contra la Mujer

26° período de sesiones

14 de enero a 1º de febrero de 2002

* CEDAW/C/2002/I/1.

Tema 6 del programa provisional*

Aplicación del artículo 21 de la Convención sobre la eliminación

de todas las formas de discriminación contra la mujer

Informes presentados por los organismos especializados de las Naciones Unidas sobre la aplicación de la Convención en las áreas que corresponden a la esfera de sus actividades

Nota del Secretario General

Adición

Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación

En nombre del Comité, el 30 de octubre de 2001 la Secretaría pidió a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) que presentara al Comité un informe relativo a la información facilitada por los Estados a la FAO acerca de la aplicación del artículo 11 y los artículos conexos de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, a fin de complementar la información contenida en los informes de los Estados partes en la Convención que se examinarían en el 26° período de sesiones del Comité.

El Comité también pidió información sobre las actividades, programas y decisiones de política de la FAO dirigidos a promover la aplicación del artículo 11 y los artículos conexos de la Convención.

El informe adjunto se presenta en atención a la petición formulada por el Comité.

Anexo

Informe preparado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación para el 26° período de sesiones del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer

Fiji

De acuerdo con las estadísticas de la FAO, se estima que en el año 2000 la población de Fiji ascendía a 814.000 habitantes, de los cuales el 50,5% vivía en zonas rurales. La población está integrada por diversos grupos étnicos. Se observan diferencias entre estos grupos en cuanto a participación en la fuerza de trabajo, selección del sector ocupacional y pautas de formación de la familia. La mayoría de la población rural es originaria de Fiji.

La agricultura es el principal sostén y el mayor sector de la economía de Fiji y representa casi el 43% de los ingresos de divisas. En 2000 proporcionó cerca del 50% del total de empleos y aportó el 19% del producto interno bruto (PIB) de Fiji. Si bien el sector ha experimentado un crecimiento uniforme a lo largo de los años, a partir de 1994 su contribución a la economía ha disminuido en un 21% del PIB.

El sector de la silvicultura, que ocupa el quinto lugar por orden de importancia entre las exportaciones, siguió representando en general el 2,5% del PIB y el 10% de los ingresos por concepto de exportaciones. El plan forestal de Fiji se ha concentrado en la siembra de especies frondosas y pinos. Actualmente hay en Fiji 44.760 hectáreas de bosques de especies frondosas y 40.730 hectáreas de pinares.

La pesca ocupa el cuarto lugar entre las industrias de exportación más importantes, lo cual se debe en gran medida a la exportación de atunes de gran tamaño al Japón y otros mercados. La pesca ofrece considerables posibilidades de expansión. Alrededor del 90% de las aldeas de Fiji se encuentran en la zona costera y una gran proporción de la población rural todavía depende de la pesca de subsistencia para satisfacer sus necesidades de proteínas.

La producción de carne de res, derivados de la leche y productos de carne de cerdo ha disminuido en los últimos años.

Si bien el porcentaje de trabajadores activos en el sector de la agricultura se redujo del 42% en 1995 al 39% en 2000, de acuerdo con las estadísticas de la FAO se estima que la proporción de mujeres que participan en la agricultura aumentó del 16,5% en 1995 al 19,3%. La proporción de hombres que trabajan en la agricultura fue del 83,4% en 1995 y disminuyó al 80,6% en 2000.

La cuestión de la propiedad de la tierra es un problema persistente y delicado que en mayo de 2000 provocó el derrocamiento del gobierno elegido. Las tierras nativas constituyen el 82,9% del total y los propietarios no las pueden vender ni enajenar de ninguna otra forma. Ahora bien, pueden ser arrendadas por conducto de la Junta de Tierras Nativas (Native Land Trust Board). Los períodos de arrendamiento suelen ser muy largos, de 30 a 99 años. Se indica el fin para el que puede utilizarse el arrendamiento, que está sujeto a la aprobación de la Junta. En el período 2000-2002 expiran un gran número de arrendamientos de tierras utilizadas para la producción de azúcar. Los cambios ocurridos recientemente en el Gobierno y las discrepancias sobre los respectivos derechos de los propietarios y los arrendatarios han dificultado que se llegue a mutuo acuerdo sobre la renovación de los arrendamientos.

La producción doméstica sigue siendo importante para muchos hogares rurales; la mayoría de la población depende de algún tipo de ingreso en efectivo para mantener su nivel de vida. Alrededor de la cuarta parte de la fuerza de trabajo percibe salario o sueldo, en tanto que el resto obtiene ingresos mediante empleos del sector no estructurado y la venta de productos básicos. No obstante, se estima que después de los acontecimientos ocurridos en mayo de 2000, quedaron sin empleo de 6.000 a 8.000 personas. Muchos empresarios, especialmente hoteleros y comerciantes minoristas, redujeron las horas de trabajo incluso hasta en un 50%, aunque desde el punto de vista técnico mantenían a sus trabajadores “empleados”. El nivel real de los ingresos dejados de percibir fue mucho mayor que el expresado en las cifras oficiales sobre el trabajo y la pérdida de ingresos.

