La eliminación de todo concepto estereotipado de los papeles masculino y femenino en todos los niveles y en todas las formas de enseñanza, mediante el estímulo de la educación mixta y de otros tipos de educación que contribuyan a lograr este objetivo y, en particular, mediante la modificación de los libros y programas escolares y la adaptación de los métodos de enseñanza;

Las mismas oportunidades para la obtención de becas y otras subvenciones para cursar estudios;

Las mismas oportunidades de acceso a los programas de educación complementaria, incluidos los programas de alfabetización funcional y de adultos, con miras en particular a reducir lo antes posible la diferencia de conocimientos existentes entre el hombre y la mujer;

La reducción de la tasa de abandono femenino de los estudios y la organización de programas para aquellas jóvenes y mujeres que hayan dejado los estudios prematuramente;

Las mismas oportunidades para participar activamente en el deporte y la educación física;

Acceso al material informativo específico que contribuya a asegurar la salud y el bienestar de la familia, incluida la información y el asesoramiento sobre planificación de la familia.

En Cuba todas las personas sin distinción o diferencia de género, color de la piel, credo político o religioso tienen acceso equitativo a la educación de forma gratuita durante todo el proceso de enseñanza.

En la actualidad, de una población de 11.250.974 habitantes, sólo el 0,2% son analfabetos. De ellos el 39,6% son mujeres.

A pesar de las dificultades existentes, la voluntad política y las medidas adoptadas han permitido mantener las conquistas alcanzadas. En el 2003 se asignaron más de 3.000 millones de pesos del presupuesto del Estado, —el 23,8% del total— para el financiamiento del sistema educacional.

El injustificado e inmoral bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba por más de 40 años por parte del Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, impide tener las mejores condiciones materiales para enfrentar cada curso escolar; sin embargo, los avances en la escolarización, educación social y familiar son indiscutibles y alentadores. La escuela cubana constituye la más importante y responsable institución cultural de la comunidad.

El nivel de escolarización promedio de la población adulta es noveno grado, con posibilidades de seguir superándose. El Ministerio de Educación, a través del subsistema de Educación de Adultos, brinda atención priorizada a la escolarización de las mujeres en la red de centros que conforman este subsistema de enseñanza, que abarca los niveles de alfabetización, educación básica (EOC), educación media (SOC) y media superior (FOC), empleando las modalidades de cursos regulares y cursos por encuentros para responder a las necesidades y características de este segmento poblacional.

Existen 793 centros de Enseñanza de Adultos desde el nivel elemental, que abarca 514 filiales del Curso de Superación Integral para Jóvenes, con el objetivo de lograr su nivelación para la incorporación de estos a la Educación Superior. A ello se unen 46 escuelas de idiomas, dirigidas al estudio de los trabajadores y trabajadoras para su preparación en el dominio de una lengua extranjera; esta preparación obedece a necesidades reales de acuerdo a los planes de desarrollo socioeconómico de los territorios.

La incorporación de la mujer a las aulas es una muestra de la voluntad política, el respaldo que brinda el Estado y la labor sistemática de la Federación de Mujeres Cubanas, junto al Ministerio de Educación. En el curso 2002-2003, de una matrícula general de 203.929, eran mujeres 113.548, representando el 55,7% del total. En la Enseñanza de Idiomas cursaban estudios 7.268 mujeres, el 60,2% del total de matriculados.

En el 2003, por sólo citar un ejemplo, más de 100.000 personas jóvenes y adultas, de los cuales el 65,1% son mujeres, se benefician con los Programas Alternativos Comunitarios que se organizan a partir de las necesidades e intereses de los participantes, en los que se tratan temas como la atención a la tercera edad, la preparación de la familia, temas vinculados al programa “Para la Vida”, el cuidado del medio ambiente, la salud, medicina verde, artes manuales, educación sexual y computación, entre otros.

Se aplican alternativas de estudio con iguales condiciones, tanto para los que viven en zonas urbanas, como rurales e intrincadas, facilitando la apertura de aulas para la atención a las mujeres subescolarizadas, fundamentalmente amas de casa. En el desarrollo de una estrategia para la incorporación, retención y promoción participan los organismos y organizaciones de la comunidad, con un rol protagónico de la Federación de Mujeres Cubanas.

Otra alternativa de estudio aplicada con iguales condiciones para hombres y mujeres es el Programa de Superación Cultural para la Agroindustria Azucarera (tarea “Álvaro Reinoso”), donde las mujeres son el 35,5% del total de la matrícula. Se ha facilitado la incorporación a este programa a todas las mujeres que residen en las áreas adyacentes de centrales azucareros, o en cooperativas de producción, con independencia de si laboran o no en el sector azucarero.

En las regiones montañosas del país, existen dos centros para la formación de Técnicos Medios, con una matrícula total de 6.486 estudiantes y tres Facultades Universitarias, donde se forman especialistas para la agricultura, en ellas del 30 al 40% son mujeres.

Se ha diseñado y se aplica una estrategia dirigida a la capacitación de las mujeres en aquellas especialidades y oficios con poca participación femenina y que resultan importantes para la economía del país como son: trabajo en los organopónicos que producen hortalizas y vegetales, los servicios y la computación.

La proporción de ingreso al preuniversitario, concluida la enseñanza media básica, se incrementa de un año a otro. En el curso escolar 2002-2003, se alcanzó una matrícula de más de 154.000 alumnos, superior en 9.700 al año anterior.

Al cierre del curso 2002-2003, en la enseñanza media se habían producido 3.581 bajas, de las cuales 2.495, el 69,7% corresponden a mujeres. Esta cifra resulta la más baja en los últimos cinco años. Dentro de las causales el matrimonio, la prescripción facultativa y el abandono resultan las de mayor incidencia y en ellas también la cifra mayor corresponde a las mujeres.

Para detener la deserción escolar, se han aplicado medidas que fortalecen la labor educativa y el funcionamiento de las instituciones, el perfeccionamiento de los programas de estudio y dentro de ellos el trabajo encaminado hacia una educación no sexista, dirigido a los adolescentes, jóvenes y las familias.

La enseñanza secundaria básica se encuentra en una profunda transformación que abarca todas las escuelas del país, su matrícula de 493.000.318 alumnos(as), se beneficia con la doble sesión y un profesor por cada 15 alumnos. Para esta enseñanza se han implementado proyectos escolares que parten del diagnóstico de necesidades e intereses del estudiantado, los docentes y la familia, de manera que la labor de educación sexual se contextualiza en atención a las situaciones encontradas.

Los jóvenes que concluyen el preuniversitario y no optan por carreras tienen posibilidades de continuar estudios a través de cursos técnicos, escuelas de oficios, maestros y enfermeros emergentes, trabajadores sociales y técnicos de la salud, entre otros. Al concluir estos cursos se le ofertan diferentes carreras universitarias que pueden continuar en sus municipios.

La Federación de Mujeres Cubanas a través de las Casas de Orientación a la Mujer y la Familia creadas en los 169 municipios del país, ha capacitado a más de 67.391 mujeres, fundamentalmente jóvenes, en cursos de Adiestramiento que las preparan en diferentes oficios que le son útiles para su vida laboral y social.

Otra vía utilizada por la organización femenina en la preparación de la mujer joven, que tiene todo el reconocimiento del estado son los cursos de orientación, los que se imparten en las mencionadas Casas, con temáticas diversas a partir de las necesidades diagnosticadas de cada territorio.

El Curso de Superación Integral para Jóvenes —mencionado anteriormente— se creó hace dos años, con un enorme impacto en la familia, la comunidad, los estudiantes y docentes. Más de 102.000 jóvenes de 17 a 29 años que se encontraban desvinculados del trabajo y el estudio se han integrado en las 514 sedes existentes a lo largo de todo el país, donde reciben formación de bachilleres. En estos momentos la incorporación de la mujer es del 65,7% del total matriculado. De todos ellos, más de 34.318 ingresan a la educación superior en 20 especialidades diversas. Para ellos y ellas, el estudio es su empleo y reciben cada mes una remuneración por el estado de 100 pesos (Moneda Nacional).

En los últimos cinco años, la fuerza técnica fundamental del país es femenina, con más del 60% de mujeres entre los graduados del nivel superior anualmente. De igual forma debe comportarse en los próximos años, dado que los por cientos de mujeres en la matrícula total y en el nuevo ingreso a la educación superior se mantiene en ese rango.

Las ramas con mayor presencia femenina son las de humanidades, ciencias naturales y ciencias pedagógicas. En las ciencias médicas desde hace varios años más del 70% de la matrícula y los graduados son mujeres.

Las mujeres representan un 24% de los graduados del curso 2001-2002 en las ciencias técnicas, cifra que se ha ido incrementando. Al iniciarse el curso 2002-2003, de la matrícula total, el 31% eran mujeres y en el 2002-2003 éstas se incrementan hasta el 40%.

Se destaca la presencia femenina en la carrera de ingeniería informática, con una matrícula en el curso 2002-2003 de 1.656 mujeres (45,9%), de ellas 1.214 son nuevos ingresos (51,6%).

En la educación superior el claustro de mujeres profesoras se encuentra alrededor del 50% y en varias universidades la cifra es muy superior. En el curso escolar 2002-2003 el número de profesores en la enseñanza Superior duplica la cifra en casi 6.000 mujeres más, este incremento se debe fundamentalmente a la Universalización de la Enseñanza Universitaria, con la creación de más de 160 sedes universitarias municipales y el incremento de la matrícula.

En las categorías docentes superiores de Profesor Titular y Profesor Auxiliar, los por cientos de mujeres son del 30 y 40% respectivamente

El 38% de los doctores del país son mujeres, similar comportamiento se aprecia en las maestrías y postgrados y una masiva incorporación a diplomados y cursos de postgrados. De los 4.000 profesionales que han concluido maestrías, el 49,5% son mujeres.

Desde la vía curricular y la Educación Familiar el Sistema Nacional de Educación cubano trabaja la educación no sexista a través de la formación de valores en la escuela y del Programa Nacional de Educación Sexual. Se aplican Orientaciones Metodológicas que incluyen el tratamiento en la clase de elementos como la solidaridad, el respeto mutuo, la equidad de género, el amor como base de las relaciones sexuales, entre otros.

Desde la Enseñanza Preescolar hasta las Universidades Pedagógicas, se incluyen contenidos específicos en los libros de texto de las distintas materias, en particular, en las áreas de Ciencias, Biología, Cívica, entre otras.

A partir de 1959, la obra educacional ha recibido atención especial brindando posibilidades a todos de estudiar, eliminando las diferencias y desigualdades. En la actualidad se desarrollan nuevos programas que tienen como propósito el trabajo social dirigido a toda la población, la elevación de la cultura general integral y la mejor preparación de nuestra población joven. El Programa de Computación y el programa Audiovisual, así como el Canal Educativo incluyen temáticas de educación sexual.

La preparación de la familia para estimular el desarrollo de sus hijos e hijas constituye para el país una prioridad, precisamente por ser en estas edades y en el hogar, donde se sientan las bases para todo el desarrollo posterior del ser humano.

Atendiendo a estos y otros argumentos, luego de 10 años de investigación científica, se aplica en todo el territorio nacional desde el curso 1992-1993 el Programa de Atención Educativa “Educa a tu Hijo”, el cual tiene como objetivo la preparación de la familia para lograr el desarrollo integral de los niños y niñas de 0 a 6 años de edad. Es por tanto la familia la que realiza sistemáticamente las acciones educativas con sus hijos, fortaleciendo así su papel educativo.

El Programa cuenta con más de 100.000 ejecutoras y ejecutores que son preparados a su vez por más de 30.000 promotoras y promotores, representantes todos de los diferentes organismos y organizaciones que sistemáticamente participan en el programa. Las ejecutoras son activistas voluntarias que tienen como función fundamental desarrollar conjuntamente con la familia las actividades con los niños y niñas, orientar a las madres, padres y demás familiares la continuidad de las acciones educativas en el hogar para controlar la calidad de la realización de las actividades.

La extensión paulatina del programa ha posibilitado cubrir aproximadamente un 70% de la población de 0 a 6 años (607.821), pues sólo el 30% se encuentra atendida por la vía institucional: el círculo infantil y la enseñanza preescolar. De los atendidos en el programa son niñas el 50%. Tales resultados han permitido una cobertura total del 95,5% de la población comprendida en estas edades.

En todos los programas de estudios se asegura la Educación Física y Artística de acuerdo a las posibilidades y aptitudes de niños, niñas y jóvenes para el deporte y las manifestaciones artísticas, recibiendo entre dos y tres frecuencias semanales, además de cuatro horas de deporte masivo dentro del horario docente. Pueden practicar actividades físicas, deportivas o la expresión artística escogida en horarios extracurriculares, atendidos por profesores.

En Cuba existe una amplia red de Escuelas Deportivas y de Arte, que comprende desde la enseñanza inicial hasta la Universidad.

Para la formación de atletas nuestro país cuenta con instalaciones deportivas que incluyen 94 academias deportivas provinciales, 17 escuelas de iniciación deportiva escolar, 14 escuelas de perfeccionamiento atlético y 3 de formación de Atletas de Alto Rendimiento. Para la formación de Profesores de Educación Física y Deporte existen 13 escuelas provinciales, 1 Instituto Superior de Cultura Física y 14 facultades provinciales. En el país, 130 municipios tienen sedes universitarias de cultura física. Contamos con una Escuela Internacional de Deporte con 1.400 estudiantes de 72 países.

En estas escuelas se atienden más de 23.000 mujeres que cursan las escuelas de formación de atletas y 15.000 las de formación de profesores. Todos estos alumnos, sin distinción, no tienen que costearse sus estudios, ni los materiales escolares, además de recibir alimentación y atención médica gratuita.

Se cuenta esta esfera con un personal profesional docente que asciende a 45.000 profesores, el 45% de ellos mujeres. En el curso escolar 2003-2004 se incorporaron 1.267 docentes a trabajar como profesores adjuntos al proceso de universalización en las sedes municipales.

Las mujeres practican y participan en el sistema competitivo, en la mayoría de los 38 deportes que se desarrollan mundialmente.

Es altamente significativa la participación en los deportes de Alto Rendimiento. Tomando como referencia los Juegos Olímpicos “Barcelona 1992”, competencia donde Cuba obtuvo la mayor cantidad de medallas de oro, las mujeres implantaron récord. Obtuvieron más medallas de oro que el total de la delegación cubana que asistió a la Olimpiada de Montreal en 1976.

Especial atención se brinda por el Estado al desarrollo de actividades educativas recreativas para el uso del tiempo libre y la recreación, además de la práctica del deporte participativo y del espectáculo deportivo, como principales ofertas de recreación para el disfrute de niños, jóvenes y adultos, principalmente los fines de semana, etapas de receso docente y períodos vacacionales de verano. Existen proyectos socioculturales con carácter integrador que propician el disfrute de la población en general, que cultivan en las personas su identidad cultural y posibilita el intercambio y la vinculación con profesionales, artistas e intelectuales.

Se han creado 1.892 salas comunitarias de televisión y vídeo en asentamientos rurales apartados sin electrificar, dotados de energía con paneles solares. Estas salas se utilizan para el beneficio de más de 500.000 hombres y mujeres.

El país cuenta con más de 16.000 jóvenes estudiando en las 15 Escuelas de Formación de Instructores de Arte, donde aprenden danza, música, teatro y artes plásticas. De igual forma existen 15 Escuelas de Ballet y 17 de Artes Plásticas.

La Feria del Libro se extiende a 30 ciudades del país. En el año 2003 acudieron a la misma 3.006.000 personas, adquiriendo variada literatura para todas las edades.

Existe un Canal Educativo con una programación estable concebida para estudiantes y población en general, con más de 5.450 horas de transmisión, 2.052 de tele clases y otros programas formativos dirigidos a los estudiantes. La señal del canal alcanza todas las capitales de provincias del país y cerca de 7.007.000 personas.

Las Casas de Orientación a la Mujer y la Familia de la Federación de Mujeres Cubanas y las Cátedras de la Mujer de los Centros de Educación Superior, juegan un importante papel en la educación y formación de valores. Desarrollan diversas actividades de corte educativo y de asesoramiento dirigidas a la familia en la comunidad. Dentro de las acciones realizadas en el 2003 en la Jornada por el Día Internacional de la Familia podemos señalar las siguientes:

•Actividades grupales con la participación de adolescentes: se abordaron los temas de maternidad y la paternidad responsable, violencia, convivencia, respeto y solidaridad en la familia; se impartieron conferencias a los jóvenes del Curso de Superación Integral sobre las relaciones familiares y la violencia contra la mujer y las niñas.

•Actividades con las parejas. Encuentros entre matrimonios jóvenes y parejas que llevan varios años de matrimonios para resaltar la importancia de la solidez de la familia y charlar sobre las normas de convivencia familiar.

•Encuentros en Hogares Maternos con embarazadas para resaltar su papel en la educación de sus hijos y abordar con su pareja el tema “Paternidad y Maternidad Responsable”.

•Actividades culturales protagonizadas por el Movimiento de Madres y Padres Combatientes por la Educación encaminadas a elevar la formación cultural de niños y niñas.

•Debates y mesas redondas sobre el cumplimiento de la pensión alimentaria de los padres en centros de alta concentración femenina y en comunidades de alto índice de niños/as que no reciben la pensión.

•Talleres de reflexión en la comunidad sobre la importancia de la familia en la educación sexual de los hijos, el embarazo adolescente y las ITS, la convivencia familiar, la solidaridad humana, la Atención al Adulto Mayor y la violencia intrafamiliar.

•Asesoría a programas radiales y desarrollo del tema “La educación familiar” en emisoras de radio provinciales y locales.

•Atención a familias en desventaja social o vulnerables: Visita a los hogares de Niños sin amparo filial e intercambio con familias sustitutas; talleres en prisión de mujeres sobre la convivencia familiar y la aceptación de las exreclusas en el seno familiar; taller con familias de menores de edad que superaron sus trastornos de conductas y reconocimiento del papel jugado por la familia en la transformación de sus conductas; encuentro con familiares de personas discapacitadas y estimulación a las que se destacan en la atención a dichas problemáticas.

Además de las orientaciones individuales o grupales que pueden recibir los miembros de las familias a través de las Casas de Orientación a la Mujer y la Familia en este período, el Gobierno ha estimulado el acceso al material informativo y el asesoramiento en temas relacionados con la formación familiar, el bienestar de sus miembros y del grupo y la salud, incluyendo la salud sexual y reproductiva.

Se destaca en el período la aplicación de Programas dirigidos al desarrollo de una cultura general integral. Específicamente entre los que han sido orientados a la familia cubana es de mencionar, el Programa de la Biblioteca Familiar, que incluye una selección de 60 títulos de destacadas obras de la cultura nacional e internacional.

Al mismo tiempo, se han aumentado los espacios y programas radiales y televisivos de educación y orientación a la familia con el objetivo de documentar, motivar y persuadir a los padres sobre las formas adecuadas de conducir la educación de sus hijos. Con diferentes formatos, se combina la dramatización y el testimonio de una problemática con el comentario de un especialista que traslada a los receptores las principales orientaciones psicológicas y pedagógicas.

Entre los programas de mayor aceptación e impacto se destacan: la serie televisiva “En tierra de Nadie”, que presentó aspectos de la realidad del adolescente cubano y a la vez contribuyó a la transformación de esa propia realidad en la medida que reflejaba las tendencias del desarrollo, las dificultades, el papel de cada generación y los conflictos aún no resueltos; “Haciendo Caminos”, espacio semanal de orientación social que abarca a la familia y demás integrantes de las comunidades y el programa ya conocido “Hablemos de salud”, cuyos temas generalmente son abordados desde la perspectiva familiar, e incluyen con frecuencia programas sobre planificación familiar.

