La participación de la mujer en las campañas políticas y en los procesos constitucionales ha sido crucial y probablemente más destacada que la del hombre. No obstante, sigue siendo bajo el número relativo de mujeres que ocupan distintos niveles y cargos de autoridad en instituciones políticas. Se han adoptado medidas constitucionales y legales de “acción afirmativa” para corregir ese desequilibrio. Sin embargo, la “acción afirmativa” no debe considerarse como una solución permanente y duradera. En realidad, es una medida provisional a la que se recurre para asegurar a todos la posibilidad de competir en igualdad de condiciones. No es una solución o un fin en sí misma. Teniendo esto presente, hemos de cerciorarnos de su rigurosa aplicación hasta que alcancemos la meta fijada y la mujer pueda competir en pie de igualdad.

Discurso del Excmo. Sr. Isaias Afewrki, Presidente de Eritrea, con motivo del 20º Aniversario de la Unión Nacional de Mujeres Eritreas27 de noviembre de 1999

El Gobierno estableció un sistema de cupos (como medida de acción afirmativa) para fomentar la participación de la mujer en los órganos políticos de adopción de decisiones, a nivel tanto nacional como de la comunidad. El decreto No. 86/1996, relativo a la constitución de las asambleas regionales, dispone que se reservará el 30% de los escaños a las mujeres, que también podrán optar al 70% de escaños restante. Como consecuencia de este sistema, se ha producido un cambio notable en el grado de participación de la mujer en la política. Así, por ejemplo, el número de mujeres en las asambleas regionales aumentó del 20% en 1996 al 30% en 1998, de modo que de los 399 integrantes de las asambleas de las seis regiones, 122 son mujeres.

Las mujeres ocupan el 22,2% de los escaños de la Asamblea Nacional y una media del 30,5% en las asambleas de las seis zobas. Las cifras desglosadas por zobas son las siguientes: Maekel, 37%; Debub, 30%; Anseba, 28%; Gash-Barka, 29,7%; Mar Rojo meridional, 27% y Mar Rojo septentrional, 29,5%.

En todas las elecciones nacionales y regionales anteriores, el índice de participación de las mujeres fue muy alto. En estos momentos se están celebrando elecciones en todas las subregiones del país para integrar los órganos de administración locales; esta es la primera vez que no se reserva un porcentaje de escaños ni se aplica un sistema de cupos. Las elecciones son libres y democráticas y pueden presentarse a ellas como candidatos todos los habitantes de la localidad (hombres y mujeres) que reúnan las condiciones necesarias. Si bien no ha sido posible incluir las estadísticas pertinentes en este informe, cabe señalar que las mujeres aparentemente obtienen votos por su capacidad para gobernar y administrar las comunidades locales.

Al día de hoy, la participación de la mujer eritrea en la Asamblea Nacional está entre las más altas de los países africanos. Según la clasificación estadística mundial de noviembre de 2002 relativa a la presencia de mujeres en la Asamblea Nacional, los países que ocupan los primeros puestos son Mozambique (30%), Sudáfrica (29,8%), Rwanda (25,7%), Namibia (25%), Uganda (24,7%), Seychelles (23,5%) y Eritrea (22%), mientras que en el resto de los países africanos el porcentaje de mujeres oscila entre el 0% y el 19%.

Para fomentar más el acceso en pie de igualdad a las estructuras de poder y de adopción de decisiones y la plena participación en ellas, varias mujeres han sido nombradas para ocupar puestos de más responsabilidad. En la actualidad, tres mujeres son ministras (el 18% del gabinete ministerial). Son las titulares de las carteras de Justicia, Turismo y Trabajo y Bienestar Social. Además, hay varias jueces del Tribunal Superior, abogadas, directoras y directoras generales.

Tres de los 19 miembros del Politburó (15,7%) del Frente Popular para la Democracia y la Justicia son mujeres, así como 12 de los 75 miembros del Comité Central (16%). Las mujeres han desempeñado y siguen desempeñando un papel fundamental en la actividad política del país. Casi el 50% de los miembros del Frente Popular para la Democracia y la Justicia del país y de la diáspora son mujeres.

Cuadro 1Desglose por género de los altos cargos del Estado

1998

2002

Número

Cargo oficial

Número de mujeres

Total

Porcentaje de mujeres

Número de mujeres

Total

Porcentaje de mujeres

1.

Asamblea Nacional

33

150

22

33

150

22

2.

Ministros

2

17

11,7

3

17

17,6

3.

Directores generales

4.

Directores

5.

Gobernadores de las Regiones

0

6

0

0

6

0

6.

Gobernadores de las Subregiones

3

53

5,7

n.d.

n.d.

n.d.

10.

Embajadores

2

18

11,

1

30

33

Consejeros

1

13

8

1

9

11

Cónsules Generales

1

6

10,7

1

5

20

Primeros secretarios

0

19

0

2

26

7,6

Segundos secretarios

1

31

3,12

2

37

5,4

Terceros secretarios

2

23

8,0

5

9

55,5

11.

Magistrados de la Corte Suprema

14

89

16

3

25

12

Jueces de tribunales regionales

..

..

..

5

41

12

Jueces de tribunales subregionales

..

..

..

5

23

21,7

12.

Abogados

9

54

16,6

Fuente: Ministerio de Trabajo y Bienestar Social, Ministerio de Justicia y Ministerio de Relaciones Exteriores.

Las fuerzas armadas (el ejército, la fuerza aérea y la armada), la policía civil, la policía de inmigración, etc., tradicionalmente han estado reservadas a los hombres. La participación de la mujer eritrea en el movimiento de liberación fue un fenómeno excepcional, ya que las mujeres componían el 30% del ejército de liberación nacional y desempeñaron un papel sin precedentes que dejó una profunda huella en la actual constitución de las fuerzas de defensa y en la participación de la mujer.

En la actualidad, el grado de participación de la mujer en las fuerzas de defensa nacional es muy elevado, tanto en el ejército profesional como en las fuerzas de reserva y en el servicio militar. Actualmente, las mujeres constituyen el 3,09% de los efectivos del ejército, el 3,30% de los de la armada, el 8,92% de los de la fuerza aérea, el 10,36% del personal administrativo y de apoyo del Ministerio de Defensa y hay más de 400 mujeres oficiales en servicio activo en el ejército. La proporción de mujeres en la policía es del 19,6% y el 7,9% de los oficiales de policía son mujeres.

Asimismo, la mujer tiene una representación considerable en las organizaciones no gubernamentales, y en la Confederación Nacional de Trabajadores Eritreos o la Unión Nacional de Jóvenes y Estudiantes Eritreos, organizaciones nacionales que representan a los trabajadores y a los jóvenes y estudiantes del país, respectivamente. Así, por ejemplo, de los 39 miembros del Comité Central de la Unión Nacional de Jóvenes y Estudiantes Eritreos, el 30,7% son mujeres y una de ellas ocupa un cargo directivo. Las mujeres constituyen el 27% de los miembros del Comité Central de la Confederación Nacional de Trabajadores Eritreos y hay una mujer en el comité ejecutivo. Ambas organizaciones cuentan con una sección de cuestiones de género que está dando sus primeros pasos y adoptando medidas concretas en pro del adelanto de la mujer.

Son muchas las agrupaciones profesionales públicas en las que las mujeres tienen una importante y activa participación: asociaciones de maestros, enfermeras, médicos o ingenieros, federaciones deportivas, asociaciones mercantiles o de empresarios, la Cámara de Comercio, etc. Sin embargo, la gran mayoría de estas organizaciones son urbanas, por lo cual queda excluida la mayor parte de las mujeres que viven en zonas rurales o semiurbanas. Por razones culturales obvias, en el entorno rural la mujer sigue estando marginada y no participa en este tipo de asociaciones.

Artículo 8Representación en el plano internacional

En principio la mujer tiene igual acceso que el hombre a los puestos diplomáticos e internacionales. Sin embargo, en la práctica parece estar menos representada. Actualmente existen 30 misiones en el exterior, una sola encabezada por una mujer. Es un hecho indiscutible que la mujer no goza de amplia representación en la labor relacionada con los asuntos internacionales del país, muy en especial en puestos de categoría superior en la administración y las representaciones en el exterior. Las mujeres representan sólo el 10% del personal de las misiones en el exterior, lo que puede apreciarse en mayor detalle en el cuadro que figura a continuación.

Cuadro 2La mujer en los asuntos internacionales

No.

Misiones en el exterior

Mujeres

Hombres

Porcentaje de mujeres

1.

Ministros – Director Generales

Ninguna

8

0

2.

Jefes de Misión (Embajadores)

1

29

3

3.

Ministros Consejeros

1

9

10

4.

Cónsules Generales

1

5

16

5.

Directores

1

13

7

6.

Primeros Secretarios

2

24

7,6

7.

Segundos Secretarios

2

35

5

8.

Terceros Secretarios

5

4

55,5

9.

Agregados

1

4

20

14

131

10

Fuente : Ministerio de Relaciones Exteriores, septiembre de 2002.

Comparados con los datos estadísticos sobre misiones en el exterior correspondientes a 1998, ha mejorado ligeramente la participación de la mujer sobre todo a nivel dePrimeros y Segundos Secretarios. El puesto de Director de la Oficina para las Naciones Unidas y las organizaciones internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores, uno de los más importantes, lo ocupa actualmente una mujer.

Si bien no hay constancia amplia ni efectiva de la composición de las delegaciones gubernamentales que viajan al exterior, por lo general las mujeres (ministras, directoras, miembros del Parlamento, dirigentes de organizaciones de masas, entre otras) sí participan y representan al Gobierno en diversos foros internacionales y en delegaciones bilaterales y multilaterales, sobre todo si se trata de su esfera de competencia.

Por intermedio de la Unión Nacional de Mujeres Eritreas, mujeres eritreas representan al Gobierno en la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer, la Oficina de asuntos de la mujer de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo, la Federación de Empresas Africanas y otras organizaciones regionales de mujeres.

Claro está, se necesita una mayor dedicación y un plan eficaz para alentar la participación de la mujer en la esfera de las relaciones internacionales. A las mujeres jóvenes se las debería guiar, potenciar y preparar profesionalmente, de manera concienzuda, para que sean diplomáticas y representen al país internacionalmente.

Artículo 9Nacionalidad

La mujer eritrea goza de iguales derechos que el hombre para adquirir, cambiar o conservar su nacionalidad.

Si bien los pormenores del derecho de ciudadanía se exponen en la Ley de ciudadanía, las bases de ese derecho se sientan en la Constitución misma. El texto del artículo 3 sobre la ciudadanía es como sigue:

Párrafo uno: Toda persona nacida de padre o madre eritreo es eritrea por nac i miento.

Párrafo tres: Los pormenores relativos a la ciudadanía serán reglamentados por ley.

En consecuencia, la Ley de ciudadanía promulgada en virtud de la proclamación No. 21/1992 es el reglamento en que mejor se incorporan las consideraciones de género y se aplica ampliamente sin graves obstáculos. En dicha ley se estipula que la nacionalidad eritrea podrá adquirirse por nacimiento, por naturalización, por adopción y por matrimonio.

Todas las leyes arraigadas en tradiciones y costumbres fueron revocadas y quedaron prohibidas instantáneamente las prácticas según las cuales los hijos nacidos fuera del matrimonio o de padres no eritreos no podían ni adquirir ni conferir la nacionalidad de sus madres.

Si una mujer eritrea se casa con un extranjero, no pierde automáticamente su ciudadanía a menos que ella misma cambie su nacionalidad. De modo análogo, un nacional extranjero no adquiere automáticamente la nacionalidad eritrea al contraer matrimonio con una mujer eritrea, pero sí puede obtener la ciudadanía eritrea mediante la naturalización siguiendo los canales y cumpliendo los trámites establecidos.

Toda persona que nazca en Eritrea es ciudadano eritreo. Además, toda persona que nazca en Eritrea de padres no identificados también es ciudadano eritreo.

Una mujer puede obtener un pasaporte nacional por su cuenta sin el consentimiento de su esposo. No obstante, en caso de que sus hijos viajen y necesiten pasaporte, se precisa el consentimiento tanto de la madre como del padre. Lo mismo se aplica a un hijo nacido fuera del matrimonio, en cuyo caso se exige el consentimiento de la madre o el padre soltero.

Una mujer puede adoptar un niño ajeno y concederle su nacionalidad eritrea.

En sentido general, no existen problemas relacionados con el género en lo que respecta a la cuestión de la nacionalidad.

Artículo 10Educación

El actual sistema de enseñanza en Eritrea que consta de cuatro niveles, el denominado sistema 5-2-4-4, será reemplazado por el sistema 6-2-4-4 a partir del año en curso. En virtud del nuevo sistema la enseñanza primaria será de seis años, la enseñanza media de dos años, la enseñanza secundaria de cuatro años y la enseñanza superior o universitaria de cuatro años. También se imparten la educación extraescolar y cursos de alfabetización.

En el apartado 1) del artículo 21 del capítulo III de la Constitución de Eritrea —Sobre derechos, libertades y deberes fundamentales— se estipula lo siguiente:

Todo ciudadano gozará del derecho a tener igual acceso a los servicios sociales financiados con cargo a fondos públicos. El Estado, dentro de los límites de sus recursos, procurará prestar a todos sus ciudadanos servicios de s a lud y educación, servicios culturales y otros servicios sociales.

La política educacional del Ministerio de Educación se propone, entre otras cosas, lo siguiente:

Promover la igualdad de oportunidades en lo que respecta al acceso a la educación de todos los niños en edad escolar, así como a la equidad, pertinencia y continuidad de esa educación.

A esos efectos, la mujer eritrea goza del derecho legítimo a la igualdad de acceso y oportunidades con el hombre en la esfera de la educación. La política educacional del Estado eritreo garantiza la enseñanza básica gratuita y obligatoria para todos sin distinción de sexo. Todas las escuelas, desde la enseñanza preescolar hasta la universitaria, aplican un régimen coeducacional conforme al cual todos los estudiantes de ambos sexos asisten a clases mixtas en todos los niveles. No obstante, en algunas zonas remotas se ensaya un proyecto experimental de internados para niñas en un intento de resolver el problema de la lejanía de las escuelas a que hacen frente éstas en la enseñanza media y secundaria.

El sistema de enseñanza se amplió rápidamente tras alcanzar el país su independencia. Aumentaron marcadamente la construcción de nuevas escuelas y la rehabilitación de las ya existentes; por ejemplo, el número de escuelas primarias aumentó de 258 en 1991/1992 a 579 en 2000/2001, lo que representa un incremento de más del 55%. Actualmente existen en todo el país 91 centros preescolares, 667 escuelas primarias, 142 escuelas medias, 43 escuelas secundarias, 10 escuelas técnicas, 3 escuelas de la enseñanza especial, 2 escuelas de formación de maestros y 874 centros donde se imparten programas de alfabetización. La mayoría de las escuelas son públicas mientras que aproximadamente el 10% son privadas. No obstante, casi todos los centro preescolares son administrados por misioneros o las comunidades. Sólo existe una Universidad, en la que la mujer está insuficientemente representada al sólo constituir aproximadamente el 14% del estudiantado.

En términos generales, si bien en los últimos años se han producido cambios marcados en la situación educacional de las niñas, será necesario adoptar nuevas medidas para poder mejorar la situación actual. Según la encuesta demográfica y de salud realizada en Eritrea en 2002, el 52% de las mujeres carecen de educación escolar (en comparación con el 67% registrado en la encuesta demográfica y de salud de 1995); el 27% ha cursado la enseñanza primaria (el 23% en 1995); el 8,5% ha cursado la enseñanza media; el 10,7% ha cursado la enseñanza secundaria; y más del 0,9% ha cursado la enseñanza universitaria. Si bien en la actual etapa las oportunidades educacionales se concentran mayormente en las zonas urbanas, el Ministerio de Educación procura hacer extensivo el sistema a las zonas rurales y remotas a fin de poder prestar esos servicios a una mayor parte de la población.

El Ministerio de Educación lleva estadísticas desglosadas por género, lo que facilita seguir de cerca y determinar la situación de la mujer en la educación y adoptar medidas normativas apropiadas para salvar la brecha en materia de género y promover la participación de la mujer. En el siguiente cuadro se indica la participación de las niñas en diferentes niveles de la enseñanza pública.

Cuadro 3Tasa de matrícula escolar de las niñas

1998/1999

1999/2000

2000/2001

Nivel o tipo de enseñanza

Total

Niñas

Porcentaje de niñas

Total

Niñas

Porcentaje de niñas

Total

Niñas

Porcentaje de niñas

Preescolar

11 581

5 413

46,7

11 885

5 704

47,9

12 436

5 896

47

Primario

261 963

118 385

45,2

295 941

133 045

45,0

298 691

134 168

45

Media

67 021

29 290

43,7

74 317

33 284

44,8

70 966

32 320

45,5

Secundaria

47 533

17 756

37,4

59 626

22 093

37,1

63 951

23 596

36,8

Técnica y profesional

908

140

15,4

1 018

147

14,4

1 306

291

22

Comercio y economía

187

62

33

190

58

30,5

295

107

36

Agricultura, música y arte

n.d.

n.d.

265

85

32,0

128

46

35,9**

Fuente: Estadísticas de la enseñanza básica del Ministerio de Educación.

**No se incluye la agricultura.

Esos datos estadísticos indican que no hay una marcada diferencia entre los géneros en la matrícula escolar de las enseñanzas preescolar, primaria y media y también en los cinco últimos años la participación de las niñas ha venido aumentado considerablemente, especialmente en la enseñanza primaria. También cabe señalar que la matrícula escolar de las niñas en la enseñanza primaria casi se duplicó en 1998/1999 (118.385) en comparación con 1991/1992 (69.236).

No obstante, según la tasa neta de asistencia por región o por antecedentes urbanos y rurales de las estudiantes, si existe una marcada diferencia que exige atención, lo que significa que la asistencia de las niñas en las zonas urbanas es mejor que la de las niñas en las zonas rurales en todos los niveles y que la tasa de matrícula escolar del 45% en la enseñanza primaria y media no representa realmente a las niñas de las zonas rurales.

Cuadro 4Tasa de asistencia escolar de las niñas por antecedentes

Nivel de enseñanza

Zonas urbanas

Zonas rurales

Primaria

41,5

27,2

Media

38,1

9,1

Secundaria

36,6

8,4

En lo que respecta a la enseñanza técnica y profesional, la participación sigue siendo sumamente baja, lo que exige que se adopten medidas eficaces (véase el cuadro siguiente).

Cuadro 5Niñas en la enseñanza y capacitación técnica y profesional

Nivel avanzado

Oficio/taller

Total

Niñas

Porcentaje de niñas

Taller de maquinarias

64

3

4,6

Contabilidad

100

35

35

Banca y finanzas

61

16

26

Gestión

65

13

20

Secretariado

69

43

62

Nivel básico

Agricultura general

33

3

9

Agromecánica

18

0

0

Ciencia animal

17

14

82

Ciencia vegetal

5

0

0

Fuente: Estadísticas de la enseñanza básica de 2000/2001.

El Ministerio tiene previsto mejorar la participación de las niñas en esta esfera, para lo cual ha elaborado una estrategia nacional para reformar la enseñanza y capacitación técnica y profesional, que se propone lo siguiente:

•Aumentar la matrícula de las participantes en el programa de enseñanza y capacitación técnica y profesional hasta el 30% para fines del año escolar 2006;

•Integrar a más tardar en 2006 todos los cursos de capacitación en estereotipos de género;

•Contratar a dos funcionarios especializados en asesoramiento en materia profesional y de género con el fin de brindar orientación a las escuelas y comunidades sobre cómo lograr un máximo de participación de la población femenina y las minorías;

•Velar por que todos los cursos de capacitación estén abiertos a la mujer.

Tasas de deserción escolar y repitentes

El rendimiento escolar de las niñas en la enseñanza primaria es muy superior a la de los niños. Sin embargo, a medida que aumenta el nivel de enseñanza disminuye el rendimiento escolar de las niñas y aumenta su tasa de deserción. Esto ha sido un grave problema para el Ministerio de Educación, por lo que existe un plan actual de investigar las razones por las cuales las niñas registran tasas de producción más bajas y tasas de repitencia más altas que los niños a medida que avanzan de grado.