Las mujeres de Fiji se dedican cada vez más al trabajo por cuenta propia en actividades de generación de ingresos tales como cultivo, jardinería con fines comerciales, pesca y recogida de peces y moluscos en los arrecifes, producción artesanal, establecimientos de venta minorista y venta de alimentos. La política está orientada a hacer participar a las mujeres como asociadas en el desarrollo, capacitarlas a fin de mejorar sus oportunidades de empleo, reforzar la información sobre las cuestiones de género y coordinar actividades y examinar leyes relacionadas con el género. Se ha proporcionado capacitación sobre sensibilidad a las cuestiones relacionadas con el género y ya se han incorporado estas cuestiones en las políticas y actividades.

El programa técnico de la FAO ha prestado una asistencia esencial a Fiji en materia de estadísticas de la agricultura, control del tulipán africano, suministro urgente de insumos agrícolas básicos a los agricultores afectados por la sequía, fortalecimiento de la capacidad nacional en preparación de emergencia para casos de desastre y mitigación de los efectos, y estudio de las plagas y enfermedades de las abejas melíferas. Fiji recibió asistencia también mediante cuatro proyectos de TeleFood. TeleFood es una campaña anual de la FAO que comprende programas de radio, conciertos y otras actividades destinados a divulgar información sobre el hambre a escala mundial, sensibilizar a la opinión pública al respecto y movilizar recursos para cientos de proyectos de lucha contra el hambre. Entre los proyectos de TeleFood aprobados figura el “Proyecto de cría porcina en pequeña escala para las mujeres de la aldea Vuo”, que se aprobó en virtud de los fondos recaudados mediante la campaña TeleFood de 1997 y concluyó en diciembre de 2000.

Asistencia de la FAO

La mayor parte del pescado que se consume en Fiji proviene de la pesca comercial en pequeña escala. La política del Gobierno consiste en alentar la pesca de este tipo para aumentar su eficiencia y mejorar la calidad del pescado que llega a los consumidores. Habida cuenta de ello, la FAO puso en marcha el proyecto titulado “Mejoramiento de los sistemas tradicionales de pesca marina”. El objetivo de esta asistencia técnica es realzar el papel del sistema tradicional de pesca en los qoliqoli con miras a fortalecer la ordenación de las pesquerías costeras. El fortalecimiento de este sistema tradicional de ordenación pesquera aumentará directamente la participación de la población en ese sector, reforzará su capacidad para ordenar las pesquerías y mejorará la seguridad alimentaria. Además, mejorará la posición económica y social de los grupos desfavorecidos, sobre todo de las mujeres de las comunidades pesqueras. Este objetivo se logrará mediante la formulación de una metodología basada en la práctica tradicional, directrices para la capacitación de las comunidades a nivel de aldea y la formación de las personas que intervendrán en la capacitación sobre ordenación a nivel comunitario en la etapa de ejecución del proyecto.

Trinidad y Tabago

Agricultura

De acuerdo con las estadísticas de la FAO, se estima que en 2000 Trinidad y Tabago tenía 1.289 millones de habitantes, de los cuales el 26% vivía en zonas rurales. Sólo el 8,7% de la población económicamente activa trabajaba en la agricultura.

La proporción de mujeres en la fuerza de trabajo en 2000 era del 37,3%, pero sólo el 3,7% de ellas trabajaba en la agricultura. La proporción de hombres económicamente activos era del 62,7%, y de ellos el 11,6% trabajaba en la agricultura. Del total de personas que trabajaban en la agricultura, el 16% eran mujeres.

Tras haber disminuido por dos años consecutivos, la producción del sector agrícola registró un aumento del 12,6% en 1999. La contribución total del sector al PIB aumentó al 2,9% (frente al 2,4% en 1998).

La mujer en la agricultura

Las mujeres realizan importantes tareas en la agricultura, como siembra, corte, escarda, fertilización y cosecha.

Un estudio de la FAO sobre el mejoramiento de la pertinencia y la eficacia de las actividades de extensión agrícola para agricultoras, realizado en 1995, demostró que el 26,25% de los jefes de hogares en Trinidad y Tabago eran mujeres y el 61,25% eran hombres. Además, demostró que sólo el 13,75% de las mujeres pertenecían a asociaciones de agricultoras y que el 40% de las mujeres hacían el trabajo agrícola ayudadas por el esposo. La mujer tiene una importante influencia en la selección de los cultivos que se reservan para uso familiar y almacenamiento. La adopción de decisiones acerca de los cultivos, la venta y la comercialización de otros cultivos secundarios es responsabilidad de ambos cónyuges y el 80% de las agricultoras de Trinidad y Tabago toman decisiones importantes sobre la administración del ingreso familiar.