Desde el 2001 el Programa televisivo “Cuando una Mujer”, proyecto conjunto de la Federación de Mujeres Cubanas y el Instituto Cubano de Radio y Televisión, constituye un espacio de gran audiencia y aceptación que está dirigido a hombres y mujeres y que también aborda temas de orientación sobre las relaciones en las familias y entre sus miembros con adecuado enfoque de género y brinda información y asesoramiento también sobre temas de salud sexual y reproductiva y planificación familiar.

Asimismo, el Programa Audiovisual que desarrolla el Ministerio de Educación con el cual se ha dotado a todas las escuelas de televisores y videos, contribuye a preparar a los adultos para la formación de niños y adolescentes en el hogar y en la comunidad en temas de educación sexual, a descubrir a tiempo trastornos o problemas que se puedan presentar y prevenirlos, a crear nuevas actitudes en los padres, o a modificar en un sentido positivo las ya existentes. En los centros escolares se ha constituido una videoteca para apoyar la educación familiar y debatir su contenido en las escuelas de padres, reuniones, charlas, mesas redondas, vídeos-debates y conferencias, estimulando la participación de madres, padres y otros miembros de la familia.

Por otra parte, el Proyecto “Educación formal para una conducta sexual responsable”, gestado desde 1995, que contribuye a la consolidación del Programa Nacional de Educación Sexual y que avanza y se consolida en el país, cuenta con el consentimiento y la participación activa de los padres y otros familiares significativos. Se encamina a elevar la preparación de los familiares adultos y a estimular su participación consciente en la formación de su descendencia en coordinación con la escuela.

Las evaluaciones iniciales del proyecto constatan que, junto con el Programa Nacional de Educación de la Sexualidad, el trabajo sistemático con la familia ha conducido a su sensibilización y preparación para ejercer, cada vez más y con mayor efectividad, compromiso e implicación, su acción educativa en la esfera de la sexualidad de las generaciones en formación.

En la evaluación del programa realizado tanto los profesores como la familia incorporada al proyecto reconocen que se ha intensificado y elevado la calidad de las acciones de la escuela relativas a la preparación de la familia. El 62% de los padres y madres refieren haber sido bien preparados para la educación de la sexualidad de sus hijos e hijas, no obstante se reconoce que se deben incrementar en cantidad y calidad las acciones sobre la familia en especial las actividades de educación y orientación sexual en las Escuelas de Educación Familiar.

Las y los adolescentes coinciden con este criterio cuando refieren que desde que se comenzaron a desarrollar las acciones de la escuela sobre la familia, la comunicación en esta esfera con sus padres ha mejorado y sienten que los comprenden mejor. La mayoría de los adolescentes argumenta que resulta necesario conversar con sus padres y madres sobre sus inquietudes y experiencias sexuales, aunque según sus propios criterios es la madre quien ha sido y es la fuente o vía principal que ellos reconocen para recibir información y resolver sus problemas sexuales.

Artículo 11

Los Estados partes adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer en la esfera del empleo a fin de asegurar en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres, los mismos derechos, en particular:

El derecho al trabajo como derecho inalienable de todo ser humano;

El derecho a las mismas oportunidades de empleo, inclusive a la aplicación de los mismos criterios de selección en cuestiones de empleo;

El derecho a elegir libremente profesión y empleo, el derecho al ascenso, a la estabilidad en el empleo y a todas las prestaciones y otras condiciones de servicio, y el derecho al acceso a la formación profesional y al readiestramiento, incluido el aprendizaje, la formación profesional superior y el adiestramiento periódico;

El derecho a igual remuneración, inclusive prestaciones, y a igualdad de trato con respecto a un trabajo de igual valor, así como a igualdad de trato con respecto a la evaluación de la calidad del trabajo;

El derecho a la seguridad social, en particular en casos de jubilación, desempleo, enfermedad, invalidez, vejez u otra incapacidad para trabajar, así como el derecho a vacaciones pagadas;

El derecho a la protección de la salud y a la seguridad en las condiciones de trabajo, incluso la salvaguardia de la función de reproducción.

A fin de impedir la discriminación contra la mujer por razones de matrimonio o maternidad y asegurar la efectividad de su derecho a trabajar, los Estados Partes tomarán medidas adecuadas para:

Prohibir, bajo pena de sanciones, el despido por motivo de embarazo o licencia de maternidad y la discriminación en los despidos sobre la base del estado civil;

Implantar la licencia de maternidad con sueldo pagado o con prestaciones sociales comparables sin pérdida del empleo previo, la antigüedad o beneficios sociales;

Alentar el suministro de los servicios sociales de apoyo necesarios para permitir que los padres combinen las obligaciones para con la familia con las responsabilidades del trabajo y la participación en la vida pública, especialmente mediante el fomento de la creación y desarrollo de una red de servicios destinados al cuidado de los niños;

Prestar protección especial a la mujer durante el embarazo en los tipos de trabajo que se haya probado puedan resultar perjudiciales para ella.

La legislación protectora relacionada con las cuestiones comprendidas en este artículo será examinada periódicamente a la luz de los conocimientos científicos y tecnológicos y será revisada, derogada o ampliada según corresponda.

La Constitución de la República, en su artículo 9 inciso b) expresa que “el Estado garantiza que no haya hombres o mujeres en condiciones de trabajar que no tengan oportunidad de obtener empleo en el cual pueda contribuir a los fines de la sociedad y a la satisfacción de sus propias necesidades”.

De igual manera, en su artículo 40 referido a la igualdad entre hombre y mujer, expresa el derecho, en igualdad de condiciones según méritos y capacidades, a todos los cargos y empleos del Estado de la Administración Pública y de la producción y prestación de servicios y a percibir salario igual por trabajo igual.

En su artículo 44 ratifica que se ofrecen a la mujer las mismas oportunidades y posibilidades que el hombre a fin de lograr su plena participación en el desarrollo del país.

Estos artículos constitucionales son una expresión justa de los derechos ciudadanos que otorgan oportunidades y posibilidades a la mujer cubana, protagonista directa de toda la obra de una sociedad con valores y principios diferentes a los que existían antes de 1959.

El Gobierno cubano ha implementado políticas de empleo en coordinación con la Federación de Mujeres Cubanas, con la Central de Trabajadores de Cuba, que benefician directamente a las mujeres, no sólo en la incorporación que aumenta cada año, sino también en el acceso a la formación profesional, la capacitación para obtener mejores empleos y en la promoción a cargos de dirección.

El Gobierno y la Federación de Mujeres Cubanas han convocado a los Organismos de la Administración Central del Estado e invitado a las Organizaciones sociales, sindicales, a evaluaciones sobre el tema del empleo, y han aprobado acciones muy útiles para obtener mayor participación de la mujer en la economía.

La búsqueda de la eficiencia económica ha planteado exigencias nuevas a las políticas de empleo en el país. El desafío radica en aplicar esas políticas sin perjudicar los logros del empleo femenino cubano, alcanzados en los últimos años. Se han realizado esfuerzos permanentes para que no decrezca la participación de la mujer en la fuerza laboral, buscando alternativas ante los necesarios y por tanto inevitables procesos de perfeccionamiento empresarial.

Desde 1996, cuando comienza la reanimación en el empleo como expresión de la recuperación económica, se confirma hasta hoy una tendencia de crecimiento en la tasa de participación femenina en la fuerza laboral del país: en 1996 era el 41,7% y en el 2003 el 44,9% del total.

A partir del año 2000 funciona el nuevo Programa Nacional de Empleo, que toma en cuenta las necesidades económicas del país y los intereses de hombres y mujeres. Se basa en el diagnóstico de los recursos laborales y humanos, que cada año se realiza desde las localidades y municipios y a partir del cual se conforma en el nivel municipal, provincial y nacional.

El Programa de Empleo ha mantenido como prioridad la incorporación de las mujeres y los jóvenes en general a los nuevos empleos que se crean. En el año 2000 la tasa de desocupación laboral era de 5,5%, al cierre de 2003 bajó a 3,3% y sigue su descenso. Al cierre de 2004 la tasa se encuentra por debajo del 2%, consolidándose registros de pleno empleo.

En el caso de las mujeres, la tasa de desocupación era en el año 2000 de 5,8% y en el 2002 de 4%. Al cierre de 2002, en el Sector Estatal Civil (que agrupa en Cuba la mayor cantidad de empleos) están ocupadas 2.984.600 personas; de ellas 1.335.402 son mujeres, que constituyen el 44,7% del total que trabajan en este sector de propiedad. Todas las provincias del país alcanzan más del 40% de mujeres trabajadoras ocupadas en este sector.

En las Empresas Mixtas, creadas con el propósito de impulsar nuestro desarrollo económico, laboran hoy 11.026 mujeres, el 41,9% del total de los trabajadores. En los últimos años disminuye el número total de trabajadores; sin embargo la cantidad de mujeres se mantiene.

Miles de féminas se han incorporado a los programas de desarrollo económico, como los de la agricultura cañera, los cultivos varios, el café y la producción de tabaco. En el año 2002 por ejemplo, se crearon 93.367 nuevos empleos, que han significado para ellas convertirse en aportadoras a la economía doméstica, que estén asociadas con nuevos conocimientos, contribuyendo también a elevar su autoestima y reconocimiento entre su colectivo familiar.

Crece la incorporación de mujeres a los programas de autoabastecimiento local a través de organopónicos, huertos intensivos y granjas urbanas. A estas labores están incorporadas 72.968 mujeres, el 22,2% de un total de 1.605.296 personas. En su mayoría se han incorporado amas de casa que hoy constituyen una fuerza importante en la ocupación laboral del país y que introducen en su familia mejoras económicas y sociales pues perciben altos ingresos y reconocimiento social.

Desde al año 2001, en el país se desarrolla una nueva revolución educacional y cultural. Sus protagonistas son los jóvenes de uno y otro sexo incorporados a los programas de empleo, dirigidos a la educación, la salud y la cultura.

Las mujeres son mayoría entre los egresados del Programa de formación de profesores: son maestras primarias el 71,7%, entre los profesores integrales de Secundaria Básica ellas representan el 62,2% y el 74,9% del total de los profesores de computación.

Son también mayoría las muchachas en el Programa de formación de trabajadoras sociales y constituyen el 77,2% del total de las ya incorporadas al empleo.

El sector no estatal en los últimos años ha continuado incrementando su fuerza laboral femenina. En la actualidad 161.995 mujeres laboran en diferentes formas de propiedad: las hay en cooperativas en diversas modalidades, otras son personas independientes que han recibido tierras en usufructos, campesinas independientes no asociadas a cooperativas, las trabajadoras por cuenta propia, generalmente en zonas urbanas, y trabajadoras de sucursales, asociaciones y fundaciones privadas.

En la modalidad de trabajo por cuenta propia, desarrollada a partir de la década del 90, laboran 48.136 mujeres que constituyen sólo el 3% del total de mujeres ocupadas en la economía y el 0,1% del total de los trabajadores del país. Ellas son el 29,7% del total en este sector. Se desempeñan fundamentalmente en labores de elaboración de alimentos, servicios de peluquería, producción artesanal, etc.

Todas las personas, hombres y mujeres del sector por cuenta propia, tienen garantizado su derecho de ingresar o no a los sindicatos, en correspondencia con la labor o actividad que realiza, y dentro de ellos son atendidas y beneficiadas en igualdad de condiciones. De hecho participan en las actividades, encuentros y congresos de sus Sindicatos.

Las oportunidades y posibilidades de capacitación, recalificación y preparación profesional son cada vez mayores para hombres y mujeres. En Cuba se mantiene como tendencia la feminización de la fuerza técnica: las mujeres constituyen el 66,4% del total de esta categoría y ocupan puestos de alto nivel técnico, profesional y científico.

En cumplimiento del Plan de Acción Nacional de Seguimiento a la Cuarta Conferencia Mundial Sobre la Mujer se le exige a todos los Ministerios, Empresas y Entidades Estatales que, en igualdad de condiciones, participen las trabajadoras en cursos, diplomados, maestrías y eventos científicos, entre otras actividades que son oportunidades para su preparación profesional.

El papel de las mujeres en la ciencia y la técnica ha sido muy destacado en el quinquenio. Esta fuerza altamente calificada constituye hoy el 51,3% del total de los trabajadores del Sistema de ciencias y es el 56,8% de los técnicos y profesionales. Se eleva el número de mujeres investigadoras, que constituyen el 48% del total.

En otros sectores económicos del país la participación de la mujer se ha hecho necesaria en estos años. Un número importante de las trabajadoras de sectores industriales y productivos se desempeñan en puestos no tradicionales, por lo que se han preparado para asumir las nuevas tecnologías de avanzadas que necesita el desarrollo del país.

Como un mecanismo de evaluación e impulso a todo lo relacionado con esta temática continúan funcionando las Comisiones de empleo femenino a instancia municipal, provincial y nacional, que ya han sido explicadas anteriormente. Las presiden el Ministerio del Trabajo, representando a los Organismos de la Administración Central del Estado y la integran la Central de Trabajadores de Cuba y la Federación de Mujeres Cubanas.

Evalúan la política de empleo femenino en el país y responden ante los Consejos de la Administración Municipal y Provincial por los resultados que se obtienen. Los Organismos les rinden cuenta sistemáticamente en las reuniones periódicas de estas Comisiones.

Los Organismos de la Administración Central del Estado (OACE) y la Federación de Mujeres Cubanas analizan y concretan cada año sus estrategias de empleo para las mujeres, con el objetivo de definir nuevas fuentes y alternativas para la solución de las necesidades existentes.

Existen importantes avances en la incorporación y permanencia en el empleo de las mujeres, y continúa siendo una prioridad de la política, ya que las ofertas no satisfacen las demandas crecientes de empleo de las mujeres cubanas que cada día se superan y se desarrollan más, se independizan y adquieren mayor conciencia del papel que les toca y quieren jugar en la sociedad.

Las cubanas están incorporadas a la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), organización que aglutina a todos los trabajadores y trabajadoras del país, agrupadas en sindicatos. Están afiliadas 1.412.125 mujeres que representan el 45,3% del total de integrantes de esta organización. El 49% de los dirigentes profesionales de la CTC son mujeres y están ampliamente representadas en su Consejo Nacional con el 47,6%. Cinco Sindicatos Nacionales son liderados por mujeres así como el 52,8% de las secciones sindicales de base.

A la Asociación de Agricultoras Pequeños (ANAP), se incorporan las campesinas integrantes o no de cooperativas, las que constituyen el 18,3% del total.

Las mujeres trabajadoras, en su mayoría técnicas y profesionales de diferentes especialidades y sectores laborales, se han integrado a otras organizaciones sociales como la Asociación Nacional de Economistas de Cuba (ANEC) en las que constituyen el 51,2% y el 47,8% en la Unión de Arquitectos e Ingenieros de Cuba (UNAIC).

Están integradas también a la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores y ya son 202.252 mujeres, entre las que se encuentran obreras, técnicas, profesionales, científicas y amas de casas, ellas constituyen el 35,8% del total de los integrantes de esta organización.

Estas agrupaciones ocupan un lugar destacado en la lucha por el desarrollo económico en condiciones de bloqueo y han dado muestras de que el nivel de organización alcanzado y la creatividad desplegada, han permitido buscar soluciones a los problemas más agobiantes de la producción, los servicios, el medio ambiente y el desarrollo sostenible.

En Cuba, las mujeres trabajadoras gozan de derechos que elevan su calidad de vida, en particular el beneficio de la Seguridad Social en casos de jubilación, enfermedad, invalidez u otra incapacidad para trabajar, así como el derecho a vacaciones pagadas, que disfrutan todos los trabajadores y trabajadoras cubanos/as amparados por la Ley No. 48 que es nuestro Código de Trabajo. Todas estas remuneraciones están en correspondencia con el salario que devenga cada trabajador/a.

El derecho a la protección de la salud y a la seguridad en las condiciones de trabajo, incluida la salvaguarda de la función de reproducción, está también considerado en nuestra legislación laboral. El Estado cubano se ha responsabilizado con garantizar todos los medios y condiciones que garanticen esta protección a las trabajadoras. Existen y cada año se capacitan y gradúan cientos de especialistas que son responsables de controlar y hacer que esto se cumpla. También mantiene permanentes investigaciones sobre salud ocupacional que les permite ir monitoreando los impactos que sobre las mujeres tienen los diferentes puestos de trabajo.

Las limitaciones económicas y materiales por las que atraviesa el país, agravadas en condiciones de un bloqueo genocida de Estados Unidos, nos han impedido garantizar, de acuerdo con la demanda, algunos de los servicios necesarios a la familia trabajadora. Sin embargo, se trabaja por ir ampliando los más necesarios para la atención a la familia.

Se continúa trabajando, de acuerdo con los requerimientos y posibilidades de cada territorio, para establecer y/o mejorar los servicios que se prestan a las trabajadoras y a su familia, como son la ampliación de condiciones para el cuidado de los niños y ancianos, el incremento de los servicios básicos que se prestan a la población; así como el perfeccionamiento de leyes que protegen a la mujer trabajadora.

Nuestra legislación sobre maternidad de la trabajadora (que ha sido referida en varias partes de este informe) otorga derechos que exceden lo previsto en el Convenio No. 103 de la OIT de Protección a la Maternidad (ratificado por Cuba el día 7 de septiembre de 1954), en cuanto al término de la licencia por maternidad y otras licencias para el cuidado de los hijos, lo que se eleva a planos superiores con el nuevo decreto Ley.

En su artículo 19, la ley cubana correspondiente refiere que: “Al efecto de garantizar el cuidado y tratamiento del niño o niña durante su primer año de vida, se establece el derecho de la madre o el padre incorporado al trabajo, a disfrutar de un día de licencia retribuida cada mes para concurrir al centro asistencial pediátrico”. Aunque no contempla la reducción de una hora diaria en la jornada laboral durante el primer año de vida del hijo/s tal como lo establece el convenio, en la práctica se cubre el objetivo de este artículo en la disposición subsiguiente.

El artículo 20 la Ley dispone que “La madre trabajadora que se incorpore a su actividad laboral al vencimiento del período de licencia postnatal, tiene derecho a que se le conceda una hora diaria para la lactancia de su hijo o hija, hasta que arribe al primer año de edad. La hora de lactancia es concedida preferentemente, al inicio o al final de la jornada laboral, según acuerden la administración y la trabajadora y se considera como tiempo de trabajo, remunerándose como salario”.

Nuestra legislación le garantiza a la mujer trabajadora gestante condiciones laborables, ambientales y sociales que permiten un embarazo saludable y la calidad de vida del nuevo ser.

Las trabajadoras embarazadas están exentas de dobles turnos y de comisión de servicio fuera de la localidad donde reside. Durante los meses de embarazo antes de la licencia, si está impedida para desempeñar su puesto, deberá ser trasladada provisionalmente a otro con todas las garantías salariales.

En el 2001, a través de la Resolución No. 12 del Ministro de Trabajo, se extendió la Licencia de Maternidad postnatal hasta un año para la madre que lo desee, devengando una prestación social ascendente al 60% de la licencia retribuida por maternidad, con el objetivo fundamental de garantizar la lactancia materna y el adecuado cuidado de los niños por su progenitora.