Según la política del Ministerio de Educación, si un estudiante no pasa de grado en dos ocasiones, no se le permite continuar. De ahí que en la lista de desertores escolares se incluya no sólo a los estudiantes que han abandonado la escuela por razones personales, sino también a los repitentes que no han pasado de grado en cualquier nivel de enseñanza. En el Ministerio de Educación no existen datos globales que indiquen el número de embarazadas en el nivel de enseñanza secundaria o su situación.

Sin embargo, si bien no está codificado en la Ley de educación jurídica, las niñas gozan de protección administrativa en caso de salir embarazadas, pues no podrán ser expulsadas y tendrán derecho a asistir a clase y a reanudar sus estudios. No obstante, en la práctica, en casos de matrimonio precoz o embarazo no deseado en la adolescencia, las niñas son reacias a seguir estudiando.

Cuadro 6Repitentes por nivel de enseñanza y género

1998/1999

1999/2000

Nivel de enseñanza

Porcentaje de niños

Porcentaje de niñas

Porcentaje de niños

Porcentaje de niñas

Primaria

20,43

22,32

14,3

15,2

Media

16,29

27,22

16,9

24,0

Secundaria

20,42

36,55

15,6

23,8

Fuente: Estadísticas de la enseñanza básica del Ministerio de Educación.

Cuadro 7Deserción por nivel de enseñanza y género

1998/1999

1999/2000

Nivel de enseñanza

Porcentaje de niños

Porcentaje de niñas

Porcentaje de niños

Porcentaje de niñas

Primaria

9,39

8,7

13,3

12,7

Media

9,51

8,05

20,8

14,1

Secundaria

10,03

7,39

26,0

12,5

Fuente: Estadísticas de la enseñanza básica del Ministerio de Educación.

En sentido general, ciertos factores académicos y otros de índole extraescolar (las tareas en el hogar, la distancia entre el hogar y la escuela, los efectos de la pobreza, la falta de apoyo de los padres, el matrimonio precoz, el embarazo, entre otros) explican la elevada tasa de repitencia y deserción de las estudiantes en todos los niveles de enseñanza. Sin embargo, es realmente sorprendente que la deserción sea más frecuente entre niños que niñas, e incluso mucho más frecuente en la enseñanza secundaria. El Ministerio de Educación tiene planes de investigar en profundidad y evaluar la situación con el fin de precisar y atender las causas fundamentales y recomendar un plan de acción estratégico para reducir a un mínimo el nivel de repitencia y deserción y aumentar la eficiencia interna de la enseñanza.

A fin de estimular la participación de los padres en el programa escolar y ayudarles a formar parte del desarrollo general del sistema escolar, se alienta a las escuelas a que establezcan comités de padres y maestros. Los efectos de esos comités dependen del grado de dedicación de cada uno de ellos. En términos prácticos, algunos comités tienden a tratar la escasa participación de las niñas y a hallar soluciones locales, mientras que otros se centran en la prestación de apoyo logístico en las escuelas.

La mujer en cargos relacionados con la educación

El Ministerio de Educación es uno de los sectores públicos en que es evidente la participación de la mujer. En la profesión docente la participación de la mujer en la enseñanza primaria (35% a 40%) es mayor que en las enseñanzas secundaria y media, que es del 11% y el 12%, respectivamente. Sin embargo, en las escuelas técnicas (10 en todo el país) las maestras son casi inexistentes, pues sólo constituyen el 5%. La situación cambia marcadamente a nivel de instituto de formación de maestros, pues el porcentaje de mujeres aumentó de sólo el 6% en 1998/1999 al 30% en 2000/2001. En la enseñanza preescolar parecen predominar excesivamente las maestras (véase el cuadro siguiente).

Cuadro 8Maestras

1998/1999

1999/2000

2000/2001

Nivel o tipo de enseñanza

Porcentaje de mujeres

Mujeres

Total

Porcentaje de mujeres

Mujeres

Total

Porcentaje de mujeres

Mujeres

Total

Preescolar

97

312

321

98

314

320

97,5

318

326

Primaria

34,9

1 951

5 576

37,4

2 330

6 229

36

2 710

6 668

Media

12,3

149

1 208

12,7

167

1 312

11,6

160

1 377

Secundaria

11,4

112

982

10,4

109

1 047

9,6

115

1 188

Formación de maestros

7,8

3

38

6,25

2

32

29,7

11

37

Técnica y profesional

3,9

4

101

8,6

9

104

5,2

9

173

Fuente: Indicadores esenciales de la enseñanza del Ministerio de Educación de 2000/2001.

En el Ministerio, de un total de nueve funcionarios, dos mujeres ocupan el cargo de Director en dos secciones; ninguna mujer ocupa cargo de Director General; y ninguna mujer ocupa el cargo de Director en las oficinas regionales del Ministerio. En consecuencia, puede afirmarse que el hombre predomina en todos los cargos de alto nivel relacionados con la educación. Llama la atención el escaso número de directoras de escuela y la casi ausencia de supervisoras en todo el país. Por consiguiente, no cabe duda que la mujer está subrepresentada en los cargos relacionados con la gestión de la enseñanza.

Cuadro 9Directoras de escuela en la enseñanza primaria

Regiones

Total

Mujeres

Porcentaje de mujeres

Debub

214

6

2,80

Anseba

110

7

6,36

Mar Rojo septentrional

79

6

7,5

Gash-Barka

153

3

0,02

Maekel

108

10

9,25

Mar Rojo meridional

24

n.d.

Fuente: Ministerio de Educación, Oficina regional.

Si bien las becas y demás subvenciones para cursar estudios se otorgan sin distinción de sexo u origen étnico, la participación de la mujer en la enseñanza profesional y técnica superior es actualmente muy escasa. Si bien se alienta a las mujeres a que aprovechen las becas, no se ha analizado la posibilidad de reservar cierto cupo de becas para ese fin.

Cuadro 10Matrícula universitaria de la mujer en 1998-2001

Programa

1998/1999

1999/2000

2000/2001

Mujeres

540

592

652

Total

3 994

4 135

4 628

Porcentaje de mujeres

13,52

14,31

14,1

Fuente: Asuntos académicos de la Universidad de Asmara.

La tasa de matrícula de mujeres en la Universidad en programas de licenciatura, diplomatura y certificación oscila entre el 13% y el 14%. En 2001 aumentó ligeramente la matrícula. Sin embargo, la participación de las estudiantes sigue siendo escasa si se la compara con la de los estudiantes. Otra conclusión que se deriva de los datos estadísticos de la Universidad es que las estudiantes parecen tender a inclinarse hacia las ciencias sociales. Por ejemplo, en el programa de primer año de 1999/2000 sólo 47 mujeres estudiantes se matricularon en el curso de ciencia natural, mientras que 136 optaron por el curso de ciencia social; en el programa de primer año de 2000/2001 un total de 62 mujeres estudiantes optaron por el programa de ciencia natural, mientras que 128 se matricularon en el programa de ciencia social. Si bien resulta difícil llegar a una conclusión al respecto, podría afirmarse que las mujeres estudiantes tienden a preferir los programas sociales.

Cuadro 11Graduadas universitarias, 1991-2001

Escuelas universitarias

Licenciatura

Diplomatura

Certificación

Total general

Hombres

Mujeres

Total

Hombres

Mujeres

Total

Hombres

Mujeres

Total

Total

Porcentaje

Ciencia natural

686

79

765

20

2

22

787

16,6

Ciencia sanitaria

66

17

83

34

4

38

121

2,6

Arte y ciencia social

462

64

526

164

42

206

105

33

138

870

18,4

Comercio y economía

882

156

1 038

290

164

454

262

77

339

1 831

38,7

Educación

85

15

100

212

15

227

327

6,9

Agricultura y ciencia acuática

407

59

466

11

4

15

481

10,2

Ingeniería

75

2

77

228

14

242

319

6,7

Total

2 663

392

3 055

939

243

1 182

387

112

499

4 736

100

Porcentaje

87,2

12,8

100

79,4

20,6

100

77,6

22,4

100

Fuente: Datos estadísticos de la Universidad.

En lo que respecta a las mujeres que ocupan cargos académicos en la Universidad, éstas son pocas. Por ejemplo, dos de los ocho Decanos son mujeres y uno de los nueve Directores es una mujer.

Recientemente se ha propuesto establecer un centro de investigación, estudios y recursos en materia de género en la Universidad de Asmara. El centro estaría regido por un comité de dirección pertinente a la estructura de la Universidad y lo asistirá un comité asesor integrado por representantes de instituciones afines (el Ministerio de Educación, la Unión Nacional de Mujeres Eritreas, la Unión Nacional de Jóvenes y Estudiantes Eritreos) y otras organizaciones.

El propuesto centro de investigación, estudios y recursos en materia de género tendría por objeto servir de centro de conocimientos y excelencia en lo que respecta a cuestiones relacionadas con la mujer y el género, generar datos confiables para la política nacional y centrarse fundamentalmente en la educación. Se espera que el centro desempeñe un papel decisivo en la definición de las cuestiones de importancia crítica, la generación de los conocimientos necesarios y la elaboración de información con miras a formular enfoques estratégicos para garantizar la participación de la mujer en el desarrollo del país.

Plan de estudios y estereotipos de género

Los estudiantes de ambos sexos tienen acceso a los mismos planes de estudios, exámenes, técnicas de evaluación y medidas de disciplina escolar; a un personal docente igualmente calificado, los mismos locales escolares y un equipo de igual calidad. No obstante, aun cuando todas las asignaturas fueran obligatorias y asequibles para todos los estudiantes, podría seguir habiendo problemas de acceso en los siguientes casos:

1.Cuando las niñas fueran blanco de acoso o intimidación por parte de los niños cuando cursan una materia particular (interacción entre alumnos);

2.Si el contenido del programa de una materia particular resultara familiar o pertinente a los niños y ajeno a las niñas (pertinencia);

3.Cuando los maestros dieran consciente o inconscientemente un trato preferencial a los niños en detrimento de las niñas en determinadas materias (trato preferencial);

4.Cuando se desalentara sistemáticamente a las niñas a seguir un determinado camino de desarrollo profesional o no se les informara de oportunidades de desarrollo profesional en determinadas materias (limitadas opciones de desarrollo profesional).

A esos efectos, el Ministerio de Educación se ha esforzado al máximo por definir las cuestiones relacionadas con los estereotipos de género e incorporar la problemática del género en los planes de estudios del sistema de enseñanza. Hasta la fecha, se han eliminado ciertos conceptos e ilustraciones pictóricas estereotipados del material didáctico, por ejemplo, de los libros de texto escolares, la guía del maestro, folletos y afiches. No obstante, queda mucho por hacer en lo que respecta a cambiar y mejorar el lenguaje que se utiliza en los libros de texto y ciertas descripciones, que actualmente favorecen al hombre.

La creación de un manual de capacitación en materia de género y la impartición de cursos en cuestiones de género se han incluido en el programa del Ministerio de Educación a fin de promover y garantizar la igualdad de enfoque y trato de ambos sexos y de evitar todo acto de discriminación en la enseñanza. En el Instituto de Formación de Maestros de Asmara se imparte un curso de género como asignatura complementaria para los estudiantes que tras graduarse trabajarán en la enseñanza primaria. Teniendo en cuenta la importancia primordial de la sensibilización en cuestiones de género entre los maestros, el Instituto de Formación de Maestros de Asmara ha elaborado recientemente un Manual de capacitación en materia de género titulado The Gender Fair Teacher, que se incorporará en el plan de estudios de pedagogía.

Es digna de elogio la política de coeducación y el uso del sistema de escuelas mixtas por parte del Ministerio, lo que contribuye en gran medida a reducir los estereotipos en la enseñanza.

Existe determinada actitud respecto de las materias por las que optan las niñas en la escuela. Por lo general se ha sobreententido que las niñas prefieren las materias sociales, consideradas fáciles, en lugar de la ciencia natural. Esto había influido en la mala orientación que recibían las niñas en el sentido de que deberían centrarse en las materias “fáciles”, y ha contribuido a que su rendimiento en la enseñanza secundaria en materias como la matemática, la física, la química, entre otras, haya sido bajo. Por ejemplo, la participación de las niñas en la enseñanza técnica sólo alcanza el 14%, mientras que la tasa de promoción es inferior al 10%. Por otra parte, las niñas y mujeres constituyen la gran mayoría en las escuelas de comercio y en los cursos de secretariado y gestión de oficinas.

Resulta sobremanera difícil fundamentar el hecho de que las niñas prefieren las carreras “fáciles” puesto que no existen datos que permitan hacerlo. No obstante, sí es un hecho general que el índice de promoción en matemática de casi todos los estudiantes de la enseñanza media es inferior a la media, pues sólo el 14,88% de los estudiantes que se presentaron al examen nacional de séptimo grado superó ese índice. Con el apoyo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el Ministerio de Educación realizó una encuesta sobre el rendimiento escolar en 2001 en 60 escuelas primarias en representación de seis regiones y todos los grupos étnicos. La encuesta abarcó los grados 3° a 5° y los resultados arrojaron que si bien las calificaciones tanto de los niños como de las niñas en matemática y cultura general eran más bajas, el rendimiento de las niñas era muy inferior a la de los niños (véase el siguiente cuadro).

Cuadro 12Vigilancia del rendimiento escolar en quinto grado

MML

DML

Materias

Niños

Niñas

Sig.

Niños

Niñas

Sig.

Inglés

59,1

48,5

0,000

16,1

9,5

0,000

Lengua materna

72,7

74,4

0,397

19,0

15,6

0,045

Matemática

16,5

10,5

0,000

3,3

1,20

0,001

Cultura general

40,0

25,0

0,000

3,4

1,1

0,003

Combinados

36,6

26,8

0,000

3,3

2,4

0,001

Fuente: Estadísticas de la enseñanza básica de 1999/2000.

En la encuesta no se indican en sí las razones por las que el rendimiento de las niñas es inferior a la de los niños y si en ello influye de alguna manera el enfoque basado en estereotipos de género en el proceso de aprendizaje. Es necesario seguir analizando esta situación.

El número de niñas que se presentaron al examen del Certificado de enseñanza secundaria de Eritrea, que debe aprobarse si se aspira a cursar estudios universitarios, fue de 2.905 en 1999, de las cuales sólo lograron aprobar 161 (el 5,5%). Ello indica que el rendimiento de las niñas en los grados superiores (lo que viene observándose en realidad desde la enseñanza primaria) es poco satisfactorio y exige una atención adecuada.

La Unión Nacional de Mujeres Eritreas y la Unión Nacional de Jóvenes y Estudiantes Eritreos imparten determinados programas, si bien con ciertas limitaciones, dirigidos a mejorar el rendimiento escolar de las niñas sobre todo en matemática y otras materias relacionadas con la ciencia natural, organizando clases complementarias para niñas con dificultades en matemática y física. El Ministerio de Educación aún no ha abordado la necesidad de reducir las tasas de deserción escolar de las niñas ni la organización de programas para las niñas y mujeres que han abandonado los estudios prematuramente.

El Ministerio aún no ha elaborado un documento normativo sobre la educación de las niñas. Actualmente se ejecuta un proyecto financiado por el UNICEF sobre el estudio y la formulación de una política nacional en materia de educación de las niñas con el fin de establecer la necesaria documentación normativa.

Educación especial

Existen dos escuelas no gubernamentales para sordos y una escuela pública para ciegos con un cupo total de 213 estudiantes, la mitad de los cuales son niñas y mujeres. No se cuenta con suficientes maestros calificados, más de la mitad mujeres. Las escuelas aplican el plan de estudios de la enseñanza básica correspondiente al nivel primario, por lo que no se realizan actividades especialmente adaptadas a las necesidades de esa categoría particular. Las estadísticas correspondientes a 1998-2001 no arrojan distinciones por razón de género en la matrícula y participación de ambos sexos en ese programa especial. Según el Ministerio de Educación existen, claro está, muchos otros niños con necesidades especiales, respecto de los cuales se lleva a cabo actualmente un trabajo de identificación y clasificación.

Educación de adultos

En el Programa nacional de alfabetización del Ministerio de Educación se declara explícitamente que uno de sus principales objetivos es reducir la disparidad entre los sexos en cuanto a la habilidad de leer y escribir, aumentando la participación de la mujer en los programas de alfabetización.

A ese fin, se ha hecho mucho hincapié en alentar la participación de la mujer para reducir la elevada tasa de analfabetismo de la mujer en Eritrea. Las clases se imparten en la lengua materna para facilitar el proceso y los manuales y demás lecturas complementarias se preparan en ocho idiomas autóctonos (de un total de nueve). Se han establecido más de 60 bibliotecas rurales para alentar a las comunidades a que lean libros simplificados y publicaciones locales y con ello sostengan el proceso de aprendizaje. El programa se refuerza asimismo con la apertura de centros de radioescuchas donde las mujeres y demás miembros de la comunidad disfrutan de una programación radial para adultos en sus respectivas clases.

El 90% de los participantes en el Plan nacional de alfabetización son mujeres agricultoras y seminómadas. La participación de la mujer es por lo general elevada en dos grupos étnicos (23% a 64%), al tiempo que en los restantes grupos étnicos sigue siendo escasa (1% a 3%). La División de Educación de Adultos y otros sectores interesados deberían hacer especial hincapié en la adopción de medidas que benefician a esos grupos desfavorecidos. Se imparten clases en más de 1.045 centros en todo el país. Al final del curso los estudiantes sabrán leer y escribir y tendrán conocimientos básicos de matemática.

Más de 52.000 adultos se matricularon en los programas de alfabetización auspiciados por la División de Educación de Adultos del Ministerio de Educación en 2000/2001, el 90% de ellos mujeres. El secreto del éxito del programa fue la participación de más de 2.500 maestras jóvenes que viajaron a todas las aldeas y a cada centro de alfabetización trabajando con celo y dedicación para alfabetizar a un vasto número de participantes adultas.

El programa lo encabezó la División de Educación de Adultos y contó con la notable cooperación de los gobiernos locales y la Unión Nacional de Mujeres Eritreas. Por ejemplo, en respuesta a una solicitud de la Unión Nacional de Mujeres Eritreas y la División de Adultos del Ministerio de Educación, en febrero de 2002 el Programa Mundial de Alimentos (PMA) comenzó a prestar ayuda alimentaria al programa “Alimentos por capacitación” del Ministerio de Educación, que abarcó a 6.000 beneficiarios en 72 centros de alfabetización de adultos en las regiones de Anseba y el Mar Rojo septentrional. Según la División de Educación de Adultos mejoró la asistencia a clase y disminuyeron las tasas de deserción.

Cuadro 13Participación de la mujer en los programas de alfabetización

Primer nivel

Segundo nivel

Tercer nivel

Región de Zoba

Hombres

Mujeres

Porcen-taje de mujeres

Hombres

Mujeres

Porcen-taje de mujeres

Hombres

Mujeres

Porcen-taje de mujeres

Maekel

10

1 564

99,3

15

1 046

98,5

7

205

96,6

Debub

1 001

13 592

93,14

300

7 097

95,9

57

2 095

97,3

Anseba

638

4 419

87,38

308

2 521

89,1

158

1 201

88,3

Gash-Barka

1 580

6 310

79,97

399

2 646

86,8

84

506

85,7

S. K. Bahri

272

2 481

90,11

111

1 115

90,9

17

449

96,3

D. K. Bahri

133

382

74,17

20

67

77

2

23

92

Total

3 634

28 748

88,7

1 153

14 492

92,6

325

4 479

93,2

Fuente: Estadísticas de la División de Educación de Adultos del Ministerio de Educación de 2000/2001.

La División de Educación de Adultos fue galardonada con el Premio de Alfabetización de la Asociación Internacional de Lectura en julio de 2002 en reconocimiento de la excelente labor realizada por sus programas de alfabetización.

Antes del Programa nacional de alfabetización, que comenzó en 1997, la Unión Nacional de Mujeres Eritreas y otras organizaciones no gubernamentales locales tuvieron éxito librando una amplia campaña contra el analfabetismo de la mujer en todo el país, en la que participaron más de 30.000 mujeres y niñas.

Como efecto secundario se ha registrado una marcada mejoría en el nivel de alfabetización de la mujer en los cinco últimos años. Actualmente, el 49% de las mujeres sabe leer y escribir, comparado con el 34,1% en 1995.