Como hemos explicado, recientemente fue aprobado el Decreto Ley No. 234 “De la maternidad de las trabajadoras”, del 13 de agosto de 2003, propuesta revolucionaria con un adecuado enfoque de los roles de la familia en la educación de los hijos y las hijas y la formación de valores en ésta: la aprobación de la licencia compartida entre padres y madres por mutuo acuerdo y en correspondencia con las necesidades y características de cada pareja, cumplido el período de la lactancia materna.

En los Programas de Empleo se prioriza la atención a las madres solas. Se les mantiene una ayuda económica a las que la necesitan y no tienen posibilidades de incorporarse y tienen derecho y acceso a la capacitación o adiestramiento en determinados oficios, según sea el caso.

El Ministerio del Trabajo de conjunto con la FMC dan seguimiento a esta problemática, evaluando sistemáticamente las prestaciones sociales, la capacitación, la incorporación y las condiciones creadas para lograrlo. Desde el año 2000 a la fecha se han incorporado al empleo más de 6.000 madres solas.

Todas las madres solas están atendidas y orientadas por el Ministerio del Trabajo y la Federación de Mujeres Cubanas mediante las trabajadoras sociales y especialmente por las Casas de Orientación a la Mujer y a la Familia de esta organización.

Entre los actuales programas sociales que se desarrollan en el país está el que garantiza la atención a todas las madres trabajadoras que tienen hijos con discapacidad severa que no les permite apartarse de su cuidado. El Estado cubano le mantiene a esa madre el salario del puesto de trabajo que desempeña en el momento en el que lo tiene que abandonar, así como le garantiza el respeto a los años de servicios y derechos al salario total.

El Código de Trabajo y el Sistema Salarial vigentes en el país garantizan el cumplimiento del Convenio “Igualdad de remuneración”, ratificado el 13 de enero de 1954. Todavía falta información desglosada por sexos de los salarios. La Oficina Nacional de Estadísticas trabaja en el perfeccionamiento del sistema estadístico para solucionar este problema, así como en el desarrollo de indicadores de género, de acuerdo con las responsabilidades que les corresponde en el Plan Nacional de Seguimiento a la Cuarta Conferencia Sobre la Mujer en Beijing, y que ha sido enfatizado en las evaluaciones realizadas del mismo.

La legislación cubana es consecuente con el Convenio No. 111 sobre la discriminación en el empleo y la ocupación, ratificado el 26 de agosto de 1965 al garantizar la no discriminación de la mujer en materia de empleo y formación profesional. En estos momentos la fuerza técnica del país es mayoritariamente femenina (66,4% del total).

Artículo 12

Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer en la esfera de la atención médica a fin de asegurar, en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres, el acceso a servicios de atención médica, inclusive los que se refieren a la planificación de la familia.

Sin perjuicio de lo dispuesto en el párrafo 1 supra, los Estados Partes garantizarán a la mujer servicios apropiados en relación con el embarazo, el parto y el período posterior al parto, proporcionando servicios gratuitos cuando fuere necesario y le asegurarán una nutrición adecuada durante el embarazo y la lactancia.

Los servicios de salud en Cuba continúan prestándose en tres niveles de atención:

a)Primario: que tienen su pilar fundamental en el desarrollo de la atención médica integral que brinda en el consultorio y en el hogar el médico y enfermero/a de la familia en la comunidad, en los policlínicos, las áreas de salud, (que incluyen los hogares maternos y las casas de abuelos/as), las direcciones municipales de salud, las clínicas estomatológicas y los centros de salud mental.

En estos momentos los Policlínicos se encuentran dentro de un proceso de remodelación constructivo y de desarrollo de la tecnología diseñada a partir del análisis de la Situación de Salud de la Comunidad.

b)Secundario: abarca los Hospitales generales, materno infantiles, pediátricos, ginecobstétricos y clínicos quirúrgicos.

c)Terciario: este incluye los Institutos de investigaciones y asistencia, así como hospitales de reconocido prestigio internacional: Hermanos Ameijeiras, Frank País, Ramón González Coro, William Soler, Instituto de Oncología, Cardiocentro, entre otros.

La descentralización de los servicios de salud, a través de la extensión y la reorganización de las especialidades y del análisis de la situación de salud en la Comunidad, ha permitido desarrollar estrategias globales, con el objetivo de perfeccionar la calidad en la atención médica integral y mejorar la situación de salud del niño/a y de la mujer en particular.

Entre las estrategias que han favorecido la calidad de la atención médica y el resultado positivo de los indicadores de salud materno infantil se encuentran:

a)La presencia del Médico y Enfermera/o de la Familia en la comunidad;

b)Implantación del Programa Nacional de Salud Integral al Adolescente, de Prevención de Accidentes y de la Metodología para la Acción Integral para una “Maternidad y Paternidad Responsables”;

c)Las consultas especializadas de: ginecología infanto juvenil, riesgo reproductivo y planificación familiar, climaterio y menopausia, nutrición, genética;

d)Perfeccionamiento de los servicios de perinatología y cirugía cardiovascular infantil;

e)Programa de atención al niño/a con enfermedades oncohematológicas, con insuficiencia renal crónica y tributarios a trasplante renal;

f)Creación y desarrollo de la Red nacional de cuidados intensivos neonatales y pediátricos;

g)Servicios de abortos, entre otros.

En el 2002 Cuba contaba con un total de 67.079 médicos, 59,6 x 10.000 habitantes, que corresponde a 168 habitantes x médico. Del total de médicos 32.755 son mujeres, lo que representa el 52,3%. Los estomatólogos ascienden a 9.955, para un 8,8 x 10.000 habitantes, que corresponde a 1.130 habitantes por estomatólogos.

Los Médicos de la Familia en el año 2002 eran 31.059, ubicados en la comunidad 16.662, en escuelas 1.394, en los círculos infantiles 681 y en centros de trabajo 876, encontrándose además en funciones administrativas 2.177, en funciones docentes 1.101, existiendo en la reserva 2.756 y en otras funciones 5.412. De estos médicos/as son especialistas de medicina general integral 19.624.

En el caso del personal de enfermería, existen un total de 814.459 graduados de los cuales 22.079 son licenciados/as en enfermería, existiendo 72,4 x 10.000 habitantes por enfermero.

Las camas en hospitales de la Asistencia Médica suman 55.864 lo que representa 5,0 camas x 1.000 habitantes. En el caso de la Asistencia Social el número de camas alcanza 14.560 para 1,3 camas por 1.000 habitantes, para un total de 70.424 camas (6,3 x 1.000 habitantes).

En el país la atención secundaria y terciaria apoyan el nivel de atención primaria con su red de hospitales provinciales y nacionales, los especializados y generales, así como los Institutos de Investigaciones que brindan sus servicios a toda la población que lo requiera.

Leyes y decretos relativos a la protección de la salud de la mujer

Importantes resultan las leyes y decretos relativos a la protección de la salud que constituyen el marco jurídico de todo el trabajo que se desarrolla en el país para la protección de los derechos de la mujer, del niño y la niña. Ellos son:

•Constitución de la República de Cuba (1976).

•Decreto Ley 234 de la maternidad de la trabajadora (2003).

•Ley de Protección e Higiene del Trabajo (1977). Con un capítulo especialmente dirigido a la mujer y otro al adolescente.

•Ley de Seguridad Social (1979).

•Decreto Ley sobre disposiciones Sanitarias Básicas (1982).

•Decreto de Control Sanitario Internacional (1982).

•Ley de Salud Pública (1983).

•Resolución de la Inspección Sanitaria Estatal (1987).

•Ley del Medio Ambiente (1992).

La norma jurídica fundamental y rectora en materia de salud en el país, continúa siendo la Ley No. 41 del 13 de julio de 1983, cuyo contenido corresponde al postulado constitucional de que “todos tienen derecho a que se atienda y proteja su ‘salud’ y que “el Estado garantiza este derecho”.

En el inciso a) del artículo 4 la citada Ley proclama el principio de igualdad del hombre y la mujer en relación con el acceso a los servicios de atención médica, al establecerse el reconocimiento y garantía del derecho de toda la población a que se atienda y proteja adecuadamente su salud en todos los lugares del territorio nacional.

La gratuidad y universalidad de los servicios de salud y de la asistencia médica, así como el carácter estatal de las instituciones, se consignan en la propia ley.

Las regulaciones respecto a la atención médica preventiva curativa que se garantiza a toda la población a través de las instituciones del Sistema Nacional de Salud, queda contenida también en el capítulo II de la mencionada Ley.

El artículo 15 establece la realización de actividades de educación para la salud, exámenes médicos pre-empleo y periódicos, los cuales se realizan a todos los trabajadores y trabajadoras, encaminadas no sólo a la curación de enfermedades, sino también a su prevención.

Mediante el Decreto No. 139 del 4 de febrero de 1988 se aprobó el Reglamento de la Ley de Salud Pública. En el mismo se establecen las regulaciones complementarias de los preceptos regulados en la Ley de Salud.

En el capítulo II, relativo a la atención médica y social se recogen distintas regulaciones, las cuales constituyen garantías en relación con la igualdad del hombre y la mujer, en el acceso a servicios de atención médica, la planificación de la familia. En él se establecen garantías a la mujer en los servicios relacionados con el embarazo, el parto y el período posterior al parto, de forma gratuita y con una nutrición adecuada durante el embarazo y la lactancia.

Mediante la Red de Médico de Familia, Hogares Maternos, Policlínicos y Hospitales, se garantiza el parto institucional, a fin de lograr una atención calificada y especializada, asegurándose mejores cuidados a la madre y al niño.

En Cuba la atención médica, hospitalaria, de laboratorio, las vacunas y todo tipo de intervenciones quirúrgicas, desde las más simples hasta los más complejos, modernos y costosos transplantes de órganos, se aplican de manera totalmente gratuita y son accesibles a toda la población sin distinción alguna.

La Ley No. 49 de 28 de diciembre de 1984 Código del Trabajo establece normas especiales para el trabajo de la mujer. El Capítulo VIII regula el trabajo de la mujer dividiéndose sus secciones en: plazas preferentes para mujeres; condiciones de trabajo para la mujer, protección especial a la mujer y protección a la maternidad. La Ley manifiesta y reconoce la importancia de la participación de la mujer en el trabajo, así como la elevada función social de ser madre.

La Ley de la Maternidad de la Mujer Trabajadora (Ley No. 1263 de 16 de enero de 1974) vigente hasta el mes de agosto de 2003, valoraba las distintas fases de la maternidad y la protección que en el orden médico laboral debe tener la mujer y el hijo(a), así como la responsabilidad de la entidad laboral para que esto se cumpla.

La Ley disponía, y así se mantiene en la nueva regulación vigente, que la grávida reciba atención médica periódica durante el embarazo y debe recesar sus labores a partir de las 34 semanas de embarazo, concediéndosele licencia retribuida desde las seis semanas anteriores al parto hasta las 12 posteriores al mismo. En caso de embarazo múltiple la licencia retribuida anterior al parto se extiende a ocho semanas y el receso es desde las 32 semanas. Tiene derecho también a licencias retribuidas complementarias para facilitar la atención médica de su hijo(a) y se autoriza a la madre que un día al mes concurra a la consulta de puericultura con su hijo(a) sin pérdida de salario. La licencia retribuida a que nos referimos consiste en una prestación económica en cuantía igual al promedio de ingresos semanales que por concepto de salario y subsidios haya recibido la trabajadora en los 12 meses inmediatos anteriores al inicio de su disfrute.

En el año 1991 por Resolución No. 10 del Ministro Presidente del Comité del Trabajo y Seguridad Social, hoy Ministerio de Trabajo, se estableció que la madre trabajadora que por razón del cuidado de su hijo(a) no le fuera posible incorporarse al trabajo, una vez vencido el período de licencia de maternidad, pudiera acogerse opcionalmente a recibir una prestación social ascendente al 60% de su salario. Si el niño(a) arribare a los seis meses de nacido y la trabajadora no pudiera incorporarse al trabajo, tendría derecho a una licencia no retribuida, conservando el derecho a ocupar su puesto de trabajo hasta arribar el hijo(a) a un año de edad.

Diez años más tarde, por un planteamiento del movimiento obrero en su XVIII Congreso, se dictó la Resolución No. 11 de 30 de abril de 2001, que deroga la anterior y dispone una extensión del otorgamiento opcional de la prestación social ascendente al 60% del salario a partir del vencimiento de la licencia postnatal y hasta que el niño(a) arribe al primer año de vida, o antes de esa fecha, si la madre se incorpora al trabajo.

La mencionada “Ley de Maternidad” contenía incuestionables avances, pero las experiencias adquiridas y los estudios que se han realizado referidos a la maternidad, la paternidad y el cuidado de los hijos e hijas, aconsejaban introducir algunas modificaciones y adiciones a la legislación vigente para extender estos derechos también al padre trabajador y que fueran objeto de una más amplia protección, acorde con los principios de nuestra sociedad socialista y con los actuales criterios científicos. Además era indispensable establecer las regulaciones que contribuyeran a una adecuada atención al menor de edad en caso de fallecimiento de la madre, y la consiguiente protección económica al padre.

El Decreto Ley No. 234 “De la maternidad de la trabajadora” del 13 de agosto de 2003, mantiene los principios esenciales de la Ley 1263 del 74, pero incluye importantes adiciones que la perfeccionan y fortalecen , la más relevante de estas es la que establece en su artículo 16 que: “Una vez concluida la licencia postnatal, así como la etapa de lactancia materna que debe garantizarse para propiciar el mejor desarrollo de niños y niñas, la madre y el padre pueden decidir cuál de ellos cuidará al hijo o hija, la forma en que se distribuirán dicha responsabilidad hasta el primer año de vida y quién devengará la prestación social que se establece en el artículo anterior, debiendo comunicar la decisión por escrito a la administración del centro de trabajo de cada uno de ellos”. Esta propuesta fue formulada al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social por la Federación de Mujeres Cubanas.

Por otra parte, al igual que la derogada Ley se faculta a la entidad laboral para conceder licencias no retribuidas a aquellas trabajadoras que lo requieran para la atención de sus hijos(as) menores de edad, la que puede abarcar hasta nueve meses cuando el hijo(a) es menor de 1 año de edad y hasta 6 meses cuando es mayor de 1 año y menor 16 años. Pero ahora este derecho también es reconocido al padre.

Por otra parte la madre o padre trabajadores de un menor de edad que presenta una discapacidad física, mental o sensorial, amparada por dictamen médico que determine requiera una atención especial, puede acogerse a una licencia no retribuida a partir del primer año de vida del niño o niña y hasta que cumpla los 3 años.

Como puede apreciarse el nuevo Decreto Ley es sustancialmente superior y fortalece ampliamente lo regulado en el Código de Familia, con relación a la responsabilidad compartida entre la madre y el padre de atender, cuidar, proteger, educar, asistir, dar profundo afecto y preparar para la vida a sus hijos e hijas, constituyendo un derecho y un deber de ambos asumir cabalmente tales responsabilidades, así como disfrutar de las satisfacciones derivadas de una estrecha relación con ellos desde las más tempranas etapas de la vida.

Control de Enfermedades Transmisibles

Se continúa brindando atención preventiva y curativa a toda la población y se mantienen el saneamiento ambiental y el programa de vacunación en los diferentes niveles del Sistema Nacional de Salud. La elevación del nivel inmunitario de la población ha permitido que el tétano neonatal no constituya un problema de salud garantizándose la inmunización de las embarazadas con el toxoide tetánico, de igual forma se pesquisa la hepatitis B, así como se vacuna precozmente al neonato.

Se han establecido las estrategias y programas priorizados del Sistema Nacional de Salud a partir de 2000, con el objetivo de continuar el desarrollo sostenible de su sistema y perfeccionar las acciones que garanticen mejores indicadores de salud para toda la población. Cuba cumplió con todas las metas de salud para el 2000 y tiene nuevas estrategias, revitalización estructural y técnicas además del perfeccionamiento de los recursos humanos según estratificación del riesgo.

El Programa de Enfermedades Transmisibles mantiene el control de éstas para continuar disminuyendo la morbilidad, la mortalidad y controlar los factores de riesgo para evitar brotes y epidemias. Las coberturas actuales en todas las vacunas superan el 95%. En 40 años se ha logrado eliminar seis enfermedades (poliomielitis, difteria, sarampión, rubéola, parotiditis y la tos ferina), dos formas clínicas severas, dos complicaciones graves, dos enfermedades han dejado de constituir un problema de salud al tener tasas inferiores a 0,1 x 100.000 habitantes y las dos restantes han reducido la mortalidad a más del 90%.

Programa Nacional de Prevención y Control HIV/SIDA/ITS

Toda persona con ITS es atendida por el médico de familia de forma gratuita, recibe información y es reportada a la autoridad sanitaria. La sífilis y la blenorragia son enfermedades de declaración obligatoria. Los indicadores hablan a favor de la baja incidencia en sífilis congénita (sólo un caso en al año 2000, no hubo casos en el 2001 y uno solo en el 2002). De igual manera no se reportan formas avanzadas de esta enfermedad.

Reporte de casos de ITS, 1990-2002

Años

ITS. Número de casos

Gonorrea

S í filis

VIH

SIDA

1990

35 722

9 205

140

28

1991

32 109

10 036

183

37

1992

26 303

11 110

175

71

1993

20 781

9 956

102

82

1994

34 224

11 551

122

102

1995

45 200

14 339

123

116

1996

40 576

15 818

235

99

1997

33 948

15 814

363

129

1998

29 648

13 400

362

150

1999

23 225

12 285

493

177

2000

19 067

9 198

545

256

2001

14 792

6 233

642

392

2002

12 759

4 562

644

322

Fuente: Dirección Nacional Epidemiología. MINSAP.

Sin dejar de reconocer los esfuerzos oficiales sostenidos para garantizar el derecho de la mujer a los servicios de salud, el Comité destacó, en la presentación y discusión del informe anterior, la necesidad de que se siga haciendo todo lo posible para tratar el problema del virus de inmunodeficiencia humana/síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH/SIDA) y sus posibles efectos sobre los grupos de alto riesgo, como son las prostitutas y los jóvenes.

En el país existe un Programa de Prevención y Control desde 1986 aunque desde 1981 se han venido realizando acciones de prevención y control sobre todo en los aspectos referentes a la vigilancia epidemiológica. Este dirige acciones muy concretas al sector poblacional femenino.

Los datos de la población total, sobre VIH-SIDA (cierre diciembre 2003), se comportan de la siguiente forma:

Total seropositivos

5 200

Total de casos SIDA

2 250

PVVIH/SIDA*

4 020

Total fallecidos

1 180

Seropositivos por sexo y preferencia sexual

Sexo masculino

4 124

79,3 %

HSH**

3 493

84,6 % (del total de masculinos)

Sexo femenino

1 076

20,7 %

Total

5 200

*Personas que viven con VIH/SIDA.

**Hombres que tienen sexo con hombres.

El énfasis principal del programa ha estado en la prevención. La educación para la salud con el objetivo de modular conductas sexuales riesgosas para la adquisición o transmisión de la infección por el VIH y otras ITS se lleva a cabo en todas las instituciones del sistema nacional de salud, médico de familia, policlínicos y hospitales, así como en centros especialmente dedicados a este fin como el Centro para la Prevención de las ITS/VIH/SIDA, donde se ofrece consejería a todo tipo de personas sin distinción de sexo, preferencia sexual o grupo social. Se realizan de igual forma actividades educativas dirigidas a personas que realizan sexo a cambio de beneficios materiales. En coordinación con organizaciones de masas y las Comisiones de Prevención y Atención Social a diferentes niveles se aborda este aspecto. De igual manera cualquier persona incluida en esta categoría disfruta de los mismos beneficios de atención de salud que cualquier otro ciudadano.

Desde hace varios años el tratamiento antirretroviral de alta eficacia (combinado o triple-terapia) esta disponible para cada persona que lo necesite infectada por el VIH, se ofrece de forma gratuita al igual que otros servicios muy costosos como el conteo de células CD4 y la carga viral. En la actualidad no hay un solo cubano/a sin tratamiento para esta enfermedad.

Toda persona con ITS es atendida por el Médico de la Familia de forma gratuita, es aconsejada y reportada a la autoridad sanitaria. La Sífilis y la Blenorragia son enfermedades de declaración obligatoria.

El Ministerio de Salud Pública desde hace varios años creó un Centro Nacional para la Prevención de las ITS (Infecciones de Transmisión Sexual) y el VIH/SIDA. Este Centro agrupa a clínicos, epidemiólogos, ginecobstetras, sociólogos, médicos generales integrales, pedagogos, psicólogos y otros especialistas, con líneas de trabajo concretas, variadas y novedosas que van desde la orientación individual hasta la consulta anónima por teléfono como una vía de ayuda a quien lo solicita, “Línea Ayuda”. Su labor se dirige a toda la población, pero con una mayor intensidad hacia los/las jóvenes por su vulnerabilidad y riesgo.

El Programa mantiene un pesquisaje activo en varios grupos poblacionales que ha permitido lograr niveles elevados de diagnóstico precoz en el período asintomático de la enfermedad.

Durante el año 2001, del total de casos diagnosticados como seropositivos el 67% correspondió al grupo de 25 a 59 años de edad, con una proporción superior para el sexo masculino (56,2%). Se constata un incremento de la morbilidad en ambos sexos y particularmente en el sexo masculino con una tasa de 46,9 por un millón de habitantes de la edad, por otra parte existen otros indicadores que hablan a favor de una disminución en otras ITS sobre todo en la Sífilis, se encuentra baja la incidencia en Sífilis congénita (un caso en el año 2000, no hubo casos en el 2001 y un solo caso en el 2002). De igual manera no se reportan formas avanzadas de esta enfermedad.

En la epidemia cubana de VIH/SIDA, de ritmo de incremento lento pero sostenido, llama la atención como ha venido incrementándose el número de personas diagnosticadas que han referido que practican la prostitución de forma casual o sistemática.

En el período 1995-2002 (para el año 2002 aún se está trabajando con cifras preliminares) un 25,2% (1 de cada 4) de los nuevos casos de mujeres seropositivas al VIH refirieron esta práctica. En los nuevos casos de hombres, la proporción fue de 10,7% (1 de cada 10). Para ambos sexos la proporción fue de un 13,4% (1 de cada 7).

Respecto a las edades, predominan los más jóvenes. Por ejemplo en el trienio 1999-2001, un 44,49% (prácticamente 1 de cada 2) de los nuevos casos diagnosticados que refirieron practicar la prostitución, no rebasa los 25 años de edad al momento de ser diagnosticados como seropositivos.

Se han tenido algunas experiencias de trabajo, en el orden educativo con estos grupos, y en más de una oportunidad ha sido llevado el problema a discusión y debate especializado, buscando una estrategia educativa coherente y que permita su generalización. Dentro las acciones a desarrollar se encuentran:

•Capacitación y creación de habilidades en el personal de la atención primaria de salud para identificar, en las mujeres y hombres, las conductas de riesgo que se vinculan con la práctica de la prostitución, con el fin de realizar actividades educativas correspondientes.

•Desarrollo de la capacidad técnica del personal que labora en los Centros de Rehabilitación para Mujeres Aseguradas, para que logren desplegar acciones educativas eficientes con este grupo.

•Promover, con la participación de los Grupos de Prevención y Atención Social a nivel local, Federación de Mujeres Cubanas, Comités de Defensa de la Revolución, Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, organizaciones juveniles y estudiantiles, entre otras organizaciones, la realización de talleres de discusión sobre el tema y su vinculación con el VIH/SIDA.

•Elaboración y distribución de plegables, folletos y tarjetas, con mensajes de prevención del VIH/SIDA, dirigidos a personas de uno y otro sexo que practican la prostitución y que previamente han sido identificadas por el personal de atención primaria de salud y Grupos de Prevención y Atención Social como personas con conductas de riesgo.

•Elaboración y distribución de plegables, folletos y tarjetas, con mensajes de prevención del VIH/SIDA, dirigidos a la población femenina internada en los Centros de Rehabilitación para Mujeres Aseguradas.

•Elaboración de materiales audiovisuales que aborden el tema, con vistas a difundirlos en diferentes escenarios.

Cuidados de salud y planificación familiar

Para guiar este esfuerzo, metodológicamente existe una Dirección Nacional en el Ministerio de Salud Pública y un Departamento especializado en cada Dirección Provincial y Municipal de todo el país, que trabajan interrelacionados mediante red electrónica.

Los indicadores principales del Programa en el año 2002 se valoran como satisfactorios, teniendo en cuenta que la tasa de Mortalidad Infantil (MI) fue de 6,5 x 1.000 NV en el 2002. La principal causa de muerte fue las afecciones originadas en el período perinatal (3,0 x 1.000 NV). El descenso de la tendencia de los componentes neonatal y postneonatal es franco y sostenido en el período que se analiza. La dispersión del valor de la tasa de mortalidad infantil por provincias ha disminuido y continúa siendo pequeña como expresión de la equidad en las acciones, combinada con el efecto de cambios trascendentales favorables de naturaleza social, política y económica.

La importante reducción de la mortalidad infantil en Cuba en esta etapa, ha sido uno de los principales aportes a la elevación de la esperanza de vida al nacer de la población cubana que es de 76,15 (la población femenina predomina con el 78,23 y 74,20 para el hombre).

Otro aspecto a destacarse en el descenso de la mortalidad infantil es el descenso de la natalidad en el país, uno de los más rápidos y notables en la región.

El Programa Materno Infantil ocupa una de las prioridades del sector Salud al que se dedican importantes esfuerzos por parte del Gobierno y las organizaciones no gubernamentales competentes, comprometidos todos en mantener y mejorar los niveles alcanzados en la salud de las mujeres, niñas, niños y familias, a pesar de las dificultades que ha enfrentado la economía cubana en los últimos años, generadas por el bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos contra Cuba.

El total de nacimientos ocurridos en el 2002, fue de 141.276, con una tasa de natalidad de 12,6 x 100 habitantes.

La fecundidad fue de 46,7 x 1000 mujeres, en el 2002, predominando en el grupo de edades correspondiente de 20 a 24, con 100,5 siguiendo el de 25 a 29 con 94,1.

El índice de Bajo Peso al Nacer (BPN) fue de 5,8 en el 2002 y de 5,9 en el 2001.

La tasa de mortalidad en niños menores de 5 años (TMM5) fue de 8,1 en el 2002, de 9,1 en el 2000 y 8,0 en el 2001, siendo la principal causa de muerte los accidentes.

El por ciento de niños supervivientes a los 5 años de edad es de 99,2.

La mortalidad materna (MM) alcanzada en el 2002 fue de 3,2 x 10.000 nacidos vivos, contra 3,0 en el año 2001.

El Ministerio de Salud Pública continúa desarrollando un proceso de consolidación y perfeccionamiento de su trabajo de conjunto con los gobiernos locales y con la participación activa de la comunidad en las gestiones y las acciones de salud.

En el desarrollo de los programas de salud para la mujer y el niño, el Ministerio de Salud ha contado siempre con la participación de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y sus promotoras de salud, que ascienden a 76.058 Brigadistas Sanitarias que desarrollan el trabajo en la comunidad.

Se mantienen los Consejos de Salud Nacional, Provincial, Municipal y Consejos Populares por la Salud, las Casas de Orientación a la Mujer y a la Familia de la FMC, como espacio de reflexión muy especial para el trabajo con la adolescente y la adulta mayor. La coordinación intersectorial contribuye a la participación social, movilización de recursos y otros efectos de mayor impacto médico, económico y social, a través del análisis de la situación de salud y canalización de las soluciones con una mayor responsabilidad del individuo y la familia.

En tal sentido se refuerza el papel del movimiento “Municipio por la Salud o Comunidades Saludables”, como espacio para el desarrollo de las estrategias de promoción y prevención a nivel escolar, para cuyos fines se creó esta red cubana.

La atención sistemática a las embarazadas incluye su seguimiento en consultas de atención primaria por el médico/a de la familia, desde el momento de la captación, se hace la evaluación y reevaluación conjuntamente con los especialistas de ginecología y obstetricia. El número de controles prenatales promedio por parto es superior a 10 y se realiza de forma diferenciada según el riesgo de cada gestante, se incluyen además la evaluación nutricional, el riesgo genético y la atención estomatológica.

Los Hogares Maternos, ubicados en la comunidad, cuyas condiciones estructurales y funcionales son semejantes al hogar, les brindan a las embarazadas mejorar su estado nutricional, estar cerca de las instituciones hospitalarias, realizar el reposo y/o tratamiento médico ambulatorio, además de brindárseles los cuidados necesarios y el seguimiento obstétrico de su gestación.

A las gestantes de riesgo que ingresan en los Hospitales ginecobstétricos se les brinda la atención médica y las intervenciones específicas y oportunas según cada caso en particular.

Contamos con 267 Hogares Maternos, los cuales brindan servicios en todo el país, ingresando en el 2002, 60.054 embarazadas, lo que significó que ocurrieron 42,5 ingresos x 100 nacimientos, repercutiendo significativamente en el resultado del índice de BPN (Bajo Peso al Nacer), el cual fue de 5,8.

A ello se une el amplio programa de investigaciones genéticas para el estudio prenatal por los medios más modernos, lo que permite detectar tempranamente un grupo de anomalías. Entre estos programas se encuentra el de detección de malformaciones cardiovasculares, defectos del tubo neural, Síndrome de Down y la Sicklemia.

A toda embarazada normal se le brinda por su Médico de Familia un promedio de 10 controles prenatales, donde se incluyen tres interconsultas con el especialista de Ginecología y Obstetricia, se le indica independiente a todos los complementarios específicos para cada uno de los trimestres, el HIV y la serología a la mujer y a su pareja, la electroforesis de Hb, las alfa feto proteínas, el Ultrasonido para la pesquisa de genética y el antígeno de superficie. Se le brinda a todas las embarazadas atención estomatológica.

Se desarrolla un Programa para la Profilaxis de la anemia, donde se le administra a la embarazada de forma gratuita los suplementos vitamínicos-dietéticos, además del hierro. De presentar problemas nutricionales o necesidad social para el apoyo nutricional, son vinculadas a los Hogares Maternos como ingreso o solamente durante los horarios de alimentación, a los comedores comunitarios. De igual forma reciben atención con la nutrióloga para su orientación y control nutricional.

A todo esto se suma la atención especializada y altamente calificada a niños y niñas en las salas de cuidados intensivos pediátricos, los servicios de cirugía cardiovascular, atención nefrológica y oncológica, pediátrica y los programas de dirección temprana de fenilcetonuria, hipotiroidismo congénito y detección precoz de sordera o hipoacusia, de déficit visual, entre otros.

El por ciento de partos que se realizan en instituciones de salud y con personal idóneo supera al 99,8%.

Es prioridad del Sistema Nacional de Salud y de las organizaciones no gubernamentales que en él participan, el Programa de Lactancia Materna, que promueve la lactancia materna exclusiva como mínimo hasta el cuarto mes de vida. Se desarrolla para ello un movimiento comunitario importante en los Hospitales y Consultorios “Amigos de la Madre del Niño/a”. La Lactancia Materna al egreso hospitalario registró índices de 98,4% en el 2002.

Se elaboraron y editaron las Guías Metodologías para la atención integral de la “Maternidad y Paternidad Responsables” y el Curso Básico de “Preparación Psicofísica para el Parto”, que aúna dentro de sus actividades los esfuerzos del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) y la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), con el propósito de lograr una mejor preparación de la mujer, la pareja y la familia para la atención y cuidado en el proceso de embarazo, parto, puerperio, lactancia materna, cuidados del bebé y la educación de los hijos/as.

A la problemática relacionada con la salud reproductiva, tales como embarazos deseados y no deseados, fecundidad, aborto, mortalidad infantil y materna, así como las infecciones de transmisión sexual, incluida el SIDA, se les da atención priorizada. Existe una estrategia encaminada a profundizar en la educación sexual, sanitaria y familiar en la que se involucra el sector Salud, Educación, la Federación de Mujeres Cubanas, las organizaciones juveniles y la comunidad en general.

Se trabaja por seguir disminuyendo el embarazo en adolescentes y continuar la atención calificada, especializada y diferenciada a la adolescente grávida como se ha efectuado hasta el momento.

Para materializar los esfuerzos en la atención diferenciada a las adolescentes, fueron publicadas las Guías Metodológicas y se han especializado los servicios de atención a la Ginecología Infanto Juvenil.

El Estado actúa de manera coherente en relación con los criterios sobre Planificación Familiar, con vista a asegurar los derechos y la salud sexual y reproductiva de las mujeres. La implementación del Programa Nacional está a cargo del Ministerio de Salud Pública en coordinación y colaboración con el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) y la Sociedad Cubana para el Desarrollo de la Familia (SOCUDEF).

La Sociedad Cubana de Planificación Familiar extiende sus redes a todas las provincias, municipios y policlínicos del país y brinda sus servicios de forma gratuita a toda la población que lo demanda hasta en las zonas más intrincadas del territorio nacional.

El bloqueo impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos impide en gran medida la adquisición de productos fabricados o patentados por ese país. Actualmente se cuenta con diferentes tipos de Dispositivos Intrauterinos (DIU) y medios anticonceptivos orales, pero no se logra la aspiración en cuanto a calidad y accesibilidad. Los DIU se colocan gratuitamente y los restantes anticonceptivos se venden a precios módicos, subvencionados por el Estado. En el 2001 fueron implantados 154.811 y 156.064 en el 2002.

Se ha mejorado en cobertura con la anticoncepción segura, cubriéndose en el 2001 el 78% de las mujeres sexualmente activas, teniéndose como inconveniente que el 69% de esta anticoncepción es por DIU, limitante que tenemos por no disponer de una amplia gama de anticonceptivos hormonales, así como de otros anticonceptivos más modernos. En el 2000 el 26% de los abortos fueron ocasionados por fallos de DIU. Los condones también se encuentran en cantidades insuficientes.

Como respuesta a inquietudes manifestadas por la Federación de Mujeres Cubanas y como medida encaminada a bajar los niveles de mortalidad materna por aborto, desde 1965 se crearon las bases para institucionalizar los servicios de aborto como una opción más de la mujer en el ejercicio de sus derechos. Las mujeres cuentan con los servicios de aborto hasta la décima semana, de manera gratuita, a demanda y consentimiento de la propia mujer.

En Cuba ha sido y es propósito del Gobierno, realizar acciones dirigidas a la pareja y en especial a la mujer, con el fin de elevar en la población la salud reproductiva y desarrollar a plenitud la capacidad en la planificación familiar, evitando así el recurrir como práctica habitual al aborto, para interrumpir embarazos no deseados.

La política en torno al aborto se basa en el principio de abogar por la planificación familiar y en el uso de los métodos anticonceptivos, que le permitan a la mujer y a su pareja decidir la frecuencia, el momento oportuno y deseado para concebir una gestación, se les informa a la población sobre los riesgos del aborto, pero este se le brinda como una opción en caso de ser solicitado por la mujer, además debe de cumplirse para su realización con los requisitos éticos establecidos.

Las estrategias van dirigidas a disminuir la práctica indiscriminada de este procedimiento, con programas específicos para evitar embarazos no deseados, fomentar la anticoncepción consecuente y efectiva y promover una sexualidad responsable.

El servicio de aborto se encuentra institucionalizado en unidades asistenciales del nivel secundario de atención, con características de servicio de abortos seguros. Los niveles de aborto se han reducido en los últimos años, aunque no en la magnitud deseada.

Las tasas de abortos inducidos por 1.000 mujeres de 12 a 49 años en los últimos 30 años, son más altos para las dos primeras décadas (1975-57,4, 1985-55,0) alcanzando un máximo a mitad del período con valores algo más bajos en los últimos años, es a partir de 1990 (45,6) que se aprecia una franca tendencia a la reducción de este indicador, que parte de 25,6 en 1995 y llega al 2001 en 21,2.

El considerar el aborto como medio de regular la fecundidad, constituye un valor sociológico interioridad en la familia cubana, que inclusive tiene rasgos tradicionales que se transmiten sucesivamente de una generación a otra. Esto hace posible explicar la persistencia en su uso, a pesar de tener logros evidentes en los Programas de Planificación Familiar, con conocimiento y uso de anticonceptivos elevados, y un aumento sensible del nivel educacional de la población y en especial de las mujeres, incluyendo en este último caso su creciente participación social.

Su uso indica una actitud no del todo responsable hacia estos métodos, bien sea por la seguridad de que si se requiere, se puede acceder al aborto fácilmente, no haber interiorizado las ventajas de la planificación familiar y la persistencia de una cultura sobre el uso del aborto que en la práctica no tiene una sanción social, religiosa, cultural o de otro tipo.

Entre las opciones para mejorar la salud reproductiva están comprendidos los hombres, desde la infancia, en la solución o atención de condiciones biológicas, psicológicas o sociales que afectan el proceso reproductivo futuro, así como en la etapa de adolescente o adulto.

En la decisión de la planificación de la familia los hombres tienen también participación directa, derecho y acceso a la vasectomía, así como en la solución de condiciones que afectan su fertilidad y la orientación terapéutica de acuerdo a cada caso en particular.

Otros programas relacionados con la salud sexual y reproductiva de las/los adolescentes son los de Planificación Familiar que se desarrollan en hospitales, policlínicos, en la atención primaria y el Programa Nacional de Educación Sexual. Esto surge a partir de la preocupación de la Federación de Mujeres Cubanas por los problemas de la adolescencia y la juventud, unido a los serios prejuicios que existían para hablar de sexualidad y la necesidad de trabajar éstos temas con los padres y madres, las familias y los maestros.

Con este objetivo se creó el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) con una composición multidisciplinaria e intersectorial. Este centro cuenta con diversos especialistas y se ha ido profundizando en la preparación de los agentes multiplicadores, así como en los materiales educativos dirigidos a diferentes grupos de edades. Se trabaja en el perfeccionamiento y aplicación de programas encaminados a lograr una conducta sexual responsable y plena, a partir de la elevación de los conocimientos sobre estos temas y de los valores éticos morales.

Cáncer ginecológico

Existen otros programas dirigidos a la salud de la mujer con énfasis en la auto responsabilidad y auto cuidado, que involucran a toda la familia, y están dirigidos a la prevención del cáncer de mamas y cérvico uterino. Se trabaja en los factores de riesgo y en la importancia de la detección precoz.

Desde 1964 en Cuba existe el Registro Nacional de Cáncer y en 1967 se comenzó el Programa de Control del Cáncer Cérvico Uterino. El diagnóstico precoz se realiza por la prueba citológica a mujeres mayores de 25 años, una vez cada tres años. En el 2001 se examinaron 710.717 mujeres para un 195% y en el 2002 fueron examinadas 840.182 con un 226,5% (tasa x 1.000 mujeres de 25 años y más).