Deportes, artes visuales y educación sexual

A las niñas no se las segrega en las actividades deportivas en las escuelas y los clubes de jóvenes ni en las clases de artes visuales. En vista de que la educación física es parte del plan de estudios del programa escolar y al propio tiempo una asignatura obligatoria para niños de ambos sexos sin distinción alguna, no se han producido problemas mayores. Además, a las mujeres se las acepta como miembros en todas las federaciones deportivas auspiciadas por el Ministerio de Educación.

La educación sexual como tal comienza oficialmente en la enseñanza media como parte de las clases de biología dedicadas a la población escolar de adolescentes. No obstante, el programa más pertinente sobre educación sexual a nivel secundario lo imparte la Unión Nacional de Jóvenes y Estudiantes Eritreos como parte de sus actividades de asesoramiento de jóvenes, en las que se tratan ampliamente cuestiones relacionadas con el virus de la inmunodeficiencia humana y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH/SIDA), la planificación de la familia y el embarazo en la adolescencia.

Por último, el éxito del programa de educación en general y el mejoramiento de la educación de las niñas en particular dependen principalmente de los esfuerzos coordinados de los “tres pilares de la educación”, esto es los padres, los estudiantes y el Gobierno.

Artículo 11Empleo

El empleo asume diversas formas entre las mujeres: hay empleadas a tiempo completo del sector público y del sector privado, trabajadoras a tiempo parcial, trabajadoras autónomas, y trabajadoras de temporada. En comparación, hay más mujeres que trabajan en las ciudades que en la zonas rurales.

El 90% de las mujeres de las zonas urbanas que trabajan reciben su remuneración en dinero. En cambio, las mujeres de las zonas rurales por lo general no reciben pago en dinero en efectivo por su trabajo y la mayoría de ellas trabajan por cuenta propia o para parientes (alrededor del 40%). La información sobre la ocupación actual de las trabajadoras muestra que la mayoría de las mujeres que trabajan (el 55%) lo hacen en el sector agrícola: el 44% trabaja su propia tierra, el 6% trabaja para otros y el 5% trabaja en terrenos de propiedad de su familia. De las mujeres que no trabajan en la agricultura, el 9% trabaja en el sector de las ventas o servicios y el 13% como trabajadoras domésticas. Una de cada diez trabajadoras tiene una ocupación de carácter profesional, técnico o administrativo.

El porcentaje de mujeres en la población económicamente activa se calcula en un 5,1% en el campo profesional y técnico, en un 0,2% en el de la administración y gestión, un 5% en la administración pública y los puestos de oficina, un 5,7% en el sector ventas, un 17,3%, en la agricultura 50% y un 15,5% en la producción y sectores conexos.

Una encuesta reciente sobre el desarrollo de los recursos humanos llevada a cabo por el Ministerio de Comercio e Industria mostró que el sector industrial de Eritrea todavía es relativamente pequeño y emplea a unas 25.000 personas. Los principales subsectores industriales son los textiles, el cuero y el calzado, la metodología y los metales, así como los subsectores de los minerales no metálicos. Las mujeres constituyen una parte importante de la fuerza de trabajo (el 40% del total de empleados).

Otro estudio acerca del sector privado centrado en las microempresas y en las empresas pequeñas y medianas aportó más datos que indicaron que alrededor del 40% de la fuerza de trabajo total de esas empresas está constituido por mujeres. En los tres grupos básicos de empresas de este tipo, aproximadamente el 45,7% de la fuerza de trabajo está integrado por mujeres en las microempresas, el 37,9% en las empresas pequeñas y el 28,8% en las medianas. En el grupo de las microempresas el porcentaje más alto de mujeres (69%) se registra en el sector de las manufacturas, mientras que en el comercio la proporción es de un 41,9% y de un 24,8%, respectivamente. Véase el cuadro siguiente.

Cuadro 14Porcentaje agregado de mujeres en la fuerza de trabajo total en determinadas categorías de microempresas y empresas pequeñas y medianas de Eritrea

Agrupamiento por tamaño, ubicación y género

Porcentaje de mujeres en los diversos sectores de la economía

Manufacturas

Comercio

Servicios

Total

Agrupamiento por tamaño

Microempresas

69,0

41,9

24,8

45,7

Pequeñas

29,0

45,5

24,9

37,9

Medianas

22,9

36,9

26,0

28,8

Agrupamiento por ubicación

Zonas urbanas

36,7

45,4

26,2

40,0

Zonas rurales

74,4

37,3

19,9

46,7

Agrupamiento por propiedad

Hombres solamente

9,7

21,9

7,8

17,0

Mujeres solamente

89,0

77,9

74,3

81,1

Hombres y mujeres

46,5

36,7

27,0

36,3

Sucursal de una empresa

24,6

29,6

31,8

30,0

Otras

54,6

39,9

58,1

53,9

Total

51,7

42,9

25,0

42,1

Casi las dos terceras partes de las empresas del sector manufacturero son de propiedad de mujeres. Este sector incluye actividades de menor envergadura, como la producción de bebidas de la localidad y la fabricación de canastos y esteras. La participación de las mujeres en el sector de los servicios es menos destacada, salvo en los rubros de la peluquería, el trenzado del cabello y los servicios de alquiler. En el sector del comercio, más de la mitad de los hoteles, casas de huéspedes, restaurantes y bares, casas de té, tabernas tradicionales y lugares de venta de artículos alimentarios y no alimentarios son de propiedad de mujeres.

El porcentaje de mujeres que forman parte de la fuerza de trabajo de las grandes empresas es casi idéntico al que se registra en las pequeñas (41,5% y 42,1%, respectivamente).

En cuanto a la tasa de crecimiento de la fuerza de trabajo desde el comienzo de la actividad hasta el momento actual, la correspondiente a las mujeres es del 6,56% y la de los hombres del 4,24%.

Las mujeres constituyen el 30,02% del total de la fuerza de trabajo (empleados públicos permanentes) de la administración pública, que se estima en 21.000 personas, y el 33,5% de los empleados por contrata.

Medidas de carácter constitucional y legislativo

Las mujeres eritreas, en tanto que seres humanos, gozan del derecho al trabajo reconocido en la Constitución y en la legislación. Es evidente que en Eritrea el trabajo de las mujeres se ha convertido más en una necesidad que en un derecho, ya que el 46,7% de la familias eritreas están encabezadas por una mujer sola por distintos motivos (puede ser viuda, divorciada, separada, abandonada o soltera), que debe conseguir un empleo para alimentar y mantener a su familia.

La proclamación No. 118/2001 de Eritrea relativa al trabajo dispone la igualdad de oportunidades laborales para la mujer y las prestaciones por maternidad.

El artículo 65 de la proclamación (relativo a las medidas de protección general) estipula lo siguiente:

1.Las mujeres no podrán ser objeto de discriminación, en razón de su género en lo referente a las oportunidades de empleo, el trato y la remuneración.

2.Cuando una mujer presente una reclamación por discriminación en virtud del párrafo 1) del presente, el ministro podrá decidir si existe discriminación por motivo de género. Si el ministro concluye que hay discriminación, podrá ordenar al empleador en cuestión que rectifique la situación.

3.La mujer o el empleador podrán presentar un recurso contra la decisión del ministro ante el Tribunal Superior dentro de un plazo que no exceda de los 15 días a partir del día en que reciban una copia de la decisión.

Sin embargo, esta proclamación no se aplica a los empleados de las fuerzas militares, policiales y de seguridad, ni a los de la administración pública eritrea ni a los jueces y fiscales. Una normativa laboral diferente concede a las mujeres que trabajan en la administración pública 45 días de licencia por maternidad (mientras la proclamación concede 60 días). Según la Administración central del personal, un grupo de expertos está redactando el Código de la administración pública, y se prevé que éste incluirá una perspectiva de género. Sin embargo, en ese grupo se debería incluir a la Unión Nacional de Mujeres Eritreas y a otros sectores interesados, para que también contribuyan a incorporar las cuestiones de género.

Las mujeres eritreas tienen derecho a elegir su profesión y empleo antes y después de contraer matrimonio así como a abrir cuentas bancarias sin el consentimiento del marido. Además, tienen derecho a decidir cómo gastar sus ingresos, lo que puede servir de indicador de la condición actual de la mujer. Según la encuesta demográfica y de salud de Eritrea de 1995, el 72% de las mujeres que reciben en remuneración dinero deciden por sí mismas cómo gastarlo y el 15% lo decide conjuntamente con su marido o compañero. Menos del 0,5% de las mujeres que recibían ingresos en dinero indicaron que su marido decidía qué destino dar a esos ingresos.

Selección y contratación

Resulta difícil probar la discriminación encubierta con respecto a las oportunidades de empleo y los procesos de selección puesto que la selección está a cargo de comités de selección en los que no es posible descartar que haya segregación. Los puestos de trabajo se anuncian públicamente y se ofrecen a hombres y mujeres, salvo en ciertos casos en que la búsqueda se orienta a los hombres. Una encuesta realizada en empresas industriales mostró que, con respecto a la preferencia de género en el trabajo, alrededor del 46% de las empresas prefiere contratar hombres, mientras que sólo el 3% prefiere a las mujeres, y alrededor del 47% no expresó preferencia alguna con respecto al género.

En cambio, en unos pocos casos se adoptan medidas de acción afirmativa para dar oportunidades a mujeres (por ejemplo entre los maestros de escuela primaria) para mantener el equilibrio de géneros. Sin embargo, el porcentaje de mujeres sigue siendo del 37%.

Cuadro 15Personas que obtuvieron empleo, por ocupación, género y año

Ocupación

Sexo

1996

1997

1998

1999

2000

2001

Total de em-pleados

Total de personas inscritas

Porcen-taje de mujeres empleadas

Legisladores, funcionarios superiores y administradores

M

6

12

2

4

4

28

274

F

1

2

3

52

9,6

T

6

12

2

5

6

31

326

Profesionales

M

111

106

184

152

32

23

608

1 969

F

24

5

37

50

15

13

144

699

19,1

T

135

111

221

202

47

36

752

2 668

Técnicos y profesionales afines

M

99

134

59

36

19

26

373

1 627

F

9

8

3

12

3

19

54

408

12,6

T

108

142

62

48

22

45

427

2 035

Oficinistas

M

286

436

337

249

82

70

1 460

15 398

F

132

194

261

223

169

103

1 082

10 297

42,5

T

418

630

598

472

251

173

2 542

25 695

Sector de los servicios y el comercio

M

127

135

259

74

25

34

654

1 321

F

52

83

162

80

123

78

578

1 003

46,9

T

179

218

421

154

148

112

1 232

2 324

Trabajadores cualificados Agricultura Pesca

M

18

16

20

45

67

7

173

457

F

2

1

13

10

1

27

19

13,5

T

18

18

21

58

77

8

200

476

Artesanías y trabajos conexos

M

1 549

4 807

2 492

1 222

592

870

11 532

14 722

F

68

11

83

81

72

34

349

1 147

2,9

T

1 617

4 818

2 575

1 303

664

904

11 881

15 869

Operarios y ensambladores de plantas industriales

M

169

413

1 248

365

161

189

2 545

5 546

F

6

24

29

31

19

3

112

104

4,2

T

175

437

1 277

396

180

192

2 657

5 650

Empleos elementales

M

4 376

8 954

7 373

3 356

2 676

1 644

28 379

33 018

F

905

1 570

1 623

1 167

1 073

435

6 773

15 694

19,2

T

5 281

10 524

8 996

4 523

3 749

2 079

35 152

48 712

Total general

M

6 741

15 013

11 974

5 503

3 654

2 867

45 752

74 332

71,6

F

1 196

1 897

2 199

1 658

1 484

688

9 122

29 423

28,3

T

7 937

16 910

14 173

7 161

5 138

3 555

54 874

103 755

Fuente: División de empleo de la Oficina Laboral.

Las estadísticas anteriores muestran que el porcentaje de mujeres en cargos profesionales y de categoría superior es en general muy bajo en comparación con el porcentaje en trabajos de oficina y el sector de los servicios. También ponen de manifiesto que sólo el 28% del total de las mujeres que buscaban empleo lo consiguieron. Es evidente que hay una gran diferencia en cuanto a las oportunidades de trabajo en comparación con las de los hombres que buscan empleo (71%).

Esto puede indicar que hay un problema importante en cuanto a la selección y la contratación y que tal vez se necesitan directrices claras para los grupos encargados de la contratación a fin de garantizar no solamente la igualdad de oportunidades de empleo, sino también la adopción de medidas de discriminación positiva para mantener un equilibrio de género en el lugar de trabajo.

Diferencias de pago

Los salarios varían en función del sector, de la ocupación, del tamaño de la empresa y de otros factores. En la era colonial, existían marcadas diferencias de pago entre los trabajadores y las trabajadoras. Para el mismo tipo de trabajo, se pagaba al hombre mucho más que a la mujer. Sin embargo, en la Eritrea independiente los sueldos se asignan a los puestos y cargos en función del mérito y de las cualificaciones, no del género. Aunque en la legislación laboral (art. 41) se dispone claramente que el empleador ha de pagar el mismo salario inicial por el mismo tipo de trabajo, en la práctica, y en las empresas privadas, los trabajadores están mejor remunerados que las trabajadoras. También es cierto que los hombres reciben aumentos de salario y ascensos con mayor frecuencia que las mujeres.

Otro fenómeno digno de mención es la migración de mujeres eritreas para trabajar en el extranjero, ya sea oficialmente con contratos concertados por agentes inscritos en la oficina laboral, o ilegalmente. Aunque en la mayoría de los casos esas mujeres trabajan de empleadas domésticas, algunas ocupan cargos profesionales y de gran prestigio. No sólo contribuyen con sus remesas al bienestar de sus propias familias, sino que se han convertido en una fuente constante de divisas para la economía nacional. En la actualidad no se dispone de datos/estadísticas completos acerca de las mujeres que trabajan en el extranjero. En el artículo 7 de la proclamación relativa al trabajo se estipula la protección de los derechos de los trabajadores eritreos en el extranjero y se establece que el Gobierno de Eritrea procurará, por conducto de sus embajadas y consulados, que se protejan los derechos y la dignidad de los eritreos que trabajan en el extranjero.

Licencia por maternidad

La licencia y las prestaciones por maternidad se estipulan en el artículo 66 de la proclamación relativa al trabajo que dispone:

1)La empleada embarazada tiene derecho a licencia remunerada para exámenes médicos relacionados con su embarazo;

2)La empleada embarazada tendrá derecho a sesenta días consecutivos de licencia por maternidad remunerada a partir del día siguiente al parto. Sin embargo, podrá dividir la licencia por maternidad en dos partes, una anterior a la fecha prevista del parto y la otra posterior al parto;

3)De conformidad con el artículo 62 de la proclamación, una empleada que se enferme después del fin de su licencia por maternidad recibirá licencia por enfermedad (seis meses de licencia, con 100% de la remuneración el primer mes, 50% de la remuneración los dos meses siguientes y sin remuneración los tres meses últimos).

La licencia por maternidad no afecta a la licencia anual; cada una de ellas se trata por separado. Una mujer embarazada tiene derecho a combinar la licencia por maternidad con la licencia anual.

Resulta claro que la legislación laboral no contiene disposición alguna con respecto a la licencia por paternidad.

El artículo 67 garantiza condiciones de trabajo estables a las empleadas embarazadas. Si el trabajo de una empleada embarazada pone en peligro su embarazo o su salud, ésta tiene derecho a ser trasladada a otro puesto con el mismo salario y restituida a su trabajo anterior al finalizar su licencia por maternidad. La legislación prohíbe también que se le asignen turnos de noche u horas extraordinarias.

Según el artículo 23, el género no constituye una causa legítima para la rescisión de un contrato. El artículo 67 de la proclamación relativa al trabajo va más allá, al indicar que un empleador no puede rescindir un contrato laboral ni dar aviso de rescisión a una empleada en licencia por maternidad o en licencia por enfermedad resultante de su embarazo.

Servicios de atención de los hijos de las empleadas

Conciliar las responsabilidades familiares con las laborales se ha convertido en una tarea sumamente difícil para las mujeres eritreas, situación que se ve agravada por la escasez de jardines de infantes al alcance de sus posibilidades (cuando existen, sólo permanecen abiertos la mitad de la jornada laboral) y la total falta de servicios de atención de los niños y guarderías en el lugar de trabajo. En la mayoría de los casos, las madres que viven en zonas urbanas y zonas rurales recurren a miembros de su familia extensa o a amigos para que las ayuden con el cuidado de sus hijos. Se prevé que la situación mejore gracias al actual programa de asistencia del Banco Mundial a los proyectos de desarrollo del niño en la primera infancia, que se centra en el suministro de servicios de atención de los niños, la mejora del componente educativo de esos servicios y la capacitación de las personas encargadas de cuidar a los niños. En total hay 91 escuelas para el grupo de edad de 3 a 6 años en distintas partes del país.

La proclamación relativa al trabajo no hace mención de la prestación de servicios de atención de los niños como condición laboral. Sin embargo, de conformidad con el artículo 99 relativo a la negociación colectiva, las asociaciones de empleados tendrán derecho a negociar un convenio colectivo sobre las condiciones de trabajo y el procedimiento para establecer normas y dirimir reclamaciones [art. 102 (4)]. Por lo tanto, se prevé que los empleados plantearán este asunto como cuestión de negociación colectiva de gran importancia a efectos de crear un entorno de trabajo propicio para las empleadas y sus hijos. Al mismo tiempo, se recomienda que la asociación de empleados y la confederación de trabajadores se esfuercen por convencer a los empleadores de la importancia decisiva de los servicios de atención de los niños de los locales de trabajo.

Trabajo en el hogar y trabajo de menores

En general el trabajo en el hogar no se tiene en cuenta como aporte al producto nacional bruto (PNB). El artículo 39 de la proclamación define el empleado doméstico como una persona contratada fundamentalmente para realizar las tareas del hogar, mantener el hogar y cuidar de los miembros del hogar. Esa definición incluye a los jardineros, guardias y choferes. El trabajo doméstico remunerado que realiza una empleada doméstica se ajusta a esta categoría y se debería contabilizar como tal. Pero el trabajo no remunerado en el hogar, en la agricultura o en otras actividades no remuneradas aún no se reconoce como trabajo que contribuye al PNB.

De conformidad con el artículo 68 de la proclamación relativa al trabajo, queda prohibido contratar a una persona de menos de 14 años de edad y no se puede obligar a un empleado joven (de 14 a 18 años de edad) a trabajar más de siete horas (el horario de trabajo normal es de no más de ocho horas diarias y 48 horas por semana, según el artículo 48).

Tradicionalmente, ciertas fábricas (por ejemplo, las de fósforos y de textiles) contrataban a niñas y explotaban deliberadamente la mano de obra femenina, pagando salarios extremadamente bajos, en horarios de trabajo muy largos que incluían turnos de noche. Aunque en la actualidad este tipo de empleo ya no es común, no se puede negar que muchas niñas trabajan por cuenta propia o como empleadas en el sector de los servicios para mantenerse a sí mismas y a sus familias.

Ley de seguridad social

El derecho a la seguridad social, en particular en los casos de jubilación, desempleo, enfermedad, invalidez y vejez, así como otros problemas que impidan trabajar, aún no ha sido objeto de reglamentación. De conformidad con el artículo 84/85 de la legislación laboral, el Ministerio del Trabajo y Bienestar Humano puede dictar reglamentos relativos a la seguridad social y presentar a la Asamblea Nacional un proyecto de ley que rija el establecimiento y/o la gestión de un fondo de previsión para los empleados.

Oportunidades de capacitación

Existe una tendencia general a aplicar el principio de igualdad de oportunidades respecto de la capacitación y el readiestramiento, el aprendizaje, la formación vocacional avanzada y la capacitación para la contratación de empleadas.

La capacitación se considera una obligación del empleador para asegurar que el empleado pueda realizar el trabajo para el cual fue contratado (art. 20/6). Sin embargo, resulta muy difícil presentar datos amplios desglosados por género acerca de la capacitación laboral proporcionada por las empresas privadas, ya que los datos no se desglosan por género.

El Ministerio de Educación y otros ministerios también imparten formación y organizan programas de capacitación. Como se observa en el cuadro siguiente, la mayoría de las mujeres han participado en cursos de sastrería y mecanografía.