En 1987 se estableció el Programa Nacional de Reducción de la Mortalidad por Cáncer y se añade el Control de Cáncer de Mamas. Se trabaja por que la mujer se realice periódicamente el auto examen de mamas y el examen clínico todos los años por su médico/a de la familia a las mujeres mayores de 30 años, así como el estudio por mamografía a los casos que así lo requieran, haciéndose énfasis en el grupo de edades comprendidas entre 50 a 64 años.

En la actualidad nos encontramos en la fase de consolidación del programa, donde de manera paulatina y por el alto costo de los mismos, se está haciendo un esfuerzo por sustituir los equipos de mamografía más deteriorados por su uso en cada uno de los territorios del país, teniéndose en cuenta el enfoque epidemiológico y de riesgo.

La mortalidad por cáncer de mama en Cuba constituye la principal causa de muerte por tumores malignos en la mujer, presentándose en el año 2002 con una tasa de mortalidad de 19,9 x 100.000 y con respecto a las tasas ajustadas a la población mundial en 1999 y en el 2000 se reportaron cifras de 34,8 y 30,0 x 100.000 mujeres, respectivamente.

En los aspectos de prevención, detección precoz, tratamiento y rehabilitación, la mujer recibe la atención del médico/a y enfermera/o de la familia, especialistas en ginecobstetricia, mastología y psicología desde la atención primaria hasta la terciaria, todos de manera gratuita y al 100% de la población en riesgo.

Seguridad Social

Se exceptúan totalmente de pago de medicamentos determinados pacientes, como son: enfermos o portadores de SIDA, los que padecen de tuberculosis pulmonar, los que presentan enfermedades profesionales, los niños con enfermedades diarreicas agudas, los que requieren administración de vacunas.

Cuando la persona necesita cualquiera de los productos que se venden y tiene muy bajos ingresos o su situación económica le impide la adquisición de los mismos, éstos se subsidian por la Seguridad Social.

El presupuesto asignado para la Seguridad Social en Cuba en 1999 fue de 1.592 millones de pesos y es el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social la institución encargada de rectorear la política estatal que aúna los esfuerzos de Salud, Educación, Cultura, Deporte, otros organismos y organizaciones no gubernamentales. Según la Dirección de Finanzas y Contabilidad en el 2002 (*provisional), la ejecución del presupuesto fue de $1.923.032.100 (pesos), con un gasto por habitante de 170,92. Los gastos de esta dependencia constituyen uno de los mayores del Estado Cubano e incluso superan los de Salud y Educación.

Existen en el país líneas de protección especialmente diseñadas para grupos vulnerables que abarcan a madres solas, adultos/as mayores, discapacitados/as, menores en desventaja social, adolescentes y jóvenes.

Madres solas

El principio fundamental es brindar protección integral a todas aquellas madres solas que presentan problemas sociales y que no tienen las condiciones materiales requeridas para poder solucionarlas por sí mismas y necesitan de la ayuda de la sociedad.

A partir de la detección de los casos en la comunidad o de aquellos que acuden individualmente a la Asistencia Social, se analiza integralmente la situación y se proponen las medidas y soluciones que pueden estar dadas por prestaciones en especies, en servicios, donaciones, capacitación o adiestramiento en algún oficio, orientación y/o atención directa de Trabajadoras Sociales profesionales o voluntarias de la comunidad.

Atención a la Adulta Mayor

El primer programa de atención a la adulta mayor surge en 1974 y en 1985 se incorpora la variante de atención del Médico de Familia y su equipo de trabajo. Dentro de los objetivos específicos del programa se contemplan: crear una modalidad gerontológica comunitaria, mejorar la calidad de atención y promover mayor calidad de vida en las instituciones sociales y alcanzar una atención integral hospitalaria a la ancianidad sobre bases científicas geriátricas actuales. Este programa se desarrolla en todo el país. Se estructura en tres áreas integradas: atención comunitaria, atención institucional y hospitalaria.

A ello se le unen otras iniciativas como Círculos de Abuelos con más de 296.000 adultos y adultas mayores, Círculos de Interés Deportivos, Culturales, Movimiento de Grupos de Orientación y Recreación (656 en el país), Universidades de la Tercera Edad en todas las provincias, Movimiento de Jubilados y Jubiladas con carácter educativo en algunas empresas y organismos para la preparación de nuevas generaciones laborales, entre otros.

Todo ello acompañado del Programa de Salud Mental no solamente dirigido a la atención y rehabilitación de enfermedades, daños o estilos de vida no saludables, sino también a trabajar en los aspectos de promoción y prevención.

Existe en el país sólo un 9% de ancianos y ancianas. De ellos 38.480 se encuentran con servicios de alimentación, lavado de ropa e higiene del hogar.

Aquellas personas con retraso mental que además tienen otras desventajas de carácter sociofamiliar, son atendidas con régimen de seminternado o internado en los Hogares de Impedidos Físicos y Mentales de los cuales existen 26 en el país.

Existen 2.491 adultas mayores institucionalizadas por impedimentos físicos, mentales o con graves problemas sociales que reciben atención preventiva, de promoción, asistencial y de rehabilitación para mejorar su calidad de vida.

Aquellas personas adultas mayores que necesitan cuidados agudos o subagudos, cuentan con 35 Servicios de Geriatría y con más de 800 camas que constituyen el nivel de intervención para salvar vidas.

El Programa ha desarrollado una modalidad de ayuda al Médico de la Familia que son los Equipos Multidisciplinarios de Atención Gerontológica (439 en el país), que apoyan la atención de los cuidados a largo plazo en la comunidad de las adultas y adultos mayores frágiles o en estado de necesidad.

Discapacitadas

Dentro de las propias Organizaciones del Movimiento Asociativo de Personas con Discapacidad que existen en el país, las mujeres cada día tienen un rol más relevante tanto en la incorporación como en la participación, en las diversas actividades que se desarrollan en este contexto, sin ningún tipo de prejuicios ni estereotipos. Actualmente las tres Asociaciones con que contamos (Asociación Cubana de Limitados Físico-Motores (ACLIFIM), Asociación Nacional de Ciegos y Débiles Visuales (ANCI), Asociación Nacional de Sordos e Hipoacusicos (ANSOC) tienen una membresía de 94.830 asociados (representa un incremento de 16.200 con relación al informe anterior), y de ellos 37.045 son mujeres lo que representa el 39,1% del total de miembros.

El Estado concede una atención especial a las Personas con Discapacidad (PCD) y se esfuerzan porque cada vez sea mayor la incorporación a la vida social y lograr el mayor nivel de funcionamiento posible para lo que ha incorporado nuevos programas de la Revolución para beneficios de ellas.

Recientemente, se concluyó una investigación de carácter nacional que ha significado disponer de una amplia información de aspectos psicosociales, psicopedagógicos y clínico genéticos de 366.864 personas con algún tipo de discapacidad, esto constituyó un nuevo reto para los diferentes sectores, que junto al Gobierno, a las organizaciones políticas y de masas han ido tomando medidas concretas para solucionar las necesidades y demandas que se fueron detectando durante el transcurso del estudio y donde la mujer como persona discapacitada o familiar ha sido particularmente beneficiada. En esta investigación que tuvo una duración de aproximadamente dos años participaron 33.626 profesionales mayoritariamente mujeres.

Un programa que tiene especial significación para la independencia económica y la integración de las Personas con Discapacidad (PCD) y su autoestima, es la incorporación a la vida laboral. En este sentido es de destacar el impulso y respaldo que ha tenido la política laboral, que ha generado en el período de 1995-2002, un total de 14.624 empleos, de ellos, 5.879 para mujeres (35,4%).

La rehabilitación constituye un componente primordial de salud y un elemento importante para la integración y la calidad de las PCD. En la Atención Primaria de Salud se realiza un proceso de reanimación de los servicios de rehabilitación fundamentalmente en el eje comunitario, logrando mayor accesibilidad en el propio entorno de la PCD, incluyendo la atención en el domicilio. Esta estrategia tiene un carácter integral porque se atienden todos los tipos de discapacidades y todos los grupos, incluyendo a la mujer en su condición de PCD o como cuidadora.

Los resultados de estos programas se aprecian en la incorporación cada vez mayor de las personas discapacitadas en la superación y movimiento cultural, y el acceso a niveles superiores de estudio que se ha visto favorecido con la extensión de la universidad a los municipios (universalización de la enseñanza).

También en el área deportiva se continúan alcanzando éxitos relevantes tanto en eventos nacionales como internacionales (incluidos Panamericanos y Olimpiadas para atletas con distintos grados de discapacidad).

Programa de Enfermedades Crónicas no Transmisibles

En Cuba de las 10 primeras causas de muerte 9 son Enfermedades Crónicas no Transmisibles y Lesiones. En el año 2001 fallecieron sólo el 1,0% por causas de enfermedades infecciosas y contagiosas.

Se creó el 30 de octubre de 2000 por el Acuerdo No. 3790 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros (CECM), la Comisión Nacional de Salud y Calidad de Vida, la cual es presidida por el Secretariado del CECM siendo el Ministerio de Salud Pública el coordinador, teniendo esta comisión un carácter multisectorial, y las estrategias elaboradas tienen un carácter integral, lo que permiten abordar de forma coherente los factores de riesgos más importantes de enfermedades crónicas, poniendo así de manifiesto la máxima voluntad política para enfrentar los problemas en el país.

El objetivo de la Comisión Nacional de Salud y Calidad de Vida es el de dar respuesta al problema creciente que representan las enfermedades, a través de un conjunto de acciones intersectoriales agrupadas en diez áreas de intervención específicas (tabaquismo, alcoholismo, alimentación no saludable, sedentarismo, ambiente laboral, accidentes, calidad del agua, control de los residuales líquidos y sólidos, calidad atmosférica).

Actualmente se ha estado trabajando para consolidar nuevos enfoques en aras de mejorar la prevención y control de estas enfermedades y daños, por lo cual es importante destacar la necesidad de canalizar la participación activa de todos los sectores haciéndolos reconocer cómo sus políticas y su gestión inciden en la salud de la población, logrando su compromiso y su aporte en este sentido, y de igual manera, fortalecer la incorporación de la sociedad para lograr los cambios hacia la adecuada percepción y la práctica de la salud, lo que requiere del desarrollo de una consecuente política en materia de educación pública.

El fortalecimiento en las estructuras del Programa de Enfermedades Crónicas no Transmisibles (ECNT) a todos los niveles ha incrementado sustancialmente la detección de enfermos, expresada en un mayor registro de la dispensarización en la atención primaria de salud y una disminución de la mortalidad de 8 de las 9 principales causas de muerte por estas enfermedades. Como muestra de lo anteriormente expresado el país alcanza al cierre de 2002 el 23% de la población adulta registrada de hipertensa, después de haber implementado un nuevo Programa Nacional de Detección y Control de la Hipertensión Arterial como resultado palpable de la campaña iniciada en 1998.

Se realizaron durante el año 2002 importantes acciones de carácter poblacional como son la celebración en todo el país del Día Mundial de la Salud, dedicado a la actividad física y la participación en el concurso contra el tabaquismo “Deje de Fumar y Gane”, que ubicó a Cuba en uno de los lugares cimeros a nivel mundial con mayor participación: 33.000 (2000) y 115.000 (2002).

Se desarrolla en el país el proceso de implementación del Programa de Salud y Calidad de Vida. El 21,6% de la población esta incorporada a la práctica sistemática de los ejercicios físicos (crecimiento 1,6% con relación al 2001, esto no incluye 2,3 millones de escolares que reciben Educación Física, ni los atletas del sistema de Alto Rendimiento), brindando servicio de actividades físicas y recreativas al 99% de las circunscripciones.

Se lleva a cabo un Programa de Fortificación de Alimentos con vistas a controlar y prevenir las carencias de micronutrientes en la población cubana, produciéndose además, un aumento de la disponibilidad de vegetales y hortalizas por parte de la Agricultura Urbana, que asegura una disponibilidad per cápita superior a 300 g diarios. Se han elaborado las Guías Alimentarías para la población cubana, dirigida a su orientación nutricional.

Se experimentó un incremento del sedentarismo de 33,2% en 1995 a 43,5% en el 2001.

La prevalencia de sobrepeso en 1995 fue de 32% y en 2001 de 42,3% con una tendencia marcada al incremento. El sobrepeso en su mayoría es grado I y la obesidad propiamente dicha (IMC>30) se encuentra aproximadamente en el 12% de la población.

Los niveles de mortalidad por Diabetes Mellitus (DM) de 1970 al 2001 muestra una tendencia al ascenso, sobre todo a partir de 1983, alcanzando su máximo valor en 1996, con una tasa de 23,5 por 100.000 habitantes. A partir de 1997 el riesgo de morir por esta causa comienza a disminuir hasta alcanzar valores de 12,8 en el 2002. En la mortalidad por sexos, la mujer aporta más del 60% de las defunciones por esta causa, siendo sin embargo la mortalidad prematura en menores de 65 años más evidente en el sexo masculino (68,4 %), con relación al sexo femenino (60,7%). En el quinquenio 1997-2001 y en los menores de 65 años, los hombres disminuyen sus riesgos de morir por esta causa en un 20,3%, algo menos que las mujeres en que la reducción porcentual fue de un 23,3%.

La Diabetes Mellitus al igual que las demás ECNT, muestra su mayor riesgo de muerte en las poblaciones de más alto nivel socioeconómico. El 61% de la DM es atribuible a la obesidad.

La sobre mortalidad femenina y su predominio después de los 60 años, no es privativo de Cuba, expresado por el mayor número de años perdido en este sexo. En Cuba los hombres dejan de vivir más años que las mujeres en edades claves del desarrollo económico-social (a consecuencia de accidentes de transporte, accidentes de trabajo, la cardiopatía isquemia y su relación con los hábitos tóxicos, que son mayores en este sexo), con tendencia al incremento de los riesgos de muerte en estos grupos de edad.

La Prevalencia de Diabetes Pre o Gestacional, en estudios realizados en el año 2001, fue de 58.133, para una tasa de Prevalencia x 100 (IC 95%) de 2,04 (1,92-2,41). Entre los logros del 2002:

•Disminución de la mortalidad por diabetes.

•Aumento de la Prevalencia de diabetes por la dispensarización.

•Se inició la entrega de glucómetros y tiras reactivas a menores de 9 años (para autocontrol).

•Se obtuvieron datos actualizados nacionales sobre Prevalencia en zonas de estudio.

•Se incrementó la calidad de la atención a mujeres embarazadas (entrega de glucómetros y tiras reactivas en los Servicios de Ciudad de La Habana).

•Se logró un alto índice de vacunación contra la hepatitis B a diabéticos.

•Se acreditó el Instituto de Endocrinología como Centro Colaborador de la OMS/OPS para la atención integral al diabético.

El Asma Bronquial ha sido considerada una afección frecuente. A partir del año 1973 es que se aplica en Cuba el Programa Nacional de Atención al Paciente Asmático. El riesgo de morir por asma ha ido progresivamente reduciéndose, hasta alcanzar 1,4 x 100.000 habitantes en el año 2001, con una razón de tasas igual a 1,5 a favor del sexo femenino, siendo los grupos mas afectados los mayores de 65 años con una tasa de 5,7 x 100.000 habitantes, siguiéndole el grupo de 35-64 años con una tasa de 2,4 x 100.000 habitantes. La Mortalidad por Asma Mundial en el sexo femenino en 2001 fue de 94.000 y 92.000 del sexo masculino.

Dentro de las enfermedades no transmisibles el Asma Bronquial es la principal causa de ingresos hospitalarios en nuestro país, la letalidad hospitalaria fue de 0,05% en el año 2002, parámetro adecuado internacional. El costo económico y social que genera este padecimiento es considerable por la carga discapacitante asociada a los frecuentes episodios de descompensación.

Se están desarrollando acciones orientadas al control del medio ambiente lo que contribuye favorablemente a la disminución de los principales factores de riesgo del asma los cuales son: predisponentes (atopia), causales (alergenos, sensibilizantes vinculados a la ocupación) y contribuyentes (infecciones respiratorias, dieta, contaminación del aire y tabaquismo). Estos factores son susceptibles de acciones preventivas que modifican sustancialmente la incidencia, prevalencia y pronóstico de la enfermedad, repercutiendo positivamente sobre la calidad de vida del paciente asmático, así como de los que se encuentran en riesgo de enfermar por esta condición.

A pesar de las condiciones económicas impuestas por el imperialismo a nuestro país, se han logrado intervenciones importantes relacionadas con los cambios en los estilos de vida de la población, el control de la contaminación ambiental, la gasificación de las cocinas; que contribuye fundamentalmente en la mujer a disminuir uno de los sensibilizantes desencadenadores de las crisis de asma, el contar todas las instituciones con medidores de flujo pico, además de garantizarle la estabilización de la venta de los broncodilatadores tipo Salbutamol para las crisis de asma y la introducción de nuevos medicamentos como los esteroides inhalados para los períodos ínter crisis.

La capacitación que brindan los profesionales y técnicos de salud a los pacientes asmáticos y sus familiares sobre el manejo adecuado de la enfermedad y medidas preventivas, orientadas a incrementar la rehabilitación respiratoria para evitar la aparición de los síntomas respiratorios y la disminución de la severidad de la enfermedad, han jugado sin duda alguna un papel fundamental en los logros alcanzados.

Prevalencia del tabaquismo, alcoholismo y toxicomanía

En la presentación del IV Informe Periódico, el Comité recomendó al Gobie r no de Cuba presentar en esta ocasión información, con datos estadísticos, sobre la prevalencia del tabaquismo, alcoholismo y toxicomanía entre las mujeres de dif e rentes grupos de edad, y sobre las medidas encaminadas a impedir o reducir esos problemas. Se invitó también al Gobierno a presentar información acerca del ases o r a miento y las medidas de rehabilitación que existan para las toxicómanas.

La adicción a las drogas, tanto lícitas como ilícitas, y en particular el comercio ilegal de éstas, afecta a todos los países a escala mundial, trasciende los aspectos tradicionales del sector salud, con el deterioro de la salud mental y física de los adictos y la consecuente disfunción familiar. Engendra violencia, con alarmantes cifras de suicidio, homicidio y accidentes.

En Cuba el consumo de drogas, antes de 1959, se limitaba a sectores de la población conformados por capas sociales elevadas en el caso de la cocaína, y sectores marginales para la marihuana. Esta problemática se erradicó en virtud de las profundas transformaciones del proyecto social cubano.

En la actualidad no escapamos a las amenazas de ser penetrados por este flagelo mundial. Hay índices crecientes de que esta amenaza se manifiesta por el arribo a nuestras costas de recalos con drogas, aumenta la detección de traficantes en las fronteras con dirección a otros países, se produce el desvío de drogas ilícitas de sus propósitos terapéuticos y el empleo de otros psicotrópicos, de uso en medicina tradicional popular, con fines adictivos. Se pretende convertir al país no sólo en punto de tránsito de las drogas, sino también, en mercado de consumo, usando a delincuentes internacionales y elementos inescrupulosos, que aún medran entre nosotros.

El Ministerio de Salud Pública, prioriza las actividades contra las adicciones de manera integral. Pone a punto sus estructuras habituales para enfrentar este nuevo problema de salud, que trascienda sus límites tradicionales. Perfecciona su estructura funcional desde la atención primaria, como centro de las mismas, hasta los niveles especializados, además de la coordinación e integración con otros sectores del Estado y del Gobierno (Ministerio del Interior, Educación, Educación Superior, Justicia, Agricultura, Comercio Interior, Turismo y Deportes, así como con las organizaciones de la sociedad civil como la Federación de Mujeres Cubanas y los Comités de Defensa de la Revolución).

El Sistema de Salud Cubano ofrece atención integral a la población en relación con las adicciones, desde las acciones de promoción de salud, la prevención específica a grupos de riesgo, el tratamiento de los adictos y su rehabilitación y reinserción social.

La atención a la intoxicación aguda, sobredosis y síndrome de abstinencia es abordada desde la atención primaria de salud en los Policlínicos Principales de Urgencia, el Sistema Integrado de Urgencia Médica y las Unidades de Intervención en Crisis de Psiquiatría. Todas estas instancias forman parte del Sistema de Salud y cuentan con personal entrenado en las funciones que realizan.

La deshabituación y rehabilitación, se realizan en una primera etapa de estabilización en servicios especializados con interacción voluntaria y por períodos de tiempo aproximadamente de tres meses. La rehabilitación y seguimiento de la abstinencia se realiza por los Centros Comunitarios de Salud Mental y es ambulatoria, en coordinación con los médicos y enfermeras de la familia y con participación de la comunidad. En nuestro caso la comunidad y la familia se consideran como factor de protección salvo contadas ocasiones. La cobertura de los Centros Comunitarios de Salud Mental es a nivel municipal y de área de salud, la hospitalización tiene cobertura provincial.

La atención a extranjeros es brindada por la empresa de Turismo de Salud, que no pertenece al Ministerio de Salud Pública y cuenta con tres clínicas especializadas o comunidades terapéuticas en las provincias de Holguín y Santiago de Cuba.

Existe un programa específico para el abuso de sustancias, Alcohol y Drogas, que entre sus acciones de promoción de salud y prevención general emplea los medios de comunicación de masas, así como acciones locales realizadas por los Médicos de Familia y los Centros Comunitarios de Salud Mental, en coordinación con las organizaciones de masa de la comunidad, entre las que se encuentran los barrios debates.

El programa de atención y deshabituación ya fue referido, a lo que se añaden los Grupos de Ayuda Mutua para el alcoholismo, con más de 300 en el país y la atención de 3.600 pacientes en un corte epidemiológico puntual. De reciente creación y en proceso de implantación se encuentran los Grupos de Ayuda Mutua de otras adicciones.

La prevención específica se realiza en los grupos de riesgo, desde el primer nivel de atención en el barrio, centros de trabajos y otros por personal especializado. Se cuenta en cada provincia con una línea confidencial antidroga, además de una nacional.

Entre los objetivos del programa se encuentran el de promover en la población estilos de vida saludables, prevenir la adicción en grupos y situaciones de riesgo y el de brindar atención integral dispensarizada y continuada a las personas con enfermedad adictiva, garantizando su inserción familiar y su rehabilitación socio laboral.

La estrategia del programa plantea entre sus actividades: la de desarrollar un programa de divulgación y consejería orientado a prevenir el consumo de drogas, conformar la red asistencial en los tres niveles de atención, controlar y prevenir el desvío de medicamentos, capacitar a los profesionales de la salud en programas de pre y postgrado, promover investigaciones reguladas por los niveles correspondientes, fortalecer el trabajo intersectorial e intrasectorial y estimular la deshabituación, rehabilitación y reinserción sociolaboral y familiar de los adictos.

Para la atención a la Drogodependencia se tiene definida la estructura funcional para las adicciones, existiendo en el país 195 Centros Comunitarios de Salud Mental (CCSM) constituyendo la principal institución de salud para el enfrentamiento a las adicciones, coordinando sus acciones con el Médico y Enfermera de la Familia y el Segundo Nivel de Atención (Hospitales).

Las Unidades de Intervención en Crisis (UIC) en los servicios de Psiquiatría, son las encargadas de la estabilización del paciente agudo una vez resuelta su urgencia o emergencia en las Unidades de Terapia Intensiva (UCI) o Intermedia (UCIM), según el grado de compromiso de la salud del paciente.

Las unidades especializadas y los servicios en Instituciones Psiquiátricas para la mediana y larga estadía, completan el flujograma de atención a estos pacientes y tienen a su cargo la deshabitualización y rehabilitación en los casos en que ésta no se pueda hacer de forma ambulatoria en la comunidad.

Con respecto a los medicamentos y medios diagnósticos:

i)Se determina la adquisición de medicamentos específicos y para la morbilidad en las adicciones;

ii)Se adquieren y distribuyen en el país, después de experiencia en la Capital, los medios de diagnóstico cualitativo en orina (Kits Multidrug e individuales);

iii)El uso de equipo de diagnóstico cuantitativo (Cromatógrafo Gaseoso acoplado a Espectrómetro de Masa), que permite el diagnóstico de certeza e incluye drogas que no se detectan en los medios cualitativos y tiene valor médico legal;

iv)Se establecen coordinaciones con el CENATOX (Centro Nacional de Toxicología) para el intercambio de información, asesoría telefónica, remisión y tratamiento en el lugar de casos complicados;

v)Se controlan y fiscalizan los estupefacientes, psicotrópicos y otras sustancias de efectos similares mediante visitas de supervisión y la implementación de disposiciones y regulaciones, así como medidas de seguridad para todas las etapas de la ruta crítica, en las farmacias y lugares de almacenaje. Se coordina esta actividad con la Industria Química Farmacéutica;

vi)Se elaboraron las Guías de buenas prácticas para el uso del Metilfenidato, Trihexifenidil y para el tratamiento del dolor en pacientes oncológicos, se disemina por otros medios el buen uso de estos medicamentos y se comprueba una disminución de su empleo por los prescriptores;

vii)Se realiza coordinación con veterinaria para el control y fiscalización de sustancias adictivas que ellos emplean, estableciéndose las medidas apropiadas.

Con respecto a la capacitación se establece coordinación con el Comité Académico de Adicciones del Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana y con el Departamento de Postgrado del Viceministerio de Docencia, para centralizar las normativas de la capacitación en materia de drogas, como medio de garantizar la calidad y sostenibilidad del proceso educativo, tanto del sector salud como en solicitudes y coordinaciones con otros sectores.

Se desarrollan Diplomados de Drogas en todas las provincias, se modifica el currículum de la Maestría de Psiquiatría Social, que se ofrece en el Hospital Universitario 10 de octubre y en la Subsede del Instituto de Camaguey, se imprime y disemina a todos los Médicos de Familia el Folleto de Atención a las Adiciones en la Comunidad, se ofrecen actividades de capacitación a otros organismos como Turismo, Educación Superior, Control Sanitario Internacional, brindándose además cursos básicos de adicciones dirigidos a personal profesional de las UIC (Unidades de Intervención en Crisis), CCMS (Centros Comunitarios de Salud Mental) y Salas de Deshabituación, el equipo del GOSMA (Grupo Operativo de Salud Mental y Adicciones) asiste a seminarios y talleres convocados por la Comisión Nacional de Drogas del Ministerio de Justicia.

Se establece la Línea Confidencial Antidrogas que, después de capacitar en la capital a los consejeros, se extiende a todo el país, y las provincias de Holguín y Sancti Spíritus, cuentan con este servicio en algunos municipios.

Se promueve y amplía la participación de los Médicos de Familia y el personal de los CCSM en audiencias sanitarias, barrios debates y otras actividades, como parte del pesquizaje activo de los casos, concienciación de la población y desmitificación de las adicciones y su atención por el Ministerio de Salud Pública. Se participa en los medios de comunicación social, tanto prensa plana como TV y radio, con creciente actividad en las provincias.

Con respecto al tabaquismo a través de investigaciones y encuestas realizadas se ha determinado que alrededor de 767.330 mujeres son fumadoras. La prevalencia del tabaquismo disminuyó de 36,8% en 1995 a 32,0% en 2001, encontrándose fundamentalmente los fumadores en los grupos de edades comprendidas entre los 40 y 49 años, seguidas de 30 a 39 y 50 años y más, o sea que la tendencia aumenta con la edad para decrecer después de los 50 años.

La iniciación global en el consumo de tabaco es de un 21% para la población comprendida entre 20 a 24 años, comenzando el 76% antes de los 20, encontrándose un mayor índice de iniciación en ambos sexos entre los 12 a 16 años, comenzando primero los hombres con este hábito tóxico.

Se han realizado diferentes acciones de promoción y prevención, además de la aplicación de medidas y resoluciones que limitan las posibilidades de fumar, en las que se encuentran: la resolución No. 130, prohibición en los Servicios de Salud y la del Comercio Interior, resolución No. 277 que prohíbe la venta de cigarrillos a menores de 16 años, en las escuelas, además de no permitir fumar en los lugares cerrados, entre otros.

Suicidio

Como resultado derivado del Programa Nacional de Prevención del Suicidio, se ha podido apreciar que esta conducta ha mostrado tendencia a descender desde hace años, de la mortalidad por lesiones autoinflingidas para todas las edades y sexos en el 2002 ocurrieron 8,1, siendo más frecuentes en edades de 60 años y más (17,6), seguidas del grupo de edades comprendidas entre 50 a 59 años (11,3), en todos los grupos son superadas por el sexo masculino (tasa x 100.000 habitantes).

Mortalidad por lesiones auto infligidas

Años

Masculino

Femenino

Total

1980

1,9

20,9

21,4

1990

23,0

17,8

20,4

2001

21,4

8,0

14,7

2002

20,3

8,1

14,1

Tasa cruda por 100.000 habitantes.

Fuente: Registro Nacional de Estadísticas. MINSAP.

Entre los posibles factores predisponentes para esta conducta en el adulto/a mayor se señalan: la pérdida de la pareja (viudez), las enfermedades invalidantes y crónicas con peligro de muerte y la soledad. Las mujeres tienen un mayor y mejor estado de afrontamiento que el hombre, además disponen del apoyo en sus comunidades locales de las organizaciones de base de la Federación de Mujeres Cubanas, la Casa de Orientación a la Mujer y a la Familia entre otras que facilitan su integración y pertenencia a la comunidad, velan por su relación familiar y por la satisfacción de sus necesidades vitales y emocionales. En el ámbito institucional se cuenta con los Hogares de Ancianos que dan acogida a aquellos ancianos/as con pobre apoyo filial y las Casas de Abuelo que funcionan con las características de un círculo social.

El Sistema de Salud Cubano con el modelo de atención primaria del Médico de la Familia, reconocido mundialmente, dispensariza a la población de riesgo, brinda una atención integral, especializada de forma gratuita y con equidad.

Entre las mujeres que sufren de desordenes mentales las del grupo comprendido entre 50 a 59 años son las más afectadas, apreciándose en un total de 688 egresos por esta causa, para un 3,06% del total de egresos del sexo femenino por todas las causas.

Con relación a la mortalidad por agresiones, es más frecuente en el hombre que en la mujer, pero en ellas como podemos apreciar en el 2002, en el grupo de 20 a 49 años la tasa es de 5,6 x 100.000 habitantes.

Impacto del bloqueo en la salud

En la Historia de la Humanidad no se recogen antecedentes de una agresión tan prolongada y sistemática contra país alguno, como es el Bloqueo al cual ha sido sometido Cuba durante tantos años. La prohibición para la adquisición de productos farmacéuticos, equipos médicos y materias primas requeridas para su fabricación en laboratorios y empresas cubanas, han tenido como objetivo atentar contra la salud de la población en general y en particular la de la mujer, del niño y la niña. El Estado cubano ha realizado enormes esfuerzos para modificar esta situación y muestra de ello ha sido que la atención médica se ha mantenido bajo el mismo principio que la caracteriza, no ha cesado la formación del personal médico y paramédico, no ha quedado desocupado ni un solo trabajador de la Salud y lo que es más importante, no ha muerto ni un solo niño, niña, mujer o adulto por falta de atención médica.

A modo de ejemplo enunciaremos algunas de estas afectaciones:

•La demanda de almohadillas sanitarias se estima actualmente en unos 100 millones de bolsas, demanda que sólo se satisface en un 39% aproximadamente, pues la materia prima para su elaboración hay que importarla con las restricciones antes señaladas. Esto obliga frecuentemente a miles de mujeres a utilizar recursos alternativos que aumentan el riesgo de contraer infecciones vaginales, que no siempre pueden ser tratadas a tiempo, ni con los medicamentos adecuados por la escasez de estos productos.

•Se han visto afectados los programas de prevención precoz del Cáncer Cérvicouterino y de Mama, cuya puesta en práctica en 1968 y 1987 respectivamente, trajo consigo una considerable reducción de las tasas de morbilidad y mortalidad por estas causas. Han escaseado los medios diagnósticos para la prueba Citológica (test de Papanicolau), piezas de repuesto, combustible, así como material radiográfico para los equipos móviles de mamografía, lo que conduce a que el examen con mamógrafo no pueda ser utilizado en el proceso rutinario de prevención, sino sólo en aquellas mujeres de alto riesgo.

•En Cuba hay tres millones de mujeres en edad fértil y la carencia de medios seguros, inocuos y tolerados de protección, ejercen una influencia en el incremento de los riesgos del embarazo no deseado, o embarazo precoz, del aborto, del bajo peso al nacer, entre otros.

•Por cada 1.000 habitantes cubanos el 16,7 son diabéticos y una parte considerable de ellos son insulinodependientes, teniendo sus vidas pendientes de la existencia o no del medicamento. Las muertes a consecuencias de la diabetes mellitas se han incrementado en las mujeres.

•Ocurrieron cambios en el cuadro nutricional cubano. Sólo en 1996, por ejemplo, las inversiones en el área de importación de alimentos se valora aproximadamente en 43,8 millones de pesos más, que los que se habrían invertido si tuviésemos acceso al mercado estadounidense de cuatro de los principales productos de importación: trigo, maíz, leche en polvo y harina de semillas oleaginosas.

•Se incrementó —con el recrudecimiento del bloqueo— el porcentaje de embarazadas con problemas nutricionales, así como el número de niños con bajo peso al nacer. Esta situación ha obligado al Gobierno cubano a adoptar medidas emergentes y diseñar estrategias coyunturales para proteger aún más la salud de la madre y el niño. Con la participación de la Federación de Mujeres Cubanas y otras organizaciones populares de base, existentes en la comunidad, los comedores obreros y el esfuerzo de los trabajadores de la salud, ha sido posible, a pesar de las difíciles circunstancias, la disminución de los indicadores de mortalidad infantil y materna.

Artículo 13

Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer en otras esferas de la vida económica y social a fin de asegurar, en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres, los mismos derechos, en particular:

El derecho a prestaciones familiares;

El derecho a obtener préstamos bancarios, hipotecas y otras formas de crédito financiero;

El derecho a participar en actividades de esparcimiento, deportes y en todos los aspectos de la vida cultural.

La Constitución de la República garantiza los derechos de todos los ciudadanos cubanos en igualdad de condiciones, así como en otras esferas de la vida económica y social, como es el derecho a prestaciones familiares.

En Cuba, desde la década del 70, se implementó el derecho a obtener préstamos bancarios y otras formas de Créditos Financieros, en la forma en que actualmente se otorgan.

Desde 1997-1998 a través de una Resolución del Ministro-Presidente del Banco Nacional de Cuba se otorgan facilidades, con diferentes productos de créditos personales que se dan a todas las personas vinculadas laboralmente, así como jubilados y jubiladas, entre ellos:

•Préstamo en efectivo: Para ser utilizados en la solución de necesidades familiares, compra de artículos de alto valor, etc.

•Préstamo para inversiones: Para la construcción de viviendas, mantenimientos menores y compra de materiales de construcción.

•Préstamo para consumo: Para comprar equipos electrodomésticos asignados a trabajadores vanguardias y destacados otorgados por su centro laboral.

Específicamente en las actividades agropecuarias, las mujeres tienen iguales derechos que los hombres a obtener créditos bancarios, fundamentalmente las que integran las Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS), las Cooperativas de Producción Agropecuarias (CPA), así como las campesinas independientes dueñas de finca que en Cuba son 8.309.

Artículo 14

Los Estados Partes tendrán en cuenta los problemas especiales a que hace frente la mujer rural y el importante papel que desempeña en la supervivencia económica de su familia, incluido su trabajo en los sectores no monetarios de la economía y tomarán todas las medidas apropiadas para asegurar la aplicación de las disposiciones de la presente Convención a la mujer de las zonas rurales.

Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer en las zonas rurales a fin de asegurar, en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres, su participación en el desarrollo rural y en sus beneficios, y en particular le asegurarán el derecho a:

Participar en la elaboración y ejecución de los planes de desarrollo a todos los niveles;

Tener acceso a servicios adecuados de atención médica, inclusive información, asesoramiento y servicios en materia de planificación de la familia;

Beneficiarse directamente de los programas de seguridad social;

Obtener todos los tipos de educación y de formación, académica y no académica, incluidos los relacionados con la alfabetización funcional, así como, entre otros, los beneficios de todos los servicios comunitarios y de divulgación a fin de aumentar su capacidad técnica;

Organizar grupos de autoayuda y cooperativas a fin de obtener igualdad de acceso a las oportunidades económicas mediante el empleo por cuenta propia o por cuenta ajena;

Participar en todas las actividades comunitarias;

Obtener acceso a los créditos y préstamos agrícolas, a los servicios de comercialización y a las tecnologías apropiadas, y recibir un trato igual en los planes de reforma agraria y de reasentamiento;

Gozar de condiciones de vida adecuadas, particularmente en las esferas de la vivienda, los servicios sanitarios, la electricidad y el abastecimiento de agua, el transporte y las comunicaciones.

Como se expresó anteriormente la mujer campesina goza de los mismos derechos y deberes que el resto de las mujeres en lo político, civil, laboral, familiar, entre otros. La legislación especial sólo la particulariza en los aspectos que inciden directamente en el ámbito rural.

La Ley de Reforma Agraria de 17 de mayo de 1959, entregó la propiedad de la tierra a mujeres y hombres sin distinción. Se concedió la propiedad de la tierra que cultivaren a sus poseedores, como a los que con otros conceptos, las ocuparan, a los cuales se disponía que se les extendiera su título de propiedad. En la misma no se establecía ninguna discriminación, por cualquier motivo, y de hecho no pocas mujeres recibieron su propiedad.

La Constitución reconoce en su artículo 19 la propiedad de los agricultores pequeños y en el artículo 20, el derecho de éstos a asociarse entre sí, tanto a los fines de la producción agropecuaria como a los de obtención de créditos y servicios estatales.

La Ley 36 de Cooperativas Agropecuarias de 22 de julio de 1982, en su artículo 15 regula que “pueden ser miembros de la cooperativa los aportadores de tierra y también el cónyuge, hijos y demás familiares del cooperativista; la viuda del cooperativista o pequeño agricultor fallecido, haya estado o no formalizado el matrimonio ...”.

La mujer tiene acceso a la tierra, al crédito, a los medios e instrumentos de trabajo, en igualdad de condiciones que el hombre. La amplia legislación agraria no establece diferencias.

Por otra parte, la Constitución en su artículo 24 reconoce el derecho de herencia sobre la vivienda de dominio propio y demás bienes de propiedad personal y sobre la tierra y demás bienes vinculados a la producción que integran la propiedad de los agricultores pequeños adjudicándola a aquellos herederos que la trabajan salvo las excepciones y según el procedimiento establecido por la Ley, entre las que se encuentran las mujeres aunque no cumplan el requisito de trabajarla. El Régimen de posesión, propiedad y herencia de la tierra y bienes agropecuarios los reglamenta el Decreto Ley 125 de 30 de enero de 1991 del Consejo de Estado dispone en su artículo 18.