Cuadro 16Número de participantes por programas ofrecidos por el Ministerio de Educación, el Ministerio de Salud y el Ministerio de Agricultura, 1993-1999

Especialidad

Hombres

Mujeres

Total

Porcentaje de mujeres

Conservación de suelos, semillas y agua

35 710

300

36 000

0,8

Sastrería

150

20 280

20 430

99,2

Mecanografía

1 250

11 930

13 180

90,5

Informática

2 630

5 890

8 520

69,1

Mecánica y manejo de tractores

4 740

1 730

6 460

26,7

Agricultura general y divulgación agrícola

5 550

610

6 170

9,8

Silvicultura y protección de la fauna

5 580

0

5 580

0,0

Construcción

2 800

360

3 160

11,3

Trabajo en madera y metal

1 170

290

1 460

19,8

Sanidad y zootecnia

1 090

200

1 290

15,5

Administración y dirección comercial

180

700

890

78,6

Técnica-mecanización

300

0

300

0,0

Comunicación interpersonal

110

50

160

31,2

Hotelería y turismo

10

110

120

91,6

Electricidad

100

10

110

9,0

Fontanería

60

10

70

14,2

Pesca

0

30

30

100,0

Mecánica general

20

6

26

23,0

Total

61 450

42 506

103 950

Fuente: Ministerio de Educación, Departamento de Educación Técnica y de Adultos.

Además, el Ministerio de Defensa organizó cursos de capacitación no académica orientada a la búsqueda de empleo con especial hincapié en los trabajos considerados “masculino”, como los de operarios de camiones pesados, carpinteros, albañiles, fontaneros, etc. Participaron en esas sesiones de capacitación unas 3.545 mujeres jóvenes miembros del Servicio Nacional, de la cuales 629 eran conductoras de tractores, 248 operarias de maquinaria pesada, 201 fontaneras y 171 electricistas. Un alto porcentaje de las participantes en los programas de capacitación encontraron trabajo inmediatamente después de graduarse y se están desempeñando muy bien en sus trabajos.

La Unión Nacional de Mujeres Eritreas, la Unión Nacional de Jóvenes y Estudiantes Eritreos, la Confederación de Trabajadores y otras organizaciones no gubernamentales también proporcionaron cursos de capacitación no académica para mujeres, de tres a seis meses de duración, a fin de mejorar su capacidad o crear las condiciones necesarias para obtener empleo o trabajar por cuenta propia.

Artículo 12Salud

El Ministerio de Salud es el principal organismo de servicios de salud de Eritrea. Su objetivo primordial es proteger la salud física, mental y social de la población mediante una integración de los conceptos de prevención y tratamiento. La política nacional de salud parte del concepto y del principio de la atención primaria de salud, concebida y desarrollada de modo tal que responda a los intereses de la mayoría de la población30.

La mala situación socioeconómica de la población y la devastada infraestructura sanitaria al momento de la independencia obligaron al Gobierno a proporcionar servicios de salud a un costo nominal o gratuitamente. Con todo, en 1995 se implantó un sistema de recuperación de los costos con arreglo a una escala de cargos móvil, así como un régimen de pago en que los honorarios médicos más bajos se cobraban en los puestos de salud y los más altos en los hospitales terciarios. Incluso recurriendo a esos cobros, el Ministerio de Salud sólo logró recuperar el 8% de los costos de los servicios de salud.

El Ministerio fomenta la participación de las organizaciones no gubernamentales y del sector privado en la prestación de servicios de salud. En el año 2000, de un total de 315 establecimientos de salud, 37 eran de propiedad de organizaciones no gubernamentales.

El Ministerio de Salud tiene alrededor de 3.470 trabajadores de la salud calificados, de los cuales el 52% son mujeres. Las profesiones dominadas por mujeres son las de enfermera titulada, enfermera partera, auxiliar sanitaria y técnica dental. Sin embargo, en cuanto a puestos administrativos, de los 23 jefes de dependencia, sólo seis son mujeres (es decir, el 26%). Una de cada seis divisiones está dirigida por una mujer; ninguna mujer tiene cargo de Director General.

Uno de los principales departamentos funcionales del Ministerio de Salud es el centro de atención primaria de la salud, encargado de promover la salud y prevenir las enfermedades. Un paso importantísimo en pos del mejoramiento de la salud maternoinfantil ha sido la adopción de programas de maternidad sin riesgo y de atención integrada a las enfermedades prevalentes de la infancia (AIEPI), que se coordinan en el marco del centro.

Por conducto de su dependencia sanitaria de la familia y la comunidad, la APS se centra en las actividades siguientes:

•Mejorar la salud de las madres por conducto del programa de maternidad sin riesgo

•Prestar servicios de salud reproductiva, en especial de salud reproductiva de los adolescentes y de planificación de la familia

•Prestar servicios de salud en las escuelas

•Crear campañas de sensibilización a fin de evitar prácticas tradicionales nocivas, como la mutilación genital femenina

•Realizar actividades de fomento de la capacidad con miras a aplicar el programa de la AIEPI y otros programas de salud infantil.

Acceso y disponibilidad de instalaciones de salud

El Ministerio de Salud procura mantener una extensa red de establecimientos de salud. En estos momentos funcionan en el país 315 establecimientos, a saber, 19 hospitales, 4 minihospitales, 51 centros de salud, 179 puestos de salud y 62 clínicas. Además, hay tres unidades móviles que proporcionan diversos servicios a zonas remotas dos veces al mes.

Con todo, la mayor preocupación es determinar:

•Cuán accesible son esos establecimientos para las mujeres y los niños;

•Cuán eficaces son los servicios que se prestan;

•Qué distancia se debe recorrer, y en cuánto tiempo, para llegar al establecimiento más cercano y en qué medida se dispone de servicios de apoyo de transporte y comunicaciones;

•En qué medida conocen las mujeres la posibilidad de utilizar esos establecimientos y;

•En qué medida se dispone de personal sanitario capacitado.

Según el Ministerio de Salud, los establecimientos de salud están organizados en un sistema de tres niveles. El primer nivel se centra en servicios de prevención, promoción y rehabilitación y comprende los puestos de salud (que se espera que atiendan a una población de 10.000 habitantes con una enfermera titulada y una o dos enfermeras auxiliares); los centros de salud (que se espera que atiendan a una población de 50.000 habitantes con dos o tres enfermeras, un trabajador sanitario, una auxiliar de enfermería, un técnico de laboratorio, etc.); y los hospitales de primer contacto y de remisión, que atienden a grupos de más de 50.000 y 200.000 habitantes, respectivamente.

De hecho, la distancia es un factor determinante en la prestación de los servicios de salud. Teniendo en cuenta el tipo de terreno y las conexiones inadecuadas entre las carreteras del país, la escasez de ambulancias, y de comunicaciones por radio, la necesidad de llevar camillas, a pie, etc., muchas mujeres que viven en zonas alejadas no pueden recibir servicios de salud adecuados y pueden sufrir complicaciones durante el embarazo y el parto. Las embarazadas que reciben atención prenatal y durante el parto son más probablemente las que residen a menos de unos 5 kilómetros de los centros o de puestos de salud.

Por ejemplo, la distancia media que recorren las pacientes para llegar al establecimiento más cercano en que se presta atención obstétrica es de 8 kilómetros, que también es la distancia media que recorren para llegar a las clínicas. Sin embargo, hay diferencias entre una y otra región. En las regiones del Mar Rojo septentrional y Gash-Barka, los servicios de atención obstétrica son menos accesibles; la distancia media que recorren las pacientes es de al menos 15 kilómetros. El 29% de las mujeres casadas de la región del Mar Rojo meridional y el 23% de las de Gash-Barka no tienen acceso a servicios obstétricos. La proporción de mujeres casadas que pueden llegar al servicio obstétrico más cercano en menos de 60 minutos varía según la zona, de un 85% en la zona central a un 15% en la zona de Gash-Barka.

Habida cuenta de la capacidad actual del Ministerio de Salud para ampliar los servicios de salud e incrementar el personal sanitario, así como de la falta de caminos para llegar a aldeas alejadas, una opción sería potenciar a las parteras tradicionales y al personal sanitario de las comunidades para que llenaran ese vacío en las localidades. Es más, en estos momentos son el único personal de salud al que se tiene acceso en las zonas rurales.

Según la encuesta demográfica y de salud de Eritrea realizada en 1995, es más probable que las mujeres de las zonas rurales tengan acceso a parteras tradicionales que a parteras calificadas, en comparación con las mujeres de las zonas urbanas. Se han procurado adiestrar y preparar a las parteras tradicionales a fin de que presten mejores servicios. Ahora bien, solamente el 10% de las mujeres casadas tiene acceso a parteras tradicionales calificadas, mientras que el 20% tiene acceso a parteras calificadas. Hay escasez de suplementos de hierro, multivitaminas e inyecciones de toxoide tetánico para las mujeres antes y durante el parto.

Los servicios a las zonas alejadas podrían haber logrado mejores resultados si el Ministerio de Salud hubiese impartido una capacitación adecuada a las parteras tradicionales y les hubiera dado incentivos por los servicios que prestan a las comunidades. Si bien se ha capacitado a algunas (unas 930 en los últimos 10 años), aún no se ha resuelto la cuestión del pago, y las comunidades de las zonas rurales son renuentes a pagar estos servicios. Por consiguiente, las madres no están recibiendo los servicios que necesitan de parte de las parteras tradicionales capacitadas. El Ministerio de Salud realizó recientemente un estudio acerca de los conocimientos, la actitud y las prácticas de las parteras tradicionales capacitadas. En él se comprobó que “hasta que no se produzcan enfermeras, parteras y médicos calificados para prestar atención obstétrica de emergencia en toda la nación, es importante conocer los aciertos y desaciertos de las parteras tradicionales capacitadas y adiestrarlas, de modo que puedan realmente ayudar a disminuir la elevada tasa de mortalidad materna en las comunidades”.

Me gusta ayudar a las madres a dar a luz, pero los tiempos han cambiado, la vida es cada vez más cara y no puedo pedir a mis pacientes jabón para lavarme las manos y el equipo que haya utilizado durante el parto. Además, también le temo al VIH/SIDA, enfermedad letal; lo peor es que si antes no había incentivos, ahora tampoco los hay.

Cita de una partera tradicional calificadaen la región de Debub

Cuadro 17Número de parteras tradicionales capacitadas en los últimos 10 años, por zona

Capacitación de parteras tradicionales

Región del Mar Rojo meridional

Región del Mar Rojo septentrional

Anseba

Gash-Barka

Debub

Maekel

Total

Total de capacitadas

130

210

75

175

199

141

930

Activas en 2000

126

167

56

154

193

141

837

Activas (porcentaje)

96,9

79,5

74,7

88

97

100

90

Fuente: Sistema de gestión de la información sobre la salud del Ministerio de Salud, diciembre de 2000.

Otro factor importante es la actitud de las madres respecto de acudir o no a los establecimientos de salud. Según la encuesta demográfica y de salud de Eritrea realizada en 1995, el 51% de las mujeres no acudieron a los establecimientos mencionados para recibir atención prenatal durante el embarazo. La cifra media de visitas de atención prenatal fue de sólo 4,3, muy inferior a la cifra recomendada de 12 a 13 visitas (mensualmente durante los primeros siete meses, cada 15 días en el octavo mes y semanalmente hasta el momento del parto). Ello puede deberse a diversos motivos, como falta de transporte, falta de información, falta de confianza en el personal de salud y falta de ayuda de los miembros de la familia. Es más, uno de los principales impedimentos para el funcionamiento del sistema de salud ha sido la falta de programas de capacitación de parteras en los últimos años.

Por consiguiente, el Ministerio debería estar en condiciones de organizar cursos de capacitación de parteras y dotar los centros y puestos de salud con un número suficiente de trabajadores sanitarios capacitados, lo que sin dudas contribuiría a reducir la actual tasa de mortalidad materna; por otra parte, los maridos y otros familiares deberían ser conscientes de que es importante que las embarazadas reciban atención prenatal y tener la obligación de ayudarlas y alentarlas a que reciban la debida atención.

Fecundidad y tasa de mortalidad materna

La tasa de fecundidad total de Eritrea es de 6,1 hijos por mujer durante sus años reproductivos (de 15 a 49 años de edad). La fecundidad de las mujeres de las zonas urbanas es sustancialmente inferior (4,2 hijos) a la de las mujeres de las zonas rurales (7,0). La tendencia de la fecundidad es a la baja, pues bajó a 4,8 en el año 2002: en las zonas urbanas bajó de 4,2 a 3,5 y en las zonas rurales disminuyó en un porcentaje ligeramente superior, de 7,0 a 5,7. Una razón de ello podrían ser los conflictos bélicos periódicos y los problemas que surgen después de éstos. Con todo, al aumentar la incorporación de las mujeres en la enseñanza superior es probable que demoren en tener hijos, con lo que se reducirá el número de hijos per cápita.

Esta mejoría es consecuencia directa del mejoramiento de los servicios de atención primaria de salud, los servicios de salud reproductiva, los programas de maternidad sin riesgo y la AIEPI y la expansión y mejoramiento de los establecimientos de salud y servicios móviles en zonas remotas, así como del acceso a ellos. En la actualidad, el porcentaje de partos atendidos por profesionales de la salud es de 28,3 y el de partos atendidos en establecimientos de salud, de 26,3, o sea, muy superior al de 17,3 registrado en 1995. En general, en 2002 la cobertura de atención prenatal aumentó al 70% en comparación con el 50% registrado en 1995.

La situación socioeconómica y cultural de las mujeres eritreas influye notablemente en la mortalidad relacionada con el embarazo. En ese sentido cabe mencionar algunos factores:

•La circuncisión femenina o infibulación es un factor de elevado riesgo para la mujer durante el embarazo y ocasiona complicaciones en el parto (cicatrices que se abren o bien desinfibulación y reinfibulación antes y después de cada parto, hemorragias vaginales, infecciones, etc.);

•Matrimonio y embarazo precoces;

•Tratamientos curativos tradicionales y herbales que retrasan el tratamiento médico;

•Abortos ilícitos de adolescentes embarazadas que ocasionan hemorragias, infecciones y muerte;

•Malnutrición debida a la pobreza;

•Falta de información, educación y comunicaciones en las comunidades y falta de información sobre cuestiones de salud en las familias;

•Falta de servicios de transporte y comunicaciones (ambulancias, autobuses, teléfonos, etc.) y carreteras;

•Grandes distancias entre los establecimientos de salud que prestan atención obstétrica de emergencia y las aldeas;

•Escasez de parteras tradicionales y de personal sanitario de la comunidad capacitado;

•Incidencia de otras enfermedades transmisibles, etc.

Todos esos factores han contribuido a la actual tasa de mortalidad materna, estimada en 998 mujeres por 100.000 nacidos vivos; el 37% de las muertes corresponde al grupo de edades entre 15 a 49 años y se produce en diversas etapas. Se estima que la tasa de mortalidad durante el embarazo es del 31%, de un 45% durante el parto y de un 24% durante los dos meses siguientes al parto. A fin de reducir la elevada tasa de mortalidad materna, así como las tasas de mortalidad y morbilidad neonatal e infantil, el Ministerio de Salud ha venido haciendo hincapié en los programas de maternidad sin riesgo. Para ello, se elaboró un Protocolo de procedimientos clínicos en apoyo de la maternidad sin riesgo a fin de unificar la calidad de la atención que merecen las mujeres, las familias y las comunidades cuando acuden a los servicios de atención de la salud. El objetivo del protocolo es servir de guía para:

1.Los servicios de maternidad

2.La atención de las emergencias obstétricas

3.La planificación de la familia y la atención de otros problemas relacionados con la salud reproductiva

El factor más importante del programa de maternidad sin riesgo es la participación en él de la comunidad por conducto del personal sanitario de la comunidad y de las parteras tradicionales. El intercambio eficaz de información y la educación sanitaria sentarán las bases para crear mecanismos de prevención y para que las comunidades aprovechen debidamente, y a tiempo los puestos y centros de salud.

Para tratar de reducir la elevada tasa de mortalidad, también se han adoptado otros enfoques, como el del proyecto HAMSET. Este importante proyecto, coordinado por el Ministerio de Salud, tiene por objeto encarar las principales causas de algunas enfermedades transmisibles como el paludismo, la tuberculosis y otras enfermedades endémicas y epidémicas como las enfermedades de transmisión sexual y el VIH/SIDA, para lo cual respalda la labor que realizan diversos ministerios, organizaciones de mujeres y jóvenes y las comunidades con el fin de aumentar la comprensión de esas enfermedades y poner en práctica iniciativas de prevención.

Si bien las mujeres y los niños son los principales beneficiarios del proyecto, en la actualidad no hay datos desglosados por género sobre la campaña contra las enfermedades previstas en el proyecto HAMSET que permitan hacer comparaciones. La Dependencia del sistema de gestión de la información sobre salud del Ministerio de Salud está reuniendo y preparando los datos pertinentes.

Embarazo en la adolescencia y planificación de la familia

La práctica aún vigente del matrimonio precoz de las niñas de las zonas rurales contribuye a perpetuar los embarazos y la maternidad en la adolescencia, fuera de crear un gran problema social al permitir que las niñas se conviertan en madres. En la encuesta de 1995, los embarazos en la adolescencia, muchos no deseados, debidos al matrimonio precoz, a violaciones, etc., representaron el 23% de todos los embarazos.

El embarazo entraña desgaste físico para todas las mujeres, pero en el caso de las adolescentes conlleva un riesgo especial para su salud, pues las madres de ese grupo de edad tienen más probabilidades que las adultas de sufrir complicaciones durante el parto. Del mismo modo, el riesgo de sufrir enfermedades y muerte es mayor para los hijos de madres muy jóvenes que para los demás. El porcentaje de adolescentes en proceso de formar familias aumenta rápidamente con la edad, pues pasan de menos del 3% a los 15 años al 50% a los 19 años. En un estudio reciente del Ministerio de Salud realizado en la región de Anseba se confirma la incidencia creciente de embarazos en la adolescencia debido al matrimonio precoz. Por ello, es preciso que el Ministerio de Salud, el Ministerio de Educación, el Ministerio de Gobierno Local, la Unión Nacional de Mujeres Eritreas, la Unión Nacional de Jóvenes y Estudiantes Eritreos, y demás organizaciones no gubernamentales pertinentes intervengan de modo integrado para reducir al mínimo esa tendencia.

Los programas de salud reproductiva y planificación de la familia del Ministerio de Salud desempeñan un papel de suma importancia en

•La reducción del número de nacimientos no deseados, no planificados o de alto riesgo, con lo que se contribuye a prevenir los abortos, la mortalidad neonatal y la derivada de la maternidad;

•El fomento de la participación activa de los hombres en la planificación de la familia y de su corresponsabilidad en la adopción de decisiones de índole sexual y reproductiva;

•La prevención de los embarazos no deseados, el aborto y las enfermedades de transmisión sexual, incluido el VIH/SIDA;

•La distribución de información, la prestación de servicios adecuados a las adolescentes embarazadas y el suministro de información sobre servicios prenatales, posnatales y obstétricos, etc.

Las parejas pueden utilizar los métodos de planificación de la familia para espaciar los nacimientos o limitar el tamaño de la familia, aunque estos conocimientos no están muy extendidos: sólo alrededor de dos terceras partes de las mujeres entre 15 y 49 años y cuatro quintas partes de los hombres entre 15 y 59 años conocen al menos un método de planificación familiar. La principal fuente de distribución de anticonceptivos del sector público es la Asociación de Salud Reproductiva de la Familia de Eritrea, que abastece al 40% de los usuarios actuales de métodos modernos. Entre los hombres y mujeres casados en la actualidad, la píldora es el método más conocido de planificación de la familia, seguida de los anticonceptivos inyectables y los preservativos.

Aborto

Hay dos tipos de aborto, a saber, el aborto médico y el aborto espontáneo; probablemente este último esté vinculado al aborto ilegal. Las estadísticas del Sistema de Información de Gestión de la Salud revelan la existencia de un número mucho mayor de abortos espontáneos (5.040 casos) que de abortos médicos (123 casos). Es posible que la causa principal sean las complicaciones de los embarazos, pero no se pueden descartar otras, como los embarazos no deseados en la adolescencia, los embarazos antes del matrimonio (embarazos de escolares), los embarazos forzados por violación, etc. Además, se practica un gran número de abortos ilícitos no declarados que cuestan la vida a numerosas jóvenes.