La Ley 59, Código Civil, establece en su Disposición Final Primera que se regirá por la legislación especial todo lo concerniente al régimen de posesión, propiedad y herencia de la tierra y demás bienes destinados a la producción agropecuaria y forestal.

La Ley 65, Ley General de la Vivienda, dedica su capítulo VII a las viviendas sometidas a régimen especial y en la sección primera trata los aspectos referidos a las viviendas en zonas rurales; destacando en el artículo 106 que la vivienda propiedad de un cooperativista y ubicada dentro de la Cooperativa y que constituya su domicilio legal sólo podrá ser adjudicada en caso de fallecimiento de éste, al cónyuge y a los herederos que sean cooperativistas y ocupen la vivienda. Más adelante en el artículo 108.c regula que en caso de fallecimiento de un agricultor pequeño propietario de una vivienda ésta se transferirá a los herederos que corresponda heredar la tierra.

Por Resolución Conjunta del Ministerio de la Agricultura, del Azúcar y de la Vivienda de 14 de mayo de 1988, se dictó el Reglamento de las viviendas ubicadas en áreas de cooperativas de producción agropecuaria, estableciendo diferentes tratamientos para los casos de viviendas vinculadas, medios básicos y las de propiedad personal en los supuestos de fallecimiento del cooperativista o divorcio entre cooperativistas; teniéndose en cuenta en todos los casos los derechos de ocupación y/o herencia del otro cónyuge, viuda o viudo, así como de los hijos.

La resolución No. 247 de 26 de enero de 1961 del Instituto Nacional de Reforma Agraria, creadora de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños y su Reglamento, señala que esta Asociación es la organización de masas de cooperativistas, agricultores pequeños y sus familiares y establece como requisitos para ser asociados: el ser miembro de una Cooperativa de Producción Agropecuaria; poseer una parcela en calidad de propietario, copropietario o por otra posesión legal de la tierra y; ser cónyuge, hijos y demás familiares vinculados a la producción del agricultor pequeño.

El artículo 51 dedicado a las relaciones de trabajo con otros organismos y organizaciones, refiere por sí solo en su inciso b) la prioridad que el trabajo con la mujer rural tiene en este ámbito, al establecer que la Asociación mantendrá estrechas relaciones con la Federación de Mujeres Cubanas “en las actividades que desarrolla con la mujer campesina y especialmente, en la labor de persuasión y convencimiento, de manera que se convierta cada día más en una fuerza activa y determinante en el proceso transformador de nuestros campos.”

En Cuba la población rural constituye el 32,9% de total. Dentro de las personas de estas áreas las mujeres son el 46,9%.

El país cuenta con 14 provincias, nueve de ellas con zonas montañosas en las que existe el Programa de Desarrollo Integral nombrado Plan Turquino. Dentro del mismo se enfatiza el avance de las mujeres en lo económico, social y familiar, para lo que se crean condiciones que las favorezcan.

Este Programa ha facilitado mejoras en la calidad de vida de sus pobladores, en especial las mujeres, al priorizar los servicios básicos de salud, educación, alimentación entre otros. También se ha favorecido el programa cultural, con la construcción de salas de vídeo y de televisión, además de los televisores, videos y computadoras que tienen todas las escuelas.

Las áreas rurales, para su producción agropecuaria, se dividen en estatales y privadas. Las áreas estatales están integradas por planes y empresas agropecuarias, mientras que las privadas están constituidas en cooperativas y fincas de productores individuales.

La actividad agropecuaria no cañera comprende un total de 273.342 trabajadoras, un 20,9% del total. En comparación con el 2000 se incrementó esta cifra en 72.269 trabajadoras en las actividades tabacaleras, cafetaleras, ganaderas, cultivos varios, cacaoteras, agricultura urbana, entre otras.

Con cargos directivos hay 8.445 mujeres que representan el 21,5% del total de dirigentes. Dentro de los cargos del primer nivel existen 537 mujeres para el 11,9% Aunque las cifras son bajas, apreciamos avances. En ambos casos crece la cantidad respecto al año anterior.

Durante los años 2000, 2001 y 2002 se calificaron más de 32.000 mujeres; un incremento de 10.000 con relación a años anteriores, incluyendo los contenidos de adiestramiento en especialidades técnicas, gestión, manejo empresarial, entre otras. Se han incorporado a cursos de post grados del año 2000 a la fecha 3.557 trabajadoras que representan el 34% del total de incorporados.

La actividad cañera cuenta entre su fuerza laboral con 84.626 mujeres, el 20% del total de los trabajadores de este sector, fuerza laboral que se incrementa a pesar de las fuertes transformaciones que han ocurrido en la Industria Azucarera.

Es de destacar que este sector, tradicionalmente masculino, ha tenido una transformación en la composición de su fuerza laboral femenina. Las mujeres han accedido paulatinamente a puestos de trabajo y oficios que tradicionalmente habían sido ocupados por hombres, así como a centro investigativos de esa industria.

Hoy en la agroindustria azucarera, se desempeñan como operadoras de combinadas cañeras, operadoras de tractor, operadoras de calderas y centrífugas, puntistas, maquinistas de trenes, entre otros muchos oficios, lo que da muestra de las posibilidades de capacitación que han tenido las mujeres para acceder a estos puestos de trabajo.

En este sector, en comparación con el año 2000, hay también avances en cuanto a la promoción de la mujer a cargos de dirección. En total, 590 mujeres ocupan cargos y representan el 9,6 % del total. En los últimos años, el resultado logrado ha sido positivo, no solo en lo cuantitativo, sino en lo cualitativo. Hoy 307 mujeres dirigen en niveles de decisiones importantes y complejos como: 5 Directoras en el Organismo Central, 44 Vice Directoras, 70 Directoras funcionales, 5 Vice Presidentas de grupos empresariales, entre otros.

Desde el año 2002, el sector agroindustrial cañero en Cuba sufrió una transformación, al disminuir las áreas de producción de caña y cerrarse 70 Complejos Agroindustriales. No obstante, los trabajadores y trabajadoras fueron a realizar otras actividades como la producción de alimentos que autoabastecen el sistema total azucarero. En este período no fue necesario el crecimiento de la fuerza de trabajo sino la elevación del nivel cultural o técnico necesario de las trabajadoras, que han tenido la posibilidad de recalificación y reorientación laboral hacia otras modalidades de producción.

La incorporación a la capacitación de 41.283 mujeres del sector (el 33,4% del total), ha tenido un impacto importante. El Estado les garantiza todos los derechos salariales que hasta ese momento percibieron, con el objetivo de que adquieran el nivel cultural o técnico necesario para asumir nuevas responsabilidades y actividades laborales de acuerdo con las transformaciones tecnológicas.

Las oportunidades de superación que se les han otorgado a todos los trabajadores azucareros en estas circunstancias, ha tenido como resultado que durante el año 2002 se incorporaran 5.460 mujeres a estudios de técnico medio y 1.719 a estudios universitarios en especialidades agrícolas y económicas. También se incorporaron 2.149 mujeres a culminar estudios entre 10° y 12° grado en la enseñanza media superior.

Las mujeres de zonas rurales tienen igualdad de oportunidades y posibilidades de acceso a las cooperativas. Sólo la limitan su voluntariedad y algunos obstáculos de índole material que, dada la situación económica por la que atraviesa el país, no se han logrado resolver totalmente, como el cuidado de niños pequeños, la transportación a zonas rurales más alejadas de sus viviendas, entre otras.

La familia campesina, donde existe uno de sus miembros incorporados a cooperativas, recibe beneficios de alto nivel económico y social, y la incorporación del resto de los integrantes está sujeta a la voluntad y compromiso de incorporarse al desarrollo de esta zona, así como a la satisfacción o realización personal que muestra la campesina.

Los miembros de cooperativas reciben alimentos para todos los integrantes de la familia generados por la producción de autoconsumo de las cooperativas.

De igual forma, el acceso de las campesinas a la producción agropecuaria en general y al desarrollo económico de las zonas rurales es superior, tras haberse continuado entregando tierras en usufructo. De las más de 6.800 mujeres que trabajaban bajo esta forma de propiedad en el año 1999, hoy son 15.799, por lo que hubo un crecimiento de más del doble de las mujeres incorporadas a esta modalidad.

Más del 60% de las tierras pertenecientes al sector campesino están agrupadas en Cooperativas de Producción Agropecuaria y en Cooperativas de Créditos y Servicios. En estos años se ha incrementado el número de mujeres incorporadas, fundamentalmente esposas e hijas de campesinos.

Actualmente, en Cooperativas de Producción Agropecuaria laboran 11.889 mujeres, el 17,6%. En las Cooperativas de Créditos y Servicios se ha producido en estos años la mayor incorporación y hoy son 18.118, el 9,5% del total.

La mujer campesina también participa y tiene acceso a los cargos administrativos en las cooperativas, así como en los organismos de base de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeño (ANAP). En 1998, las mujeres que dirigían a este nivel era el 22% del total y al cierre de 2002, el 33%. Actualmente 77 son Presidentas de Cooperativas contra 53 en 1999.

En los dos últimos años, existe un crecimiento en el acceso de las mujeres a cargos electivos, 21 son Presidentas Municipales de la ANAP, 212 mujeres son Miembros de los Buroes a ese nivel, 22 de los Buroes Provinciales y 3 en el Buró Nacional.

Aunque el crecimiento es discreto, ratifica que las acciones trazadas en la política de esta organización de masas están dando respuestas al Plan de Acción Nacional y van teniendo un resultado favorable en cuanto a la concienciación del campesinado cubano sobre la necesidad de lograr igual participación de hombres y mujeres en la vida social y económica de las zonas rurales.

La búsqueda de formas productivas más eficientes en el agro y la probada experiencia de la cooperativización, han dado lugar a la creación de las Unidades Básicas de Producción de Cooperativas (UBPC), forma descentralizada, cuya esencia consiste en asignar en usufructo tierras estatales a un colectivo de trabajadores, de forma tal que produzcan en común y comercialicen fundamentalmente a través del Estado. Las mujeres tienen en las UBPC una apreciable fuente de trabajo.

Las mujeres rurales en Cuba tienen los mismos beneficios del sistema social cubano. Al constituirse la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC), en la década de los 90 tuvieron las mismas oportunidades de acceso a estas formas de propiedad.

Hoy suman 44.367 mujeres incorporadas, el 18,6% del total: 23.811 corresponden a las UBPC cañeras y 20.558 a las de cultivos varios. Ellas disfrutan de beneficios laborales muy favorables en cuanto a salarios, derecho a jubilación, ganancias provenientes de sus producciones, beneficios de la seguridad social, como el descanso retribuido, certificado por enfermedad pagada, así como todos los derechos de los ciudadanos cubanos en cuanto al acceso a la educación, la salud, los créditos, entre otras.

Una investigación realizada en el año 2002 por el Centro de Investigaciones del Trabajo, el Ministerio de la Agricultura y la Federación de Mujeres Cubanas, sobre la participación de las mujeres en las Unidades Básicas de Producción Campesina, ratificó que aunque se mantienen limitaciones económicas, que corresponden con las del país en general, las mujeres incorporadas a la UBPC reciben beneficios económicos y condiciones laborables que satisfacen sus necesidades básicas, además que gozan de los beneficios sociales que llegan a todos los pobladores de zonas rurales en igualdad de condiciones.

Muchas mujeres, a partir de la Ley de Reforma Agraria, se convirtieron en propietarias y la cifra creció con las que recibieron la propiedad de la tierra por herencia de padres o esposos. En el país existen hoy 8.309 mujeres dueñas de fincas o tierras que son el 9,3% de todos los propietarios individuales.

Varios Organismos Estatales tienen escuelas de preparación, recalificación y superación técnica, como es el Ministerio de la Agricultura que cuenta con escuelas en todas las provincias, la mayoría en zonas rurales. El Ministerio del Azúcar las tiene en seis provincias del país. Existen otros centros de capacitación y superación vinculados que simultanean actividades de investigación como el Instituto de Investigaciones Hortícola, el de Investigaciones de la Caña de Azúcar, de Investigaciones del Café, el Arroz, y otros tantos que están precisamente en zonas rurales y que tienen entre sus prioridades brindar capacitación técnica a trabajadores y trabajadoras del campo.

Miles de mujeres en las provincias y de diferentes categorías ocupacionales han accedido en estos años a los cursos de capacitación que se realizan, en los que además se introducen temas sobre género, liderazgo y un adecuado enfoque acerca de la participación de las mujeres en la economía del país.

La Asociación Nacional de Agricultores Pequeños posee un Centro de Capacitación Nacional en una zona rural del occidente del país. Su objetivo es capacitar y preparar a dirigentes campesinos y campesinas en nuevas técnicas y tecnologías. Transitaron por este centro, desde el año 2000 al 2002 más de 2.000 mujeres campesinas.

Para la preparación de las mujeres jóvenes de zonas rurales existe el Sistema Nacional de Enseñanza Politécnica Agropecuaria y tres Universidades de Montañas.

En los últimos años la calidad de vida de la población campesina se ha elevado y se trabaja por ir igualando los niveles de acceso de esta población a recursos como el agua, electricidad, etc. a los que posee actualmente la población urbana.

En estos últimos años se han instalado en el país 2.724 acueductos que garantizan el agua potable clorada. De ellos 1.849 se instalaron en zonas rurales con un incremento del 2,3%. También se incrementó el uso de filtros de cerámica para mejorar la calidad del agua y con ello se ha beneficiado a 3.220 comunidades rurales.

Para extraer tan preciado recurso como el agua se instalaron en zonas rurales 7.000 molinos de viento, 2.000 bombas manuales y se está utilizando además en estas zonas el riete hidráulico multipulsor, la bomba hidroneumática, la bomba solar y la bomba vaquera, tecnologías que desde el año 1995, vienen trabajando con resultados importantes el Centro Integrado de Tecnología Apropiada del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.

Con estas tecnologías puestas en práctica, se beneficia también la incorporación de mujeres de zonas rurales al empleo, pues en los Sistemas de Alcantarillado laboran 6.934 mujeres y el 70% es en el sector rural.

El Servicio de electricidad en Cuba abarca casi el 98% de las viviendas, lo que muestra el esfuerzo que realiza el Estado por garantizarlo como base para elevar la calidad de vida de la población.

En las zonas rurales, además de la red nacional de generación de electricidad, se utilizan diferentes fuentes de energía como la hidráulica, que beneficia a 8.459 viviendas, la de plantas eléctricas de diessel a 28.819 en zonas aisladas, y las generadas por Centrales Azucareros en bateyes, que abarca a 30.517 viviendas.

La población rural cubana también ha sido beneficiaria directa de los programas que la Revolución ha puesto en práctica en los dos últimos años, para elevar la educación y cultura integral de toda la población.

Actualmente se benefician con 1.800 salas de televisión y videos, que se utilizan para el esparcimiento de la población en el tiempo libre, también para debatir materiales, capacitación en temas económicos, de género, y otros. Muchas de estas instalaciones funcionan con celdas fotovoltaicas.

Se instalaron en 3.268 escuelas de zonas rurales televisión, vídeo, y computación por lo que se logra que llegue la educación en igualdad de condiciones que en las zonas urbanas.

Con todos estos beneficios y condiciones que se han ido logrando en las zonas rurales, se van cumpliendo objetivos del programa de la Revolución que ha tenido como principio dar iguales posibilidades y oportunidades a todos los ciudadanos cubanos sin distinción de sexo, raza, o creencia religiosa. Las mujeres son beneficiarias directas y protagonistas de esta obra.

Dentro de los mecanismos de trabajo que articulan las alianzas para impulsar los avances de las mujeres de los campos, existen Planes y Programas Conjuntos de los Ministerios de la Agricultura, de la Industria Azucarera, la ANAP, etc. con la organización femenina y está creada desde el año 1992 la Red Cubana de Organismos e Instituciones de Apoyo a la Mujer Rural, surgida a instancias de la FAO.

Todos los años asimismo se establecen planes en saludo al Día mundial de la Alimentación y Día de la Mujer Rural, los cuales son aprovechado para reconocer el trabajo de colectivos y mujeres destacadas en la labor alimentaria.

Artículo 15

Los Estados Partes reconocerán a la mujer la igualdad con el hombre ante la ley.

Los Estados Partes reconocerán a la mujer, en materias civiles, una capacidad jurídica idéntica a la del hombre y las mismas oportunidades para el ejercicio de esa capacidad.

En particular, le reconocerán a la mujer iguales derechos para firmar contratos y administrar bienes y le dispensarán un trato igual en todas las etapas del procedimiento en las cortes de justicia y los tribunales.

Los Estados Partes convienen en que todo contrato o cualquier otro instrumento privado con efecto jurídico que tienda a limitar la capacidad jurídica de la mujer se considerará nulo.

Los Estados Partes reconocerán al hombre y a la mujer los mismos derechos con respecto a la legislación relativa al derecho de las personas a circular libremente y a la libertad para elegir su residencia y domicilio.

Consecuentemente con el principio de Igualdad establecido en la Constitución, la Ley No. 59 del 16 de julio de 1987, Código Civil, establece la igualdad de la mujer y el hombre, teniendo ambos la misma capacidad jurídica y posibilidades para su ejercicio.

Por su concepción no sólo jurídica sino también ética, el Artículo 1 dispone “El Código Civil regula relaciones patrimoniales y otras no patrimoniales vinculadas a ellas, entre personas situadas en un plano de igualdad, con el objeto de satisfacer necesidades materiales y espirituales”.

La mujer cubana está legalmente facultada para firmar contratos civiles de todo tipo y mercantiles, administrar bienes, así como acceder a créditos financieros.

En cuanto a actos relacionados con la propiedad, el dominio o actos de enajenación de bienes pertenecientes a la comunidad matrimonial de bienes, los cónyuges requerirán el consentimiento del otro y en este caso rige naturalmente este requisito para ambos.

De la comunidad de bienes se excluyen los bienes propios adquiridos antes del matrimonio o durante él, que estén categorizados en el código de familia como tales, pudiendo disponer ambos cónyuges libremente de ellos.

Acerca de la capacidad jurídica para heredar, la mujer y el hombre gozan de iguales derechos, sea la herencia testada o intestada.

Por otra parte, en el libro cuarto (a partir del Artículo 466) del propio Código se regula todo lo relativo al Derecho de Sucesiones en el cual la mujer no tiene limitación alguna. La sucesión tiene lugar por testamento o por ley y se elimina la injusta cuota viudal usufructuaria, del anterior Código, estableciéndose iguales derechos para la viuda y demás herederos en cuanto a la parte que le corresponde del caudal hereditario del causante.

En el Artículo 480 se dispone que “puede ser instituida heredera o legataria cualquier persona natural o jurídica”.

En cuanto a la sucesión testamentaria la mujer tiene plena capacidad para heredar. Dentro del Capítulo II “Incapacidad para heredar”, no hay ningún impedimento por razón del sexo, edad o color de la piel (Artículos 469 y 470).

Asimismo, en el Capítulo destinado a los “herederos especialmente protegidos” se incluye entre éstos al cónyuge sobreviviente, siempre que no estén aptos para trabajar y dependan económicamente del causante (Artículo 493).

En este caso, la libertad de testar se limita a la mitad de la herencia y el testador no puede imponer gravamen alguno a la porción de la herencia que corresponde a los herederos especialmente protegidos.