En Eritrea no se practica el aborto determinado por el sexo del feto porque ello no forma parte, ni ahora ni en el pasado, de la tradición ni de las costumbres del país. Por lo tanto, no hay abortos que obedezcan a la preferencia de tener hijos o hijas.

El aborto es ilegal. Con todo, en algunos casos está permitido (si un médico certifica que la mujer sufriría daños graves y permanentes debido a la gran tensión física y psíquica a que se vería sometida, o si se trata de casos de violación o incesto). Sólo puede llevarse a cabo un aborto si ha sido autorizado por el personal pertinente.

La interrupción deliberada del embarazo, independientemente de cuándo o cómo se practique, está tipificada como delito en el derecho penal. Según la ley, es delito punible todo aborto practicado por la propia embarazada u otra persona. No obstante, la ley permite interrumpir un embarazo, por motivos médicos, en las circunstancias siguientes:

•Si está en grave y permanente peligro la vida o la salud de la mujer, por lo que resulta imposible actuar de otro modo, y siempre que se siga el procedimiento legal siguiente:

•A menos que resulte imposible, un médico titulado debe diagnosticar y certificar por escrito ese peligro.

Mutilación genital femenina

La circuncisión o mutilación genital femenina es una práctica cultural muy extendida en Eritrea. Durante el conflicto armado se lanzó una campaña para reducirla al mínimo, pero no tuvo éxito debido a las dificultades con que se tropezó para modificar la actitud de hombres y mujeres. Ello se debía a que la práctica estaba estrechamente vinculada con el matrimonio y la satisfacción sexual de los hombres. La gente sigue pensando que la mutilación genital femenina es útil, para lo cual aduce el “hecho” de que mantiene limpios los órganos genitales y preserva la virginidad.

Existen tres tipos de circuncisión femenina de práctica generalizada: la infibulación, la clitoridectomía y la escisión, que se practican incluso en niñas de siete años. A pesar de las secuelas psicológicas y físicas que deja a largo plazo, el inimaginable dolor y las complicaciones médicas (problemas durante las relaciones sexuales y el parto), su práctica sigue siendo predominante en las comunidades eritreas.

En Eritrea todo el mundo está al corriente de la circuncisión femenina; 9 de cada 10 mujeres (89%) respondieron que habían sido circuncidadas, lo que supone un ligero descenso del 95% registrado en 1995. La actitud sobre la circuncisión varía enormemente en las distintas zonas administrativas, del 26% en Al-Gash Baraka al 69% en Maekel, y según la edad de las encuestadas: las probabilidades de estar a favor de que se elimine son el doble entre las mujeres menores de 20 años.

Todo esto demuestra que el desarrollo económico y el acceso a la educación de las mujeres y los hombres de las comunidades sin lugar a dudas contribuirán a que se vaya reduciendo la práctica de la circuncisión, aunque a un ritmo bastante lento. Por tanto, para acelerar ese cambio, es indispensable que se organice una campaña intersectorial bien coordinada e integrada en que participen todas las partes interesadas (el sector público, las autoridades locales y comunitarias, las comunidades religiosas, las organizaciones no gubernamentales locales, etc.).

Tasa de mortalidad de lactantes y nutrición infantil

Alrededor del 44% de los niños menores de 3 años tienen un peso inferior al normal, lo que puede causar retrasos del crecimiento, emaciación o ambas cosas. Aunque la leche materna haya sido tradicionalmente la fuente principal de nutrición de los niños eritreos se sigue alentando a las madres a que amamanten a sus hijos desde sus primeros días y que más adelante les den suplementos provenientes de los alimentos disponibles en la zona. Con todo, la alimentación con líquidos y alimentos complementarios depende del nivel de ingresos de cada familia, habida cuenta de la situación general de pobreza reinante en el país. En consecuencia, además de mejorar los servicios de salud infantil, se deberían reforzar los programas de reducción de la pobreza para mejorar el estado nutricional de los niños (relaciones estatura-edad, peso-estatura, peso-edad). Asimismo, es de vital importancia intensificar las actividades de orientación nutricional dirigidas a las familias y, en particular, a las madres.

Según la encuesta demográfica y de salud de 1995, la tasa de mortalidad de los niños menores de 5 años era de 136 muertes por cada 1.000 nacidos vivos: la tasa de mortalidad de los lactantes era de 72 por cada 1.000. En los últimos cinco a seis años se ha avanzado mucho en la reducción de la mortalidad de niños de corta edad: la tasa actual de mortalidad de los niños menores de 5 años es de 93 por cada 1.000 nacidos vivos y la de los lactantes, de 48 por cada 1.000. Durante el primer año de vida, el riesgo de muerte neonatal y posnatal ha sido prácticamente el mismo, a saber, 20 por 1.000 nacidos vivos.

En la esfera de los servicios de salud infantil, una de las actividades que ha tenido éxito ha sido el programa de vacunación que permitió inmunizar completamente al 76% de los niños eritreos de entre 12 y 23 meses (comparado con sólo el 41% en 1995); el 5% no ha recibido ningún tipo de inoculación, en comparación con el 38% registrado en 1995.

Falta aún que el Ministerio de Salud preste servicios de medicina preventiva y de promoción de la salud durante la enseñanza preprimaria y primaria para detectar cuanto antes toda anomalía mediante revisiones médicas y vacunaciones. Por ejemplo, las infecciones respiratorias agudas son una de las causas principales de enfermedad y muerte entre los niños, por lo que deben diagnosticarse y tratarse cuanto antes; por consiguiente, mediante programas de educación sanitaria, se debería crear concienciar entre los padres para que acudieran a los centros de salud tan pronto observaran indicios de esas enfermedades.

Artículo 13Vida económica y social

La vida económica y social de la mujer depende de la configuración socioeconómica del país y podría definirse acertadamente dentro de ese contexto. En la sociedad eritrea, marcada por valores tradicionales y un bajo desarrollo económico, la vida social y cultural de la mujer no se halla en un pie de igualdad con la del hombre. Sin embargo, en la Constitución se han sentado las bases para dar a la mujer eritrea igualdad de acceso y oportunidades en todas las actividades sociales y culturales.

En virtud del artículo 8 de la Constitución de Eritrea, relativo al desarrollo económico y social:

1.El Estado procurará crear oportunidades para velar por que los ciudadanos ejerzan sus derechos a la justicia social y el desarrollo económico, y satisfagan sus necesidades materiales y espirituales.

2.El Estado adoptará las medidas necesarias para lograr un desarrollo equilibrado y sostenible en todo el país, y utilizará todos los medios disponibles para que los ciudadanos puedan mejorar sus medios de vida de forma sostenible, con su participación.

Prestaciones familiares

El país no dispone actualmente de un sistema de prestaciones familiares ni de una reglamentación en materia de bienestar social. Se ha comenzado a formular una Ley de seguridad social que abarcará las prestaciones familiares y las pensiones, entre otras cuestiones, y se espera que en ella se tengan en cuenta al máximo las consideraciones de género y se disponga la igualdad de derechos y oportunidades para ambos géneros en los sectores público y privado.

Además, en virtud del derecho laboral y de los acuerdos en materia de empleo, ya son efectivas las prestaciones por maternidad (es decir, la licencia de maternidad), y la licencia de enfermedad. Cuando un empleado (sin distinción de género) sufre un accidente laboral, el empleador tiene la obligación de sufragar los gastos médicos, incluidos los gastos de hospitalización y asistencia farmacéutica, los gastos de atención médica y quirúrgica general o especializada, y los aparatos ortopédicos y de prótesis que sean necesarios.

En caso de acontecimiento familiar, los empleados tienen derecho a una licencia de tres días con goce de sueldo y cinco días consecutivos sin goce de sueldo.

Préstamos bancarios y otras formas de crédito

Las instituciones bancarias que conceden préstamos bancarios, préstamos hipotecarios y otras formas de microcrédito financiero fundamentalmente no discriminan contra la mujer. Los criterios para la concesión de préstamos son puramente financieros y no se basan en el género.

Se observó, por ejemplo, que el Banco de Vivienda extendía préstamos hipotecarios a los clientes por orden de llegada y que la información sobre hipotecas y plazos para la compra de vivienda se enviaba con suficiente antelación para que llegara a todos los ciudadanos interesados. Uno de los requisitos de los préstamos para construir o comprar propiedades inmobiliarias es la presentación, por el deudor hipotecario, de un certificado expedido por una institución autorizada en que conste su estado civil. En caso de las personas casadas, ambos cónyuges deben obtener del otro un consentimiento por escrito para contraer un préstamo hipotecario, ya que, según el Código Civil, la propiedad que se adquiere durante el matrimonio se considera propiedad común. Sin embargo, esta disposición no rige para las parejas que se han casado según la Sharia islámica. En este caso, el marido puede obtener un préstamo hipotecario y bancario sin el consentimiento de su esposa. Este es un defecto importante que es preciso volver a examinar.

Las madres sin pareja (viudas, divorciadas, solteras, etc.) y las mujeres solteras pueden contraer préstamos hipotecarios sin necesidad de satisfacer las condiciones previas mencionadas en materia de situación familiar.

Los programas de microcrédito del Gobierno y las organizaciones no gubernamentales locales funcionan sobre la base del acceso en pie de igualdad para ambos géneros y los grupos minoritarios. De hecho, en algunos casos (en las zonas rurales) se alienta especialmente a las mujeres como forma de discriminación positiva; el programa de crédito de la Unión Nacional de Mujeres Eritreas y parte del programa del Organismo para la Cooperación y las Investigaciones de Desarrollo estaban concretamente orientados a los hogares encabezados por mujeres y a las excombatientes que habían sido desmovilizadas. En la actualidad, las mujeres constituyen el 37% del total de beneficiarias del Programa de Ahorro y Microcrédito del Ministerio de Administración Local.

Las mujeres eritreas no necesitan el consentimiento de su cónyuge o de un pariente varón para obtener préstamos o créditos. Las instituciones de crédito o de préstamo (de las organizaciones no gubernamentales o el Gobierno) llevan estadísticas desglosadas por género sobre sus clientes, a diferencia de los bancos comerciales y de vivienda; es probable que, en un futuro próximo estos bancos tengan que introducir esa clase de información. Una cuestión importante que podría plantearse es la escasez de bancos móviles o mecanismos de otra índole para ayudar a las mujeres de las zonas rurales a abrir cuentas de ahorro y de otro tipo.

Integran actualmente la Cámara de Comercio Nacional de Eritrea más de 400 mujeres de negocios, que representan el 16% de la totalidad de sus miembros y el 13% de su Junta Directiva. La Cámara de Comercio creó recientemente una dependencia de desarrollo empresarial para la mujer para fomentar la participación de la mujer en el mundo de los negocios y potenciar su papel en esa esfera mediante la organización de programas pertinentes de formación empresarial, promover el intercambio de información y la creación de redes, y establecer un banco de datos sobre las mujeres de negocios de Eritrea.

Actividades recreativas

En general, los deportes en Eritrea se encuentran en su etapa inicial. Comienzan a surgir clubes y federaciones deportivos, y todas las actividades deportivas están más o menos concentradas en los pueblos y ciudades de las zonas urbanas. El Ministerio de Educación realiza intervenciones importantes en las escuelas, en las que promueve la participación de las niñas. No existe un consejo nacional de deportes sino federaciones separadas para los distintos deportes, como el fútbol, el ciclismo y el voleibol. Cada una de las Federaciones Deportivas Nacionales cuenta con la afiliación de una mujer.

Los deportes más populares en la escuela son el fútbol, el voleibol, el baloncesto y el atletismo. El ciclismo, el tenis, el ping-pong, los bolos y otros deportes bajo techo comienzan a practicarse en los clubes. Últimamente es común ver a las niñas practicar el fútbol y el ciclismo, que solían estar reservados para los varones.

El Ministerio de Educación organiza competencias deportivas a nivel nacional y regional con una considerable participación de equipos de niñas. Las mujeres intervienen ahora también en competencias internacionales de atletismo, aunque aún hace falta potenciar su papel en ese ámbito.

Se deberían procurar hacer extensivas las actividades deportivas a las zonas rurales, construir instalaciones de deportes para que las niñas campesinas puedan participar en esas actividades y promover la participación general.

La mujer y las bellas artes

En la sociedad de Eritrea las mujeres están estrechamente vinculadas a los distintos géneros de artes y oficios tradicionales. Cultivan el arte de embellecer sus hogares y dotarlos de una variedad de obras en arcilla, artesanías de madera y paja, cuentas, cuero, tejidos, etc. Sin embargo, es preciso conservar y mejorar ese caudal artístico mediante actividades de formación. También es preciso desarrollarlo para que alcance un nivel comercializable, sirva de fuente de ingreso y pueda aportar objetos que puedan venderse en los centros turísticos como recuerdos del país. La Unión Nacional de Mujeres Eritreas organizó un proyecto piloto para modificar y rediseñar los trabajos de cestería que tanta demanda han tenido en el mercado. Otros grupos interesados podrían reproducir este tipo de capacitación para llegar al mayor número posible de mujeres.

Se ha observado una participación alentadora de mujeres jóvenes en actividades como la pintura, la fotografía, la poesía y la creación de obras en idiomas locales y una participación especialmente destacada en representaciones teatrales y musicales. En términos generales, es preciso que los sectores pertinentes del Gobierno y las instituciones interesadas realicen inversiones considerables para ampliar y fomentar la participación de mujeres y niñas en esta esfera. Deben adoptarse medidas para mejorar la escuela de arte y música que existe actualmente con miras a convertirla en una escuela de Bellas Artes con una capacidad y disciplinas variadas. De conformidad con las estadísticas de educación básica para 2000/2001, en la actualidad hay un total de 77 estudiantes inscritos en música (de ellos, 29 mujeres) y 51 en arte (de ellos, 17 mujeres).

En otras actividades sociales y de recreo la participación de la mujer es un tanto limitada. No se impide a las mujeres ir al cine, el teatro, los estadios de fútbol y los restaurantes por su cuenta o con amigos y familiares. También son miembros de distintas asociaciones como los clubes de rotarios, las asociaciones de maestros, las asociaciones de exploradores de Eritrea, entre otras, en que mujeres y niñas desempeñan papeles importantes. Sin embargo, cabe señalar que todas esas actividades están centradas en las zonas urbanas y no reflejan la situación de la mujer de las zonas rurales.

Artículo 14La mujer en las zonas rurales

El pueblo eritreo ha sufrido decenios de guerra, ocupación y privaciones económicas. Las oportunidades económicas eran limitadas y, en consecuencia, la mayor parte de la población está sumida ahora en la pobreza.

Por tal motivo, la reducción de la pobreza mediante el crecimiento económico y una mayor justicia social gracias a la potenciación y la participación genuina de la población son los objetivos principales de la estrategia de desarrollo de Eritrea. El mejoramiento de la condición jurídica y social de la mujer y de su participación en el desarrollo es una de las prioridades especiales de desarrollo del país.

Las mujeres de las zonas rurales constituyen la mayoría de la población total de mujeres del país. Se trata de un grupo económica y socialmente desfavorecido en comparación con las mujeres de las zonas urbanas. Ello se desprende de las conclusiones de las encuestas demográficas y de salud de 1995/2002, según las cuales:

•Sólo la quinta parte de las mujeres de las zonas rurales tiene cierto nivel de instrucción, en comparación con las dos terceras partes de las mujeres de Asmara (la capital) y más de la mitad de las mujeres de otras ciudades;

•La tasa neta de asistencia de las niñas a las escuelas primarias es del 27% en las zonas rurales y en cambio el 41% en las zonas urbanas;

•El 87% de las mujeres de las zonas rurales que tienen empleo y el 76% de las mujeres que no han recibido instrucción trabajan en el sector agropecuario;

•El 21% de las viviendas de las zonas rurales se abastece del agua de los ríos, arroyos, lagunas y lagos, y únicamente el 8% de las fuentes públicas. Ninguna vivienda de las zonas rurales tiene agua corriente (frente al 40% en las zonas urbanas);

•En las zonas rurales, el valor mediano del tiempo que se tarda en ir hasta la fuente de agua potable, llenar los recipientes y regresar es de una hora, en comparación con 1 a 6 minutos en las zonas urbanas;

•Únicamente el 2% de las viviendas de las zonas rurales tienen electricidad, de la que se dispone con carácter casi exclusivo en las zonas urbanas;

•Respecto del saneamiento, casi ninguna vivienda rural tiene inodoro;

•La madera y el estiércol son los principales combustibles utilizados para cocinar;

•La tasa de mortalidad infantil y la tasa de mortalidad derivada de la maternidad son mucho más elevadas entre la población rural;

•La práctica de la mutilación genital de la mujer es más generalizada en las zonas rurales que en las urbanas;

•El porcentaje de partos atendidos por un profesional de la salud en las zonas urbanas es del 64,7%, en tanto que en las zonas rurales es del 10,4%; del mismo modo, el porcentaje de partos atendidos en un establecimiento de salud es del 61,7% en las zonas urbanas y sólo del 8,9% en las zonas rurales.

Habida cuenta de las condiciones socioeconómicas arriba mencionadas, el Gobierno de Eritrea reiteró nuevamente su firme empeño en mejorar las condiciones de vida de la comunidad rural, en general, y las de la mujer de las zonas rurales, en particular. En marzo de 1998, el Gobierno publicó su documento de estrategia de lucha contra la pobreza, el Marco Nacional y Programa Nacional de Política Económica, y estableció prioridades de desarrollo concretas, haciendo especial hincapié en los siguientes objetivos:

•Reducción de la pobreza y logro de un nivel más alto de justicia social;

•Fomento del papel de la mujer en el proceso de desarrollo nacional, mediante la adopción de medidas concretas para crear iguales oportunidades para todos;

•Organización de cursos de formación del personal, recalcando constantemente su importancia.

Entre 1993 y 1995, el Gobierno de Eritrea puso en práctica a título experimental el Fondo de Rehabilitación Comunitaria de Eritrea, que tenía como objetivo recuperar y rehabilitar las comunidades rurales tras una guerra prolongada y devastadora. El proyecto se centraba principalmente en la rehabilitación de las escuelas elementales, los centros de salud y puestos sanitarios, el riego en pequeña escala, el abastecimiento de agua y los caminos de acceso. Más de 700.000 hombres y mujeres se beneficiaron de los proyectos financiados por el Fondo de Rehabilitación Comunitaria de Eritrea. El aspecto más importante de este proyecto consistió en sus servicios de extensión, dedicados especialmente a las aldeas distantes, y las iniciativas para fomentar la participación de las comunidades y ayudar a las mujeres de las zonas rurales a participara en las actividades generales de adopción de decisiones y en su aplicación.

Posteriormente, se emprendió otro programa de base comunitaria en el marco del Fondo de Desarrollo Comunitario de Eritrea de 1996, con objeto de: i) apoyar la rehabilitación y el desarrollo de la infraestructura básica social y económica, imprescindible para el desarrollo; y ii) aumentar la capacidad de generación de ingresos de los hogares y personas pobres e instituir planes de microahorro y microcrédito. Por petición de las comunidades locales, el Fondo de Desarrollo Comunitario de Eritrea financió subproyectos que habían sido seleccionados por las propias comunidades, que desempeñaron un papel primordial en su elaboración, aplicación, supervisión, mantenimiento y sostenibilidad.

El Programa del Fondo de Desarrollo Comunitario de Eritrea se concibió como el programa en el que más en cuenta se tendrían las consideraciones de género, en consonancia con la política del Gobierno en la materia. De ahí que se creara un Programa de Acción Nacional en materia de Género para velar por que la mujer se beneficiara, en un pie de igualdad con el hombre, de las actividades financiadas por el Fondo de Desarrollo Comunitario de Eritrea, y participara activamente en la selección, elaboración y administración de los subproyectos. Los principales elementos del Programa de Acción Nacional en materia de Género pueden resumirse del siguiente modo:

•Vigilancia y supervisión de la repercusión de las actividades del Fondo de Desarrollo Comunitario de Eritrea en la Mujer;

•Intensificación y fortalecimiento de la participación de la mujer en las actividades del Fondo de Desarrollo Comunitario de Eritrea;

•Capacitación en apoyo de la participación de la mujer;

•Mayor acceso de las mujeres pobres o desfavorecidas a los activos económicos y a su control.

En términos generales, la mujer y la comunidad se han beneficiado en gran medida de todas las actividades financiadas por el Fondo de Desarrollo Comunitario de Eritrea que incluyen el microcrédito, el abastecimiento de agua a las zonas rurales, la construcción de caminos de acceso para ampliar la red de carreteras y solucionar así los problemas de transporte existentes, y la construcción de escuelas, centros de salud y centros comunitarios polivalentes. Sin embargo, las repercusiones para cada uno de los géneros deben medirse utilizando los indicadores que se reseñaron para el Programa de Acción Nacional en materia de Género a fin de evaluar la medida en que la mujer de las zonas rurales se ha beneficiado de todos los proyectos. Se espera que el Fondo de Desarrollo Comunitario de Eritrea realice una evaluación integral con la participación de todos los interesados, en particular la Unión Nacional de Mujeres Eritreas.

Política agraria

Era fundamental transformar el sistema de tenencia de la tierra para aplicar sin tropiezos una estrategia de desarrollo. En la Carta Nacional de 1994 se destaca la importancia de la reforma agraria, en consonancia con el espíritu de las iniciativas generales de desarrollo del país, y se afirma:

Es preciso introducir un sistema de distribución de la tierra para suprimir el sistema vigente de tenencia de la tierra, basado en la familia, la aldea, la tribu y otras divisiones de la tierra de alcance restringido, y sustituirlo por un si s tema uniforme basado en la utilización individual y sujeto a verificación m e diante un sistema de registro de tierras, reconociendo al mismo tiempo que las aldeas constituyen la base de la identidad de los ciudad a nos.”

Con ese fin, se instauró la nueva política agraria, conforme a la cual el Gobierno de Eritrea tiene el derecho exclusivo a la titularidad de la tierra y todos los ciudadanos tienen el derecho de acceso a la tierra para fines agrícolas, de pastoreo, vivienda y desarrollo. Las condiciones en que pueden realizarse tales actividades están reglamentadas por ley. Los objetivos de la nueva política agraria, de conformidad con lo enunciado en el Documento de macropolítica, son los siguientes:

•Alentar las inversiones a largo plazo en el sector agrícola y la ordenación prudente del medio ambiente;

•Garantizar el derecho de la mujer a la tierra en un pie de igualdad con el hombre;

•Fomentar la agricultura comercial.

Además, se introdujo la Proclamación sobre la tierra 58/1994, por la que se confería a todos los ciudadanos el derecho a utilizar la tierra sin discriminación por motivos de género, religión u origen étnico (art. 4). De esta forma se confería a la mujer el derecho legítimo y en pie de igualdad a utilizar las tierras de las zonas rurales y urbanas con fines agrícolas, de vivienda y de inversión. Sin embargo, en la práctica subsisten actitudes que representan impedimentos para la aplicación de esas disposiciones.

Si bien cada una de las regiones tiene su propio sistema de aplicación, en la mayoría de las aldeas y kebabi se eligen comités de distribución de la tierra que incorporan a mujeres y en los que las prioridades de la distribución se basan en la Proclamación mencionada. Por ejemplo, en la región meridional, la prioridad entre las mujeres se asignó a las residentes permanentes en un lugar determinado, las viudas con hijos, las divorciadas, las excombatientes etc. Las solicitudes de utilización de la tierra se presentan al comité en forma individual. La región meridional es una de las zonas densamente pobladas donde se ha puesto en práctica la distribución de la tierra.

Cuadro 18Distribución de la tierra para viviendas en la región meridional en 1998-1999

Subregión

Total

Hombres

Mujeres

Porcentaje de mujeres

Mendefera

7 063

4 314

2 749

38,9

Mai-Mine

11 576

8 833

2 743

23,6

Mai-Aini

7 387

5 190

2 197

29,7

Senafe

13 572

8 340

5 232

38,5

Segeneiti

8 720

5 896

2 824

32,3

Emni-Haili

12 005

8 091

3 914

32,6

Areza

13 786

9 343

4 443

32,2

Adi-Keich

3 087

1 915

1 172

37,9

Adi-Kuala

14 456

10 264

4 192

28,9

Dekemhare

5 956

3 490

2 466

41,4

Dibarwa

14 676

10 036

4 640

31,6

Tsorona

3 398

2 048

1 350

39,7

Total

115 682

77 760

37 922

32,7

Fuente: Administración de la región meridional.

La distribución de la tierra para la mujer difiere de una subregión a otra, en una gama que oscila del 23% al 41%. Según el informe de la administración de la región meridional, se ha observado que numerosos obstáculos arraigados en las actitudes tradicionales entorpecen el proceso de distribución de la tierra. A modo de ejemplo, cabe citar los problemas que enfrentan las viudas al intentar comprar tierras en la aldea de su cónyuge.

La mujer de las zonas rurales y la agricultura

La agricultura sigue siendo una actividad principalmente orientada a la subsistencia. Si bien representa la principal fuente de ingresos para un 80% de la población, aún depende de las lluvias, lo que limita su productividad.

La división del trabajo en función del género depende del sistema agrario vigente y de factores socioeconómicos y culturales. En las zonas de pastoreo y semipastoreo de las tierras bajas, donde la cría de ganado es la principal actividad económica, el papel de la mujer se centra en el hogar: la elaboración y preparación de alimentos y el ordeño de cabras y vacas (las afares tienen también que cuidar de las cabras). En las zonas donde la agricultura es la actividad principal (tierras altas y bajas) hombres y mujeres trabajan en el campo y comparten las faenas agrícolas. Además, las mujeres atienden los huertos domésticos, crían aves y abejas, tejen y confeccionan artesanías. La mujer de las zonas rurales trabaja entre 14 y 16 horas al día.

El Ministerio de Agricultura dirige varios programas de apoyo a los campesinos y campesinas locales. Por ejemplo, se distribuyeron semillas en el marco del Programa de Reconstrucción de Emergencia y más de 400.000 personas participaron en el programa convencional de “dinero por trabajo” para la construcción de bancales y la forestación de laderas. No obstante, como esa información no está desglosada por género, resulta muy difícil apreciar el grado de participación de la mujer o las ventajas que tales programas suponen para ella.

En el marco de ese proyecto, 9.900 campesinas recibieron en 2001 apoyo de programas para pequeños propietarios de granjas avícolas en que se entregaba a cada hogar 25 pollitos, alimento para seis meses y material de construcción. También se hicieron donaciones en la forma de cabras lecheras (cuatro machos y una hembra) para su engorde y, más adelante, para su ordeño y sacrificio con fines de lucro. Asimismo, se entregaron dos colmenas por mujer con miras a alentar a las mujeres de las zonas rurales a dedicarse a la apicultura. Según se informa, la mayoría de los hogares beneficiarios están encabezados por una mujer. En general, a fin de fomentar la participación de la mujer en la agricultura y asistir a los campesinos pobres, se distribuyó entre ellos (incluidas 3.800 campesinas) 72.349 pollitos, 2.931 cabras lecheras, 71,65 kilogramos de semillas vegetales, 31.333 herramientas y equipo variado y 12 bombas de motor.

Los agricultores que deseaban ampliar sus actividades agrícolas de pequeño alcance y dedicarse a la agricultura comercial tuvieron acceso a préstamos del programa de microcrédito del ministerio. Unas 1.300 personas recibieron préstamos para actividades agrícolas; se distribuyeron 120 toneladas de papas para siembra; se repartieron 400 toneladas de semillas de cereal, etc. Una vez más, el principal problema para conocer la medida en que esas actividades benefician a las mujeres es que no existen datos desglosados por sexo.

El Servicio de Asesoramiento Agrario del Ministerio de Agricultura refleja un nuevo enfoque de los servicios de extensión para ayudar a los agricultores a organizarse, determinar sus necesidades en cuanto a conocimientos y técnicas, aumentar su producción y, en última instancia, mejorar sus medios de vida. El Servicio de Asesoramiento Agrario organiza comités en las aldeas en los que participan las agricultoras y, a nivel subregional, también participan la Unión Nacional de Mujeres Eritreas y otros interesados. Aunque de reciente creación, ese mecanismo está consiguiendo que se tenga en cuenta a las mujeres del medio rural y que se las incluya en los procesos de planificación y adopción de decisiones relacionadas con todas las actividades agrícolas de sus respectivas comunidades. A fin de reforzar la eficacia del Servicio de Asesoramiento Agrario, se debería incluir también a la Unión Nacional de Mujeres Eritreas y otros interesados en la coordinación de su labor a nivel nacional.

Los comités de aldea del Servicio de Asesoramiento Agrario eligen a los agricultores que participan en los cursos de agricultura integrada, conocimientos veterinarios básicos, etc. En los dos cursos para agricultores de enlace que se han impartido consecutivamente, la participación de mujeres fue insignificante: sólo 2 mujeres de un grupo de 89 agricultores (2%). Es necesario adoptar medidas decididas al respecto para satisfacer las necesidades de las mujeres agricultoras. Por ejemplo, se debería hacer un esfuerzo por organizar esos cursos en la vecindad más próxima, de modo que las mujeres puedan combinar la capacitación con sus tareas en el hogar. La capacitación de las mujeres y su participación en todas las actividades de la comunidad, tanto económicas como de otro tipo, desde la etapa de planificación a la de aplicación, es un requisito imprescindible para el éxito global de las iniciativas de desarrollo rural.

Por otro lado, la participación de las mujeres en las actividades agrícolas modernas es muy baja (5,9%) y la presencia de la mujer en la fuerza laboral es sólo del 4,8%. Los trabajos más comunes de los que predominantemente se encargan las mujeres son el engorde de animales (18,7%), el cultivo de cítricos (18,2%), la cría de ganado (16,1%) y la cría de aves de corral (42%), actividades en las que su tasa de empleo es del 12,9%, 6,7%, 14,3% y 4,2%, respectivamente.

Microcrédito

El Programa de Ahorro y Microcrédito, una de las actividades que financia el Fondo de Desarrollo Comunitario de Eritrea, ha posibilitado el acceso a crédito y préstamos en las zonas rurales. El Gobierno de Eritrea, por conducto de su Ministerio de Gobierno Local, estableció un programa de ahorro y microcrédito ya en 1996 con el objetivo de ayudar a las comunidades rurales, los desplazados internos y los repatriados mediante la concesión de créditos y préstamos. Aunque ese programa no se centra específicamente en las mujeres, las alienta a ser sus principales beneficiarias con el fin de ayudarlas a mejorar su situación económica y modo de vida.

En la actualidad, el 37% de los beneficiarios en todo el país son mujeres, incluidas las mujeres cabezas de familia, las excombatientes, las desplazadas internas y las repatriadas. A medida que fueron adquiriendo la capacidad de mantenerse a sí mismas y de mejorar la situación de sus familias se observaron cambios claros en sus vidas. Ese programa también ha permitido que las mujeres se incorporen al sector no estructurado de la economía mediante su participación en diversas actividades económicas, como la cría de aves de corral, la producción de leche, el comercio en pequeña escala, etc.

El acceso al crédito se facilita sobre la base de la igualdad de oportunidades para todos, sin distinciones por razones de sexo o raza o de otro tipo. No obstante, en ciertas localidades algunas mujeres se han encontrado con algunos problemas para acceder directamente a créditos debido a la estrechez de las actitudes tradicionales. Por ejemplo, por motivos religiosos, se negaba el acceso directo a créditos a mujeres casadas, que sólo podían estar representadas por sus esposos, se les impedía abrir cuentas en los bancos locales, etc. Sin embargo, el número de ese tipo de casos se ha reducido mucho ya que el Fondo de Desarrollo Comunitario de Eritrea se niega a tolerar esas posturas en su política de concesión de créditos.

Cuadro 19Ejecución del programa de ahorro y crédito (1996-2001)

1996

1997

1998

1999

2000

2001

Número de nuevas cajas rurales

25

14

37

9

3

58

Número total de grupos de aldeas

81

107

246

285

290

519

Nivel I

Número de prestatarios activos

1 470

2 373

5 477

5 779

5 942

10 304

Número de préstamos

1 685

3 808

9 005

4 391

2 744

9 206

Nivel II

Número de prestatarios activos

7

27

36

245

925

Número de préstamos

7

33

46

259

1 040

Porcentaje de mujeres beneficiarias (Nivel I)

30

30,26

27,62

29,6

30,18

37

Porcentaje de mujeres beneficiarias (Nivel II)

14,29

6,45

14,29

29

36

En un estudio sobre los efectos de ese programa, realizado en 2000, se comprobó que el 50% de los bancos analizados estaba ubicado en zonas rurales que no contaban con servicios bancarios regulares y que el 30% de los prestatarios eran mujeres, lo que constituye un logro considerable si se tiene en cuenta el limitado acceso que tenían antes.

La Unión Nacional de Mujeres Eritreas se encarga de otro componente importante del programa de crédito, concebido especialmente para las mujeres del medio rural. Ese programa se puso en marcha inicialmente en 10 comunidades de Gash-Barka, Anseba, Maekel y la región meridional y estaba dirigido a los hogares encabezados por mujeres y a las mujeres desmovilizadas y repatriadas. Los préstamos oscilaban entre 500 y 2.000 nakfa, con un interés del 12% y un plazo de amortización de 12 meses, excepto para los préstamos agrícolas, que tenían un plazo de hasta 18 meses. Más de 1.700 familias se beneficiaron de ese plan de crédito.

Cuadro 20Beneficiarios de los programas de crédito de la Unión Nacional de Mujeres Eritreas y monto de los préstamos por región (junio de 1995 a junio de 1997)

Región

Monto de los préstamos (en nakfa)

Número de beneficiarios (todos ellos mujeres)

Porcentaje del total de préstamos

Porcentaje del total de beneficiarios

Relación préstamo/ beneficiario (en nakfa)

Gash-Barka

1 011 100 001

916

43,4

52,0

1 103,80

Debub

599 175 00

413

25,6

23,4

1 450,70

Anseba

245 800 00

204

10,5

12,0

1 205,00

Maekel

480 800 00

223

20,5

18,6

2 156,00

Total

2 336 875 00

1 756

100,00

100,00

1 330,80

Las mujeres tienen también sus propias asociaciones locales, llamadas Ukub, en las que los miembros aportan contribuciones mensuales y un miembro por vez, de forma rotatoria, utiliza el dinero. En ese sistema autóctono de crédito sin interés la asociación misma (Ukub) sirve como garantía. Este tipo de asociación de apoyo mutuo, que ayuda a las mujeres económicamente, es muy popular en el país.

Con el apoyo de la Unión Nacional de Mujeres Eritreas y otros asociados, se formaron cooperativas de mujeres del medio rural en diversas esferas de actividad, como el cultivo de pequeños huertos, la cría de aves de corral, la explotación de molinos de harina, las labores de artesanía y la manufactura de cerámicas. Esas cooperativas no sobrevivieron debido a problemas como la falta de un seguimiento adecuado y de capacitación en gestión de pequeños negocios y, por supuesto, a la ausencia de un estudio amplio de viabilidad antes de poner en marcha el programa.

Tecnologías adecuadas para las mujeres del medio rural

Las campesinas de las aldeas siguen todavía el sistema tradicional de vida. Trillan los cereales para separar el grano de las espigas y la paja, muelen el grano en morteros de piedra y cocinan con estiércol y leña (lo que causa problemas para la vista y el aparato respiratorio), por mencionar sólo algunas de sus tareas. Es de destacar que en el programa macropolítico de Eritrea se contempla la introducción de tecnologías para ahorrar mano de obra y reducir la monotonía de las tareas domésticas y de otro tipo de las mujeres (facilitando agua, combustible, leña, guarderías, etc.). Con ese fin ya se están instalando molinos de harina, bombas de agua manuales y a motor, cocinas de bajo consumo y equipos de energía solar.

En colaboración con el Ministerio de Energía, se está llevando a cabo un proyecto piloto de capacitación de las mujeres del medio rural para el uso de cocinas de bajo consumo. Esas cocinas son asequibles, económicas y, las mujeres una vez que se les ha impartido capacitación, las pueden fabricar fácilmente con arcilla. No obstante, las políticas de conservación de los bosques hacen que la leña esté empezando a escasear, por lo que es necesario encontrar otras alternativas. La electrificación de las zonas rurales no es una solución inmediata, aunque el Ministerio de Energía y Minas está formando cooperativas eléctricas voluntarias en las aldeas de las comunidades rurales, las que se encargarán del suministro de energía eléctrica a nivel local. Las mujeres, en su calidad de miembros de la comunidad, participan activamente en esas cooperativas eléctricas voluntarias. El Ministerio también está estudiando otras opciones como el suministro de cilindros de gas comprimido a un precio asequible a los hogares de las zonas rurales. En la actualidad, el consumo general de gas se ha incrementado drásticamente, y ha pasado de 900 a 4.000 toneladas.

Programas de agua potable y saneamiento

En general, Eritrea sufre una escasez de recursos hídricos desarrollados. El abastecimiento de agua suficiente, segura y constante es vital para todas actividades de desarrollo del país. Hasta el momento, el Departamento de Recursos Hídricos ha realizado un inventario de las fuentes de agua de las seis regiones, en particular de su calidad y condiciones sanitarias.

La principal labor de las mujeres del medio rural sigue siendo acarrear agua sobre la cabeza o la espalda a lo largo de grandes distancias. Para aliviar esa carga y facilitar el acceso a fuentes de agua potable más cercanas, diferentes organismos gubernamentales y organizaciones no gubernamentales participan en proyectos para establecer sistemas de abastecimiento de agua en las aldeas de las zonas rurales.

En los últimos cuatro años, se instalaron 64 sistemas de paneles fotovoltaicos, más de 180 bombas a motor y más de 500 bombas manuales gracias a la colaboración de organismos gubernamentales y organizaciones no gubernamentales.

Cuadro 21Población rural con acceso a agua potable en 2001

Región

Población

Porcentaje de la población con acceso a agua potable

Anseba

56 067

16,7

Debub

117 142

26,2

Gash-Barka

107 182

21,9

Maekel

18 100

16,6

Región del Mar Rojo septentrional

30 348

9,7

Región del Mar Rojo meridional

9 959

21,5

Total

398 798

Porcentaje nacional

20,3

Fuente: Departamento de Recursos Hídricos, 2001.

Según el informe sobre el examen sectorial del programa de agua, medio ambiente, saneamiento e higiene de 2002, se ejecutó con éxito un proyecto cuyo objetivo era ampliar el acceso a agua potable para 50.000 personas más, tanto en zonas rurales como urbanas. Por otro lado, se establecieron sistemas de emergencia para el abastecimiento de agua en las zonas de reasentamiento de desplazados internos (las personas afectadas por la guerra fronteriza). Hasta la fecha, esos proyectos han facilitado el acceso a abastecimiento de agua a más de 400.000 personas.

Antes de instalar un nuevo sistema de abastecimiento de agua, se pide a la comunidad que cree un comité para encargarse del funcionamiento y mantenimiento del sistema en el futuro. Lamentablemente, como no existen directrices uniformes, la selección se deja en manos de las comunidades y en la mayoría de casos las mujeres resultan marginadas. Por la misma razón, los consultores técnicos sólo eligen a hombres para participar en programas de capacitación sobre los aspectos técnicos del funcionamiento de las nuevas bombas y la gestión del abastecimiento de agua de la comunidad. La inclusión deliberada de las mujeres en el funcionamiento técnico y la gestión del sistema es una medida muy importante que hay que aplicar. Los datos que figuran a continuación se basan en las estadísticas de los comités de abastecimiento de agua del Fondo de Desarrollo Comunitario de Eritrea.

Cuadro 22Participación de la mujer en los comités de abastecimiento de agua

Región

Número de comités para el abastecimiento de agua de las aldeas

Total de miembros

Mujeres

Hombres

Maekel

7

40

11

29

Anseba

4

22

4

18

Gash-Barka

15

74

12

62

Semien-Keih-Bahri

2

10

0

10

Debub

1

7

1

6

Total

29

153

28

125

Fuente: Informe del Fondo de Desarrollo Comunitario de Eritrea, 2002.