En el caso de sucesión intestada el orden de suceder es en línea recta descendente, es decir, los hijos y demás descendientes. La herencia se divide entre ellos a partes iguales, sin perjuicio del derecho del cónyuge y de los padres no aptos para trabajar y dependientes económicamente del causante.

El cónyuge sobreviviente tiene el derecho a igual porción que el resto de los herederos con quienes concurre. Además la no existencia de descendientes ni padres del causante, hace que corresponda al cónyuge la totalidad de la herencia.

Con independencia de haberse iniciado el proceso de divorcio, al suceder el fallecimiento de uno de los cónyuges, en cualquier instancia el cónyuge sobreviviente conserva su derecho hereditario. Con estas disposiciones se elimina el hecho de que, anteriormente, al cónyuge sobreviviente sólo le correspondía la cuota viudal en usufructo como participación hereditaria.

En cuanto al acceso de la mujer a los tribunales de justicia, acorde a lo constitucionalmente establecido, es tratada en plano de igualdad con el hombre, en cualquier tipo de procedimiento, tal como lo establece la Ley No. 5 del 13 de agosto de 1977, Ley de Procedimiento Penal y Ley No. 7 del 20 de agosto del mismo año, Ley de Procedimiento Civil, Administrativo y Laboral.

Artículo 16

Los Estados Partes adoptarán todas las medidas adecuadas para eliminar la discriminación contra la mujer en todos los asuntos relacionados con el matrimonio y las relaciones familiares y, en particular, asegurarán, en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres:

El mismo derecho para contraer matrimonio;

El mismo derecho para elegir libremente cónyuge y contraer matrimonio sólo por su libre albedrío y su pleno consentimiento;

Los mismos derechos y responsabilidades durante el matrimonio y con ocasión de su disolución;

Los mismos derechos y responsabilidades como progenitores, cualquiera que sea su estado civil, en materias relacionadas con sus hijos; en todos los casos, los intereses de los hijos serán la consideración primordial;

Los mismos derechos a decidir libre y responsablemente el número de sus hijos y el intervalo entre los nacimientos y a tener acceso a la información, la educación y los medios que les permitan ejercer estos derechos;

Los mismos derechos y responsabilidades respecto a la tutela, curatela, custodia y adopción de los hijos, o instituciones análogas cuandoquiera que estos conceptos existan en la legislación nacional; en todos los casos, los intereses de los hijos serán la consideración primordial;

Los mismos derechos personales como marido y mujer, entre ellos el derecho a elegir apellido, profesión y ocupación;

Los mismos derechos a cada uno de los cónyuges en materia de propiedad, compras, gestión, administración, goce y disposición de los bienes, tanto a título gratuito como oneroso;

No tendrán ningún efecto jurídico los esponsales y el matrimonio de niños y se adoptarán todas las medidas necesarias, incluso de carácter legislativo, para fijar una edad mínima para la celebración del matrimonio y hacer obligatoria la inscripción del matrimonio en un registro oficial.

Tal y como hemos expresado anteriormente la Constitución de la República y el Código de la Familia trazan los postulados y principios generales de la igualdad de derechos de hombres y mujeres en el matrimonio y las relaciones familiares. El Código de Familia regula las instituciones de la familia: matrimonio, divorcio, relaciones paterno-filiales, obligación de dar alimentos, adopción y tutela.

El Artículo 2 del Código de Familia establece que “el matrimonio es la unión voluntariamente concertada entre un hombre y una mujer con aptitud legal para ello, a fin de hacer vida en común” y en el capítulo destinado a las relaciones conyugales en la sección primera “De los derechos y deberes entre cónyuges” se pone de manifiesto el principio expuesto en la Constitución acerca de que el matrimonio descansa en la igualdad de derechos y deberes de ambos cónyuges.

Los principios de consideración, lealtad, respeto y ayuda mutua entre los esposos y aplicados recíprocamente tanto en el hombre como en la mujer se plasman en el Artículo 25. Ambos esposos tienen la obligación de cuidar a la familia que han creado y cooperar el uno con el otro en la educación, formación y guía de los hijos y en la medida de las capacidades y posibilidades de cada uno deben participar en el gobierno del hogar y mejor desenvolvimiento del mismo (Art. 26).

En el Artículo 27, por primera vez en nuestra legislación, se valoriza con sentido económico el trabajo en el hogar al expresar que “los cónyuges están obligados a contribuir a la satisfacción de las necesidades de la familia que han creado con su matrimonio, cada uno según sus facultades y capacidad económica. No obstante, si alguno de ellos sólo contribuyera a esa subsistencia con su trabajo en el hogar y en el cuidado de los hijos, el otro cónyuge deberá contribuir por sí solo a la expresada subsistencia, sin perjuicio del deber de cooperar a dichos trabajo y cuidado”.

Se establece como requisito para contraer matrimonio los 18 años de edad, tanto para el hombre como para la mujer. De manera excepcional y por razones justificadas podrán ser autorizados, la mujer de 14 y el varón de 16 años.

En todo caso la expresión de voluntad constituye un elemento imprescindible para la realización del acto matrimonial, incluso en aquellos casos en que por razón de minoría de edad requiera de la autorización de otras personas.

La Legislación cubana mantiene el reconocimiento judicial del matrimonio no formalizado con el fin de proporcionar todos los efectos jurídicos propios del matrimonio formalizado, siempre que se cumpla con requisito de estabilidad y singularidad.

Tanto en el matrimonio formalizado como en el no formalizado los miembros de la pareja tiene iguales derechos y responsabilidades el uno hacia el otro y de ambos hacia sus hijos.

En lo que respecta al ejercicio de la patria potestad, el Artículo 83 dispone que corresponde a ambos padres conjuntamente, los cuales tendrán determinados derechos y deberes de acuerdo con lo que estipula el Artículo 85.

El Artículo 28 les confiere el derecho a ambos cónyuges de ejercer profesiones u oficios y emprender estudios o perfeccionar sus conocimientos, cuidando en todo caso de organizar la vida en el hogar, de modo que tales actividades se coordinan con el cumplimiento de las obligaciones que el propio Código les impone.

Estos artículos tienen un marcado enfoque de género y puede considerarse que se dirige a poner fin a la división sexual del trabajo en el seno del hogar, uno de los aspectos de mayor peso en la cultura y que reporta mayores afectaciones a la mujer por la carga de trabajo doméstico que genera.

El régimen económico del matrimonio será únicamente el de la comunidad matrimonial de bienes (Art. 29), el que existirá desde que se formalice el matrimonio o desde el momento en que se le reconozca efecto a la unión matrimonial (Arts. 19 y 20).

Las cargas o gastos del matrimonio, según el principio de igualdad establecido serán abonados con cargo a la comunidad matrimonial de bienes (Art. 33).

Asimismo se dispone en el Artículo 35 que los cónyuges son los administradores de los bienes de la comunidad matrimonial y cualquiera de ellos podrá realizar indistintamente los actos de administración y adquirir los bienes que por su naturaleza estén destinados al uso o al consumo ordinario de la familia.

En cuanto al divorcio, el Código establece en su Artículo 51 que el mismo procede por mutuo acuerdo de los cónyuges o cuando el Tribunal compruebe que existen causas de las que resulta que el matrimonio ha perdido su sentido para los esposos y para los hijos y con ello también para la sociedad. Según el Artículo 52 del citado Código, estas causas deben haber creado una situación objetiva en la que el matrimonio haya dejado de ser la unión de un hombre y una mujer en que de modo adecuado se puedan ejercer los derechos, cumplir las obligaciones y lograrse los fines de lealtad, consideración, respeto y ayuda mutua.

En el año 1994 se estableció mediante el Decreto Ley No. 154 el Divorcio Notarial. Esta norma jurídica modifica lo regulado al respecto en el Código de Familia introduciendo una nueva vía para obtener la disolución del vínculo matrimonial, además de por los procedimientos judiciales, por la vía notarial cuando el divorcio se produce con el común acuerdo de la pareja. El objetivo de esta modificación fue trasladar la tramitación de un determinado número de divorcios a la vía extrajudicial, sin que disminuyera por ello su trascendencia jurídica e importancia social.

En la escritura de divorcio notarial o en la sentencia de divorcio, se establecerán los pronunciamientos respecto a la patria potestad, donde como regla se otorga a ambos padres sobre sus hijos menores, así como sobre guarda y cuidado, régimen de comunicación y pensión alimentaria.

El Artículo 53 del Código señala que la acción del divorcio podrá ejercitarse indistintamente por cualquiera de los cónyuges y el Artículo 55 establece entre sus efectos la separación de los bienes de los cónyuges previa liquidación de la comunidad matrimonial de bienes.

Por su parte, el Artículo 56 regula que para los cónyuges que hubieren convivido por más de un año o hubieren procreado durante el matrimonio, el tribunal al fallar el divorcio concederá pensión para aquel que se encuentre en los casos siguientes: que no tenga trabajo remunerado y carezca de medios de subsistencia, la que tendrá carácter provisional, hasta seis meses o un año, según corresponda; o que por causa de incapacidad, edad, enfermedad u otro impedimento insuperable esté imposibilitado de trabajar y carezca de otros medios de subsistencia, la que se mantendrá mientras persista el impedimento.

Los Artículos 88, 89 y 90 del Código de Familia se refieren a la guarda y cuidado de los hijos(as). En el Artículo 89 se recoge que “de no mediar acuerdo de los padres o de ser el mismo atentatorio a los intereses materiales o morales de los hijos, la cuestión se decidirá por el Tribunal competente que se guiará para resolverla, únicamente por lo que resulte más beneficioso para los menores. En igualdad de condiciones, se atenderá como regla general, a que los hijos queden al cuidado del padre en cuya compañía se hayan encontrado hasta el momento de producirse el desacuerdo, prefiriendo a la madre si se hallaban en compañía de ambos y salvo, en todo caso, que razones especiales aconsejen cualquier otra solución”.

Sobre la cuantía de las pensiones alimentarias para los hijos(as) menores de edad, éstas se fijarán de acuerdo a los gastos habituales de los mismos, así como atendiendo a los ingresos de los padres; persiguiendo con esto que se logre una proporcionalidad en la responsabilidad de ambos.

El derecho a la protección de la salud y a la seguridad en las condiciones de trabajo, incluida la salvaguarda de la función de reproducción, están también consagrados en nuestra legislación laboral. El Estado cubano se ha responsabilizado con garantizar todos los medios y condiciones que garanticen esta protección a las trabajadoras. Existen y cada año se capacitan y gradúan cientos de especialistas que son responsables de controlar y hacer que esto se cumpla. También mantiene permanentes investigaciones sobre salud ocupacional que les permite ir monitoreando los impactos que sobre las mujeres tienen los diferentes puestos de trabajo.

Ministerio de Educación

Matrícula de internos

Años escolares 1998-1999 a 2002-2003

Nivel de educación

1998-1999

1999-2000

2000-2001

2001-2002

2002-2003

Total

Mujeres

Por-centaje

Por-centaje

Total

Mujeres

Por-centaje

Total

Mujeres

Por-centaje

Total

Mujeres

Por-centaje

Total

Mujeres

Por-centaje

0

Total

304 556

156 203

51,3

51,3

331 209

168 259

50,8

361 203

183 233

50,7

385 309

191 639

49,7

398 735

196 197

49,2

Círculos infantiles

127

62

48,8

48,8

129

61

47,3

110

52

47,3

135

65

48,1

129

62

48,1

De ellos: preesc.

21

10

47,6

27

13

48,1

31

14

45,2

Preesc. en Esc. Prim.

46

23

50,0

50,0

23

14

60,9

23

9

39,1

20

10

50,0

44

18

40,9

Primaria

10 080

4 736

47,0

47,0

9 981

4 671

46,8

10 309

4 869

47,2

9 731

4 420

45,4

8 793

4 066

46,2

Media

276 755

145 950

52,7

52,7

303 506

158 061

52,1

333 303

172 829

51,9

358 562

181 753

50,7

373 796

186 867

50,0

Secundaria Básica

93 492

44 891

48,0

48,0

99 442

47 346

47,6

103 112

48 767

47,3

109 398

51 009

46,6

112 608

52 880

47,0

Preuniversitario

99 764

66 659

66,8

66,8

110 557

73 191

66,2

127 024

82 681

65,1

137 008

87 437

63,8

144 598

88 704

61,3

Técnica y Prof.

83 499

34 400

41,2

41,2

93 507

37 524

40,1

103 167

41 381

40,1

112 156

43 307

38,6

116 590

45 283

38,8

Especial

17 548

5 432

31,0

31,0

17 570

5 452

31,0

17 458

5 474

31,4

16 861

5 391

32,0

15 973

5 184

32,5

Ministerio de Educación

Indicadores de educación. Presencia femenina como educadoras

Años escolares 1998-1999 a 2002-2003

Nivel de educación

1998-1999

1999-2000

2000-2001

2001-2002

2002-2003

Total

Mujeres

Por-centaje

Por-centaje

Total

Mujeres

Por-centaje

Total

Mujeres

Por-centaje

Total

Mujeres

Por-centaje

Total

Mujeres

Por-centaje

0

Total

193 004

144 484

74,9

193 052

147 462

76,4

204 439

155 982

76,3

211 766

159 895

75,5

228 077

167 372

73,4

Círculos infantiles

19 786

19 786

100,0

19 270

19 270

100,0

19 358

19 358

100,0

18 865

18 865

100,0

18 607

18 607

100,0

De ellos: preesc.

826

826

100,0

817

817

100,0

823

823

100,0

936

936

100,0

1 640

1 640

100,0

Preesc. en Esc. Prim.

5 389

5 389

100,0

5 299

5 299

100,0

6 444

6 444

100,0

6 462

6 462

100,0

7 463

100,0

100,0

Primaria

77 735

61 114

78,6

76 897

63 535

82,6

79 341

65 807

82,9

83 119

69 173

83,2

92 991

75 510

81,2

Media

70 476

42 611

60,5

71 613

43 416

60,6

788 973

48 226

61,1

83 140

49 393

59,4

85 552

47 905

56,0

Secundaria Básica

36 612

25 245

69,0

36 532

25 318

69,3

40 947

27 800

67,9

42 993

29 206

67,9

38 820

26 797

69,0

Preuniversitario

9 605

4 319

45,0

10 186

4 665

45,8

121 156

6 635

54,6

13 080

6 056

46,3

17 498

7 820

44,7

Técnica y Prof.

24 259

13 047

53,8

24 895

13 433

54,0

25 870

13 791

53,3

27 067

14 131

52,2

29 234

13 288

45,5

Especial

13 485

11 661

86,5

14 023

12 138

86,6

14 417

12 326

85,5

14 481

12 442

85,9

14 612

12 543

85,8

Adultos

6 133

3 923

64,0

5 950

3 804

63,9

5 906

3 821

64,7

5 699

3 560

62,5

8 852

5 344

60,4

Matrícula universitaria por ramas de las ciencias

Rama

Curso 2001-2002

Curso 2002-2003

Total

Mujeres

Porcentaje

Total

Mujeres

Porcentaje

Ciencias técnicas

16 032

4 411

27,5

19 195

5 978

31,1

Ciencias naturales y exactas

3 955

1 957

49,5

3 934

1 935

49,2

Ciencias médicas

25 767

19 380

75,2

27 702

20 751

74,9

Ciencias agropecuarias

5 256

2 061

39,2

5 039

1 991

39,5

Ciencias económicas

16 486

10 716

65,0

20 307

13 706

67,5

Ciencias sociales y humanísticas

18 400

10 832

58,9

24 337

14 351

59,0

Ciencias pedagógicas

48 759

36 873

75,6

68 782

49 838

72,5

Cultura física

8 909

2 783

31,2

11 787

3 035

25,7

Arte

989

570

57,6

1 281

654

51,1

Total

144 553

89 583

62

192 864

119 672

62

Graduadas universitarias por ramas de las ciencias

Rama

Curso 2001-2002

Total

Mujeres

Porcentaje

Ciencias técnicas

1 977

464

23,5

Ciencias naturales y exactas

631

336

53,2

Ciencias médicas

4 941

3 756

76,0

Ciencias agropecuarias

775

287

37,0

Ciencias económicas

1 268

789

62,2

Ciencias sociales y humanísticas

1 254

895

71,4

Ciencias pedagógicas

5 963

4 694

78,7

Cultura física

1 182

426

36,0

Arte

102

52

51,0

Total

18 093

11 699

64,7

Ministerio de Educación Superior

Mujeres que han concluido maestría por ramas

Maestrías

Porcentaje

Ciencias Pedagógicas

55

Ciencias Biológicas

64

Ciencias Técnicas

33

Ciencias Naturales y Exactas

53

Ciencias Económicas

45

Ciencias Agropecuarias

36

Ciencias Sociales y Humanísticas

44

Ministerio de Educación Superior

Defensas de doctorados

1988

1999

2000

2001

2002

Total

Total de Defensas

240

304

332

304

240

1 420

De ellas mujeres

63

47

109

125

87

431

Porcentaje

26

16

33

41

36

31

Ministerio de Educación

Mujeres con grados científicos

Personal con grado científico

Defensas realizadas a partir de 1998

Total

Mujeres

Porcentaje

Total

Porcentaje

363

146

40,2

123

52

Mujeres en la educación superior

Profesores

Tiempo completo

Tiempo parcial

Total

Mujeres

Porcentaje

Total

Mujeres

Porcentaje

Total

Mujeres

Porcentaje

1998-1999

23 524

11463

48,7

21 573

10 325

47,9

1 951

1 138

58,3

1999-2000

23 705

11294

47,6

21 318

10 285

48,2

2 387

1 009

42,3

2000-2001

22 687

11006

48,5

20 753

10 120

48,8

1 934

886

45,8

2001-2002

24 199

11448

47,3

22 046

10 347

46,9

2 153

1 101

51,1

2002-2003

44 669

17412

39,0

23 657

11 388

48,1

21 012

6 024

28,7

Matrícula

Curso

Estudiantes Mujeres Porcentaje

Nuevo ingreso Mujeres Porcentaje

Graduados Mujeres Porcentaje

1998-1999

62,2

61,6

63,7

1999-2000

62,6

60,9

66,3

2000-2001

61,3

64,6

62,7

2001-2002

63,1

64,7

64,7

2002-2003

62,4

64,7

Centros internos funcionando por educación

Años escolares 1998-1999 a 2002-2003

Nivel de educación

1998-1999

1999-2000

2000-2001

2001-2002

2002-2003

Total

1 010

1 022

1 057

1 064

1 044

Círculos infantiles

10

10

11

10

10

Primaria

79

85

84

87

83

Media

705

714

746

761

747

Secundaria básica

237

235

235

240

244

Preuniversitario

223

234

267

271

259

Técnica y profesional

245

245

244

250

244

Especial

216

213

216

206

204

Ministerio de Educación

1998-1999

1999-2000

2000-2001

2001-2002

2002-2003

Adultos

501

487

477

346

737

EOC

47

49

45

2

1

SOC

62

64

62

6

4

FOC

305

299

296

287

228

Cursos Sup. Int. Jóvenes

514

Idiomas

87

75

74

51

46

Matrícula

Matrícula total

Mujeres

Porcentaje

203 929

113 548

55,7

Alfabetización

1 229

487

39,6

EOC

9 145

3 036

33,2

SOC

14 586

6 520

44,7

FOC

47 327

28 417

60,0

Curso Superación Int. Jóvenes

119 575

67 820

56,7

Idiomas

12 067

7 268

60,2