El principal componente del proyecto del sistema de abastecimiento de agua a las zonas rurales es la capacitación en materia de saneamiento y uso correcto del agua. Se imparte capacitación a las comunidades sobre cómo evitar las enfermedades transmitidas por el agua, mantener las fuentes de agua limpias y secas, utilizar desagües, evitar que el ganado use las fuentes de agua, etc. No obstante, a fin de conseguir una distribución y unos resultados óptimos, las organizaciones no gubernamentales y los organismos gubernamentales participantes deben seguir un enfoque coordinado para mejorar la concienciación del público sobre la importancia del agua potable y el saneamiento, utilizando para ello los medios de información, las escuelas, los centros de salud, las reuniones públicas y otros recursos eficaces.

La captación de agua de lluvia de los tejados es otro proyecto que está desarrollando el Ministerio de Agricultura y su objetivo es recoger toda el agua de lluvia y promover un mejor aprovechamiento del agua mediante la construcción de cisternas rudimentarias junto a cada vivienda rural. Ese sistema básico de conservación de agua permite a las mujeres del medio rural realizar diversas actividades alrededor de sus viviendas (cultivo de huertos, cría de aves de corral, venta de agua, etc.) y mejorar el saneamiento de sus hogares.

Otra actividad de la Unión Nacional de Mujeres Eritreas para resolver el problema del transporte de agua desde grandes distancias consiste en distribuir asnos y alforjas para acarrear agua. Se concede prioridad a las aldeas situadas a una distancia de entre 2 y 5 kilómetros de la fuente de agua y a las mujeres más necesitadas de la aldea. Cada familia recibe un asno y unas alforjas para acarrear agua, en concepto de subvención. Las mujeres y las niñas son las principales beneficiarias de este proyecto porque alivia el esfuerzo físico que supone acarrear agua, minimiza la pérdida de tiempo (que puede llegar a ser de entre 4 y 6 horas al día) y permite transportar agua suficiente para el saneamiento y otros usos. Además, algunas mujeres perciben ingresos adicionales mediante la venta de agua en su tiempo libre. En los cinco años que lleva funcionando, más de 2.724 hogares encabezados por mujeres se han beneficiado de este proyecto.

Otras cuestiones sociales

La situación de la mujer en cuanto a la educación y la salud se ha tratado a fondo en la secciones sobre los artículos 10 y 12 de la Convención. Es un hecho que las mujeres y niñas de las zonas rurales están rezagadas con respecto a las mujeres de las zonas urbanas. La proporción neta de asistencia en la escuela primaria es del 41,5% en las zonas urbanas y del 27,2% en las rurales. No sólo las niñas empiezan más tarde, a los 8 años o después, sino que también abandonan antes sus estudios por diversas razones sociales y culturales, como tener que ayudar a sus madres con las tareas de la casa, el cuidado de sus niños o hermanos, el trabajo en la explotación agrícola de su familia o sus familiares, la distancia a la escuela, el elevado riesgo para su seguridad y el matrimonio a edad temprana.

Una de las principales iniciativas en las zonas rurales fue la puesta en marcha de un programa de alfabetización de adultos, que más de 51.000 mujeres completaron con éxito (Ministerio de Educación, 2001) y en el que participaron más de 30.000 por medio de la Unión Nacional de Mujeres Eritreas (1992-1996). La tasa de analfabetismo se ha reducido significativamente y ha descendido al 51%, comparada con el 65,9% en 1995. Una consecuencia directa de ese programa fue la concienciación de las madres sobre la importancia de la educación, y ahora son ellas quienes alientan a sus hijas a inscribirse en programas de educación básica.

La ampliación de las escuelas primarias y el mejoramiento del acceso a la educación en las zonas rurales fue otro factor que mejoró las oportunidades de las niñas para adquirir una educación. Para incrementar las tasas de escolarización y de éxito escolar, se introdujeron algunos incentivos como:

•La apertura de escuelas preparatorias para hacer frente al problema de la distancia a las escuelas;

•La apertura de residencias e internados para niñas (un total de siete en todo el país);

•La concesión de subvenciones en efectivo o en especie para las niñas pobres en edad escolar (500 niñas en un programa piloto);

•Premios especiales para las niñas que obtengan los mejores resultados, etc.

El alumbrado por medio de paneles fotovoltaicos instalado por el Ministerio de Educación en más de 75 escuelas de zonas remotas constituyó un paso positivo para ayudar a los niños y adultos a proseguir sus estudios por la tarde, después de terminar las labores del campo.

El otro problema social que afecta a las mujeres de las zonas rurales es la falta de servicios de atención de la salud. Las principales causas de morbilidad y mortalidad en Eritrea son las enfermedades contagiosas. Algunos de los problemas básicos que afectan a la salud de la población, en particular la de las mujeres, son el limitado acceso a agua potable y limpia, la desnutrición, la mala atención de la salud de la madre y el niño y la educación deficiente en cuestiones de salud y planificación de la familia. El Ministerio de Educación ha venido ejecutando programas importantes para hacer frente a esos problemas en la esfera de la salud, lo que se ha reflejado en considerables mejoras de las condiciones de salud de las comunidades en los últimos seis o siete años.

De cualquier modo, el éxito de un programa amplio de desarrollo rural es inconcebible sin la participación plena de las mujeres. El Gobierno está haciendo esfuerzos denodados para alentar a las mujeres a que desempeñen un papel central y no secundario en la planificación, el proceso de adopción de decisiones, la capacitación y la ejecución de todos los proyectos de desarrollo comunitarios.

Artículo 15Capacidad jurídica en materias civiles

Según la Constitución de Eritrea, todas las personas son iguales ante la ley y cualquier discriminación basada en el sexo está prohibida. En este caso, las mujeres de Eritrea tienen una capacidad jurídica idéntica a la de los hombres e iguales oportunidades para ejercer esa capacidad al amparo de la ley. Las mujeres participan en los tribunales como jueces, abogados, testigos y otras capacidades y son tratadas con el mismo respeto que los hombres.

No obstante, cuando se trata de la aplicación de las disposiciones jurídicas se tropieza con un montón de limitaciones debido a que las actitudes basadas en la tradición todavía están muy arraigadas. Los diferentes grupos étnicos se rigen por sus respectivas tradiciones, costumbres culturales y prohibiciones que son básicamente discriminatorias y no permiten una igualdad de situación con los hombres.

La reforma agraria recientemente proclamada, aunque reconoce a las mujeres igualdad de acceso a la propiedad de la tierra, tropieza no obstante con ciertos obstáculos de aplicación. Por supuesto, no se puede negar que los tradicionales valores discriminatorios están perdiendo terreno debido a los cambios socioeconómicos que se están produciendo, la firme decisión política del Estado de promover los derechos de la mujer, la participación de la mujer en la educación y el empleo y una mayor conciencia de la comunidad eritrea respecto de la participación de las mujeres.

En principio, una mujer puede ocupar cualquier posición en su vida profesional sin el consentimiento de su cónyuge, ya que la decisión le compete sólo a ella. No obstante, las parejas, adoptan decisiones conjuntas sobre qué es lo mejor para la familia y los hijos. Por ejemplo, si una mujer con ciertas cualificaciones es ascendida y transferida a otra zona (región) probablemente rechazará el ascenso para permanecer con sus hijos. Los hombres, sin embargo, nunca pierden esas oportunidades y en la mayoría de los casos su movilidad es muy alta. De conformidad con el nuevo derecho de familia, la ocupación de los cónyuges se define jurídicamente de la siguiente manera:

1) Cada uno de los cónyuges puede ejercer la ocupación o realizar la actividad de su elección;

2) El otro cónyuge, teniendo en cuenta el interés del hogar, puede objetar al ejercicio de una ocupación o la realización de una actividad determin a da .

Esto significa que ambos cónyuges pueden reconsiderar cualquier oferta de empleo en interés de la familia sobre la base del consentimiento mutuo.

De conformidad con el artículo 19 de la Constitución, la libertad de movimiento está garantizada para todos:

Todos los ciudadanos tienen el derecho a desplazarse libremente por Eritrea y a residir y asentarse en cualquier parte del país.

Se trata de una práctica tradicional bien arraigada, que tiene una notable predominancia en la actualidad; después del matrimonio, la mujer automáticamente tiene el domicilio del cónyuge dado que éste tradicionalmente debe preparar su casa. En caso de conflicto familiar, la esposa regresa a la casa de sus padres o tutores hasta que se resuelva el caso. Esta situación ha ido mejorando y actualmente la elección del lugar para la vivienda familiar se hace de común acuerdo.

El proyecto de ley civil establece el derecho a escoger la residencia para ambos cónyuges y estipula lo siguiente:

1) La residencia común será escogida por los cónyuges de común acuerdo. Si uno de los cónyuges está sujeto a una interdicción judicial o no está dispuesto o en condiciones de expresar su deseo, la residencia común s e rá escogida por el otro cónyuge;

2)Cualquiera de los cónyuges podrá dirigirse a los árbitros de asuntos familiares si se produce una disputa sobre la elección de la residencia común.

El poder marital es una cuestión compleja con muchos aspectos. El poder marital se basa en realidad en el poder económico; el que provee los alimentos para la familia tiene poder de decisión sobre las cuestiones familiares. También puede depender de la tradición particular de un grupo étnico determinado. Por ejemplo, en uno de los grupos étnicos de Eritrea, el Kunama, el matriarcado es la regla, y sigue funcionando. El poder marital varía también según el nivel de educación y desarrollo de una familia. Es un hecho que el poder marital está perdiendo terreno entre las familias con educación (cónyuges educados), que prefieren vivir en base al consentimiento mutuo respecto de todas las cuestiones de interés para la familia.

El poder marital fue sostenido en el artículo 635 del código civil colonial, que declara rotundamente “el marido es el jefe de la familia; a menos que se indique otra cosa en el presente código, la esposa le debe obediencia en todas las cuesti o nes lícitas que ordene”. No obstante, el artículo fue automáticamente revocado y sustituido por el artículo 45 del derecho de familia del Frente Popular de Liberación de Eritrea (Proclamación 1/1991), que se basa en la igualdad de derechos y situación jurídica de ambos géneros, y que preserva los intereses de los niños y la madre de la familia.

Las mujeres tienen igual derecho que los hombres a concertar contratos y administrar bienes y negocios, y pueden heredar negocios familiares, incluida su gestión, y emitir licencias comerciales con carácter individual. Según las estadísticas de la oficina de licencias comerciales, se han emitido más de 25.000 licencias comerciales en la región de Zoba Maekel, de las cuales el 30% pertenecen a mujeres. Las mujeres participan en actividades comerciales en diversos ramos, como se indica en el cuadro siguiente:

Cuadro 23Las mujeres comerciantes en la región de Maekel

Descripción de la categoría de actividad

Número de licencias expedidas

1.

Agricultura, caza, silvicultura

20

2.

Pesca

3

3.

Manufactura

326

4.

Minería y explotación de canteras

48

5.

Suministro de electricidad, gas y agua

24

6.

Construcción

24

7.

Comercio general, reparación de automotores

5 479

8.

Transporte, almacenamiento y comunicaciones

197

9.

Intermediación financiera e inmobiliaria

1

10.

Servicios generales

1 411

11.

Servicios profesionales

89

Fuente:Oficina de Licencias Comerciales.

El problema no consiste en que la mujer no tenga derechos iguales a los de los hombres en cuestiones civiles o que no tenga capacidad jurídica o la misma oportunidad de ejercer esa capacidad; el problema es la falta de conocimientos entre la mayoría de las mujeres acerca de la existencia de esas medidas de protección.

Para superar esta deficiencia, en los últimos tres años la Dependencia de Asesoramiento Jurídico de la Unión Nacional de Mujeres Eritreas ha hecho hincapié en las campañas de concienciación para popularizar las disposiciones jurídicas relativas a todas las cuestiones de interés para las mujeres. A tal efecto, se preparó un manual de capacitación orientado principalmente hacia el derecho de familia, la proclamación sobre la reforma agraria y cuestiones particulares del código penal (aborto, violación, etc.). Las estadísticas más recientes de la Dependencia de Asesoramiento Jurídico muestran que en 2002 más de 5.700 mujeres participaron en cursos prácticos sobre conocimientos jurídicos organizados por la Dependencia.

Artículo 16El matrimonio y las relaciones familiares

El matrimonio está considerado como un lazo jurídico entre cónyuges y el sistema es monogámico, con excepción de los seguidores de la religión islámica. La actual situación en cuanto a estado civil indica que el 20,2% de las mujeres en edad reproductiva en Eritrea nunca estuvieron casadas, el 58,5% están actualmente casadas, el 1,6% vive con sus parejas (en cohabitación), el 6,9% están divorciadas o separadas y el 12,5% son viudas.

Todas las relaciones matrimoniales y de familia se rigen por el código civil de Eritrea, incluida la edad mínima para el matrimonio y la obligación de registrar los contratos matrimoniales.

Ahora bien, dado que Eritrea es una nación heterogénea integrada por nueve grupos étnicos, cada uno con su propio idioma, valores tradicionales y normas consuetudinarias, todavía hay un margen suficiente para atender todos los tipos de relaciones. En la tradición de Eritrea, el matrimonio y las relaciones de familia se regían totalmente por el derecho consuetudinario establecido por los ancianos de la comunidad y por los jefes o líderes tribales. Teniendo en cuenta la pluralidad y la diversidad de culturas y religiones del país, el sistema en vigor reconoce legalmente diversas leyes y prácticas sobre el matrimonio. Según el proyecto de ley civil de transición de Eritrea sobre el matrimonio civil, el matrimonio religioso y el matrimonio consuetudinario están reconocidos como formas de matrimonio.

El matrimonio civil tiene lugar cuando un hombre y una mujer comparecen ante un oficial del registro civil con el fin de contraer matrimonio y prestan su consentimiento ante dicho oficial (art. 518).

El matrimonio religioso tiene lugar cuando un hombre y una mujer realizan los actos o ritos que según su religión, o la religión de uno de ellos, consagran un matrimonio válido (art. 519).

El matrimonio con arreglo a normas consuetudinarias tiene lugar cuando un hombre y una mujer realizan los ritos que, en virtud de la normas de la comunidad a la que pertenecen, o a la que pertenece uno de ellos, consagran una unión permanente entre ese hombre y esa mujer (art. 520).

Hay muchas normas consuetudinarias que se aplican en las tierras altas (principalmente cristianas) y en las tierras bajas (principalmente musulmanas) del país, que abarcan a casi todos los grupos étnicos, entre ellas:

•Derecho consuetudinario de los Adkeme Melgae codificado en 1936 en Tigrinya

•El Adgna Tegeleba codificado en 1937 en Tigrinya

•El Logo-chiwa codificado en 1413 y modificado y vuelto a codificar en 1910 en Tigrinya

•El Karneshm codificado en 1910 en Tigrinya

•El Lamza Saharti codificado en 1936 en Tigrinya

•El Shewate Anseba codificado en 1910 en Tigrinya

•El derecho consuetudinario de los Kunama no está codificado pero es de tradición oral y se aplica en forma coherente

•El Fithi Mehari de Mensa’e codificado en 1913 en Tigre

•El Ben-Amir codificado en 1967 en inglés

En todas las normas consuetudinarias, la autoridad para concertar casamientos se concede al padre o a los parientes de sexo masculino del novio (con excepción de los kunama, que siguen una tradición matriarcal). Según las normas consuetudinarias, la edad de matrimonio para las mujeres es entre los 8 y los 15 años y para los varones entre los 12 y los 15 años. La esposa no tiene derecho a solicitar el divorcio en ninguna circunstancia; en ciertas tribus, sin embargo, la esposa puede pedir a sus padres que intervengan en su nombre.

La reforma de las leyes sobre el matrimonio

La política macroeconómica del Estado de Eritrea establece las bases para la reforma de las leyes relativa a los derechos de la mujer. La reforma está claramente consagrada en la política sobre cuestiones de género:

b.Se respetará la igualdad de derechos de la mujer y todas las leyes que menoscaben esa igualdad serán modificadas.

Por consiguiente, el comité de reforma de las leyes establecido en 1997, bajo la supervisión delMinisterio de Justicia, preparó los nuevos códigos civil y penal teniendo en cuenta los derechos humanos fundamentales, la igualdad entre los géneros y todos los derechos constitucionales en relación con la mujer. Si bien después de la independencia se adoptaron los códigos civil y penal coloniales, esto se hizo en base a la proclamación de reforma de las leyes 1/1991, que abrogó y reformó los códigos para ajustarlos a las preferencias jurídicas de Eritrea y que se conoció con el nombre de Código de Transición de Eritrea. Entre las disposiciones que fueron objeto de reforma figuran el registro de los matrimonios, la edad mínima para contraer matrimonio, el período de viudez, los efectos pecuniarios del matrimonio y el divorcio, la sucesión y otras cuestiones. Actualmente, los tribunales están utilizando el Código de Transición de Eritrea hasta que el Parlamento apruebe el proyecto de ley.

Todos los tipos de matrimonio (con excepción del Sharia), incluidos los matrimonios religiosos y consuetudinarios incluidos en el nuevo proyecto de código civil y en el Código de Transición de Eritrea, tienen condiciones vinculantes comunes que realzan los derechos de la mujer en los contratos matrimoniales. Entre esas condiciones cabe mencionar:

Un hombre y una mujer que no hayan alcanzado la edad de 18 años no podrán contraer matrimonio (art. 521); si una mujer está embarazada o ha dado a luz a un niño a la edad de 16 años, se puede conceder una exención respecto de la norma relativa a la edad.

Están prohibidos los matrimonios entre personas relacionadas por lazos de afinidad o consanguinidad (arts. 522 y 523).

Cada uno de los cónyuges deberá prestar su consentimiento al matrimonio en el momento en que éste se consagra (art. 525) ... no se permitirán los matr i monios por representación a menos que el fiscal general haya concedido una exención por un motivo valedero.

El consentimiento obtenido por amenaza no será válido (art. 528).

En la actualidad, la protección jurídica y administrativa se garantiza mediante la reforma del derecho de familia y la planificación de su ejecución y aplicación apropiada. La ley destaca que todos los tipos de matrimonio se concertarán en base al apoyo y la comprensión mutuos y que tanto el marido como la mujer serán responsables del cuidado de la familia. El proyecto de ley dispone:

Los cónyuges están obligados a tratarse con respeto y fidelidad, y a prestarse protección, apoyo y asistencia (art. 564).

Los cónyuges cooperarán en interés de la familia, sobre la base de la igualdad de derechos y responsabilidades de ambos géneros, para asegurar la orient a ción moral y material de la familia, la crianza de los hijos y la preparación de los hijos para que ocupen su lugar en la sociedad (art. 565).

Se emitirán certificados de matrimonio en relación con los matrimonios rel i giosos y consuetudinarios (arts. 543 y 544).

El aspecto más importante de esta reforma de la ley es la armonización de las disposiciones del derecho Sharia con las disposiciones del derecho de familia contenido en el código civil. El derecho Sharia tiene sus propias disposiciones sobre divorcio, herencia y administración de bienes, distintas de las del código civil. Una mujer casada en virtud del derecho Sharia está obligada a atenerse a sus disposiciones sobre divorcio, custodia de hijos y pago de alimentos, y sucesión cuando sean diferentes de las disposiciones del código civil.

La ley prohíbe los matrimonios basados en lazos de afinidad o consanguinidad, o en la bigamia.

Compromiso matrimonial y matrimonio entre menores de edad

El matrimonio de niñas menores de edad ha sido una práctica común en las comunidades eritreas. Las niñas se casaban en virtud de acuerdos concertados entre las familias, sin su consentimiento, a los 13 años de edad, sin considerar siquiera la situación de salud, la edad u otras condiciones del hombre. El matrimonio por rapto o amenaza era un fenómeno aceptado, así como también el matrimonio para resolver conflictos familiares y con fines de reivindicación. El período de viudez se prolonga durante toda la vida de una mujer, pero el hombre puede contraer matrimonio al día siguiente.

Los matrimonios tradicionales y consuetudinarios comenzaron a desaparecer durante la lucha por la liberación, cuando el Frente Popular de Liberación de Eritrea proclamó un nuevo derecho de familia que prohibía ciertos actos como la fijación de precios a las novias, el rapto, el matrimonio entre menores de edad, el matrimonio sin consentimiento de los cónyuges y otros actos que discriminaban contra la mujer y violaban sus derechos. Por supuesto, las leyes y los reglamentos no fueron suficientes y debieron ser reforzados mediante campañas de concienciación para modificar las actitudes tradicionales y el modo de pensar, y afirmar la voluntad de la comunidad de adherirse a la nueva situación encaminada a la liberación de la mujer. Con el correr del tiempo, se fueron introduciendo cambios que han influido en la declinación de los matrimonios entre menores de edad. En la actualidad, la edad legal para el matrimonio de las niñas es 18 años.

Según la encuesta demográfica y de salud de 1995, la edad mediana del primer matrimonio para la mujer en Eritrea ha aumentado constantemente de 16 años entre mujeres de 40 a 49 años de edad a 18 años entre mujeres de 20 a 24 años. La proporción de mujeres que se casaban a los 15 años disminuyó del 31% entre las mujeres de 45 a 49 años de edad al 20% entre las mujeres de 15 a 19 años. En general, el 73% de las mujeres de Eritrea que actualmente tienen entre 25 y 49 años de edad estaban casadas a los 20 años. Los hombres concertaban uniones por primera vez a una edad bastante mayor que las mujeres: la edad mediana del primer matrimonio de hombres de 25 a 59 años de edad es de 25 años.

El compromiso matrimonial sigue teniendo vigencia en las comunidades eritreas; es el primer paso hacia un futuro matrimonio. Según la ley civil vigente (derecho de familia), el compromiso matrimonial se puede concertar en presencia de dos testigos. Ahora bien, no puede ser inscrito en los registros del estado civil. Tampoco tienen efecto hasta que ambos futuros cónyuges lleguen a la edad de matrimonio exigida por la ley. En el pasado, los padres celebraban compromisos matrimoniales en nombre de sus hijas (de 5 a 10 años de edad), que permanecían en la casa de sus padres hasta que llegaban a la pubertad. El nuevo proyecto de ley establece un período de duración del compromiso. Si en el momento del compromiso no se ha acordado ningún período, el matrimonio tiene lugar dentro de los seis meses de la fecha en que cualquiera de los futuros cónyuges ha expresado su deseo de contraer matrimonio.

Divorcio

Hay condiciones jurídicamente aceptadas para la terminación del matrimonio: fallecimiento de uno de los cónyuges; divorcio por motivos graves (cuando uno de los cónyuges comete adulterio o abandona el hogar); y por orden judicial (art. 663). Antes de que un tribunal disponga un divorcio se debe procurar la reconciliación por arbitraje familiar.

En virtud del Código Civil de Transición, el repudio unilateral de la esposa por el esposo, o del esposo por la esposa no tiene ningún efecto. En caso de divorcio, cualquiera de los cónyuges, conjunta o separadamente, puede presentar una petición de divorcio a los árbitros familiares.

Ahora bien, si el arbitraje fracasa y el divorcio tiene lugar en virtud de la ley civil, se aplican las siguientes disposiciones:

•Se liquidan las relaciones pecuniarias.

•La custodia y el apoyo a los hijos nacidos del matrimonio se rige exclusivamente por el interés de esos niños. Los hijos se confían a su madre hasta la edad de 5 años.

•El esposo paga alimentos por el hijo, cuyo monto lo decide el Comité arbitral.

•Los bienes comunes se dividen por partes iguales entre los cónyuges y se cancelan las deudas comunes. Esto se aplica también en caso de cohabitación.

•Ambos cónyuges tienen derecho a recuperar sus bienes personales.

Con excepción de los seguidores del derecho Sharia.

La solución de los casos de divorcio está a cargo de los árbitros familiares nombrados por cada uno de los cónyuges o por los tribunales. No obstante, sólo los tribunales son competentes para decidir si un divorcio resuelto por árbitros familiares se ajusta a las leyes.

Lamentablemente, en la mayoría de los casos las mujeres no participan como miembros de los comités arbitrales. La Dependencia de Asesoramiento Jurídico de la Unión Nacional de Mujeres Eritreas ha recibido un gran número de quejas contra los árbitros de familia, en el sentido de que han actuado con parcialidad y en forma no satisfactoria para la mujer. La Unión está ejerciendo presión para que se incluya a las mujeres en el Comité de Arbitrajes de Familia y hasta están intentando establecer tribunales de aldea elegidos por la comunidad para sustituir a los comités arbitrales.

Actualmente, los casos de divorcio o separación y las cuestiones relativas al mantenimiento de los hijos están aumentando.

Derechos y bienes personales

Ninguna ley o tradición dispone que una mujer casada debe asumir el nombre de su esposo; mantiene el nombre de sus padres aun después del matrimonio, pero los hijos deben asumir el nombre del padre.

Tanto el esposo como la esposa tienen derecho a administrar sus bienes personales, recibir ingresos y disponer libremente de sus bienes. También pueden obtener ganancias y recibir salarios y tener una cuenta bancaria para depositar sus haberes personales. Los bienes comunes, como los bienes que han sido donados a ambos, todos los bienes adquiridos por los cónyuges durante el matrimonio, los salarios y otros activos, pueden ser administrados conjuntamente, o independientemente por cada uno de los cónyuges.

Cohabitación

En el pasado, muchas mujeres fueron víctimas de uniones no registradas. Anteriormente, según el derecho civil colonial, la cohabitación estaba permitida por ley, pero era considerada como una unión irregular que negaba a la mujer el derecho de sucesión y el derecho a pago de alimentos, a los bienes comunes y a los lazos de afinidad. No obstante, si el hombre y la mujer vivían juntos durante más de 10 años se podía obtener una compensación por divorcio. En muchos casos, los divorcios entre personas que cohabitaban tenían lugar poco antes de finalizado ese plazo, lo que dejaba a la esposa extremadamente vulnerable.

Las uniones irregulares han sido abrogadas totalmente y la cohabitación sin matrimonio se considera actualmente como una unión regular y debe ser registrada. Los que viven juntos durante un período largo están protegidos jurídicamente en relación con todos los derechos de familia, como si estuvieran casados. Una cuestión importante respecto de este artículo es la necesidad e importancia de definir el plazo por ley.

Violación

Aunque la violación es un delito penal, algunos padres de mujeres violadas prefieren casar a sus hijas con el perpetrador a fin de ocultar el delito contra la familia y la lesión sexual de su hija. Este tipo de arbitraje y acuerdo es concertado por las familias involucradas, evitando la intervención de las autoridades. En la mayoría de los casos, esos matrimonios terminan en divorcio, dado que para el novio la finalidad del matrimonio era protegerse contra denuncias por violación. Después del divorcio, la víctima no tiene derecho a denunciar la violación.

Según el derecho penal:

El que obligue a una mujer a someterse a una relación sexual fuera del m a trimonio, ya sea usando violencia o intimidación grave o después de haberla dejado inconsciente o incapaz de resistirse, será sancionado por la ley.

En este caso, la clasificación del delito y el castigo impuesto por la violación difieren según sea cometido:

a)Contra un niño menor de 15 años de edad;

b)Contra un paciente de un hospital, o un residente de una institución de beneficencia, un asilo o cualquier establecimiento educativo, correccional o de detención que dependa del acusado o esté bajo su supervisión o control;

c)Por varias personas actuando de común acuerdo.

Los casos de violación por lo general se denuncian a la policía y se remiten a la oficina del fiscal general. No obstante, no todos los casos de violación se denuncian. Las personas tienden a ocultar la situación por temor al estigma social que pueden sufrir las niñas. Algunas veces, hasta la propia víctima mantiene el secreto. En el siguiente cuadro se indica el número de casos de violación comunicados a la policía.

Cuadro 24 Casos de violación

Año

1998

1999

2000

2001

2002

Casos de violaciones comunicados

21

49

49

63

72**

Fuente: Oficina del Fiscal General.

**La cifra puede ser mayor ya que no incluye el último trimestre.

Las estadísticas muestran que los casos de violación están aumentando. En 2002 hubo un aumento del 46% en relación con 2000. Según el informe, las víctimas suelen ser niñas de 13 a 17 años de edad, es decir, menores de edad.

También en este caso se necesitan con urgencia actividades amplias e intensas para impartir a las mujeres y las comunidades conocimientos básicos de la ley; esto debería realizarse mediante actividades conjuntas de la Unión Nacional de Mujeres Eritreas, el Ministerio de Justicia y otras organizaciones de la sociedad civil.

Herencias y derecho sucesorio

Según el derecho civil, está prohibida la discriminación respecto de la herencia. La ley dispone claramente que “el sexo, la edad o la nacionalidad del heredero no afectará de manera alguna la determinación de su derecho a la sucesión” (art. 387). Las disposiciones a este respecto del derecho Sharia son diferentes.

En caso de muerte del esposo, la esposa y sus hijos heredan todos los bienes, incluidas las tierras agrícolas. No obstante, cuando el fallecido no tenía hijos supervivientes, sus padres son los herederos. Si la esposa y sus suegros no pueden llegar a un acuerdo para resolver la situación (lo que sucede casi siempre), la esposa estará obligada a vender los bienes comunes y quedarse sólo con su parte. Esto no se aplica a los bienes personales.

En caso de divorcio, los árbitros de familia pueden resolver el caso, y hasta pueden asignar a uno de los cónyuges tres cuartos de los bienes comunes, con arreglo a ciertas circunstancias como la buena o mala fe de los cónyuges, el enriquecimiento ilícito y otros motivos.

Conclusión

En el informe que antecede se ha examinado cada uno de los 16 artículos de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer en el contexto de la realidad de Eritrea. Se ha procurado ilustrar las importantes disposiciones jurídicas y administrativas que se han adoptado para abordar las cuestiones de la discriminación y la igualdad de oportunidades, así como los problemas y los obstáculos tradicionales.

No obstante, si bien la legislación dispone la igualdad de derechos y oportunidades, las actitudes y las prácticas culturales aún representan grandes obstáculos que menoscaban las posibilidades de cambio y hacen que éste sea lento y gradual.

El Gobierno de Eritrea, sin embargo, declara su firme compromiso y voluntad política de llegar a establecer medidas concretas de igualdad y erradicar la discriminación existente pues considera que la participación de la mujer y su plena integración en el desarrollo nacional y en la sociedad son elementos esenciales para el desarrollo y el establecimiento de una verdadera democracia.

El Gobierno está plenamente convencido de que no puede lograrse la realización efectiva de los derechos y la participación de la mujer si el cambio fundamental que ello entraña no abarca a la gran mayoría de las mujeres y si no se ofrece ampliamente acceso y oportunidades a todas. De no ser así, toda la cuestión de la potenciación del papel de la mujer no pasa de ser superficial. El Presidente del Estado, en el discurso que pronunció durante la celebración del vigésimo aniversario de la Unión Nacional de Mujeres Eritreas, expuso con mayores detalles la filosofía y el convencimiento del Gobierno acerca de esta cuestión.

Es de suma importancia elegir entre la dimensión simbólica o una participación sustantiva y de amplia base. Existe siempre la tentación de centrarse en la participación de unas pocas mujeres que ocupan una posición de primer nivel o las que están en las más altas esferas. Este enfoque está distorsionado e inevitablemente limita la participación de la mujer a un grado nominal. La auténtica participación de la mujer significa potenciar a todas o a la mayoría de las mujeres para que desempeñen un papel valioso en todos los aspectos de las actividades de la sociedad. Por consiguiente, la acción que se emprenda a tales efectos ha de estar orientada a facilitar la potenciación de todas o de la mayoría de las mujeres, asegurando de esa manera que la participación sea sustantiva y no simbólica.

Las mujeres de Eritrea creen que la igualdad en materia de género no es algo que puedan obtener por concesión o donación sino que ellas deben alcanzarla mediante su participación consciente en todas las esferas de la vida. Su búsqueda de la igualdad de derechos comenzó largo tiempo atrás, durante la lucha por la liberación bajo el lema “Igualdad mediante una participación igual en el trabajo”, que las mujeres eritreas mantendrán y seguirán respetando.

En consonancia con los objetivos de desarrollo del Milenio establecidos por el sistema de las Naciones Unidas, el Gobierno y un equipo de las Naciones Unidas, en el contexto del Marco de Asistencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo (MANUD), examinó las prioridades nacionales en el programa de desarrollo y recuperación, que ha hecho hincapié en las estrategias de incorporación del género en la cuestión del desarrollo como cuestión de alcance intersectorial. Esto se ha formulado de la siguiente manera:

i.Apoyar la ejecución del Plan de Acción Nacional para el adelanto de la mujer;

ii.Prestar asistencia para el fortalecimiento de los mecanismos institucionales en los planos local, regional y nacional a fin de abordar las cuestiones relativas al género en la política de la administración pública y la asignación de recursos y supervisar las iniciativas en materia de género en las políticas, los programas y las leyes;

iii.Prestar asistencia para el fortalecimiento de la capacidad de las organizaciones que representan los intereses de la mujer y realizan tareas de promoción, establecimiento de redes y de asociaciones para el adelanto de la mujer;

iv.Prestar asistencia para afianzar los conocimientos y la capacidad empresariales de la mujer; y

v.Prestar apoyo a las instituciones para que reúnan, analicen y difundan datos desglosados por sexo en sus respectivos sectores y zonas.

Debe haber consenso y entendimiento de que la realización de los derechos de la mujer no es una tarea exclusiva de las mujeres o de sus organizaciones, sino la responsabilidad de todas las personas que respetan los derechos fundamentales de los seres humanos.

Es necesario realizar una investigación constante en diversas esferas que repercuten de manera directa o indirecta en la situación de la mujer y evaluar los resultados para sentar las bases de la formulación de una política en materia de género y de un marco estratégico futuro que den lugar a un cambio fundamental en la vida y la condición social de la mujer de Eritrea.

El Gobierno del Estado de Eritrea

Diciembre de 2002

Anexo 1

Lista de abreviaturas

HAMSETProyecto de lucha contra el VIH/SIDA y el paludismo, las enfermedades de transmisión sexual y la tuberculosis

MANUDMarco de Asistencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo

ONGorganizaciones no gubernamentales

PMAPrograma Mundial de Alimentos

PNBproducto nacional bruto

UNESCOOrganización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura

UNICEFFondo de las Naciones Unidas para la Infancia

UNIFEMFondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer

Anexo 2

Referencias

Carta Nacional de Eritrea aprobada por el Tercer Congreso del Frente Popular de Liberación de Eritrea, Nacfa, febrero de 1994

Evaluación de las cuestiones jurídicas que afectan a las mujeres en Eritrea, Unión Nacional de Mujeres de Eritrea, marzo de 2001

Estudio del sector privado, centrado en las microempresas y en las empresas pequeñas y medianas, preparado por la Oficina de Cooperación Económica Internacional y Macropolítica, 1996

Breve informe sobre las actividades de alfabetización realizadas entre 1998 y 2001 e informe semestral del programa de alfabetización correspondiente a 2002, Ministerio de Educación, agosto de 2002

Proyecto de código civil de Eritrea

Eritrea: Estadísticas de enseñanza básica, 2000-2001, Ministerio de Educación, noviembre de 2001

Encuesta de demografía y salud de Eritrea, 1995

Encuesta de demografía y salud de Eritrea, 2002, informe preliminar

Nota sobre el sector de la enseñanza y la capacitación en Eritrea, 8 de julio de 2002; desarrollo humano, África, región I, documento del Banco Mundial

Nota sobre el sector de la enseñanza y la capacitación en Eritrea, 8 de julio de 2002

Reseña sobre la salud en Eritrea, 2000, Ministerio de Salud, mayo de 2001

Protocolo clínico nacional sobre maternidad sin riesgo en Eritrea, segunda edición, 2002

Banco de Vivienda y Comercio de Eritrea: Requisitos para la concesión de préstamos inmobiliarios

Recursos humanos para el desarrollo industrial sostenible, Partes I y II, septiembre de 2002

Política macroeconómica de Eritrea, 1994

Proyecto de supervisión y avances en la enseñanza, Informe sinóptico, Ministerio de Educación, Departamento de Educación General

Ministerio de Agricultura, Informe anual de 2001, Oficina de Planeamiento y Estadística

Estadísticas de la enseñanza básica, Ministerio de Educación, 1999/2000-2001/2002

Marco y programa de política económica nacional para 1998-2000

Informe nacional sobre la aplicación de la Plataforma africana y mundial de acción para el adelanto de la mujer eritrea, publicación de la Unión Nacional de Mujeres de Eritrea, noviembre de 1999, Asmara

Sobre los procedimientos de cálculo de los gastos de conexión al tendido eléctrico y su facturación en las zonas rurales y los suburbios, Decreto No. EI.001/2001, Ministerio de Energía y Minas

Planificación y Estadísticas, Informe anual del Ministerio de Agricultura, 2001-2002

Propuesta para el establecimiento de un centro de investigación, estudios y recursos en materia de género, Universidad de Asmara, julio de 2002

Programa de abastecimiento de agua y saneamiento en las zonas rurales de Eritrea, WRD, marzo de 2002

Informe de ejecución del programa de ahorros y microcréditos, julio de 1996 a diciembre de 2001

Datos estadísticos, 1996-2001, Departamento de Trabajo, División de Empleo

Estudio sobre los conocimientos, las actitudes y las prácticas de las parteras tradicionales capacitadas, Dr. Abrehet Gebrekidan, julio de 2002

Constitución de Eritrea

Decreto No. 118/2001 sobre el trabajo en Eritrea

Informe nacional de Eritrea para la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, Ministerio de Relaciones Exteriores, febrero de 1995

The Gender Fair Teacher: Moving Towards Equity in the Eritrean Elementary Classroom, Ministerio de Educación y UNICEF, octubre de 2002

El Estado de Eritrea, Breviario de educación, Ministerio de Educación, marzo de 1998

Actas de la conferencia de conmemoración del vigésimo aniversario de la Unión Nacional de Mujeres Eritreas, 27 a 29 de noviembre de 1999

Marco de Asistencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo (MANUD), 2002-2006, Eritrea, mayo de 2002

Inventario y evaluación de los recursos hídricos y su aprovechamiento en la región de Debub, Anseba, Mar Rojo meridional, Ministerio de Tierras, Agua y Medio Ambiente y Ministerio del Trabajo y Bienestar Social, diciembre de 2001

Anexo 3

Lista de cuadros

Página

Cuadro 1:Desglose por género de los altos cargos del Estado

19

Cuadro 2:La mujer en los asuntos internacionales

21

Cuadro 3:Tasa de matrícula escolar de las niñas

24

Cuadro 4:Tasa de asistencia escolar de las niñas por antecedentes

24

Cuadro 5:Niñas en la enseñanza y capacitación técnica y profesional

25

Cuadro 6:Repitentes por nivel de enseñanza y género

26

Cuadro 7:Deserción por nivel de enseñanza y género

26

Cuadro 8:Maestras

27

Cuadro 9:Directoras de escuela en la enseñanza primaria

27

Cuadro 10:Matrícula universitaria de la mujer en 1998-2001

28

Cuadro 11:Graduadas universitarias, 1991-2001

28

Cuadro 12:Vigilancia del rendimiento escolar en quinto grado

31

Cuadro 13:Participación de la mujer en los programas de alfabetización

33

Cuadro 14:Porcentaje agregado de mujeres en la fuerza de trabajo total en determinadas categorías de microempresas y empresas pequeñas y medianas de Eritrea

35

Cuadro 15:Personas que obtuvieron empleo, por ocupación, género y año

37

Cuadro 16:Número de participantes por programas ofrecidos por el Ministerio de Educación, el Ministerio de Salud y el Ministerio de Agricultura

41

Cuadro 17:Número de parteras tradicionales capacitadas en los últimos 10 años, por zona

45

Cuadro 18:Distribución de la tierra para viviendas en la región meridional en 1998-1999

57

Cuadro 19:Ejecución del programa de ahorro y crédito (1996-2001)

60

Cuadro 20:Beneficiarios de los programas de crédito de la Unión Nacional de Mujeres Eritreas y monto de los préstamos por región

60

Cuadro 21:Población rural con acceso a agua potable en 2001

62

Cuadro 22:Participación de la mujer en los comités de abastecimiento de agua

63

Cuadro 23:Las mujeres comerciantes en la región de Maekel

67

Cuadro 24:Casos de violación

73